Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secrets por Fer_the_human

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola chicos! De nuevo, siento que tardo demasiado actualizando, pero parece que lo he hecho dos veces al mes, eso es aceptable, ¿no? Aunque es menos de lo que me gustaría.

En fin, si es tu primera vez leyendome, te recomiendo que leas Fools in Love, que es lo mismo de este fic pero contado por otro protagonista. 

¡Disfruten la lectura!

La semana pasada fue terrible. No tengo palabras para comenzar a describir la caída libre de emociones que se han pasado. Especialmente para Adam, y lo peor del caso es que ninguna acción parece hacerlo sentir mejor, sino todo lo contrario.

Llevamos a Edwin al hospital apenas llegó la ambulancia, jamás había visto a Adam fuera de sus cabales, o desobedeciendo directamente, o siendo violento. Le dijeron que no podía acompañar a Ed cuando lo atendieron. Insistió un poco, cuando lo dejaron afuera golpeó un poco la puerta. Él nunca había estado así, y yo solamente podía estar ahí, observando, viéndolo transformarse.

Esperó conmigo. No me importó estar en público, no sentí miedo alguno, tampoco sentí peligro, dejé de preocuparme por lo que yo podría llegar a sentir, nada se comparaba con el tornado de emociones que Adam seguramente sentía. Lo abracé, todo momento en el hospital, y no fue suficiente para tenerlo tranquilo cuando le dieron la noticia de que Ed falleció.

Fue horrible verlo, insultó un par de veces al doctor, y como este no tenía reacción, lo empujó. Sorprendentemente el doctor no lo tomo de mala manera, pero de todas formas tuve que detener a Adam. lo abracé ahí, para detenerlo tranquilamente. Un doctor salió de algún lugar, calmó a Adam mejor que yo, luego me enteré que era el padre de Anna. Llevé a Adam a su casa después de eso.

Tuve una conversación con Anna al día siguiente, en el velorio de Ed. Empezó a contarme de lo mal que debe estar pasándola Adam, por todo el asunto y no exclusivamente por la muerte de Ed.

-No le gusta mentir. -Dijo Anna, aun con una cara triste, en algún momento que nos encontramos a solas- Ustedes se han acercado y hecho buenos amigos, supuse que lo sabrías. Él siente que miente a sus padres, al no decirles que es gay. Antes era demasiado precavido en no mentirles en nada más, se sentía mal si faltábamos a la universidad. Pero bueno, eso era cuando estábamos en primero. -Concluyó, con una sonrisa triste.

Abracé a Anna, porque sé que lo necesitaba en ese momento. Adam se mantenía ajeno de todos, excepto por Robyn, Anna y Erika. No me quedó más que vigilarlo de lejos, junto con George. Robyn también siente horrible la perdida de Ed, George y yo estamos en la misma situación.

Papá se enteró de todo lo sucedido, obviamente, así que no le importó que mi equipo de Mercadotecnia faltara al trabajo, o como sea que se llame a lo que hacemos. Ese sábado fue el funeral de Ed. Por un momento sentí el sentir de Adam, mientras lo abrazaba. Él no quería que lo dejará, pero tenía que hacerlo. Temo que lo hice demasiado pronto. Lo siento alejarse.

El primer fin de semana fui terriblemente ignorado por Adam. No contestaba mis llamadas ni mis mensajes. El lunes, George y los demás chicos nos cambiamos de lugar, y ahora estamos cerca del grupo de Adam. George está junto a Adam, y yo sigo teniendo a Brenda a mi lado.

Adam fuma mucho. Eso es lo que hace últimamente, evitarme y fumar. Pretender que Ed no murió. Evadir de la manera más terrible posible.

Gracias a Dios no soy el único que lo ha notado. He hablado con los demás chicos, antes de que Adam llegara a clases un día, y desde Anna hasta Thomas estuvieron de acuerdo en que Adam se encuentra raro. Todos hemos concordado que no ha llorado con ninguno de nosotros. Adam no ha llorado.

Y esa es la verdad, entonces, Adam no se aleja de mí. Se aleja de todos, y está mal, y me duele verlo así. Adam se aleja de la vida, se ocupa en mantenerse ocupado para no tener que lidiar con la realidad, con su vida, que en este momento se encuentra rodeada de dolor y pena. Ni si quiera ha hecho un comentario sobre Ed.

No quiero ser malo, mucho menos cruel, pero me dispuse a hacer la prueba, y por lo menos a primera mano puedo confirmar lo mucho que Adam sufre, o eso me imagino; él cambia de tema cada vez que intento hablar de Ed, o de sus sentimientos y su estabilidad emocional. Terminamos hablando de la universidad, como mínimo.

He mandado a George, porque ellos siempre se han llevado muy bien. Él habló con Robyn también. De nuevo, todos concordamos con que Adam no se encuentra bien.

Según George, casi lo logra, y me ha contado poco de lo que pasa con Adam. Se siente mal no solo por la muerte de Ed; él se culpa. Había olvidado esa parte de lo que pasó; Ed recibió las balas por él. Las balas iban para Adam.

¿Por qué iban para Adam? La policía, según el periódico, lo anunció como asalto fallido. Pensar que Ed fue la víctima del error me llena de cólera, y Adam es quien tiene que sufrir por ese error. Y eso ni siquiera es lo más insoportable. Lo más insoportable es que no puedo hacer nada para hacerlo sentir bien, él me aleja, levanta esos duros y fuertes muros, y no deja que nadie entre, ni siquiera yo. Me siento inútil e inservible. Atado de manos.

En la universidad debo actuar como que no me preocupa demasiado, es estresante y cansado. Brenda me pregunta por qué estoy preocupado, o que es lo que mantiene mi mente ocupada. Ella no cree que sea por los proyectos.

A veces, eventualmente creciendo conforme la semana pasa, Adam se muestra más normal, al menos por unos instantes. En la cafetería todos trabajábamos, y él se acercó a mí. Volteo a ver su laptop, y la verdad es que no hacía nada. Pero estaba junto a mí, y es ahí donde me di cuenta que no todo estaba perdido, para él o para mí. En medio de su tempestad y oscuridad, encuentra su camino hacia mí. Se ha mostrado solamente un poco accesible en cuanto a sus sentimientos cuando está conmigo. Es casi nada, pero lo hace. Comenzó a acariciar mi pierna con su pie. No quise pensar en eso, pero era imposible no pensarlo, su inocente caricia bajo la mesa se vio más coqueta para mí.

Me doy cuenta, entonces, que tengo oportunidad de que Adam salga de ese horrible poso en el que insiste encerrarse.

 

**********************************

El sábado llegó. Adam ha mejorado mínimamente. Yo he mejorado mucho. Necesito ayudar a Adam, incluso si él no sabe que necesita ayuda.

Hoy fue nuestro primer día ayudando al equipo de papá, o más bien ellos nos ayudaban con nuestro proyecto de la universidad. No hicimos mucho, más que presentarnos y compartir ideas. Estuvo bien.

Después de un momento en casa, decido ir a casa de Adam, solo porque sí. Él me había comentado que dejó de hacer ejercicio, lo cual es otro terrible signo de soledad, y sinceramente es lo peor que puede hacer, en cualquier momento. Adam es de por sí cerrado con lo que siente, estando rodeado de todo el mundo, no necesita aislarse también.

Además, pienso usar eso a mi favor, necesito cansarlo un poco, quizá. Una vez cansado, podrá abrirse, charlar, no le quedaran energías para seguir peleando en contra de cualquier sentimiento que tenga que fluir.

Estoy en casa de Adam, con ropa lo suficientemente cómoda como para poder ejercitarme. Me pregunto si debí haber llamado primero, pero retiro el pensamiento, porque posiblemente me hubiera evitado si tuviera la oportunidad. Toco el timbre de su casa.

-Hola. -Saluda la mamá de Adam desde el otro lado de la puerta. Ciertamente no esperaba eso.

-Buen día, señora Sky. ¿Está Adam?

-Sí, espera un momento, le diré que lo buscas.

-Gracias.

La mamá de Adam sonríe a manera de despedida. ¿Pero qué hay con mi formalidad? Al menos mis nervios no me hicieron decir algo estúpido.

-Hey… -Saluda Adam está vez, estudiando mi presencia aquí.

-¡Hey! ¿Tu padre está trabajando? -Contesto.

-Sí. –Contesta, riendo y confundido.

-¿Y tu madre? -Pregunto.

-En la cocina.

-Bien.

Acerco a Adam a mí, impaciente por un beso suyo. No recordaba lo mucho que lo extrañaba, ni me había percatado lo mucho que lo deseaba. Adam no tarda en ponerse cómodo y continuar con el beso, pero recuerdo que estamos en público, y por excitante que sea, y a pesar de que sé que la calle está vacía, el miedo también está presente, así que detengo nuestro pequeño acto de cariño.

-Había revisado la calle cuando llegué. Aproveché –Me encojo de hombros- ¿Salimos?

-Claro. ¿A dónde? –Pregunta- Espera, solo iré por mi celular. -Dice, antes de que pueda responder.

Adam no demoró nada en volver de su habitación. Llegamos al parque caminando, charlamos muy poco. Tengo miedo ahora, espero no se moleste cuando comience a hablar de Ed y se dé cuenta de que intento cansarlo para que no pueda huir.

-¿De qué se trata esto? -Dice Adam cuando llegamos al parque.

O no es tonto, o está a la defensiva. Le voy más a lo segundo.

-Bebé, quiero mantenerte en forma. -Digo, después de soltar una risa inocente.

Adam reacciona positivamente, así que por ahora estoy bien.

Le pregunto a Adam que es lo que solía hacer aquí con Ed, y según me responde, simplemente corrían. Así que eso es lo que hacemos, corremos.

Comienzo a su ritmo, lo cual es un poco lento, y me cansa ir así. De todas formas, tengo que medir su capacidad. Después de un momento, corro más rápido, solo un poco, lo suficiente como para que sea nuevo para él, y para pedirle un poco más de esfuerzo.

Se queda atrás de mí en momentos dados, pero lo atrapé mirándome en una ocasión, así que sé que no le estoy pidiendo demasiado, posiblemente lo hizo a propósito, o comenzó a ignorar mi petición de esfuerzo extra. Cuando lo veo un poco más cansado, lo dejo descansar en una banca. Yo también me he cansado un poco. Nos sentamos delante de un pequeño lago, viendo los patos.

-La pareja de ancianos que suele alimentar a los patos no tarda en echarnos a golpes. -Bromea Adam- Les hemos quitado su precioso lugar.

Río ante su broma, y ante el sentimiento de que Adam está recuperando su humor también.

-¿Qué solían hacer tú y Ed después de esto? -Pregunto, esperando no estar yendo demasiado lejos.

-Bueno, no íbamos directo al gimnasio si eso preguntas. -Contesta- Solía ser después de clase. A veces me hacía ir los sábados, pero eran raras las ocasiones. Y para ser honesto, no tengo idea de que hacer, Ed era el que siempre me daba órdenes, me decía que hacer y que máquina del gimnasio tomar.

Adam hace una mueca de incomodidad y tristeza. Entonces vuelve a controlarse, fue casi nula su expresión.

-¿Sabes? No me siento muy cómodo hablando sobre el tema.

-Adam, ¿quieres seguir haciendo ejercicio? Quizá quieres dejarlo.

-¿Qué?

-El ejercicio es saludable y todo, pero no quiero ser molesto con esto. -Digo-  Mucha gente no hace ejercicio y está bien, y quizá no quieres hacerlo, aunque puede que también te ayude. Porque, para mí, esto ha sido un alivio. Cuando era más joven y tenía que lidiar con estos sentimientos dentro de mí como enojo, ira, o cualquier cosa, el deporte y ejercicio realmente ayudaba. Sigue haciéndolo, supongo, por eso estoy en el equipo de lucha.

Eso no era del todo mentira. La verdad es que cuando quieres negar tu sexualidad, cansarte haciendo un montón de ejercicio también ayuda, como si fueras un perro cansándose cuando tiene demasiada energía

Adam se encoge de hombros, y de nuevo me hace esa mueca. Decido abrazarlo, él se recarga en mi cuerpo, acoplándose con facilidad.

-No lo sé. Supongo que el ejercicio está bien, es bueno para la salud y esa mierda. -Dice, esa es otra cosa, ahora maldice también- Pero no lo veo de la misma manera que tú. Cuando yo tenía que lidiar con cosas, siempre… -Adam se acerca a mí, como si hablar fuera difícil- Siempre tuve a Ed. La única manera de lidiar con mis problemas era simplemente sacándolos.

Está pasando, Adam me deja entrar dentro de sus muros un poco. Lo abrazo con ambos brazos ahora, fuertemente, necesito que recuerde mi presencia, que sepa que no está solo, y que estoy aquí.

-Sé que no te gusta hablar del tema. –Digo. Adam Comienza a retirarse- Pero de todas formas, no creo que debas abandonar algo solo por Ed… Si quieres hacer algo, que sea por ti. No comiences a hacerlo o dejes de hacerlo solo porque te recuerda a alguien más.

Siento mal haberlo dicho de esa forma, pero además de hablar sobre lo que siente, Adam también necesita entender que debe seguir con su vida.

-Seguiré con ejercicio. -Dice Adam, después de una gran pausa- Aunque no sé cómo continuar. Solo sé correr. -Bromea, soltando una risa muy débil.

-Mi padre está en la empresa aún. O si no, en el club con mi madre. -Digo- Puedes venir a casa, hay un cuarto de ejercicios. Podría enseñarte.

-¿Por qué tanta prisa? –Responde con una risa casi natural ahora.

-Estoy intentando hacerte sudar, así tendrás que quitarte la ropa. -Bromeo. Y Adam acepta venir.

 

*****************************

Fuimos a casa de Adam trotando, y después de ahí a mi casa en auto.

Adam me preguntó graciosamente por qué es que siempre tengo la casa sola para mí, así que aproveché la situación. Quizá si yo me abro un poco y le hablo de mí, él me pague con la misma moneda, así que le cuento sobre eso.

Entonces también conté un poco sobre mi infancia, mi madre ha amado ir al club desde que yo era niño, cuando mi hermana tuvo la edad suficiente para cuidarme sin necesidad de mamá, ella iba al club sin invitarnos, “solo para relajarse”. Mi papá siempre ha trabajado mucho, pero al menos si no nos prestaba atención es por eso.

Adam no respondió de la manera que esperaba, así que continué con la idea original.

He puesto a Adam a trabajar, aquí es prácticamente un gimnasio, y lo estoy cansando. Tenerlo sin camiseta es simplemente un beneficio secundario. También quité mi camisa, para ser justo y porque de alguna manera me pareció excitante la idea de exhibirme ante él. Soy algo tonto en cuanto a él se trata, pero debo ignorar esas cosas y continuar con lo planeado.

Adam me ha dicho que aprecia el esfuerzo, pero no tiene ningún aparato en su casa, y pare ser honesto, no le veo ánimos de querer asistir al gimnasio por su cuenta, o que lo acompañe, simplemente no quiere ir, pero quiere ejercitarse. Así que le enseño algunos ejercicios que puede hacer en casa. Odia las lagartijas.

Practicamos mucho, y más bien poco de todo, abdominales y de más. Me gustó verlo practicar sentadillas, pero ese no es el punto. Al final solo le enseñe que se debe hacer.

Hicimos un divertido ejercicio para practicar abdominales juntos, amarrando sus piernas en mi cintura, y cada que subía nos dábamos un pequeño beso. Él intento hacer lo mismo, pero no puede con mi peso, eso me hizo reír.

Estoy sorprendido del buen rato que he pasado con Adam, a pesar de que no estaba planeado. No quiero que momentos así con él terminen, es por eso, supongo, que debo ayudarlo.

Estamos descansando un poco, Adam se queja de cansancio, y lo reprendo amigablemente diciéndole que esto no ha sido nada. Después de un momento lo llevo a un saco al que pueda golpear.

El saco estará bien, es genial, puede golpearlo todo lo que quiera, una manera de liberar energía. De liberar estrés y todas esas emociones que tiene embotelladas.

Lo llevo ahí, él me sigue obedientemente. Me pongo detrás del saco y le hago una señal para que empiece a golpear. Adam golpea, pero tímidamente, sin real fuerza, como si temiera de verdad hacerme daño. Suelto una sonrisa tranquila, pero fue fuera de mi voluntad.

-Más fuerte. –Digo.

Adam golpea solo un poco más fuerte, casi no hay diferencia.

-Piensa en algo malo. Enójate. Se supone que de esto se trataba. -Espero que no se enoje por eso, o espero no haberlo arruinado- Toma todo lo malo que sientes y enfócate en sacarlo.

Si descubrió mi plan y se enfada espero se desquite golpeando el saco.

Ahora empiezo a notar diferencia. Tengo que tomar al saco con más fuerza para que no me afecte la fuerza con la que Adam golpea. Es diferente, es lo que quería, está cerca de hacer lo que he estado pidiendo.

La fuerza en sus golpes sigue yendo hacia arriba, es genial, me hace recordar que él mismo me ha golpeado. No sé cómo sentirme con eso.

Adam empieza a patear. Maldita sea, sí que tiene muchos sentimientos guardados.

La cara de Adam cambia, a medida que patea y golpea con más fuerza. Sus puñetazos se sienten duros, y la manera en que los lanza es más natural, casi da miedo. Adam se ve enojado y frustrado, debe haber pasado por un punto muy feo, se lanza con todo contra el saco. Me concentro en no perder el equilibrio.

Y termina. Por fin termina, levanta la mirada, voltea a verme a mí e ignora el saco, por un momento solo fueron él y su puente al desahogo. Sabía que esto era una buena idea. Puedo ver una lagrima en su cara, él no hace ningún comentario, y puedo decir que tampoco quiere que yo lo haga, simplemente lo sé. Me acerco a él para besarlo.

-Quiero descansar. –Dice Adam.

Claro que quiere hacerlo. Lo abrazo, y él me devuelve el abrazo con natural gusto, rodeándome, no dejándome ir, como si de alguna forma fuera a ir a algún lado, mucho menos con él en ese estado.

-Ya terminamos. –Digo

-Quiero estar contigo un rato. Quiero descansar contigo. Sentarnos, y abrazarte, tocarte, déjame estar contigo un momento.

Mi Adam, de alguna manera tan fuerte, con sus muros no dejando traspasar a nadie, y otras veces tan sensible. ¿Qué pasa? Voy rápidamente a la cocina por Gatorades. Cuando vuelvo al cuarto de ejercicios, él ya está sentado esperando por mí. Veo su postura cansada, está recargado. Apenas llego y se cambia de posición para poder estar recargado en mí.

Empiezo a acariciarlo, me gusta este momento, me gustó la manera en que Adam me pidió esto. Sé que quiere estar conmigo, pero a decir verdad también fue algo horrible. ¿Por qué siente que tiene que pedírmelo? Siento besos húmedos de Adam en mi pecho.

-¿Te depilas? –Dice Adam. No puedo evitar reír por eso.

-No es que quiera, es por la lucha. Ya sabes, el uniforme que tengo que usar.

-Ya veo.

No presiono a Adam hoy. La pasamos bien por un momento. Supongo que mañana continuaré con esto, Adam va mejorando después de todo. Por ahora solo estamos sentados, acariciándonos, dándonos besos suaves aleatoriamente, y pasando un buen rato.

 

**********************

El domingo siguiente no vi a Adam, pero si lo llamé, y parecía llevarla bien. Hizo ejercicio, cosa que por alguna razón no esperaba cuando llamé, pero es señal de que se está reponiendo, volviendo a su vida.

Ese domingo me quedé en casa. Mi hermana y mi cuñado vinieron de visita, y mi niño favorito en el mundo, Ralph.

Ni si quiera en casa se escapa del tema de Ed. Mi padre, por alguna razón mientras leía periódico, me pregunto por el accidente del “chico cuyo funeral asistí”. No lo dijo de mala manera, sabe que no fuimos tan cercanos.

De cualquier manera, aclaró unos puntos en los cuales no había pensado. El caso se cerró demasiado rápido, nadie investigó nada y se dio por sentado que fue un asalto fallido. Creo que la madre de Ed no tenía cabeza para querer tomar venganza con quien sea que arrebató la vida de su hijo. Gracias al estado de Adam, ahora mismo yo si lo quiero ver podrirse en la cárcel.

Mi madre alega sobre la poca seguridad de la ciudad. Exagera, pero no está tan equivocada, no puedo evitar pensar que ese pudo haber sido Adam, y si me pongo realmente a recordar los hechos, me resulta casi increíble la reacción de Ed. Tan natural, sin pensar, reaccionó antes que yo. Ni si quiera lo había notado. Protegió a Adam antes que yo. Quizá debería enseñarle a Adam algo de defensa también.

El lunes no fue exactamente el mejor día. Adam pareciera haber dado vuelta hacia atrás, y olvidado el progreso que llevábamos, quizá deba atacar directamente, decirle lo que sucede con él, o comentarle lo preocupado que estoy, también George, Robyn, y todos los demás.

El lunes también tuve una charla con papá, le comenté sobre el trabajo, y mi idea de hacer un comercial real, y la aprobación de los demás. Entonces tuvimos una charla seria. Fue extraño. No sentí que hablaba con mi padre, sentí que hablaba con mi jefe. Me pregunto sobre costos, y como pensaba hacerlo, o si pensaba, en realidad, hacerlo yo mismo. Estuve muy poco en la facultad de arte, y la fotografía nunca fue lo mío, mucho menos el video, en cualquiera de sus presentaciones.

Le conté a mi padre sobre Abraham, y después de una charla difícil, pareció aceptar. Fue serio, y me hizo sentir incomodo, pero supongo que al fin y al cabo ayuda en esto porque esto ayuda a su hijo. Mi papá es así, siempre apoya. Al final me informó mucho sobre el equipo de trabajo que me asignó para ayuda al proyecto, y la verdad es que nosotros no hacemos nada, ellos están haciendo demasiado. No sé cómo tomar eso. Sé que debo informar a los chicos del avance también.

Me pongo de acuerdo con Adam para visitarlo el martes en la mañana, para ayudarlo a hacer ejercicio. Su madre ya tiene trabajo, y su papá pasa mucho tiempo en el restaurant, ahora más.

Corro con Adam en el parque, y volvemos a su casa. Su casa completamente sola. Nos ejercitamos juntos, como él sábado, pero esta vez ejercitándonos de verdad y no solo enseñándolo. El hecho de que quizá algún día pueda cargarme sin esfuerzo mientras hago mis abdominales me excita y me asusta al mismo tiempo.

Platicamos un poco, sobre todo, mientras nos ejercitamos y después de eso. Me gusta ejercitarme con Adam, más que estar solo en mi casa y por supuesto mucho más que con mis amigos de lucha. Y me gusta platicar con él. Es como estar con un amigo. Pero ese amigo me gusta sexualmente, y a él también le gusto. Y nos atraemos emocionalmente, y es simplemente perfecto.

Una vez que topamos el tema de lucha, hablo un poco sobre mí, solo para poder llegar al tema de la defensa, porque quiero enseñarlo.

-¿Pero por qué querría aprender a hacer una llave? -Pregunta Adam, bromeando.

-Nunca sabes si alguien puede atacarte, Adam. -Contesto sarcásticamente. Enserio espero el sarcasmo sea tan notorio que no lo haga recordar a Ed y el jodido suceso.

Me siento tan impotente al llamarlo de esa forma, pero no tengo otra forma de llamarlo, es demasiado cruel llamarlo La Muerte de Ed, o El Día en que Adam casi muere, y es estúpido llamarlo El Día del Asalto fallido.

-Bueno, si alguien me ataca puedo golpear directo en la entrepierna -Contesta bromeando, gracias a Dios- Eso y salir corriendo.

-Esa no es una manera muy segura, Adam. ¿Qué pasa si se cubre, y toma tu pie?

-¿Asumes que lo patearía?

-Asumo que no te agacharías para atacar ahí con el puño. Y no hay razón para la que estés abajo con tu atacante.

Eso hizo reír a Adam, y ni siquiera contestó mi respuesta, simplemente aceptó el entrenamiento.

La verdad no le pude enseñar mucho, pero sí creo haberle enseñado algo importante. Le enseñé que, en situaciones peligrosas, doblara la mano del agresor, y apretara con todas sus fuerzas la mano hacia adelante. Espero haya aprendido bien eso, puesto que no pudimos llevarlo a la práctica, obviamente. Eso puede hacer que un hombre pierda su brazo. También pisar el pie podría servir, puesto que son situaciones donde piensas huir, supongo. Le dije que debajo de los brazos, en el tórax, son partes muy sensibles. No me importa si no son movimientos muy buenos estéticamente, son para que se defienda, no para que se vea bien mientras intenta hacerlo. Le dije que una vez atrapado el brazo del atacante perderá toda lógica por el dolor, y será difícil que lo recupere. Ahí puede golpear y huir, inclusive entre la entrepierna. Ambos reímos cuando le mencioné eso.

Al final estamos en su cama. Sin camisas. Maldita sea, siento que nunca maduraré. Me gusta demasiado su cuerpo. En mi defensa, me comporto como un adolescente con él porque nunca había experimentado con otro hombre, así que son como mis primeros años. Aunque dudo que esa manera de pensar tenga en realidad sentido.

Nos besamos mucho. Estoy demasiado concentrado en Adam como para poder pensar en nada más.

Adam se pone encima de mí. Con mis manos acaricio sus brazos lentamente de arriba abajo. Adam hace bailar su lengua dentro de mi boca, siento su deseo, y lo demuestro en la erección que me produce sentirlo.

Adam también está erecto, puedo sentirlo. Puedo sentirlo justo en contra de mi erección. Estamos yendo más lejos de lo que jamás hemos ido, cautelosamente veo hasta donde llegamos, aunque siendo honestos va en contra de mi voluntad, mi mano deslizándose por su espalda, hasta llegar a su trasero. Acaricio esa parte de su cuerpo por debajo de la ropa…

Lo primero que sentí desaparecer fue su erección. Me doy cuenta que nunca me había imaginado esto. Nunca me imaginé que otra erección me haría sentir tan excitado. Ahora que no está, lo pienso.

El cuerpo de Adam también deja de estar encima de mí, y obviamente ya no puedo sentir su piel acariciada por mis manos. Adam está sentado, cerca, pero se siente tan lejano. Intentó pensar en que salió mal. Estoy confundido. Adam me da una mirada extraña que no logro descifrar.

-¿Qué pasa? -Pregunto.

Adam descompone el rostro. Empieza a darme una mirada triste. Pareciera que fuera a llorar. No. No. No.

-Bebé, ¿pasa algo? ¿Me sobrepasé?

-No, es solo que… No es nada.

No pude evitar reír a eso. Eso significa que claramente hay algo. Y que idiota he de haber sido para no saber de qué se trata. Ed. ¿Fue incluso nuestro acto parte de eso también?

-Siempre has tenido nada desde que comencé a hablarte. ¿No piensas que ya te conozco lo suficiente? -Digo- No soy un tonto, te he estado prestando atención. Si no quieres decirme que pasa aún, está bien. No te forzaré.

Adam me regala una sonrisa. Mi bebé. Me invita a tomar asiento junto a él, y obedezco placientemente. Me comienza a besar de nuevo, pero esta vez más suave. Aun así, necesito estar seguro. Y necesito comunicarme.

-Necesito decirte dos cosas. –Digo- Tienes que hablar sobre esto, tú sabes a que me refiero, no puedes guardarlo para ti. Te está carcomiendo vivo. -Finalmente lo dije. Estudio la reacción de Adam, que es tranquila, entendiendo- Y lo segundo tiene que ver con eso, lo que hiciste fue casi iniciar sexo por distracción.

-¿Qué? -Pregunta.

-Como cuando estas casado, y tuviste un pésimo día así que lo único que piensas cuando llegas a casa es en estar con tu pareja. -Creo que no fue exactamente el mejor ejemplo para la situación- Pero estás mal con esto, Adam. No hagas eso, es obvio que te sientes mal, todos lo notamos. -Le repito, porque es lo importante- Nos preocupamos por ti. Solo necesitas sacarlo.

-No puedo. –Dice.

-A E…

-Ni siquiera digas su nombre. ¿Está bien? –Me reprime- La estoy llevando bien, solo… Solo necesito tiempo.

-Lo dudo. Pero no te presionaré.

Y espero que con eso entienda que estoy aquí para él. A Ed no le gustaría verlo sin vida solo por esto.

Nos quedamos en su cama un momento. Adam soltó unas lágrimas delante de mí sin vergüenza alguna. Nos abrazamos y me besó. Me dijo que no quería que me fuera, y es una suerte que decidiera traer ropa conmigo en el auto. Supongo que simplemente quería que esto pasara en cierta forma.

Adam me deja bañarme en su baño. Que conecta con su cuarto. Mi imaginación está trabajando demasiado. Y es que no es difícil pensar sucio después de lo que pasó en su cama, mientras aún tengo ganas, bajo el chorro de agua caliente, en el mismo lugar donde Adam se baña…

Me baño rápidamente, y me salgo del cuarto de baño aun desnudo, pretendiendo que no podía cambiarme en un lugar así de reducido. Estuve a punto de salir del cuarto así, solo para provocar a Adam, puesto que la suerte no estuvo de mi lado y no hizo que Adam viniera a su cuarto mientras me encontraba así, pero algo golpeó mi cerebro finalmente y me hizo pensar con lógica. Me vestí rápidamente y bajé las escaleras.

Adam me tenía preparado el almuerzo para cuando llegué a la cocina, y me dejó ahí mientras se fue a bañar. Vaya, Adam sí cocina, es guapo, tenemos intereses en común, es divertido, y siempre adhiere algo nuevo a su favor. Y simplemente me gusta, y me siento afortunado.

Lavo los platos después de almorzar, pues es lo mínimo que puedo hacer. Adam baja, luciendo espectacular, y su perfume me llega al olfato incluso desde la sala. El hace de almorzar un poco para él antes de irnos a la universidad. Y justo antes de partir, le pido que me dé un beso. Nuestro beso se extendió, nos abrazamos besándonos mucho tiempo antes de que subimos al carro.

En la universidad, tomamos cursos separados. Por unos momentos me encuentro con los chicos de lucha. Platicamos solo un poco, me sorprende ver a Roy sin Anna. Roy me contó que Anna está un poco preocupada por Adam. Eso ya lo sabía, la novedad es Anna contándole sus cosas a Roy. Parece ser que van serios.

Voy con George y Thomas, y por un momento me siento libre de problemas. Ha decir verdad, mi vida va bien. Apesta que Thomas no sepa de Adam, si lo pienso, pero ¿quién sabe? Podría decirle. La ultima platica que mantuve con Ed fue sobre eso. Ahora no puedo hablar con Adam sobre un tema tan delicado, además de que no estoy seguro sobre hacerlo. Quiero hacerlo, pero necesito saber que no seguiré acobardándome cuando lo haga. Será mejor hacerlo después.

Cuando llegan las chicas, no puedo evitar querer hacerlo tan pronto como sea posible. Si tengo pareja, bajo la ridícula y mandataria etiqueta que pide la sociedad, Brenda podría dejar de fijarse en mí, y finalmente aceptaría mi amistad. No quiero sonar egocéntrico, ni hacerla ver como que solo quiere llamar mi atención, lo mejor para mí sería que ella no me viera de esa manera, pero, por ejemplo, ahora me alaga por el perfume que uso, y hoy ni siquiera estoy usando perfume.

 

****************

Más tarde ese martes, en clase, las cosas se salieron de mi control. Muchas cosas no las tengo previstas.

Me senté al lado de Adam, porque así lo quise. El problema surgió cuando el idiota de mi profesor de Leyes mencionó a Ed. El profesor mencionó alumnos que podrían quedar exentos de hacer el trabajo final o de presentar, según su elección. Edwin estaba en la lista, y repitió el nombre varias veces, lo cual fue incómodo para todos, incluso para los que no fuimos tan cercanos a él.

Adam fue el que contestó, diciendo que no asistía más a clase, el profesor no entendió y tuve que explicarle lo que sucedía. Simplemente se disculpó, aunque no lo juzgo totalmente, no sabría que hacer yo en una situación tan vergonzosa.

Terminando esa clase, Adam se alejó del grupo. No esperó a nadie, simplemente se fue. Y nadie hizo algo por acompañarlo, nadie pareció querer evitar que se vuelva un solitario sin remedio. Anna platicaba con los chicos, o al menos es la que llevaba la delantera en la conversación. Conversaba sobre una charla con Adam, dijo que no pudo hacerlo hablar. Se mostraron preocupados, y sé que lo están, pero nadie parecía ayudar realmente, nadie hacia nada. No veo que lo hagan.

Me alejé y seguí a Adam hasta la cafetería, me preocupa su estado, pues ni siquiera compró algo, simplemente quería alejarse, de vergüenza o de un sobrecogedor sentimiento, no lo sé.

Regañé a Adam, no sé porque, simplemente dije lo que pensaba sin un filtro en mí. Él no pareció molestarse, y vaya que hablé mucho. Le dije de la voz tan aguda que salió de él al hablar de Ed, y la manera en que se aleja, le dije que tenía que hablar. La mirada que me dio no tiene precio, simplemente aceptó todo, con un “lo sé” y unos ojos cansados. Él no está totalmente inconsciente de lo que hace. Deseé con todas mis fuerzas, en ese momento, no ser un cobarde, y poder abrazarlo.

También lo invité a casa, con la excusa de acabar los proyectos y trabajos finales, el problema es que ese día estaba totalmente pensando en Adam, no exactamente en una forma pura y platónica, sino todo lo contrario, después de lo que hicimos esa mañana, así que le dije que nos juntáramos a hacerlo juntos, y solos.

No es que no quiera tener sexo con Adam, y ahora mucho más con lo sucedido ayer. Cuando salí de entrenar y me dirigí directo al coche, él me esperaba. Me esperó con George después de clase, porque lo llevaría a casa. Fue genial, finalmente una cosa de parejas. Yo seguía usando mi uniforme de lucha, y estaba sudado, la verdad si tenía algo de pena, pero los chicos estaban duchándose, y no podía fingir que entrenaba más porque Adam me esperaba, así que salí desapercibido.

Y hablamos de eso, le conté ese problema que tengo con las duchas a Adam. Se reía al principio, cuando no lo dije seriamente, entonces se mostró más comprensivo a conforme entendía que hablaba enserio. El pasó por algo igual de niño, al parecer, solo que él ni si quiera se metió a algún deporta por la misma razón.

Se sintió bien hablar de esto con Adam, y no lo hice para hacerlo hablar, lo hice porque se sintió bien. Jodidamente bien. Adam me completa en una forma que no puedo explicar, y de diferentes maneras, no solo en lo emocional.

Puedo ver que le gusté en mi uniforme de lucha. Sé que no tiene experiencia, pero quizá tenga una fantasía con esto. Quizá yo quiero que la tenga, no lo sé. Me siento raro pensando en esto, en un momento no quiero presionar a Adam y me arrepiento de haberlo invitado, al otro estoy pensando en que cosas vayamos a experimentar en el momento en que finalmente lo hagamos.

He pensado mucho en eso, y a pesar que me muero de ganas, pienso que no quiero hacerlo, no espontáneamente, quiero que sea algo… ¿especial? Quizá sí. Necesito que sea algo memorable, seré su primera vez, y será mi primera vez con un chico después de todo. Claro que eso no cambia el hecho de que lo invité a casa. Supongo que realmente trabajaremos en cosas de la universidad.

Y así son las cosas, ayer hablé con Abraham para juntarnos a charlar el sábado, pareciera ser la única responsabilidad que tenía que hacer. Ahora estoy con Adam en mi auto, dirigiéndonos a casa. Estoy jodidamente nervioso.

Es increíble las cosas que haces cuando las hormonas controlan tu cuerpo, es como si todos los años madurando hubieran pasado en vano, eres impulsivo.

Llegamos a casa, le doy a Adam un beso rápido antes de bajar. Él está muy callado, simplemente me sigue con su mochila a su espalda. Lleva una playera roja algo pegada que hace que agradezca haberlo traído a casa, pero me controlo.

Cuando llegamos a la cocina, mi padre baja, y en lugar de saludarme y retirarse, se queda a charlar con Adam. Ya lo llama por su nombre de pila, no recuerdo haberlo notado tan entusiasmado al hablar con George, incluso puedo decir que Adam le agrada. No sé cómo sentirme con eso.

Rápidamente ordeno comida china, y espero que llegue realmente rápido, espero estar arriba con Adam para el tiempo en que mamá vuelva del club. Hablando de sentirme como un inmaduro.

La comida china llegó rápido. No estoy seguro si alucino por mis celos, o realmente pasó, pero el repartidor ve mucho hacia nosotros, creo que a Adam. Le pago rápido, sabiendo que le di dinero de más y no importándome, cerrando la puerta.

Me cambio por algo más cómodo una vez arriba, con Adam. Me pregunto si los chicos que experimentan a una temprana edad hacen esto. Supongo que es algo que es normal hacer cuando eres joven y bisexual, o incluso gay, llevas a tu amigo a casa, te encierras en tu cuarto con él y comienzas a besarlo, de la misma manera en que empiezo a besar a Adam por el cuello. Él ríe, y dejo los juegos por un momento.

Nos sentamos en el suelo para comer. En algún punto, mientras nos hacemos los bobos, nos alimentamos el uno al otro. No cambiaría este momento por nada, quiero que dure para siempre. Me gusta tener a Adam aquí, conmigo y para mí, como yo estoy con él y para él. Alimentándonos, riendo, y no preocupándonos por mucho.

Él teléfono de Adam suena, puedo ver el nombre de Jason en la pantalla. Adam contesta en altavoz.

-¿Hola? -Dice Jason.

-Hey Jason. Estás en altavoz. Estoy con Esteban. -Contesta Adam.

-Hola. –Digo

-¿Qué hacen? –Pregunta Jason. Adam ríe. ¿Por qué ríe?

-Estoy en su casa. Avanzaremos algunos deberes.

-O eso es lo que dijo. –Completo, bromeando.

-Es lo que haremos. –Dice Adam, riendo en compañía de Jason a través de la bocina.

-¿Qué harán el sábado? No tengo que trabajar el sábado. Pensé que podríamos salir. Quizá los tres. -Pregunta Jason.

Ignoro su petición y me concentro en mi comida, pero Adam me observa. Vaya, ¿ahora hacemos esto? ¿Pide mi opinión sobre estas cosas?

-Oh. Bueno, tengo que ir con una entrevista con un tipo el sábado después del trabajo. –Digo- Pero no creo que sea mucho. Sí, yo te llamo.

-Genial. Los dejaré estar juntos. -Dice Jason, despidiéndose.

-Adiós. –Decimos Adam y yo al unísono.

-¿Estás consiente que iba invitarte solo a ti? –Digo, reaccionando de repente.

-No seas así. Es solo un amigo. Lo llamé anoche.

-¿Por qué no me dijiste?

-No pensé que fuera importante. Además, es solo un amigo.

-Sí, pero también es tu ex. No me siento muy cómodo con él cerca, principalmente porque además de mí ha sido el único que ha entrado en tu vida fuertemente, no importa que hace tanto tiempo fue, o que tan pequeños hayan sido. Sigue estando en tu vida ahora, y no desconfío de ti, pero…

Adam se acerca a mí, para besarme. No puedo resistirme por mucho tiempo antes de que mis labios se movieran en conjunto con los suyos. Espero que no se le haga costumbre esto de besarme para evadir problemas.

-Eres un tramposo. –Digo

-Mostraste tus puntos y yo quería mostrar el mío. Te quiero a ti, no a él. –Dice, eso me hizo sentir bien- Además, entiende que él no está interesado en mí. Solo me ve como un amigo.

Siento que no escuchó una sola palabra de lo que le dije. O ignora, pensando que soy un celoso. Y la verdad es que lo soy, y confío en Adam, y no tengo otra opción más que confiar en Jason sobre esto.

Terminamos de comer mientras trabajábamos en nuestros proyectos, decidimos que cada quien haría uno diferente, así nos pasaríamos diversas fuentes y el trabajo hecho, cambiaríamos algunas cosas, y no batallaríamos tanto.

Al final, mientras cae la noche, después de tirar la basura, lo invito a acostarse junto a mí. Puede que haya quitado mi camiseta innecesariamente debido a los besos que Adam me ha dado. No puedo evitarlo, él siempre me provoca.

Cuando estamos en cama, jugueteamos un poco con nuestras piernas debajo de la sabana. ¿Por qué es tan placentero y satisfactorio? Terminamos de usar las laptops, por lo que solo nos quedamos ahí un momento.

Adam me ve. Es extraño. Lo atrapo observándome y él me atrapa observándolo. Como antes, en la universidad, antes de que todo comenzara, pero ahora sin escondernos él uno del otro. Detesto que siga usando su camiseta. Me gusta cada detalle de él, sus ojos cafés, su cabello tan negro, la forma de su rostro, la manera en que me ve.

Adam me besa, como si no pudiera evitar más la tentación. Al menos sé que yo soy el más fuerte en esta relación.

Me pregunto si nota las caricias que nuestros pies dan mientras él me besa, y pega su cuerpo al mío. Me siento algo sucio y extraño.

Adam deja de besarme, como si comprendiera de repente lo que está haciendo. Me alegra que pare, en cierta forma, pero otra manera de verlo es que no quiero esperar en realidad. No sé qué quiero.

Adam sostiene mi mano. Me agrada eso. No planeo dejarla ir. La situación me hace sonreír.

Adam hace un gesto de calor, y se destapa las piernas. Me siento en la cama para acariciar sus piernas. Sus pies están cubiertos, con razón tiene calor.

-¿Duermes con calcetines? -Pregunto.

-A veces.

-No hagas eso, no dejará respirar a tus pies. Y te dará mucho calor.

Adam ríe. Supongo que sí fue un comentario digno de burlarse, y yo también me río. De todas formas, le quito esos molestos calcetines, y me quedo viendo un poco a sus lindos pies.

¿Qué hay con los pies? ¿Qué me pasa con ellos?

-¿Menos calor? -Digo.

-Definitivamente. –Ríe Adam.

Adam me besa de nuevo. Comenzamos nuestro asunto de nuevo. Adam me acaricia, se toma el tiempo de hacerlo lentamente, excitantemente. En este momento no importa nada si estoy en casa de mis padres, o si están a unas cuantas habitaciones de la mía.

Meto mi mano dentro de la camiseta de Adam, acariciando su abdomen y subiendo por su pecho. Finalmente me deshago de esa molesta camiseta.

Adam tiene su brazo detrás de mi cabeza. Besándonos y apenas dejándonos tiempo para respirar. La cama se mueve a ritmo de nuestros cuerpos, acaricio su espalda, bajo todo el camino hasta su, de alguna forma, perfectamente torneado trasero y aprieto como si su cuerpo fuera solo mío.

Intento controlarme. Solo nos acariciamos, y nos besamos. Solo es eso, no llevará a más aún tengo mis pants y él sus pantalones.

Adam comienza a desabrochar su jodido pantalón, maldita sea. ¿Y cómo no? El instinto me dice que lo recueste y se lo quite. Arrojo el pantalón junto con la camiseta.

Recorro su cuerpo hacia abajo, tomo mi momento en los pies. ¿Por qué me gustan los pies? Tenía problemas con que me gustaran los chicos, ahora he pensado en el peligro de estar con Adam en público, los pies y posiblemente querer hacer algo mientras tengo el uniforme de lucha.

Beso su abdomen, y subo lentamente, pensando un poco sobre lo imposible que esto me resultaba meses atrás, llego a su boca.

-Espera. –Dice- No…

-No tendremos sexo. –Digo.

Parece que tenía que decirlo en voz alta. Ahora me doy cuenta de lo que estamos haciendo. Y es eso. Estamos a punto de tener sexo.

-¿No?

-No… No sé. ¿Querías? -Pregunto.

-No. –Contesta, no muy seguro.

-Mira. –Digo, pero debo dejar de besarlo- No, espera. -Tomando respiraciones profundas, me enderezo y me concentro en que diré- -Escucha. Eres virgen, y quería hablar contigo sobre eso, sobre sexo.

-Está bien… -Contesta, no comprendiendo. De hecho, no sé porque comencé así la plática.

-Y quería decirte que, bueno, quería que fuera especial. No puedo prometer mucho, pero deseo que sea especial. -Admito.

Adam me regala un beso suave en los labios.

-Esteban. Soy virgen, no una chica de catorce años que acaba de descubrir lo que es la vida sexual. –Ríe- No tienes que hacerlo especial con velas y pétalos y en una cama de corazones o algo.

-No, no es eso. ¡No lo mires así! –Digo, no molesto, pero sí sonrío, no sé si me da pena o me da risa su comentario- Como dijiste, también sería mi primera vez con un hombre, será especial para ambos.

Sonrío, y Adam me sonríe de vuelta. No sé porque sonreímos, pero Adam acepta esperar.

Pero eso no detuvo que me coqueteara, fue lindo, porque fue directo. Dijo que quería jugar, y bueno, no me negué. Adam me sacó los pants y los lanzó. Descubrí que soy capaz de tocar su miembro con mi mano y es incluso excitante, mientras él hace lo mismo conmigo. ¿No estamos a punto de hacer frotting?

Después de jugar, y lograr evitar que se convirtiera en sexo gracias a mi autocontrol, nos quedamos ahí acostados, su brazo rodeando mi cuerpo. Adam hizo una broma sobre ser una pareja vieja casada, durmiendo juntos y no teniendo sexo. Eso hacemos exactamente, descansar, dormir juntos, en la más pura de las formas. Es bueno dormir con él al lado. No quiero que se aparte nunca.

Notas finales:

Si les gustó, y espero así haya sido, no olviden seguir el fic o darle a favoritos, y lo más importante, dejar un review, porque su opinión es importante para mí.

Me di cuenta que tengo notas previstas, pero me faltan notas para los ultimos dos capítulos, espero eso no me haga retrasarme actualizando.

Chicos, como mencioné antes, publicar dos meses al mes para pedirles opinión o compartir ideas no me basta. Llegué a pensar en hacerme una cuenta de twitter, en la cual podamos interactuar, además que me serviría como un recordatorio constante para escribir, y podrían insultarme por algo que no les haya agradado (¡Broma!) También publicaría otras cosas quizá personales, pero mayoritariamente sería cosas de la historia, y de Adam y Esteban. Pero si no tengo mucha actividad posiblemente no sea buena idea. Y posiblemente no lo haga, pero no sé... ¿Ustedes que opinan? :p

Sin importar nada seguiré escribiendo, pero no por ahora, estoy tan distraído que casi pongo el texto del capítulo en las primeras notas.

En fin. ¡Hasta la proxima! 

Pd: A cualquier lector de la comunidad LGTBQ+, espero hayan pasado un mes del orgullo agradable:)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).