En un aeropuerto internacional de una pequeña cuidad se veía, a una pareja hablando, alegremente, mientras llevaban sus maletas para registrarlas.
Vamos, sempai que se nos está haciendo tarde – dijo el más bajo de la pareja.
No, seas tan irritante – le dijo el mayor con voz monótona.
No soy irritante – dijo el mas bajo , haciendo un tierno puchero .
Claro que lo eres – repuso el mayor y antes de que su pareja dijera algo , le beso.
(...)
Ya se iba a completar un mes desde que se había casado con Itachi, y las cosas no mejoraban, se sentía cada vez más perdido en aquel matrimonio, el Uchiha mayor había resultado ser un varón demasiado posesivo y controlador, prácticamente lo tenía encerrado en la casa que compartir, solo podía salir de la casa a la universidad y viceversa.
Prácticamente era prisionero en ese matrimonio, y a pesar de que no quería tener intimidad con su ahora esposo, el Uchiha prácticamente lo había forzado, claramente no lo ultrajo, pero el sentía como si fuera una violación.
Su padre había intentado hablar con él , pero el rubio solo lo ignoraba no quería saber nada del responsable de su desdicha , había intentado otra vez huir del país , cuando llegaron a Japón pero se llevó la sorpresa de que sus cuentas habían sido descongeladas , eso lo alegro por un momento , pero cuando fue a hacer una transacción los del banco le habían dicho que él no podía hacerlo si no tenía la autorización de su marido , cosa que hizo enfurecer al doncel ya que hasta eso lo maneja su controlador esposo.
Naruto se encontraba en aquel lago donde fue la última vez a desahogarse, estaba fumando eso lo relajaba un poco, se había podido escapar del ojo vigilante de su marido, ya que este estaba en una reunión de negocios importante y no podía estar pendiente de su portátil, para monitorear el GPS que le había colocado al auto del rubio.
Maldita sea , mi vida – dijo el ojiazul al viento , mientras le daba una calada a su cigarrillo.
El rubio comenzó a observar aquel bello paisaje y su rostro que tenia una expresión de frustración paso, a una de tristeza, comenzando a derramar lágrimas.
¿Por qué la vida tenía que ser tan injusta con él?, porque su padre había tomado esta decisión que lo hacía tan infeliz?, si tan solo hubiera sido como Deidara, estaría ahora feliz.
El doncel se secó las lágrimas que surcaban por su rostro, y le dio la última calada a su cigarrillo para apagarlo y dirigirse a su prisión estaba seguro que Itachi ya sabía que se había volado, no sabía cómo lo hacía, pero ese varón sabio cada, uno de sus movimientos.
Media hora después Naruto, estaba aparcando su nuevo carro, obsequio de su generoso esposo, un Mini Cooper Price naranja, en el parqueadero subterráneo, del edificio donde vivía.
Con parsimonia, tomo el ascensor, deseo internamente que se demorara en subir, ya que no quería llegar a aquel frívolo pent-house, que había comprado su padre, le parecía tan hipócrita ese gesto de Minato, todo para quedar bien con él.
Cinco minutos, después el ascensor paro en el piso numero cuarenta del edificio, salió lentamente de él, para encaminarse hacia su residencia, con paso lento, abrió la puerta y apenas entro al recibidor pudo oír unos sonidos extraños provenir de más adentro, pensó en ladrones, pero sería absurdo, en un edificio como este, lentamente se acercó a la fuente de sonido, y vio aquel sonido provenía de la habitación que Itachi tenía.
Lentamente abrió la puerta y lo que vio lo dejo en shock.
Ah, sí Ita...Itachi...- rogaba una suave voz.
(......)
Después de ver que su esfuerzo por divorciarse de Itachi no había funcionado, Naruto había decidido al menos intentar llevar un matrimonio decente, por eso después de meditarlo un poco decidió hablar con su esposo.
Entro al despacho de Itachi y lo encontró allí leyendo unos papeles que de seguro era de la empresa.
Tenemos que hablar – le dijo el rubio con su tono de voz serio.
Itachi al oír la dulce voz del doncel, despego su mirada de los papeles, para centrar su atención en el rubio.
De que tenemos que hablar Naruto – le pregunto Itachi, mientras con la mano le indicaba al menor que tomara asiento.
Sobre este matrimonio, claro está – le respondió el rubio, cortante.
No veo que haya nada de qué hablar – comenzó diciendo el azabache- estamos casados en un matrimonio por conveniencia, mi deber y el tuyo es tener a un mini Itachi y ya.
No es solo eso, Itachi – comenzó a decirle rubio conteniendo su ira, no soportaba a su esposo – y lo sabes bien, quiero que intentemos algo, para al menos hacer este matrimonio mar llevadero.
Te escucho – dijo el varón, mientras cruzaba sus manos por debajo de su mentón.
Qué te parece si vamos a terapia de pareja – propuso el rubio, Itachi sonrió de medio lado cuando escucho a su esposo decir – y antes de que te niegas o salgas con un comentario sarcástico, créeme que no fue mi primera opción, pero no me quedo de más, si no me puedo separar de ti al menos me gustaría poder llevar un matrimonio decente contigo.
Está bien Naruto – comenzó a decir Itachi – acepto tu propuesta.
Los meses pasaron y la pareja comenzó a asistir a terapia de pareja , habían avanzado un poco su relación al menos Naruto ya soportaba un poco la presencia de Itachi y el varón se había encantado por la personalidad de su encantador esposo , aunque Naruto ya no le cai tan mal su marido aun seguía sin sentir nada , además el Uchiha no había cambiado para nada y el se daba cuenta que lo seguía engañando , ya que aveces llegaba a la casa con su cabello recién lavado , su camisa medio puesta , dejando ver una que otr marca en su niveo cuello , y esto solo asi enfurecer al rubio , no por que amara al Uchiha si no que no quería quedar como un estúpido cornudo enfrene de los amantes de una noche de su descarado esposo.
El comportamiento tan descarado de Itachi lastimaba de a poco al doncel ya que le daba asco , tener que compartir su lecho matrimonial con ese varón , y muy dentro de él se sentía sumamente deprimido , porque sabía que a pesar de querer divorciarse no lo iba a conseguir , su padre aun no descongelaba su cuenta bancaria , y el único dinero que recibía era de una mesada que le daba Itachi , claramente no era muy generosa , y apenas si cubría la gasolina de su auto y algo de comer por fuera de su casa , no le había dicho a nadie pero apenas supo que Itachi quería un hijo comenzó a inyectarse para no quedar en estado no quería traer a un bebe a ese infierno de matrimonio , su padre hablaba con el pero la verdad él siempre le decía a sus empleados que dijeran que se encontraba indispuesto.
Era de noche en la mansión Uchiha Namikaze y como todas las noches era habitual oír gritos de reclamos del doncel para con el varón.
Por qué no te largas de mi casa – gritaba el rubio colérico – ya no aguanto más, tus infidelidades.
Por qué esta también es mi casa – respondió sereno el varón – y o me iré de ella solo porque tú me lo dices.
Esta no es tu casa – le respondió el rubio – al menos ten algo de vergüenza de hacerme esto.
Por qué he de tener vergüenza – respondió como si nada el mayor- si lo que yo hago no es nada malo – dijo mientras sonreirá altaneramente – es algo normal en los matrimonios arreglados como este.
Naruto sonrió de medio lado al oír lo último con su esposo, por su mente paso una brillante idea, si Itachi podría jugar así por que el no?
Así – comenzó a decir socarronamente el rubio – si eso es así, entonces yo también puedo hacer lo mismo – termino de decir mientras sonreí triunfal al ver el claro gesto de enfado de su esposo.
Itachi al oír lo último que dijo su esposo, frunció fuertemente su ceño, y apretó su mandíbula y sus manos en forma de puño hasta hacer que sus nudillos blancos, no gustaba para nada lo que el doncel había dicho, claro que no Itachi Uchiha no iba a ser un esposo cornudo, Naruto era suyo y solamente él podía tener a ese rubio en su cama gimiendo para el nadie más.
El varón en un rápido movimiento cogió al doncel del brazo ejerciendo presión, Naruto mostró un claro gesto de dolor Itachi le estaba aprendo fuertemente además estaba seguro que le iba a quedar morado.
Suéltame Itachi – le dijo el rubio -.
El mayor no decía nada, pero su agarre iba aumentado, estaba cegado por los celos de imaginar a alguien más con su esposo, podía ser cierto que no amara al rubio, o que no le fuera infiel, pero eso no quería decir que no le tuviera cierto gusto y cariño al menor.
Que me suelte Itachi – le volvió a decir al rubio con un claro gesto de dolor impregnado en su rostro, sus zafiros estaban cubiertos con una leve capa de lágrimas – me lastimas Itachi.
No digas eso- le respondió entre dientes el azabache – eres mío Naruto entiéndelo.
Itachi me lastimas – rogo el rubio.
Eres mío entendiste – grito el Uchiha mientras sacudía el cuerpo del menor.
Enserio me lastimas – gritaba el rubio tratando de razonar con su cegado esposo.
Dilo Naruto – dijo Itachi – di que eres mío.
Soy...tu...tuyo- dijo el rubio, con hilo de voz, ya casi no tenia fuerzas, se sentía cansado y sumamente adolorido.
Así me gusta – respondió Itachi mientras aflojaba un poco su agarre y sonreía de medio lado.
Naruto dio un suspiro al ver que su brazo ya no estaba siendo apretado brutalmente por Itachi, pero su felicidad duro poco, cuando su boca se vio invadida por un beso posesivo, asfixiante y demandante el rubio, sabía que significaba eso era, la muda disculpa de Itachi y la manera de pedirle que tuvieran sexo, su esposo estaba obsesionado con tener un hijo.