Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secrets por Fer_the_human

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Espero esten bien. Estoy contra reloj, chicos, pero les explico en las notas finales. 

Por ahora lo de siempre, ya saben, espero les guste la lectura y si eres nuevo leyendo este fic, espero te agrade, y te invito a leers Fools In Love, la misma historia contada por Adam.

¡Disfruten la lectura!

Ed sabe de nosotros. De Adam y de mí. Y es lo único que me quedó claro de ayer.

Ed se puso algo loco. Es como un padre sobreprotegiendo a Adam. Es extraño. Su reacción no me pareció normal, pero culpo al alcohol. Él olía a cerveza.

Intentó hacer sentir mal a Adam, o al menos así lo sentí, y eso hizo que me molestara. Comenzó a alardear de la manera en que se cuentan todo, como si Adam fuera un mal amigo. Edwin cerró su triste discurso diciéndome que teníamos cosas de qué hablar.

Después de eso, vi la culpa en el rostro de Adam, así que me dediqué a calmarlo, ignorando mi enojo y confusión del momento.

La situación de ayer me puso a pensar. Vi a Adam preocupado, y no tiene sentido que se preocupe de lo que pasó. Edwin lo vio besándose conmigo, no es gran cosa, él es abiertamente gay. Pero él estaba preocupado por mí. Y ha sido así por mí.

Me acosté con esos pensamientos rondando mi cabeza anoche. Y se ponía peor. Adam ha sido muy amable, viéndome solo en secreto. Y no se diga la paciencia que me tiene. Pero además de eso, no le ha contado a nadie.

A nadie en absoluto, y pude verlo ayer. Ni siquiera a su amigo de la infancia Ed. No puedo creer la gran influencia que tengo en él. Está mal, creo. Para ser simplemente Forelsket, tengo demasiado poder sobre sus decisiones. No debería tener ese poder.

Adam me llamó esta mañana para comprobar que estuviera bien. Eso fue lindo. Me alivió que me dijera que Ed no dirá nada sobre nosotros, aunque no me había dado cuenta del miedo que eso me causaba. No creí que fuera coincidencia que Ed lo dijera simplemente, así que le pregunté a Adam como hablaron sobre eso, me contó que habló con Ed anoche después de que se fue. Fue como una discusión leve, al parecer. En resumen, me informó que Ed no me quiere, y que no dice nada por Adam. Porque él se lo pidió.

Ahora estoy en la cafetería de la facultad con George, poniéndolo al corriente. Creo que se alegra un poco de que Ed olvide a Robyn por un momento, al pasar por esto.

-Ed suena como loco.

-Viejo, fue muy loco. -Respondo.

-¿Y cómo te sientes? Que alguien más sepa de tu sexualidad, quiero decir.

Callo a George con un sonido. Él me da una mueca, pero me hace caso y baja la voz.

Le digo la verdad: espero que nadie más se entere. Con Ed, solo tres personas saben que soy bisexual, y una de esas personas es mi pareja.

Pareja. Adam y yo somos pareja. Nunca había siquiera pensado en besar a un chico y ahora Adam es mi pareja.

Eso me recuerda que este miércoles cumplimos un mes desde que nos dimos nuestro primer beso. Me siento como un chico de secundaria conmemorando esto, incluso idiota. Pero es la única fecha conmemorable que tenemos, o que puedo recordar. Además, puedo apostar que a Adam le gustara el detalle. Quizá podríamos tener una cita. Nunca hemos tenido una cita.

Aprovechando la pequeña privacidad que George y yo hemos encontrado, le cuento mi plan para este miércoles. Escucha con respeto, y entonces se burla de mí. Pero de una buena manera, supongo.

Me da gusto tener esta charla con él. Decirlo en voz alta… bueno, decirlo y no simplemente tenerlo en mi cabeza me ayuda a pensar mejor mis ideas y encontrar fallas.

Reacciono al hecho de que no podemos salir en público, y eso es posiblemente solo culpa mía. Pero podríamos ir a cenar. George me dice que eso es más obvio. Comienzo a pensar que no es un buen plan salir con Adam.

Pero hay lugares que abren las veinticuatro horas. ¿No? Bueno, supongo que debe de haberlos. ¿Y eso no es romántico? A Adam le gustara. O eso espero, porque al final, la conclusión a la que he llegado es que lo sorprenderé a media noche con una cita.

Lo que significa que, de alguna manera, tengo que hacerlo que este despierto mañana para la media noche. Y tengo hoy y mañana para en realidad planear algo.

Dejamos un poco el tema de la cita que planeo con Adam, cuando empecé a notar que mis no estaba yendo a ningún lado y posiblemente no era el momento exacto para planearlo. George me preguntó sobre mi intercambio.

George sabía la respuesta, puesto que mi charla y planes hablaban por sí mismos, pero le di directamente la noticia que no planeo terminar lo que tengo con Adam, así que me quedaré en el país. George parecía alegre de alguna manera. Animándome, dijo que siempre habrán oportunidades de viajar.

Llegamos al salón cuando todos los demás ya estaban ahí. Una vez en mi lugar, noto a Adam algo molesto con Edwin, y Edwin intentando hacerlo reír o algo.

Me siento mal. Él lo hace muy natural. Yo tendría miedo de hacerlo. Si Adam estuviera molesto conmigo, y junto a mí, probablemente no haría eso. No estoy seguro si es por miedo a la sociedad, o porque, de alguna forma, sé que la sociedad actuaria de una manera más dura al momento de juzgarme.

Es la segunda vez que me pongo celoso por un amigo cercano de Adam. Parece que he aprendido algo nuevo de mí, soy celoso hasta llegar a lo patético.

La clase de Mercadotecnia fue rápida, y fue incluso menos relevante si adherimos que simplemente estuve viendo a Adam, deseando poder ser un poco más valiente para estar con él delante de todos, y no tener que esperar hasta mañana pasando la media noche.

En Ética Profesional tuvimos la hora libre por alguna razón. Nos hemos repartido algo del trabajo de Mercadotecnia, y entonces hemos venido a una banca, para pasar el rato. No quería venir, es una hora de clase y enseguida tendremos que subir de nuevo.

Estoy junto a George y Thomas. George me presionó para contarles a todos que el equipo de lucha calificó para el torneo. Escuché mucha emoción, pero el tema pasó después de un tiempo.

Sea lo que sea de lo que hablen ahora, no presto mucha atención. Hablé un poco con los chicos sobre el domingo en el entrenamiento, pero fue todo. Lo que veo ahora es a Edwin enviándome miradas. Y haciéndome enojar.

Está hablando con Adam y Anna. Y Adam, como a veces suele hacerlo, se encarga de evitar situaciones incomodas, y comienza a iniciar charla con ellos para que deje de mirarme mal. La situación es incómoda para Adam, creo, y por eso lo hace.

Escucho solo un poco. Anna habla sobre su cita con Roy, y por lo poco que puedo escuchar parece haber salido bien. Ed vuelve a hablar sobre Adam. siento que la plática va sobre mí de repente, aunque no escuche mi nombre ahí.

Me molesta presenciar el silencio que se hace notorio entre todos, hasta que, a pesar de algunas voces bajas, la voz de Anna sobresale. Hablando sobre Adam, y como no elige a cualquier chico. Es algo sobre el chico correcto, y que Adam es algo difícil con eso.

-Somos difíciles, -Dice Anna- pero escogeremos a las personas con las que nos sintamos bien.

Adam nota que, de repente, todos prestan atención a ellos, aunque todos aparentamos no hacerlo. Posiblemente sea un tema de conversación debido a la vez que salió con Louis. Veo a Louis con la cabeza gacha. Casi hace que me dé lastima. Pero no.

Volvimos a clase, y sé que la única razón por la que Edwin no se encontraba lanzándome miradas era porque le era imposible debido a su posición en el aula. Empezaba a molestarme, así que es bueno.

La clase no tuvo nada de relevante. Tuve mi tiempo para pensar en la situación en la que me encontraba mientras ignoraba la clase, e incluso cuando llegué a casa. Y mientras hago ejercicio.

Edwin sabe de mí. Maldita sea. Un escalofrió recorre mi espalda.

No tengo porque preocuparme, de entre todas las personas, supongo que es uno de los menos propicios a juzgarme. Salgo con su amigo. Si no juzga a Adam, no puede juzgarme a mí.

Dijo que iría al gimnasio, por lo que sé, y Adam fue con él. Me pregunto de que hablaron. Si hablaron de mí. Mi pregunta se contesta sola, y fue una pregunta estúpida. Obviamente hablan de mí, de la misma manera que yo le cuento a George sobre mi relación. O él me cuenta de la suya. O incluso Roy me cuenta sobre Anna, o de la misma manera que todos sabemos sobre Cara y Michael.

Pero es diferente. Nosotros no podemos estar abiertamente, como todos los demás. Tenemos que ocultarnos.

¿Pero en realidad es obligación? Vamos, apuesto que, si fuera por decisión de Adam, todos sabrían sobre nosotros. Al menos sus amigos cercanos. No se ve como un chico que se preocupe porque todos sepan con quien está. Me lo ha demostrado.

Aunque ese es el problema. ¿Sé que es lo que quiere Adam? Hasta ahora, la prioridad he sido yo, sin haberme dado cuenta. La prioridad ha sido que nadie se entere sobre mí, y Adam tiene que jugar según esa regla debido a mí. No debería ser así. Quiero decir, apuesto que Adam ha hecho sacrificios por mí. Yo me quedaré en el país por él, para seguir adelante. ¿No puedo, entonces, seguir adelante y aceptar que los demás sepan sobre mí? ¿Sobre nosotros?

Mi teléfono suena. Es Adam.

-Hey.

-¿Cómo estás? -Pregunto.

-Bien. ¿Tú?

-Genial. -Supongo.

-Bien. -Contesta Adam. Lo noto nervioso.

-¿En realidad estás bien? Te escucho extraño.

-No es verdad.

-No estás efusivo, por lo que debe pasar algo o no estoy haciendo mi trabajo como debía. -Bromeo, escucho su risa baja, por lo que continuo- Quizá deba yo iniciar la charla. ¿Qué haces? ¿Te fue bien en el gimnasio? ¿Trabajaste mucho?

-¡Oye! -Ríe- Son muchas preguntas.

-Yo suelo experimentar eso siempre, Adam.

Ambos reímos un poco.

-Bueno, ahora dime qué pasa.

-Hablé con Ed. -Suelta.

-Ah. ¿Y qué te dijo?

-Lo charlamos. Le conté todo, Esteban. Pensé que, si ya lo sabía, no había razón en ocultarlo.

-Adam, no tienes que darme una explicación por hacer eso. -Digo sinceramente- Respeto tu decisión.

-Me alegra escuchar eso. -Escucho, con su voz tan masculina y de alguna manera también dulce.

Quiero decirle que está bien. Que debería decirle a todo el que quisiera. No me avergüenzo de él. Incluso, una parte de mí quiere que todos sepan que estoy con Adam Sky. Claro que quiero tomarlo de la mano en público, y besarlo. Salir con mis amigos sin tener que fingir que no quiero estar junto a él. Pero no puedo.

Me quedo callado, y al final me despido con la triste excusa de que voy a ducharme. No estoy listo aún para decirle que deje de hacerme favores, que no debemos ocultarnos. No me avergüenzo de él. Me avergüenzo de mí.

-Está bien, hablamos más tarde. -Dice- Te quiero.

Me quiere.

 

******************************************

Creo que anoche fue la primera vez que Adam me dijo que me quiere. Razón mayor para celebrar.

Fui temprano a la facultad, aunque no precisamente para estar con los chicos. Encuentro a Roy por los pasillos junto a Lucas y Al, y por alguna razón me quedo a platicar con ellos. Me reclaman por no haber asistido ayer al entrenamiento. No sabía que habría entrenamiento ayer. ¿No se supone que por eso entrenamos el domingo? Es bueno entonces que haya hecho ejercicio anoche.

Me voy a clases a tiempo, cuando puedo ver a George a lo lejos.

George no entenderá nunca cuando quiero privacidad. Cara y Brenda están con nosotros. Thomas no tarda mucho en llegar.

Entramos al salón, y Adam llega un poco en retardo.

No me concentro en las clases en absoluto. Tengo que planear algo bueno para esta noche. Quiero que Adam sienta algo especial. Anoche me dijo que me quería, y lo hizo bajo ninguna presión. Siento, de algún modo, que lo que hemos recorrido no es nada, y apenas me deja estar dentro de sus muros. Aunque la fachada parezca que es un espíritu abierto y libre de estudiar, no lo es.

El tiempo siguió pasando rápido, y yo simplemente llegué a la conclusión de que estoy perdido, y no tenía la más mínima idea de lo que estoy haciendo.

Intenté recordar a mis exnovias, pero ninguna de ellas tuvo una cita de media noche. Solo cenas, o comidas. No tuve que esconderme para ninguna de ellas, y estoy seguro que ninguna de ellas me hacía sentir tanto como lo hace Adam. El pensamiento suena injusto una vez que me doy el tiempo de estudiarlo.

Alguien viene para notificarnos de que no tendremos Ética Profesional por el resto de la semana. Con nuestro tiempo libre, supongo que mi equipo de Mercadotecnia querrá trabajar en eso. Después de todo, anoche parecían estar muy activos en la conversación de Facebook.

Intento salir junto a George y los chicos, pero, para mí sorpresa, Edwin me detiene, pidiéndome hablar conmigo. George da una mirada seria, porque también debe estar sorprendido, pero obedezco a Edwin.

No tengo idea de que querrá. No hemos hablado directamente. Seamos honestos, solo hemos compartido mesas y conversaciones por amigos en común. No somos cercanos. Recuerdo la manera en que Adam se sintió mal por no contarle. La manera en que él lo hizo sentir.

Entonces recuerdo, que, si de alguna manera se sintió con miedo, fue a causa mía. Así que, aunque lo intente, no puedo estar molesto por mucho tiempo con Ed

-¿Qué pasa? -Pregunto.

-Quiero hablar contigo.

-Estamos hablando.

-Sabes a lo que me refiero. ¿Realmente quieres que hablemos de esto delante de todos?

Maldita sea.

-¿Qué planeas?

-Estás a la defensiva, Esteban.

Comienzo a molestarme.

-Casi actúas paranoico.

-Viejo, solo habla.

Ed se acerca y habla en voz baja. Es un alivio que no tenga que pedírselo.

-¿Cómo rayos paso? Adam me dio el resumen, pero no he conocido tu versión.

-¿Mi versión?

-Todos conocemos y opinamos de Roy con Anna. También vimos a Cara con Michael. Yo creo que por eso ustedes estuvieron fuera del radar, ¿pero no tengo derecho de saber en lo que se mete Adam?

-Si me preguntarás, no. -Contesto- Adam sabe lo que hace. Te comportas como su padre. -Sin decir que pienso que busca una distracción de su vida amorosa fracasando.

-No es así. Es más que eso. ¿Por qué todas las parejas heteros consiguen conocer a los amigos de su pareja y ustedes no? Te aceptamos como amigo, no esperábamos que tuvieras algo con él. Lo encontraste solo y sin consejos, por eso te fue tan fácil. -Dice- Además, ¿qué si juego el papel de padre? Aunque fuera así, no es tan malo. No es como que Adam pueda pedirles consejos a sus padres, ya sabes…

Ed tiene buenos argumentos. Es un exagerado, pero no lo hace ver tan mal. Sabía que tenía que ser algo abierto de mente, dado que es muy buen amigo de Adam, pero no imaginé que pensará así. Es diferente al cliché de jugador de americano. Creo que no somos tan diferentes. Aunque, a decir verdad, yo tengo una mente más cerrada que la de él.

-Tienes un punto. -Digo- ¿Dé donde sacaste eso?

-Digamos que he estado más con Adam de lo que has estado tú.

-Aprendo rápido. -Bromeo.

-Eso veremos. Deberíamos salir, a jugar americano. ¿Eres deportista, no?

-Practico lucha, no futbol.

-Pues yo practico americano y jugué lucha en la fiesta de George. Lo soportarás.

-Bien.

-Algo más. -Espero paciente por lo que tenga que decirme- Respétalo, o te pateo el culo.

No supe si tomar eso como una broma o no. Por su bien, lo hice así.

Cuando dejó a Ed, veo a mi equipo de Mercadotecnia junto, y me dan la noticia que usaremos el tiempo libre para comenzar a trabajar. Y resulta que también trabajaremos en mi casa.

Adam va al auto de Anna. Manejo un poco más lento, pues sé que ella nos sigue a mí y a George.

Empiezo a pensar en lo que me ha dicho Ed. Supongo que es verdad. La primera vez que Adam fue al club, supimos que Michael estaba un poco molesto. Roy me ha contado de cómo va todo con Anna. Y sé que Edwin no lo quiso decir, pero también ve como George y Robyn avanzan en su relación.

¿Qué hay de nosotros? No es que lo necesitemos, pero nadie nos dice lo bien que lo hacemos. No es como que yo alague a Roy por su saludable relación con Anna, pero conozco lo general sobre ellos. Todos saben lo superficial de todas las relaciones. Excepto de nosotros.

Como Louis. Creo que el problema con Louis pudo haberse evitado, si hubiéramos hecho abierta nuestra relación, aunque sea con nuestros amigos. Louis no hubiera invitado a salir a Adam si supiera que estaba conmigo.

Bueno, esa semana fue difícil. Y estábamos enojados. Pero todos hubieran conocido mis intenciones al hablar con Adam. Louis me hubiera respetado o me hubiera declarado la guerra, pero algo directo hubiera sido.

Quiero que todos sepan que estoy con Adam. Y no quiero que nadie sepa que soy bisexual. Quizá solo quiero que sepan que él es mío, y no tienen por qué coquetearle. Tampoco de hablarle mal, yo iría directo enojado con eso. Ya lo he hecho.

Eso está jodido. No sé una mierda sobre lo que en realidad quiero. Pero sé que quiero estar con Adam en cualquier manera en la que se me presente.

Llegamos a casa. Un pensamiento cruza mi mente, donde incluso aquí lo quiero tener.

Meto el auto a la cochera, veo a George y atrás a Anna aparcando en el patio.

Voy directo a la sala. Ahí está Ralph, lo que significa que también están mi hermana y posiblemente mi cuñado.

-Hola.

-¡Tío Esteban!

Ralph deja su Tablet en la que veía caricaturas para abrazarme, provocándome una sonrisa. Lo cargo con una sola mano mientras sus pequeñas manos se sujetan fuertemente a mi cuello para no caer. Lo dejo de nuevo en el sofá.

-¿Cómo estás, campeón? ¿Viniste con tus papás?

-Sí.

-Ralph, unos amigos vendrán.

-Está bien.

Acaricio su cabello antes de dirigirme a la puerta. Los chicos deben esperar que los haga pasar. Ralph vuelve a su Tablet.

El primero en pasar es George. Detrás de él, Anna y Adam, ambos usando negro.

Veo una sonrisa tímida en Adam, pero no es dirigida a mí, es para Ralph. Y hasta ahora Ralph es la única persona con la que no puedo ponerme celoso por eso. Raro.

Me dirijo a la cocina para saludar a mis padres. Efectivamente, encuentro a mi hermana y mi cuñado. También los saludo.

Papá lee el periódico y me saluda muy correctamente. Creo que hablan de algo serio. Mi madre se sirve helado mientras me pregunta lo habitual y saludo a mi hermana. Mi cuñado me saluda muy simple. No sé de qué hablaban cuando llegué aquí. De todas formas, les digo que compañeros de la universidad están aquí por trabajo, y me dirijo a ellos.

Detrás de mí está mi hermana, ofreciéndole helado a Ralph. Mi sobrino se dirige a ella con alegría.

-¡Hey, eres tú! -Esa fue mi hermana saludando a Adam. Oh no.

Creo que no es la primera vez que lo hace. Ni siquiera saluda a George tan amablemente. ¿Qué le pasa?

-Hola. -Contesta Adam.

-Tú eres nueva –Dice mi hermana, hablando con Anna- Soy Christina, la hermana de Esteban.

-Soy Anna, mucho gusto.

-Bueno chicos, los dejaré solos. -Se lleva a Ralph en los brazos.

-Adiós tío Adam. -Se despide Ralph.

Me ruborizo un poco. Nadie lo nota. Ven a Adam por lo que Ralph dijo. Adam lo mencionó jugando una sola vez y Ralph se quedó con esa idea.

Los chicos y yo nos vamos a mi cuarto. George sentado en la silla de mi escritorio y Anna en otra. Cuando vi a George sentarse, inmediatamente le ofrecí asiento a Anna. No precisamente por ser un caballero, pero porque así estaría junto a Adam. En la cama. No la posición que quisiera de todos modos.

-¿Y bien? -Pregunta Adam.

-Un restaurant.

-Todos utilizaran un restaurant. -Reprende Anna a George.

-Quizá es tan obvio que nadie la use.

-Siempre quieres hacer eso. -Le digo.

-Bien. Un Bar.

-Es el mismo problema. -Dice Adam.

-¿Entonces?

Para ser Mercadotecnia, nos tardamos demasiado. No recuerdo Finanzas ser tan tedioso. George empieza a aburrirse, lo que me parece bien. Sus ideas son demasiado comunes. Adam le pidió que dijera algo diferente, y bromeando sugirió artículos del hogar y limpieza. Lo peor fue que lo consideramos.

Anna piensa en malteadas, y sinceramente es la mejor idea que hemos tenido. Hasta que ella sola empieza a confundirnos. ¿El profesor dijo que quería algo innovador? ¿No se supone que también estamos viendo mercados cero competitivos con productos comunes? Así que comenzamos a generar ideas en base a las malteadas.

De frutas y verduras. Saludables. Comunes. Dulces, como con nutela y demás, etcétera.

-Ya me harté de las malteadas. -Dice George.

-Sí, también yo. -Confiesa Anna.

-Mi malteada favorita es la de fresa.

Esa vocecita viene de Ralph. Me hace reír. Está parado en la entrada de mi cuarto con un pequeño oso de felpa. Siempre tiene ese oso. A veces me preocupa que vaya a ser un problema. Es como la mantita de ese niño amigo de Charlie Brown.

Sin soltar el oso, Ralph viene corriendo a abrazarme. Lo abrazo hasta que termina entre Adam y yo, sentado. Creo que es un poco nervioso delante de Adam. Al menos ahora lo noto así. Pero no se ve molesto. No quiere irse y no me ha insistido por hacerlo.

El que insiste es George, diciendo que tiene hambre. Así que no duramos mucho más en mi cuarto.

Pasando por la sala, veo a Christopher dormido en el sofá. La televisión está encendida en caricaturas. Debió quedarse dormido cuidando a Ralph.

¿Dónde están todos los demás?

En la cocina, consigo helado de vainilla y le pongo algo de chocolate. Sirvo para todos excepto para Ralph. Me lanzó una mirada, y tuve que conseguir otra cuchara pequeña para él.

Me siento junto a Christopher en la sala. Los demás chicos buscan asientos en otro sofá. Adam está junto a Anna.

Ralph se sentó en mis piernas, por el fácil acceso que consiguió al helado. Mi cuñado despierta. Ralph sonríe traviesamente un poco. Christopher lo toma en sus brazos y se va.

George llega a mi lado, toma el control remoto y cambia de canal. Viendo a Adam, puedo ver que entabla una conversación privada con Anna.

-¿Tienes un plan? -Dice George. En voz sumamente baja.

Todos hablan bajo cuando deben hacerlo ahora. ¿En qué momento todos empezaron a preocuparse por la manera en que me siento?

-No.

George sigue cambiando de canal. También sube el volumen.

-Creo que se te acabó el tiempo para eso.

-Sí.

-¿Aun lo harás?

-No hacerlo no es opción. Quiero salir con él

-¿Necesitas ayuda?

-Sí la necesito te diré. Gracias.

Veo a mis papás, mi hermana y Christopher entrar a la cocina, incluyendo a Ralph. ¿Qué se traen? No los vi bajar.

Después de un momento, mi helado es terminado por Ralph. Se las arregla siempre para volver. Sigue cargando su osito.

Papá y Christina vienen por Ralph. Papá lo carga. Ralph tiene una sonrisa en su rostro.

-Lo siento, chicos. –Dice Christina- Pero parece que di nacimiento a un pequeño demonio. Nunca está quieto.

Una vez nos hizo buscarlo por toda la casa. Casi nos saca un infarto y nos hace llamar a la policía. –Completa papá- Al final estaba en el estudio, debajo de mi escritorio, jugando con su oso y un pequeño tanque de guerra. Este niño casi mata a su abuelo. ¡Sí lo hace!

Ralph ríe de los cariños que mi papá le hace.

Tiene más peluches, pero cuando salimos de casa, este oso es el único que lleva consigo. Igual en casa es su favorito. –Dice Christina, mirando fijamente a Adam. No entiendo el contexto, pero supongo que ya notó que Ralph siempre trae ese oso a todas partes.

-¿Siempre está con él? –Pregunta Adam.

-Pareciera que lo hace.

-¿Por qué no compras una de esas cámaras que parecen peluche? -Dice Adam- Lo siento, ¿esas cosas realmente existen? –Bromea.

-No estoy segura. –Contesta Christina, riendo.

Ya se llevan bien. Vaya.

-¡idea! –Dice George- Sigue así, Adam.

Claro. Podríamos usar algo así para Mercadotecnia. Al menos podríamos intentar tener la idea. Miro a Adam. Parece planearlo en su cabeza.

-Quizá podría hacerse. O quizá hacer algún juguete que pueda ser resteado, como vía GPS, o como rastrear un Bluetooth o parecido.

Lo del rastreo debe haberlo sacado de la historia que papá conto. Dudo que todos los niños sean igual que mi sobrino. O al menos no quiero creerlo.

-Mis sistemas de seguridad, todos funcionan así. Eso es posible. -Dice papá, referente a lo que Adam dijo.

A veces papá se toma las cosas muy enserio. Si tiene que ver con su trabajo, o con hacer negocios. Y como le gusta crear cosas, es muy común que se ponga serio en asuntos así. Una vez Christopher comento algo sobre soccer delante de papá, y terminó escuchando como la compra y venta de jugadores entre equipos es algo importante.

-¿Qué pasa? –Dice mi mamá. Llegó a la sala junto con Christopher.

-Este chico tiene buenas ideas. -Dice papá, hablando de Adam- He querido sacar un nuevo producto en mis sistemas de seguridad, llegué a tener problemas en la empresa por eso… -Posiblemente hablaban de eso está tarde- Pero es tema de otro día. Mis socios insisten en que no es posible sacar algo nuevo, o no necesario. Dicen que estamos bien así, y quiero demostrarles lo contrario.

-Pero yo solo hablaba de un juguete, no creo que sea algo a lo que su empresa este acostumbrada. -Contesta Adam.

Esto se ha convertido en una conversación directa entre Adam y mi papá. Y Adam se las ingenia para mantenerse serio y no hacer sus habituales bromas.

-Eso no significa que no sea posible tener éxito. Veraz, mi empresa vende seguridad, es lo que le ofrecemos a la gente. Con esto, daríamos seguridad a las familias, de que sus hijos, quienes son lo más importante de la casa estarán a salvo. Al menos, mi familia es lo más importante para mí. No te había visto antes aquí. ¿Cuál es tu nombre?

-Tío Adam. –Dice Ralph.

-Solo bastó que lo dijera una vez y Ralph no se lo ha quitado de la cabeza. –Dice Christina, riendo.

-Adam, despedí a alguien por no tener ideas así. ¿Qué más tienes?

Mi padre acapara a Adam.

-Bueno, sus sistemas de seguridad tienen enlace con la policía local, ¿no? -Papá asiente- Quizá algo parecido, enseñarle al niño a presionar un botón que llame a la policía. Quizá un aparato que haga que los padres puedan llamar a la policía para rastrear a sus hijos. Y su apellido es Wilde. Quizá podríamos hacer un juego de palabras, como que los peluches sean animales salvajes. Bueno, quizá lo último sea mala idea.

-No hay malas ideas, Adam. Solo hay que formarlas. Y tú tienes unas muy buenas.

-Gracias. -Contesta Adam, sonriendo.

-¿No has patentado nada, cierto? Quizá robe alguna de tus ideas. –Dice papá, devolviendo la sonrisa.

¡Ya bromeo con Adam! ¿Cómo paso? Adam ya le agrada a dos miembros de mi familia.

-Papá, estamos en el medio de un proyecto, tú sabes, finales. ¿Tienes idea de lo genial que sería usar eso como nuestro proyecto? Oh, hacerlo real.

No me gusta pedir ayuda de mi papá. Lo quiero, y sé que posiblemente me la otorgue. Pero su empresa le costó trabajo. No quiero aprovecharme de eso. Lo que me orilla a pedir ayuda es que es una idea genial, y sería mejor llevar algo que asemeje a un verdadero producto al menos. Además de su comentario sobre querer usar la idea de Adam el mismo.

-¿Me estás pidiendo trabajo? –Bromea.

-¿No sería genial si pudiéramos realmente hacer una simple pieza para mostrarla? Imagina que bien quedaría trabajar en una empresa real para hacer nuestro producto. -Insisto.

-Hijo, no lo sé. Tengo profesionales a los que les pago por esto.

Al final papá dirá que sí de todas formas, pero no sé cómo cerrar la conversación por ahora.

-Yo lo hice gratis. –Dice Adam.

Todos volteamos a verlo. Incluyendo mis papás. Principalmente es mi padre el sorprendido, porque sabe que es cierto.

-Quizá si lo hacen gratis…

Nos quedamos callados. Ese fue una buena respuesta de mi padre.

-Los dejaremos pensando.

Junto con el resto de mi familia, mis papás salen de la habitación.

-Debiste parar. -Dice George.

-No fue su culpa.

-Tú también hablaste mucho. -Me reprende.

-Chicos –Dice Anna- ¿Qué podemos perder? A esta altura, hacer un proyecto es trabajar gratis, siempre. ¿Qué más da? Y Esteban tiene razón, haber trabajado con una empresa real nos da buena imagen. Además, Adam ya habría hecho una parte del proyecto, solo quedaría estructurarla, podemos tomar su idea.

Nos quedamos callados. Pensando. Yo estoy de acuerdo. Para ser honesto, lo más probable es que mi papá tenga muchos trabajadores haciendo el trabajo de verdad, para que no le estorbemos.

Al final decidimos que trabajaríamos gratis. Parece la mejor opción para todos. Es eso o dar algo mediocre, o más bien normal. Y queremos ser mejor que normal.

Anna ofrece dejar a Adam en su casa, pero dice que George lo dejará ahí. Fue solo una excusa, obviamente yo llevaría a Adam a su casa.

Me gusta estar en el auto con Adam. Realmente nadie nos ve. Nos tomamos de las manos como muestra de intimidad.

Me siento nervioso, por lo que pienso hacer esta noche. Quiero salir con Adam. sorprenderlo por nuestro mes. Pero lo necesito despierto, recuerdo.

-¿Qué harás más tarde? -Preginto.

-Supongo que acabaré Administración.

-¿Ya terminarás? ¿Tan pronto? -Maldita sea, quizá quiera dormir temprano entonces.

-Sí. –Sonríe- O posiblemente empiece con Mercadotecnia. Escribiré un montón sobre todo lo que dije, al final puedo borrar lo que no necesitemos y acomodar todo para que quede de acuerdo a nuestro producto.

¡Bien! Se mantendrá despierto.

-¿Puedo ayudarte con eso? Se supone que yo me encargaría de la parte del Producto.

-Bueno, tú puedes encargarte de la Promoción, esa era mi parte.

-Pero eso es demasiado sencillo. No quiero darte todo el peso, ¿está bien? ¿Te pensabas desvelar hoy?

-Sí –Ríe.

-Bueno, podríamos ponernos de acuerdo. En chat o en llamada. O en una videollamada.

-Está bien. –Dice, sonriendo- Oye. ¿De qué hablaste con Ed?

No pude evitar reír un poco. Había olvidado eso.

-Ed te quiere mucho. –Beso su mano- Solo quería tener una charla conmigo. Algo sobre respetarte, y patearme la cara si se entera que quiero jugar contigo.

-Claro que dijo eso. –Dice bromeando.

-Sip. Enserio. ¿Él no sabe que puedo derribarlo? –Adam aprieta mi mano, provocando que ría- De todas formas, sabes que lo que siento es real. Ah, y Ed me invitó a jugar americano. Estás invitado.

-¿Cómo a una práctica?

-No. Él más bien quiere como ir a un parque o algo. Supongo que quiere seguir teniendo la misma charla conmigo. Pero te estoy invitando, necesito mi amuleto de la suerte.

-¡Calla! –Adam suelta una risa- Está bien. Iré

Empiezo a estar cerca de su casa, y la emoción de salir esta noche con Adam se presenta de nuevo.

No puedo más. Antes de llegar a su casa, lo beso. Primero suave, pero la emoción me guía. También soy consciente de que estamos en público. Me pregunto si estamos dando un buen show. Pero estoy seguro que nadie nos ve.

-¿Qué fue eso? –Dice Adam una vez que me separo de él.

-Es que te quiero. –Noto la sonrisa en su rostro- Forelsket.

Quiero ver una sonrisa mayor en su rostro esta noche, cuando salgamos. ¡No puedo esperar!

Notas finales:

Espero les haya gustado. Seré sincero, el final no me convence pero estoy contra reloj. Usualmente reviso si me gusta o no, y rara vez lo cambio, pero siempre tengo un margen de tiempo y cambio las epxresiones o narrativa del final si no me gusta.

Hoy, el cargador de mi laptop dejó de funcionar. Así que terminé el capítulo tan rapido como pude, fue una suerte que me faltara poco para terminar. Así que sí. Acabo de terminar el capitulo.

Espero conseguir cargador pronto, porque es más comodo trabajar en mi laptop. También estoy por entrar en temporada de proyectos y examenes en la universidad, pero espero darme tiempo para escribir. (Les deseo suerte a los que esten por entrar en la misma situación en la escuela)

Bueno, si te gustó, sigue el fic, dale a favorito, y lo más importante, deja tu opinión pues para mi es lo más importante.

¡Hasta la proxima! (Que haré un esfuerzo para que no se demore tanto)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).