Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secrets por Fer_the_human

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Espero no haber demorado tanto. ¿Cómo están? Espero pasen bien sus vacaciones. Y los que sus días de descanso ya terminarón, espero lo hayan disfrutado.

Por mi parte ignoré un poco los deberes de la universidad para escribir. Creo que ahora debo ponerme al corriente:p

En fin.

¡Disfruten la lectura!

La siguiente semana, Edwin se mostró algo más distanciado de Adam y Anna. Se le ve más con sus compañeros de americano. Lo único que me deja duda es si decidió ir con ellos porque Anna y Adam empiezan a volver con nosotros, o estos últimos están con nosotros porque Ed decidió acercarse a sus compañeros de futbol. De cualquier forma, puedo ver más a Adam.

O algo así.

Es curioso tenerlo cerca sin mostrarle mi cariño. Solo espero un momento a solas para poder besarlo, aunque claro, siempre podemos ir al baño…

Pero tenerlo tanto tiempo presente lo hace más difícil que cuando se presentaba poco tiempo, porque estaba con Ed en alguna otra parte.

He aprendido que soy el mismo hombre cobarde que no sabe llegar directamente a Adam, pero peor, porque mis sentimientos por él están definidos (o algo así) y son fuertes.

Le he pedido a George que me ayudara un poco con mi problema. Pienso que, si Adam no siente lo mismo que yo, de alguna manera no lo estoy haciendo bien. Soy patético.

Pero de alguna forma, George consiguió decirme que Adam me quiere. No me convenció, pero también dijo que Adam ha mostrado más interés en mí que en otros chicos. Decidí creerle porque me agradó lo que escuché.

-¿Ed no vino? -Pregunta George.

Vuelvo a la realidad. Es martes, y nos hemos saltado Ética Profesional, simplemente porque es aburrida… y porque quería estar con Adam. ¿Qué? No he aplicado para intercambio aún. Quiero estar con él y ver cómo van las cosas. Supongo que es la manera más fácil de descubrir que pasa.

-No seas molesto con él. -Reprende Adam, llegando con nosotros y cargando su mochila.

George invitó a Ed a faltar a clases con nosotros, pero lo hizo solo por molestar. Supongo que aún tiene rencor porque le gusta Robyn. O simplemente son una clase extrañada de celos.

Adam se pone cerca de mí, pero estamos en la cafetería, así que ignoro su mejilla y sus labios. Naturalmente no es un problema que él entienda esto, pero su rostro lució molesto, además de soltar aire con ánimos de estrés.

-¿A dónde iremos? -Sugiere George.

Creo que notó la incomodidad de la situación y decidió ayudarme, como él buen amigo que es.

Al final vamos a casa de George. Llevo a Adam en mi auto, obviamente, pero no recibí un beso cuando entramos o cuando salimos. Ni siquiera en mi mano. Esto no hace fácil mi decisión. Al menos yo si besé cada uno de sus nudillos para que recordara bien que sigo aquí.

Creo que Adam no había visitado esta casa de George. Bueno, solo vive aquí, pero se mudaron no hace mucho. Adam solo conocía la casa donde George hizo la fiesta.

La tarde es algo monótona, que hasta pudo haber sido más divertido quedarse a clase, hasta que George mencionó algo de Edwin. Entonces Adam acosa a George sobre estar molesto simplemente por Robyn. Como espectador, es divertido ver esta discusión.

-Ed ha estado distanciado desde aquella ocasión, y es obvio que todos deben saber que es por Robyn. -Dice Adam… no sé si todos lo sepan, pero me alegra que Adam saque esas conclusiones y no que soy un chismoso.

Supongo que tampoco he sido perfecto en la relación con Adam.

-¿Y a qué vas con eso? -Responde George. Sentado con una fingida pose de despreocupación. Es realmente gracioso. Claramente quiere explotar

-Soy el amigo gay de Robyn. -Contesta Adam. Queriendo agregar humor para reducir la seriedad de la situación, supongo- Obviamente me cuenta sus cosas. Sé que hablan.

George se quedó callado un momento. Escondiendo una sonrisa.

-¡Lo ves! Está bien estar celoso.

-¡No estoy celoso de Ed!

-¿Entonces por qué eres molesto con él?

-¡Esteban, apóyame!

-Lo siento, viejo -Contesto a George, riendo- Estás solo en esto.

-Vamos George. -Dice Adam- Te gusta Robyn. No es un asunto tan complicado.

-Lo es porque si no me tiene confianza, no funcionarían las cosas.

¡Pum! George por fin lo sacó… ¿Está mal que me de gracia la situación?

-¿A qué te refieres? -Pregunta Adam.

-Nunca hemos hablado de Ed. Quiero decir, son amigos, y sé que le gusta a él. Aun así, nunca hemos hablado… ni de aquella vez.

Adam se queda algo callado. Pensativo. Yo me comporto un momento. En este momento quiero abrazar a Adam por la cara que pone ante una situación seria.

-Creo que le prestas más atención a Ed que la necesaria.

-¿Qué?

-Quiero a Ed. -Dice Adam- Pero siendo sincero, le das demasiada importancia. Posiblemente para Robyn no fue gran cosa. Tú no deberías actuar como si lo fuera.

Eso tiene sentido. Explicaría porque Robyn no habla del tema. Y George qué está molesto por eso.

Entonces la plática siguió un poco así. George queriendo excusarse, y Adam insistiendo en que dejara ir el tema.

Al final ganó Adam. Hizo que George admitiera sus sentimientos por Robyn. En su mayoría buenos, de acuerdo a él, y está seguro de que están ahí.

George se excusó diciendo que es muy meticuloso, e intentaba estudiar cómo sería Robyn y él en una relación. Pero eso ya no parece tener sentido, Adam dijo que, si busca lógica en una relación, probablemente termine mal.

Y efectivamente, George no tiene idea de porque incluso ofendido, quiere continuar intentándolo con Robyn… Me estoy empezando a hartar de la palabra “intentar” ¿En qué parte del espectro de relación me encuentro yo?

Después de nuestra pequeña e improvisada reunión que, sorpresivamente, terminó ayudando a George, dejo a Adam en su casa.

Ahora sí toma mi mano sin lucha alguna. Besa mis dedos, uno por uno. En este momento mi decisión sería obvia: quédate en el país.

Pero, justo cuando dejé a Adam en su casa, no me despedí con un beso, pues estoy seguro que los vecinos verían. Claro, mi sentimiento de emoción ante el peligro estaba ahí, pero tengo control. Si no lo tuviera, posiblemente no me detuviera en un simple beso cuando estamos en los baños de la escuela.

Pero, el punto, es que Adam parece haber reaccionado mal. Ofendido, quizá. No era triste, pude ver incluso molestia en su rostro, pero no la mostraba, y se esfuerza en ello.

Lo único que hace es dejarme pensando. Aunque, la verdad, me siento egoísta teniendo estos pensamientos cuando no todo es felicidad. Me recuerdo que tengo mis momentos de duda en todo momento. Pero eso no me hizo sentir mejor, sino todo lo contrario.

La noche del martes me la pase mensajeando con Adam. Siento que nuestra relación es como chicos de preparatoria. O secundara. Pero bueno, sé que si fuera por Adam, saldríamos en público mucho más seguido, así que no puedo quejarme si simplemente estamos en contacto por mensajes. Al menos sé que su enojo, o lo que sea, no fue lo suficientemente grande como para no dirigirme la palabra, aunque sea a través de letras en un celular.

Y mientras mensajeaba, e incluso después de eso, solo pude pensar en mi problema. La decisión que debo tomar.

Parece incluso simple. Quedarme en el país. No echar a perder lo que apenas estoy comenzando a cosechar con Adam.

¡Pero realmente quiero salir del país! Mis padres lo sabían. Estaban de acuerdo. No sé los he comentado. Ni a mi hermana. Creo que lo que hace el problema grande, es simplemente que no puedo concebir que Adam ha causado tanto impacto en mi vida, que en meses ha cambiado una decisión que pude haber tomado hace años.

Meses… no son meses. Es menos. Mucho menos.

Bueno, seguro llevamos más de un mes en este embrollo. Charlando, coqueteando y todo eso… ¿No? Bueno, al menos sé que mi atracción hacia él, es de más que solamente un par de meses.

Empiezo a hacer ideas en mi mente. ¿Qué tanto llevamos Adam y yo? Seguro, debe haber alguna fecha. ¿No?

No me di cuenta el momento en que me quedé dormido. La mañana del miércoles es simplemente rutinaria, con la excepción de Adam y mi pequeño viaje no decidido a Europa. Pero eso parece empezar a ser rutinario también.

En la universidad, la clase de Mercadotecnia pasó realmente rápida. Pasamos un rato en la cafetería. Vimos a Roy aprovechar sus pocos momentos libres para estar con Anna, pero deja de ser novedad para mí. Sorprendentemente, sigue siendo interesante para las chicas.

Edwin tenía que irse. Adam decidió quedarse, lo cual es inusual, pero lo agradezco. Es quizá ridículo, pero me agrada cada momento que puedo pasar cerca de él, aunque no convivamos directamente, o de la manera que me gustaría.

Me pregunto qué es lo que Adam piensa de mí. ¿Sabrá que realmente me muero por tenerlo entre mis brazos, en la privacidad de mi cuarto? Cargarlo, tener sus piernas amarradas a mi cintura mientras nos besamos. O él me besa, llevando la delantera, de la manera en que solo él sabe.

Ignoro por completo la mesa. Y a mis amigos. Ignoro a la sociedad por un momento.

Me concentro en el pequeño escenario que acabo de poner en mi cabeza. Y miro directo a Adam. Miro sus brazos, que estirándose dejan ver que no son débiles… se de primera mano que no son débiles. Su camisa se levanta un poco, para dejarme ver si vientre. Y todo eso forma parte ahora de la imagen que tengo en mi cabeza.

Vuelvo a la realidad. Me encanta Adam, de eso no hay duda.

George textea con Robyn. Todo el tiempo, pero ahora quiere ir por ella saliendo de la universidad. Adam y yo le hacemos compañía mientras llega la hora. Cuando todos se van, le digo a Adam que se ponga al lado mío, con una sonrisa en el rostro y tocando el asiento con mi mano.

La sonrisa que me da no tiene precio. Y me siento la peor persona del mundo por haber recibido ese acto de ternura. ¿Siente esa emoción al sentarse al lado mío? Estoy jodidamente mal. Sentarnos juntos debería ser tan normal que sea una regla implícita.

No nos tomamos de la mano, pero veo por su rostro que está feliz de que estemos juntos. Dios sabe que yo también lo estoy, por patético que suene.

Adam presiona amistosamente y solo un poco a George, preguntándole sobre cuál será su próximo movimiento.

Y la conversación siguió y siguió. George decidió que se dejaría de juegos y actuaría lo más pronto posible. Eso emocionó mucho a Adam.

George empezó a sentir nervios, y eso fue sorpresa incluso para mí. Realmente le interesa Robyn. Así que, pidió ayuda de Adam. Y la mía, no quería echarse hacia atrás y nos necesita para que se lo recordemos.

Adam manda un mensaje a Robyn para decirle que iremos por ella al salir de la universidad. El plan es que, ya estábamos afuera en el coche de George, así que improvisamos y fuimos por ella.

Para eso, Adam me hizo dejar mi auto en casa y nos hizo andar en la camioneta de George, para apegarnos a la historia. ¿Realmente Robyn se tragará la excusa? Siendo sincero, dudo que le importe también a ella.

George quería comprarle algo a Robyn, debido a que ahora iba “enserio” con ella o algo así. Decidió comprar unas flores. Adam se burló por la falta de originalidad.

Fuimos a la florería. E incluso ahí, Adam siguió lanzando ligeros comentarios sobre como George está actuando de manera típica, tonta, y sin sentido.

-¿Enserio? ¿Rosas? ¿No pudiste ser más cliché?

Adoro a Adam.

-¿Qué más se supone que le compre?

-No lo sé, tú decidiste comprarle flores.

-No había muchas opciones.

-No es como que hayas pensado en muchas otras. -Digo, para molestar.

-Ustedes dos estando juntos se las arreglan para que pierda mis argumentos. No es justo. -Responde George

Respondemos, Adam y yo, con una risa. Me alegra que hayamos tenido cierta privacidad, pues creo que nadie en la tienda escucho eso. De hecho, la tienda se encuentra muy sola.

-Las rosas blancas son sus favoritas. -Dice Adam, con una sonrisa sincera y de comprensión- Al menos compra de esas. Será más especial. Puedes decir que me preguntaste que le gustaría, eso no es tan malo. O como sea, no es como que fuera a preguntar.

-¿Ves? Ayudarme de vez en cuando es simple. -Dice George.

Después de pagar por esas rosas, nos dirigimos a la universidad de Robyn.

No fue incomodo en absoluto. A diferencia de cuando fuimos al cine, Robyn hablaba con fluidez cuando estaba con George. No creo que haya notado en gran cuestión a Adam, quien estaba en el asiento trasero junto a mí.

Llegamos a casa de Robyn. Sin hacer muchas preguntas, como si el plan ya hubiera sido hecho, nos lleva su patio trasero. Es una lástima, pues la casa de Adam no está lejos, y quisiera simplemente caminar ahí con él. Apuesto que ambas partes estaríamos felices con nuestra poca privacidad.

Cruzamos rápidamente la casa. No la aprecié bien, para ser sincero. Su sala luce acogedora, de cualquier forma. Mientras está en la cocina, buscando un lugar para sus rosas, Robyn le pide a Adam que nos dirija al patio.

Apenas salimos y Robyn ya nos había alcanzado. Aun así, me tomo el tiempo para apreciar su jardín, honestamente es algo digno de ser apreciado.

El jardín de Robyn es muy colorido. Tiene una gran variedad de flores. De diferentes colores y tamaños. Empiezo a pensar en esos colores, y si sería capaz de capturarlos en una pintura. Son hermosos.

Nos sentamos en una mesa. George al lado de Robyn, justamente enfrente de Adam y de mí. Nos dan cierta privacidad, pues están completamente en sus asuntos.

Y cuando volteo a ver a Adam, la vista es hermosa. Sé que estaba mirándome fijamente mientras no lo notaba. Al ver que reacciono, lanza una sonrisa grande, aguantando la risa. Y en la posición como está sentado, y lo que mi punto de vista me permite apreciar, es hermoso. Pues a su alrededor, haciendo juego con su sonrisa, facciones y expresiones faciales en un hermoso contraste, las flores del jardín de Robyn me provocan la mejor escena.

Desearía tener una cámara para retratar esto, ya que es más fácil que dibujarlo justo ahora. Por el momento, tengo que guardarlo en mi memoria.

Mientras George y Robyn están en sus cosas, Adam y yo pasamos tiempo juntos. O lo que sea que se le puede llamar a esto. Adam juega conmigo. Hace comentarios sobre nosotros sabiendo que Robyn puede escucharnos. Al ver mi reacción ríe.

Y yo no puedo si quiera parecer molesto con él. Después de compararnos con una cita doble, pedirme un beso y hablar sobre las citas que hemos tenido, me encuentro riendo como tonto ante mi propia reacción. Adam tiene ese efecto en mi al parecer. No puedo enojarme.

Prestamos un poco de atención a George ahora. Está contando la historia de cuando Adam fue al club con nosotros. Cambiando al final. Su versión, que es la que creo se ha estado contando, es que esa noche Adam durmió en casa de George, y no conmigo.

-Suena a que no soporta nada. -Comenta Robyn.

-¡Me drogaron! –Bromea Adam.

Me hace sentir mal su comentario. Había olvidado ese detalle, posiblemente porque no quiero pensar mucho en esa noche. Recuerdo que esa semana estábamos sin hablarnos. Y fue por una ridiculez. Esa noche incluso conocí a su ex, o lo que haya sido.

Cuando pienso en esa noche suelo concentrarme en lo que paso antes de dormir, y en la mañana siguiente. Es mejor recuerdo.

-Hey, bromeaba. -Me dice Adam- Además, tú no soportarías más que yo, Robyn.

-Eso no lo sabemos. Pero en lo que a mí concierne, puedo soportarlo. Sí yo hubiera estado ahí, otra cosa sería. -Contesta Robyn.

¿Cómo llegamos a esta conversación?

-¿Y por qué no vas con nosotros el viernes? –Dice George- Será divertido. Adam irá.

-¿Iré? -Comenta Adam.

Claro que esto no estaba planeado. Lo está inventando George ahora mismo. Pero los chicos no son difíciles de convencer de cualquier forma.

-Sí, Adam, iras. ¿Qué piensas, Robyn?

-Bueno, si Adam ira…

-¡Perfecto! Los recogeremos el viernes.

 

**************************************

El viernes llegó.

Ayer tuve un momento a solar con George. Fue genial que nos hayamos podido descargar de nuestros problemas románticos.

George estaba nervioso por hoy. No sé si intenta pedirle algo a Robyn. Pero luce en especial nervioso. Pero él apenas comenzaría una relación, no entiendo cuál es el problema en eso.

Le expliqué a George como me sentía, y me escuchó amablemente. Fue una suerte que Edwin volviera a necesitar a Adam y Anna para lo que sea que tenga que contarles, así pude hablar con George sobre Adam precisamente.

Me hizo hacer un curioso ejercicio, tuve que decir todo lo que me agrada de Adam. Y que no me agrada.

Fue difícil encontrar algo sobre Adam que no me agradara, pero supongo que fui directamente sobre el hecho de que es algo callado. No me dirá cuando está molesto. Y, un punto malo, es que es más liberal que yo.

Pero eso ultimo me llevó a los puntos buenos, pues es su valentía lo que me atrajo a él principalmente. Y me sigue atrayendo. No le conté a George sobre mi pequeño gusto sobre besar a Adam en público. ¿Cómo le diría que es excitante el peligro que siento? Son los principios de un pervertido.

Algo que no tuve pena de contarle a George es lo libre que Adam me hace sentir. Le conté sobre cómo me agrada que le guste que pinte. Solo generalicé, la verdad es que sentí que encajamos en ese aspecto. También le empecé a contar sobre su cuerpo, lo que es gracioso, pues esas palabras salieron sin permiso de mi boca. George comenzó a reír. Comencé a alabar a Adam. Es raro que me exprese de esta manera de un hombre, aunque sea Adam. Bueno, él me hizo hacer algo nuevo otra vez, y ni siquiera se ha dado cuenta.

Entonces George me dijo lo que necesitaba escuchar. Dado a que no creo en las relaciones de larga distancia, mi problema se reduce a cortar o no con Adam.

¡No!

Claro, eso estaba ya en mi cabeza, pero ahí era solamente una idea abstracta escondida detrás de la decisión de quedarme dentro del país o no. Pero ahora era real. Ahora el problema tenía forma. Y consecuencias. Escuchar a George decirlo en voz alta fue duro. Y hace peor las cosas.

Y ahora aquí estoy. En el club con los chicos, junto a la persona que quiero, ocultándole el problema en el que estamos.

George también me dijo algo antes de que nuestra conversación terminara ayer: a juzgar por mí reacción a Adam, la decisión no debería ser difícil. Pero dado que George no es el mero ejemplo de tomar decisiones con su corazón, podría decir que su opinión queda totalmente descartada.

Espero no haber sonado cursi.

Adam y yo estamos sentados. Nuestros amigos acaban de dejarnos solos. Y no puedo culpar a George, pues todo esto es para que él pudiera salir con Robyn.

-Hola. -Dice Adam, sonriendo y bromeando.

-Hey. -Me acerco solo un poco. De todos modos, no tiene sentido que estemos tan lejos.

No puedo estar incomodo con él sonriéndome de esa manera. Intento ocultar mi sonrisa para no parecer un idiota, pero no parece funcionar. Y a Adam no parece molestarle.

-Lamento lo de ayer. Ed me quería.

-¿Sobre Robyn? -Pregunto.

-Sí.

-No te preocupes.

-Y ahora… bueno. Robyn estaba nerviosa. No quería que la dejara un momento.

Me río porque encuentro tierno que crea que tiene que disculparse. Cuando le repito que no hay problema, él me ríe de vuelta.

Comenzamos a charlar. Como si no hubiera problemas. Supongo que para él de hecho no los hay. Pero bueno, lo que quiero decir, es que me hace sentir como si yo no los tuviera.

Como si no tuviera que ocultarme para poder besarlo. Como si no estuviera a punto de dejarlo para ir a otro país. Como si no estuviera, de hecho, un poco celoso de Ed por tenerlo más tiempo que yo últimamente.

-Realmente quiero besarte ahora.

Su comentario me tomó por sorpresa. Es como si leyera mi mente. Remojo mis labios sin darme cuenta, mientras bebo de mi whisky

Adam usa una camisa a cuadros de color purpura. La usa algo apretada, como me gusta. Solo un poco apretada. No delgado, como el tipo de cuerpo que detesto en chicos.

Simplemente me gusta el cuerpo de Adam.

-¿No te habrán drogado de nuevo?

Usé el humor para distraerme de la situación. Vaya, eso lo aprendí de Adam precisamente.

Él ríe por mi broma. Aun así, me acerco a él, involuntariamente. Mi cuerpo deja de obedecer lo que mi cerebro ordena.

Adam me sigue el juego. Dice que no necesita ninguna droga para desear besarme.

¿Por qué suena tan bien cuando él lo dice?

Siento el peligro, y eso no activa ningún mecanismo de defensa. Debería sentirme nervioso, alejarme y eso es todo. Debería pedirle que me comprenda. Pero simplemente me acerco más a él. Estoy consciente de que nuestros rostros están demasiado cerca. Apuesto que siente mi respiración.

Pero de algún lado reuní las fuerzas para no besarlo.

-Está bien. -Dice.

¿Qué? ¿Ahora está molesto?

-Adam, no…

-No debí. -¿Qué? ¿Está haciéndose la victima… o es sincero?

-Quiero decir, lamento si a veces parece que pongo mucha presión. -Dice, con la mirada gacha.

Mierda, es sincero.

-Pero entiendo tu situación. No presionaré.

Antes de que pudiera contestar, George y Robyn llegan.

Lo único bueno de esto, fue que se colocaron al lado de Adam, así que tuvo una excusa para acercarse a mí. Por un segundo me ve.

Y ese segundo bastó para sonreírle. Y entonces él entendió que quise decir que no había problema.

Ahora hasta me siento mal. Podría esforzarme un poco más para que mi miedo no me controlara. Vamos, que apuesto que justo ahora, Brenda, Cara y Thomas no nos ven. Y nadie del club parece importarle lo que hacemos. Y podríamos besarnos.

Adam voltea a ver a Robyn, quien está en su derecha con la mirada en su celular.

Adam voltea a verme y hace una mueca. Lanzo una risa baja, para que solo él la escuche.

George también vio el celular de Robyn.

-¡Es tu novio! –Dice George.

-Ed no es mi novio. -Contesta Robyn, riendo.

-Seguro, ¿entonces por qué esta tan celoso de mí?

-¿Sabes que, George? Pareces ser que el que está celoso eres tú.

¿Qué rayos? Hace un momento estaban bien.

-Viejo, iré al baño. –Digo.

Quiero alejarme del drama, además que es incómodo para todos aquí. Hasta George guardo silencio.

-Iré a buscar a las chicas y Thomas. –Dice Adam.

Me dirijo directo al baño. Nadie está ahí. Me lavo la cara con agua helada, esperando que tenga algún efecto para olvidar lo que quiero hacer con Adam. Realmente me tentó allá afuera.

Reviso mi celular para perder más tiempo. No sé qué tanto tiempo de privacidad deba de darles a los chicos. Eso fue raro. Empiezo a pensar que las pocas veces en que Adam se ha molestado conmigo, no son nada en realidad. Si se enoja, vuelve a dirigirme la palabra bien. Empiezo a apreciarlo.

Claro, está la vez que me golpeó. Vaya, una voz en mi cabeza automáticamente dijo que todos tenemos nuestros momentos. Otra voz apareció para llamar “idiota” a esa primera voz.

Pero creo que después de eso hemos estado bien. Desde que estamos “intentándolo”, no hemos tenido problemas. Me refiero a discusiones y cosas por el estilo.

Dejo mi celular. No había nada interesante de todos modos. Delante de mí se encuentra Adam. Me ve con una mirada que reconozco de algún lado…

Puede ser. Se parece a la mirada que tenía la otra noche que lo traje al club. Cuando casi tuvimos sexo porque estaba bajo efecto de drogas. Me mira con deseo. Quiero decir, más de lo habitual. Pero menos que en esa ocasión… si es que tiene sentido.

-Hey. -Saludo. No pretendía que la sorpresa fuera notoria en mi voz.

-Luces bien de negro. -Comenta.

No puedo evitar sonreír. No sé porque me siento halagado. No estoy acostumbrado a esto. A que alguien intente coquetear conmigo de esa forma. ¡No estoy acostumbrado a dejar de ser cazador para ser presa! Por alguna razón, se siente bien. Y sospecho que esa razón es Adam solamente.

-Bueno, tú también luces bien hoy.

Adam me sonríe. Consciente de que estoy siguiéndole el juego. Y eso hace conmigo, jugar. Claro, en una buena forma. No sé sonroja conmigo. Muy por el contrario, puedo ver que actúa normal. No me tiene miedo. Quizá incluso está emocionado por continuar.

Y eso hace. Se acerca a mí. Tengo miedo, pero conozco este sentimiento. Es la clase de miedo que me gusta. La clase de miedo que provoca estar en público, la idea de que me vean con Adam. Esta situación provoca el miedo que consecuentemente traerá consigo la emoción, porque al final del día, me emociona que alguien pueda verme con Adam.

Sigue acercándose. Me toma las caderas. No estamos recargados. Estamos más bien en el centro del baño. Al menos nadie nos ve, y tendría que escuchar a alguien entrar.

Incluso estoy pensando en la situación. No puedo engañarme a mí mismo. Me rendiré ante Adam. Y me siento idiota por emocionarme con esto. ¡Pero nos besaremos en público! Además, quién sabe si nos detengamos en un simple beso.

Tomo una pequeña decisión, debido a que ya estoy dando lo suficiente como para besarlo en público y dejándolo tomar la delantera, el que decida el rumbo del beso cerré yo. Quién sabe, podría ser incluso divertido verlo querer tomar el poder. Dios sabe que siempre es divertido eso.

Tomo sus manos y las quito de mis caderas. Las pongo sobre mi cuello, mientras poso mis ojos sobre los suyos. De alguna manera, ignoramos lo que estábamos haciendo, de seguro son los nervios. Comenzamos a escuchar la música del club, y empezamos a bailar.

-¿Tengo que ser la chica? -Pregunta, bromeando.

-Alguien tenía que ceder. -Contesto.

Bailamos de manera lenta, que, para ser verdad, contrasta un poco la música que suena. No nos importa.

Damos algunas vueltas en nuestro lugar, girando. Es raro, no tengo que agacharme para voltear a verlo. Está justo delante de mí.

Hago que nos detengamos, y me sorprende la facilidad con la que obedece mi paso. La sincronía en la que nos encontramos.

Con aun sus manos en mi cuello, dirijo uno de mis brazos a su espalda, para apretarlo fuerte junto a mí. Con mi mano libre, tomo su cuello. Y comienzo.

Beso a Adam. No hago ningún esfuerzo para esconder la sed que tengo de él. Mi lengua entra con facilidad, y la suya danza con la mía, un baile en el que nos hacemos expertos.

Lo peculiar en esta ocasión, es que Adam voluntariamente usa los movimientos para ir a mi paso. Se muestra sumiso. Me deja llevar la delantera.

Mi Adam. Su boca me satisface, y puedo ver por la manera en que se aprieta a mi cuerpo, que yo también lo satisfago a él.

Siento el fuego de la excitación recorrer mi cuerpo, pero no solo superficialmente. Lo siento desde mi sexo expandirse por todo mi cuerpo, pero es como si mi alma también participara.

Sé controlarme. Y algo bueno debe resultar de estar en público, porque si estuviéramos en mi casa, posiblemente la camisa que tan bien le queda ya no estaría cubriendo su torso.

Siento como este fuego interno también viene de mi pecho, actuando dentro de mí. Es casi como una revelación. Mis sentimientos por Adam son más grandes de los que pensaba.

Alguien entra al baño. Solo alcanzo a ver su chaqueta de cuero.

-¿Quién anda ahí? -Digo, con la voz más gruesa que puedo encontrar, ocultando el miedo que en realidad tengo.

Notas finales:

Bueno, espero haya sido de su agrado. No olviden, de haber sido así, seguir el fanfic o ponerlo en tus favoritos.

No olviden poner un review, pues su opinión me importa. Espero actualziar pronto, pero como ven, ya no demoraré en subir los capítulos. Todo ha vuelto a la normalidad:P

¡Hasta la proxima!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).