Cuando Kibum se dio cuenta de que había visto a Jonghyun durante más de dos semanas -sin contar los fines de semana -(no es que nadie estuviera contando) y aún no le encontraba ningún defecto, el asunto le asustó. Pero al mismo tiempo se alegró. Por un lado la situación le era casi desconocida, ya que en muy pocas ocasiones un amante le duraba más de una semana; pero, por el otro lado, era cierto que Jonghyun ya había entrado en los primeros tres lugares de su lista de mejores polvos, sin contar que era bastante cómodo para él que el moreno no buscara nada más comprometedor que lo que tenían.
Las dos emociones le hicieron la vida inestable durante menos tiempo del que le tomó cepillarse los dientes ese día, antes de disiparse, pero no para dejarlo tranquilo… había otro asunto que le comenzó a hacer mella en la cabeza ese día. Con las manos en los bolsillos de su abrigo salió caminando hacia el bar, pensando en ello.
Bien se había dado cuenta desde la primera vez que ambos acabaron en su departamento de que Jonghyun era un dominante nato y, hasta el momento, el moreno se había encargado de dejar eso bastante claro cada vez que estaban juntos. Ya que aquello fuese o no fuese intencional, era así como habían resultado las cosas. Y, de nuevo, esto era algo que tenía dos caras. Por un lado, Kibum disfrutaba de las atenciones recibidas, pero por el otro, era como si Jonghyun se hubiese olvidado de que él no era el único con un pene entre las piernas. Y no era que Kibum se estuviese quejando del trato recibido –Jonghyun, como con todo lo demás, había demostrado ser un as de la felación. El problema se encontraba en que lo más cerca que había estado de penetrar al moreno había sido mientras buscaba su punto G unas noches atrás, y no había pasado de allí, pues cuando lo encontró eso le dio tal subidón de energía y excitación a Jonghyun que en menos de lo que Kibum se había demorado en localizarlo, el moreno ya lo había puesto sobre sus extremidades.
Kibum no estaba dispuesto a decir en voz alta que el hecho lo tenía un tanto frustrado. No estaba acostumbrado a tener que hablar del asunto, sino más bien esperaba que se diera naturalmente durante el sexo. Pero en más de dos semanas, Jonghyun no había dado señales de ceder y, ahí, Kibum pensaba que quizás se apresuraba a decir que Jonghyun no tuviera defectos.
* * *
Días más tarde de su pequeña disyuntiva, Kibum seguía pensándolo. Se encontraba en el bar verificando la formación de las mesas junto a Minho, mientras Jonghyun discutía con Jinki sobre unos papeles que tenían desplegados en la barra.
-¿Cómo es que tú no estás ahí con ellos? –le preguntó al pelinegro en un intento por olvidar lo que estaba pensando.
-El papeleo y yo no somos muy amigos que digamos. Además, Jonghyun siempre se ha hecho cargo sin quejarse.
Kibum lo miró entornando los ojos. Minho, a veces, parecía demasiado relajado para ser cierto. El sentido de la responsabilidad era lo que evadía su amistad, no el papeleo, creía el menor.
Kibum había vuelto a su labor cuando escucharon que la puerta del bar se abría.
-Disculpa, pero el bar no…
-¡Kibum! –soltó la rubia chica que había entrado en el bar, haciendo caso omiso de lo que Minho había querido decirle.
Cuando Kibum se dio media vuelta para verificar que su oído no lo estaba engañando, la chica corrió hacia él y, con una rapidez que sorprendió a los presentes, saltó sobre Kibum y lo besó en la boca por más tiempo del que Minho necesitó para verificar con su socio y su contador que él no era el único viendo aquello.
Al cabo de unos segundos, la rubia se paró frente a Kibum y lo abrazó.
-I missed you so much, Key –le dijo alargando el apodo tanto como pudo.
-So did I –le respondió él con una sonrisa, apartándola un tanto de él para poder verla bien. –But, what are you doing here? When did you arrive? How did you find me?
-I just arrived, and as there was none at your apartments, I called Minnie but he was out with Jongin so I drove here to see you. Your Facebook page told me where you work.
-You have no Facebook page.
-But yours is too non-private. Whoever can see your info, silly.
Cuando Kibum dirigió su mirada al bar mientras reía se dio cuenta de que tres pares de ojos miraban casi con incredulidad la escena.
-Tienes demasiado que explicar, Kim Kibum –le dijo Minho quien se había unido a Jinki en los taburetes junto a la barra.
Kibum se rio, pero no pudo evitar posar sus ojos en los de Jonghyun por al menos unos instantes. Si Minho tenía preguntas, podía apostar a que Jonghyun tenía incluso un par más.
-Minho, Jonghyun, Jinki –dijo señalando a cada uno de los nombrados, -ésta es Lee Taeyeon, hermana de Taemin. –Luego ofreció la introducción a la inversa. –Minho y Jonghyun, mis jefes; Lee Jinki, el contador del bar.
-Mucho gusto –saludó ella haciendo una leve reverencia.
La chica era un retrato hablado de Taemin, con la diferencia que sus rasgos más femeninos estaban enmarcados por maquillaje y usaba unos jeans y una chaqueta negra de cuero ajustada, que debido a ciertos detalles que no podían igualarse, a Taemin no le quedarían igual de bien.
-El gusto es nuestro –dijo Minho adelantándose y cogiéndole la mano, en una muestra de galantería que Kibum ya bien conocía. –Kibum nos ha hablado mucho de ti, ya siento que te conozco –finalizó, para sorpresa de Kibum, quien no recordaba haberle hablado más que un par de veces sobre Taeyeon y muy referencialmente. –Pero, lo que creo no haber oído nunca es que nuestro Kim Kibum supiera hablar inglés fluido –dijo casi dándole una mirada reprobatoria al rubio como si le recriminara no haberlo mencionado antes.
-Yo sí lo sabía –dijo Jinki con una sonrisa casi infantil, como si hubiera ganado algún premio por su conocimiento. Los demás, incluida Taeyeon, se lo quedaron viendo. –Tu currículum –señaló a Kibum. –Lo leí cuando hice tu contrato…
-¿Cómo puede ser que tú no lo supieras, entonces? –acusó el rubio a Minho.
-Lo… lo tuve que haber olvidado… Me conoces, tengo que leer tantos papeles que, a veces, suelo olvidar algunas cosas… -Para entonces todas las miradas recaían en el mentiroso pelinegro.
-Bueno, no creo haber escuchado tanto sobre ti, pero, también me dio gusto conocerte –le dijo Jinki poniéndose de pie y haciendo una leve reverencia muy parecida a la que Taeyeon había hecho. –Ahora, me tendrán que disculpar, pero creo que ya están en la hora y yo me tengo que ir.
-¿No te quedas a tomar algo? –le preguntó Kibum.
-No, hoy no puedo –le respondió con una voz que transmitía un leve pesar por rechazar la idea. -Nos vemos –se despidió haciendo un gesto general y luego ya había salido por la puerta.
Jonghyun no había dicho ni pío hasta el momento y, la verdad era que, no sabía qué decir. Sentía que ya se había demorado demasiado como para decir que le daba gusto conocerla, pero al mismo tiempo sólo estaba sopesando la idea de qué tanto gusto le había dado de verdad la llegada de la fotocopia femenina de Taemin. No podía quitarse de la retina el haberla visto besar a Kibum… ¿y, era sólo él o era una cosa de amistad, pero, Kibum no se había negado al beso? Porque, tenía que admitirlo, su inglés apestaba y no había entendido nada de lo que habían hablado, pero sí podía leer las expresiones del rostro –y al menos con eso se sentía familiarizado, no había notado disgusto en las facciones de Kibum. Sorpresa, tal vez; disgusto, para nada.
-Bueno –dijo al fin haciendo como que miraba su reloj de pulsera. –Jinki tiene razón, estamos en la hora. Bienvenida al Éxtasis, Taeyeon. Kibum sírvele algo,… bebes, ¿cierto?
-Sí, pero no es necesario… -lo atajó ella.
-Insisto, es por parte de la casa. –Minho lo miraba anonadado: le había quitado su próximo movimiento, pero Jonghyun hizo como que no había notado su cara de decepción. –Si eres amiga de Kibum, eres amiga nuestra –zanjó él dándole una mirada algo significativa al rubio antes de dirigirse a la puerta para dar por comenzada la noche.
Un par de horas más tarde, Jongin y Taemin aparecieron en el bar y cuando el rubio estuvo frente a su melliza, tanto Jonghyun como Minho –así como probablemente más de alguien en el bar -que veían la escena creyeron estar viendo un par de doppelgängers. El parecido era tal que podían apostar que si Taeyeon se cortara su hermosa melena rubia, se fajara el busto y se quitara el maquillaje, ciertamente, Jongin tendría problemas en decir con cuál de los mellizos había dormido la noche anterior.
Los hermanos y Jongin se sentaron en una mesa a conversar y no se retiraron del bar hasta poco antes del cierre del local, no sin antes tener que convencer a la recién llegada que no era necesario esperar a Kibum pues éste tenía quien lo llevara a casa y, aún así, Kibum estaría demasiado cansado después de terminado el horario del bar como para conversar con ella, ya tendrían el día siguiente para eso.
-Está bien. Nos vemos mañana –se despidió Taeyeon levantando los brazos demostrando su derrota. Luego de eso, salió del bar en compañía de su hermano y su cuñado no sin antes, claro, darle un beso de buenas noches a Kibum.
-Yo sé que es poco profesional –dijo Minho luego de que todos los clientes se hubiesen retirado. -, pero la duda es más grande… ¿Qué rayos eres tú, hombre? –le preguntó al barman con aparente escándalo.
Kibum se rió, pero fingió no entender. Jonghyun, que subía sillas a las mesas, se mantenía atento a la conversación. Creía que lo que Minho tuviera que preguntar le ahorraría a él un par de vergüenzas.
-O sea, eres homosexual, y sabes que lo respeto. Cada loco con su tema. Pero esa mujer –dijo señalando la puerta –esa mujer… Te besó… en la boca… yo te vi, te vimos –señaló esta vez a Jonghyun que se hizo el desentendido. –Por primera vez desde que nos conocemos, creo que puedo decir que, quisiera estar en tu lugar.
El menor se rio ahora con más ganas.
-Taeyeon y yo somos amigos desde antes que conociera a Taemin, de hecho, Jongin y yo conocimos a Taemin por ella…
-Eso no me explica por qué te besó. Repito: tú eres homosexual; sin ofender.
-Por lo mismo… Taeyeon y yo tenemos una amistad especial…
-No me digas que es lesbiana. –Minho parecía capaz de desmayarse ahí mismo si Kibum le decía que sí.
-No… –respondió Kibum para alivio de uno de sus jefes.
-¿Te acostaste con ella también?
-¡Minho!
-¿Sí?
-¡No! –Kibum ya no sabía si enfadarse o reírse.
-Aún sigo sin entender… Kibum, te prohíbo que repitas lo que voy a decir aquí y ahora, porque si lo llega a escuchar tiene que salir de mi boca: Taeyeon es hermosa… y si hay una forma en que consiga la amistad que tú tienes con ella, hago lo que sea…
Jonghyun no pudo evitar reírse y mover su cabeza, mitad en desaprobación, mitad en gracia.
-La acabas de conocer –le rebatió Kibum.
-¿Cuándo has visto que eso me detenga? –le preguntó el interpelado alzando una ceja mientras se cruzaba de brazos.
-Nunca –dijo el rubio rolando los ojos.
-Exacto –aprobó Minho con una sonrisa. -¿Entonces?
-¿Entonces, qué?
-No sé…
-Minho, nosotros somos amigos hace años y, además, ella no es como tú crees –dijo riendo por lo bajo, dándole la espalda a Minho yendo en busca de su abrigo.
Claro que Taeyeon no era como Minho se la estaba planteando… Si Taeyeon llegaba a interesarse en él, ella se dejaría seducir… de otro modo, estaba perdido; era así de simple. Y conociendo a Taeyeon, y conociendo a Minho, Kibum creyó que sólo era cosa de tiempo que algo pasara ahí. Pero, no iba a decírselo a Minho.
-Chaqueta –le anunció a Minho cuando volvió con ella en la mano.
-Gracias –pronunció éste un poco desganado. Kibum no hizo más comentarios.
-¿Nos vamos? –preguntó Jonghyun tomando su abrigo desde la silla junto a la caja.
-Claro –dijo Kibum guiñándole un ojo cuando Minho no lo veía.
-Pensé que no besabas mujeres –le dijo Jonghyun en un tono neutro intentando que sonara tan a broma como él esperaba mientras dejaba su abrigo sobre el diván de Kibum. El rubio se rió mientras sentía los labios del mayor sobre su cuello y sus manos apretarse entorno a su cintura.
-Taeyeon es mi amiga… -No estaba excusándose, era lo mismo que le había dicho a Minho pues era cierto, pero no hubiera creído que Jonghyun aún seguía pensando en el asunto.
Caminaron sin soltarse hasta dar con la puerta de la habitación, Jonghyun lo retuvo allí sin hacer amagos de entrar, presionándolo contra la pared, besándolo con una mezcla de firmeza y suavidad que dejaba a Kibum sin aliento. Luego de unos momentos, Kibum decidió empujarlo hacia la habitación y Jonghyun, que iba caminando hacia atrás, cayó en la cama intentando traer a Kibum consigo, pero éste fue más rápido y lo vio caer mientras él seguía de pie junto al lecho, pero no tardó en unírsele.
Jonghyun coló sus manos por debajo de la camisa del rubio mientras éste lo besaba. Cuando el moreno subió la prenda a cierta altura, ambos tuvieron que separarse para que al fin Jonghyun pudiera quitársela.
-Podríamos intentar algo diferente hoy –le dijo Kibum al oído en tono seductor mientras intentaba desabrochar la camisa del mayor. Era lo mejor que tenía para introducir el tema. Si Jonghyun no daba por sentado ciertos aspectos que él consideraba básicos tendría que hacérselos notar del modo directo.
-¿Ah, sí? –preguntó el moreno en plan interesado. -¿Qué se te o…
Antes de que Jonghyun pudiera terminar de formular su pregunta, golpes en la puerta los detuvieron a ambos en su lugar.
-¿Esperas a alguien? –preguntó Jonghyun.
-¿En serio? ¿A las cuatro y media de la mañana? ¿Te parece?
-No sé… Como acabas de decir que…
-¿Un trío? ¿De verdad? –Kibum levantó una ceja en la oscuridad. Los golpes en la puerta se repitieron. –Puede que sea la señora Cho.
-¿La señora Cho?
-Mi vecina. A veces despierta a media noche y… larga historia. Mejor iré a ver qué pasa. Espérame… y más suerte para la otra –añadió lo último con un dejo de sorna.
Kibum se puso la camisa de nuevo y encendió la luz de la sala. Abrió la puerta y del otro lado se encontró con una figura femenina que no era precisamente la señora Cho.
-Taeyeon. ¿Qué haces aquí a esta hora?
-Me quedo con Min, ¿no te lo dije? –clarificó entrando en el departamento. Kibum recién se dio cuenta de que la rubia apenas traía puesto un short y un top de algodón.
-Sí, sí me lo dijiste. Pero eso no responde mi pregunta.
-Mi cuñado y mi hermanito se debaten por la forma menos ruidosa de tener sexo sin que yo los oiga y, ciertamente, es más molesto que escucharlos tener sexo de verdad. Me quedaré aquí. Doesn´t bother you, right? –preguntó, pero ya se encaminaba hacia la habitación de Kibum.
El rubio estuvo a un segundo de gritarle que se detuviera. Pero Taeyeon ya había abierto la puerta del cuarto. Cuando Kibum se unió a ella, le alivió ver la habitación desierta.
-Of course not. Acuéstate mientras voy a lavarme los dientes.
Se adentró en el baño sabiendo que encontraría a Jonghyun allí –más que nada porque esperaba que fuera más inteligente que para encerrarse en el armario.
-¿Taeyeon? –le susurró el moreno cuando Kibum cerró la puerta tras de él. Kibum asintió. -Será mejor que me vaya, entonces –susurró, decepcionado.
Taeyeon ya le había aligerado la sonrisa dos veces en menos de 24 horas. No quería hacer prejuicios del futuro, pero no veía cómo ella podría enmendar el comienzo de su relación.
Ambos salieron por la puerta que daba al pasillo. Jonghyun tomó su chaqueta en lo que Kibum se acercaba al citófono para abrir la puerta del edificio para Jonghyun. Cuando se dio vuelta, Jonghyun lo miraba con rostro conspirativo.
-Vas a tener que irte –dijo en lo que era más bien un “sea lo que sea que estés pensando, no puede ser”.
-Lo sé -, pero su tono le recordaba más a un jugueteo previo que a una despedida.
A pesar de que Kibum no quería demorarse tanto, por miedo a que Taeyeon quisiera ir a buscarlo, no opuso resistencia cuando Jonghyun lo arrinconó contra la pared a un lado de la puerta para besarlo.
-Pensar que no te veré hasta el martes –soltó el mayor en un susurro lascivo antes de besarlo de nuevo.
Kibum sintió las manos de Jonghyun amoldadas a su trasero y casi deja escapar un gemido, pero lo detuvo el sonido de una tos claramente fingida detrás del mayor.
-And I escaped from a crazy couple trying to make love in mute not knowing here you were planning to have noisy sex –comentó la rubia que estaba al comienzo del pasillo afirmada en la pared con las piernas y los brazos cruzados. –No, no se detengan por mí –los alentó con una sonrisa pícara.
Jonghyun suspiró pesado y soltó a Kibum.
-Nos vemos –le dijo a modo de despedida. –Buenas noches –le dijo a Taeyeon cuando se giró a verla. No se fue nada contento pensando en el hecho de que la aparecida nocturna iba a ser quien compartiera cama con el rubio en lugar de él.
Cuando Jonghyun cerró la puerta, Kibum caminó hacia su habitación sin mirar a Taeyeon.
-¿Con tu jefe? ¿De verdad? No te escapes, Kibum. Well, it’s either a kink or you really don’t learn… –dijo ella siguiéndolo, pero Kibum ya había decidido hacerse el dormido, a sabiendas de que era la menos creíble de sus opciones y de que, aunque no quisiera, tarde o temprano iba a tener que responder a todas las inquisitivas preguntas de Taeyeon.
-¿No que no querías involucrarte con nadie del trabajo? –preguntó Taemin que estaba sentado en el diván a un lado de Jongin.
Ambos habían bajado apenas creyeron que era una buena hora de la mañana para ver cómo habían pasado la noche en el departamento de Kibum y para pedirle disculpas a éste por la irrupción a medianoche de Taeyeon en él; pero tan pronto como su melliza le hubo informado a él y su pareja sobre lo presenciado la noche anterior, Taemin pasó de pedir disculpas a pedir explicaciones.
-Creí que tu estabilidad económica y la de Joonyoung eran más importantes.
-Y lo es –respondió Kibum cancinamente, dándole una mirada mordaz a Taeyeon que estaba sentada en la silla del computador. –Pero ya pasó, ya está hecho, y nada ha salido mal –zanjó dándole un sorbo a su café.
-Hasta ahora –murmuró Taemin.
-Jonghyun es un hombre maduro y yo también… y si quisiera más regaños por las decisiones que tomo en la vida tienes claro a quién acudiría. No te transformes en mi segundo papá, ¿quieres?
-Todavía no me dices: ¿ya era así o tú lo pasaste al lado oscuro? –le pregunto Taeyeon con una mirada muy parecida a la que les había dedicado la noche anterior a Jonghyun y a él cuando los había pillado.
-Perv.
-Es simple curiosidad.
-Jonghyun es gay, yo soy gay, los dos aquí presentes son gay… ¿Qué más quieres saber?
-What about on the bed? Is he any good?
-Beyond words –respondió Kibum antes de que pudiera darse cuenta de lo que había dicho.
-Okey, creo que es mejor que dejemos a Kibum tomarse su café y volver a la cama –propuso Jongin. –Como él dijo: él sabe lo que hace… Taemin, Taeyeon –llamó a los mellizos mientras él mismo se ponía de pie.
Los dos mencionados se despidieron de Kibum y salieron del departamento.
-Tú sabes lo que haces, pero espero que los dos sepan lo que hacen… No cuidas sólo de ti –le dijo Jongin antes de darle un corto abrazo y salir del apartado.
Pero Kibum pensó que la advertencia de su amigo estaba de más. Él ya había pensado lo suficiente en el asunto incluso antes de involucrarse con Jonghyun y, luego de aquel par de semanas, Jonghyun había dado justo en sus expectativas sobre el asunto. Los chicos estaban sobre-reaccionando, lo suyo con Jonghyun iba a durar lo que tuviera que durar y después todo sería como había sido hasta antes de que todo pasara.