Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secrets por Fer_the_human

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Les traigo un nuevo capítulo. Me emociona pensar en acabar Secrets. Si eres nuevo leyendo este fic, te recomiendo leer Fools in Love, es la misma historia contada por el otro protagonista. 

¡Disfruta la lectura! 

Despierto repentinamente, lo primero que veo es el rostro aterrado de Adam delante de mí. Lo siguiente que sé es que me está sujetando, abrazándome, está asustado. Tardo un poco para reaccionar. Recuerdo, en un punto hace unos segundos mientras aún no estaba del todo despierto, el sonido de Adam sollozando.

-Bebé. ¿Qué pasa? -Digo- ¿Estás bien? ¿Soñaste algo feo?

-Estás aquí. –Contesta- Estás aquí. No te has ido. No te vayas. Te quiero, te necesito.

Algo está terriblemente mal. Lo abrazo, intentando reconfortarlo

-No me iré. ¿Qué está mal?

-No me dejes… -Dice, implorando.

-¿Qué soñaste? -Pregunto. Adam niega con la cabeza. ¿Por qué siempre tiene que ser tan difícil con él?- ¿Quieres hablar?

-Todo el mundo se va. –Contesta, sorpresivamente rápido- Jason se fue porque era un dramático. Ed se fue por alguna razón que no comprendo. Jason volvió…Eventualmente te iras. Y Jason volverá a irse. No tendré a nadie. Te iras.

-¿Por qué me iría? –Digo, mientras paso mi mano por su rostro para quitarle las lágrimas. Fingiendo que no me duele lo que acaba de decir.

Y no solo me duele porque está sufriendo, hiere que piense que soy capaz de irme. Me lástima que me haya mencionado después de Jason. ¿Me iré porque Jason volvió?

-No lo sé. Soy solitario. -Contesta, devolviéndome a la realidad- Tenía a Ed y se fue. Si me voy tendrás a George. George tiene a Robyn. Anna tiene a Roy. Michael a Louis y Cara. Ella tiene a Brenda y ella a Thomas. Grace y Erika se tienen la una a la otra.

-Tú me tienes a mí. –Digo. No debería resultarle tan difícil de entender. No debería tener miedo- No iré a ningún lado. Me quedaré junto a ti. Siempre estaré a tu lado, con tal que tú también me quieras ahí.

-Promételo. –Dice.

-Prometo que me quedaré. -Digo, viéndolo directo a los ojos, tomándolo por los brazos, casi como si le hablara a un niño pequeño- Volvamos a dormir. Ven, abrázame.

Adam me obedece muy apenas, pero logró acostarlo. Lo abrazo para que se sienta seguro, no dejo que se vaya, o que se sienta solo. Lo abrazo toda la noche.

 

Suena una alarma. Sé que es de mañana, pero no quiero levantarme. No es mi alarma, de todos modos. Noto movimiento en Adam, pero no lo suelto. Después de un momento, se deja acurrucar de nuevo. Lleva mi mano a su boca para besar los nudillos.

Entonces mi alarma suena.

-No me quiero levantar. –Murmuro, mientras recorro el cuerpo semidesnudo de Adam a besos. Al menos la parte de arriba.

-Yo tampoco. -Contesta.

Cuando tengo que agacharme para poder seguir besando su espada, me dispongo a levantarme de la cama. Apago la alarma y comienzo a vestirme, Adam simplemente me observa. Disfrutando el show, o eso espero. Cuando lo noto, estudia su cuerpo, como recordando lo que pasó anoche, no quiero pensar en que se arrepienta.

Recojo la ropa de Adam y se la lanzo. Entonces él apaga su alarma también. Comenzamos a vestirnos.

-¿Qué haremos ahora? -Pregunta provocativamente, o así lo siento solamente.

-Iremos a correr. -Digo.

Adam ignora lo que paso anoche, yo actúo como que lo ignoro. Sé que la mejor manera de hacerlo hablar sobre algo, es no ir directamente a ello, además que no hemos hablado de Ed. Y para ser justos, esto es, posiblemente, sobre Ed. Aun no entiendo qué clase de sueño tuvo, sus palabras no fueron claras.

Me doy cuenta por primera vez, mientras bajamos al segundo piso, que tengo más cosas de que preocuparme.

Anoche fue divertido, y sé en qué términos quedamos en cuestión al sexo, y sé lo que hicimos. Ahora sé, también, que mis padres pudieron haberme oído, y tengo miedo. Todo el camino al salir de casa anduve con demasiado cuidado, así que nuestra rutina no solo me serviría para que Adam se desahogue, también me hará evitar pensar en este problema

Le comenté a Adam del parque al que iremos, y al que suelo ir. Todo el camino hasta ahí fuimos corriendo, como acostumbro. Cuando llegamos ahí, intento hablar, para hacer un ambiente relajado. Adam intenta seguirme el paso, pero veo que realmente no tiene mala condición, simplemente es una condición normal y mejor que algunos.

-¿Puedo hacerte una pregunta? –Dice, en medio de mi charla. Lo agradezco porque estaba a punto de ser un monologo.

-¿No es esa una pregunta? –Contesto. El ríe.

-¿Qué rayos fue eso? ¿Naciste siendo un padre?

Rayos. A Ralph si le causa gracia. Lo único gracioso ahora es que Adam es menor que yo, por lo que, en cierta forma, su burla hacia mí es comprensible.

De cualquier forma, seguimos hablando, Adam me preguntó sobre el ejercicio, y después del arte. Me pregunta de la manera en que expresaba mis emociones, con esperanza pienso que en realidad habla de él también.

Le cuento a Adam, entonces, como es que usaba el arte y el ejercicio. Cuando tenía mucha energía, sea cual sea el motivo, me gustaba hacer ejercicio. Podía enojarme y estaba bien. Con el arte era diferente, para mí, dibujar era no solo un ejercicio de relajación, era como si el dibujo y la pintura me llamaran cuando me encontraba tranquilo. Me sentía bien.

También le conté de la ocasión que le regalé un cuadro a mi hermana. Fue en secundaria, era muy inexperto. Recuerdo que fue un retrato, y lo comparo con la vez que le di a Adam esa imagen de la mujer, que en realidad intentaba ser su versión femenina. A Adam pareció gustarle la idea del regalo que le di a mi hermana, así que pienso que algún día le regalaré un cuadro a él.

Corrimos un poco más, y entonces nos sentamos en una banca, para descansar. Espero que Adam hable, cualquier cosa, pero no es así. Ha decir verdad, simplemente lo veo pensativo. Bueno, después de todo, conmigo si charla un poco, no se molesta tanto. Rompo el hielo.

-Adam, ahora soy yo quien debe decirte algo. –Digo, Adam simplemente asiente con la cabeza y escucha-Anoche. Bueno, debes recordar lo que pasó. No sé qué soñaste, pero quiero hacerte recordar lo que te dije cuando despertaste. Estoy aquí, para ti. No pienso ir a ningún lado. –Adam escucha atentamente- Me quedaré a tu lado.

-Te quiero demasiado. –Responde, después de una pausa que se me hizo eterna- No he sido precisamente él mejor los últimos días. Y agradezco que estés aquí, realmente lo hago.

-De vuelta en mi habitación te besaré tanto. –Digo, bromeando- Cada beso que no te puedo dar aquí.

-Estoy ansioso. –Contesta en broma.

No me había dado cuenta que estábamos hablando en voz un poco más baja de lo común, porque estamos en público. No hay gente tan cerca, pero aun así Adam cuida de mí. Incluso en el estado en el que está, a pesar de lo que está pasando. No sé cómo expresar la gratitud que siento por eso. Siento que no lo merezco.

-Adam, otra cosa que quería decirte… -Digo- ¿Soñaste con Ed? Mencionaste a Ed…

-No. No sabría explicarte. Y no estoy listo para hablar de eso. –Me interrumpe. Claro- Mira, anoche me atrapaste en un momento de debilidad.

-¿Debilidad? Ósea, ¿mostrar lo que sientes es ser débil? -Desde anoche me encuentro algo molesto, pero que se haya llamado así mismo débil o al hecho de comunicarse conmigo debilidad, es peor.

-No. No quiero que lo tomes así, escúchame. -Dice- No he hablado con nadie de Ed. ¿Sí? Lo admito, estoy mal. Robyn me llamó, no pude. Anna habló conmigo y solo la ignoré. Pero contigo mis muros se derrumban. No puedo ocultar lo que siento -No estoy seguro de como me hace sentir lo último. Supongo que, a pesar de las circunstancias, me hace sentir bien- ¿Y sabes qué? Está bien, porque se siente liberador tenerte para hablar de todo. No puedo pensar en nadie a quien contarle todo. Y sobre todo lo siento por ser un idiota, y agradezco que estés a mi lado. Acabé, sacaré todo contigo…Pero aún no estoy listo.

Es todo. Adam se piensa desahogar. No tengo idea quien planea en su agenda una hora exacta para llorar por la muerte de su mejor amigo, puede que solo Adam, pero entiendo que, en su única y peculiar manera de estar de luto, finalmente está cediendo. Y será conmigo, lo que, en alguna manera retorcida y extraña, se siente como una bendición. Creo que estoy sonriendo.

-Gracias. Esperaré. –Digo- Añade un beso más cuando estemos en mi habitación. -Bromeo.

 

*****************************************

El resto del viernes fue muy normal. Después de que Adam estuviera en casa, el miedo de que mis padres hubieran escuchado lo que hice con Adam apareció de nuevo. Cada movimiento que daban, o mirada que lanzaban, lo veía bajo un sentimiento de paranoia, pero no paso a mayores.

Esta mañana me he levantado temprano para ir al trabajo.

No quiero llamarlo trabajo. No es un trabajo. Es solo los sábados y solo vamos para ver el avance del proyecto. Aprecio la ayuda de papá, pero en un punto me siento malcriado. Aunque no puedo negarme ahora, y claro que no podía no hacerlo antes, es un peso de encima que nos hemos quitado los chicos y yo.

Hoy tengo que verme con Abraham para discutir lo del comercial, espero que acepte. Es lo único relacionado con el trabajo que me han puesto a hacer, y posiblemente sea lo único que haga.

El trabajo fue aburrido y monótono, y eso que es mi segunda semana solamente. Adam se ve preocupado, fuera de sí. Pero diferente a días anteriores, no sé qué le pasa, no conozco esa expresión en él.

Tenemos una pausa para comer, y esa pausa llega. Sigo a George, porque Adam se va con Anna, aunque comeremos juntos, no sé porque formamos parejas. Adam desaparece de vista y Anna nos alcanza, dándonos una sonrisa tímida. George es quien rompe el hielo, como siempre.

Reviso mi celular el sentir la vibración.

Adam: Esteban, ven al baño que esta cerca del comedor. Por favor

Me alejo de los chicos una vez entrando en el comedor, pareciera que los baños son nuestra cosa ahora. No estoy seguro de que me guste. Pero no estoy seguro de que me desagrade, para el caso.

Adam aparece, y camina junto a Anna. Lo veo antes de separarme por completo. Entonces vuelvo al plan. ¿Qué pasa?

Adam evita mi mirada por un buen rato en la comida, hasta que me ve, y me hace una diminuta señal para ir al baño. Me dirijo ahí. Tuve que esperar un momento.

-¿Qué pasa? -Pregunto, cuando por fin entra.

-Perdón, esperaba que me esperaras.

Adam me da esa expresión de nuevo, la que tenía antes.

-No te veo bien. -Digo- ¿Cómo te sientes, bebé?

Adam me da una respiración larga, con una mirada de preocupación.

-Tengo algo que contarte. -Dice.

-Dime.

-No es fácil.

-Adam, me asustas.

-No es sobre nosotros. -Comenta, calmándome.

-¿Sobre qué es? ¿Es sobre Ed?

-Sí… -Dice, lentamente y en voz baja.

-No tienes por qué hacerlo ahora, Adam. -Le digo, calmadamente.

-Tampoco es exactamente eso.

-¿De qué hablamos, entonces? -Pregunto. Me está confundiendo.

Adam vuelve a tomar aire. Sea lo que sea que quiera decirme, debe ser difícil y pesado para él

-Anoche recibí una llamada… -Dice, no lo interrumpo- Creo firmemente que no es algo serio… no sé, he pensado mucho en ello. Pero un hombre me habló. Él dice ser el padre de Ed.

-¿Qué? -Pregunto, impresionado. Quizá con voz demasiado alta- ¿Cómo te contactó?

-Cuando Ed murió, tuve su celular. -Comienza- Intenté dárselo a su madre, pero me pidió que me deshiciera de él… Y no pude.

-Adam. ¡Por favor! ¿Por qué aun lo conservas? -Esto es más alarmante de lo que pensé.

-Eso te lo explicaré luego. -Dice, con una voz demasiada apagada. Demonios, tengo que esperar a que él se encuentre listo. Asentí con la cabeza- Entonces este sujeto llamó al celular de Ed.  Contesté accidentalmente.

-¿Cómo contestaste accidentalmente?

-No lo sé. Ed tenía el contacto guardado como “papá”. Pensé que era mi celular.

-¿Y que te dijo ese sujeto?

-Dijo algo sobre no haberle llamado. Y se refería a Ed como su hijo.

Me quedo en silencio un momento. Maldita sea, no sé qué hacer. Esto es grave. Esto es algo peor de lo que imaginaba. No quiero pensar en cómo se siente Adam, no puede salir de un problema sin meterse en otro, es horrible.

-No sé qué hacer. ¿Debería decirle a mis padres? -Dice- No tengo idea de cómo manejarlo. Si es un impostor no tiene sentido seguirle el juego.

-¿Pero cómo podría ser un impostor? –Digo finalmente- ¿Y por qué a Ed? ¿Después de su muerte? No creo que tenga personas que lo odien tanto para eso…o tú.

En dado caso de que sea un extorsionador o algo parecido, no tiene sentido que ataque a Adam. O al difunto Ed, si la idea resulta más loca. Quizá pensaban que el celular lo tenía su madre, pero lo dudo. Dudo que sean impostores.

-Pero eso solo nos deja otra alternativa. Él es su padre… -Dice Adam, completando mis pensamientos. Sé que piensa igual- Y Ed y él han estado en contacto últimamente. ¿Cómo eso se explica?

-Ed creció sin un padre, Adam. –Contesto- Lo siento, pero la posibilidad de Ed queriendo reencontrar a su padre en algún punto de su vida me resulta más creíble que la de un sujeto fingir ser su padre para hacer una broma pesada.

-¿Qué haré? ¿Le diré a mi madre para que le diga a la mamá de Ed? -Pregunta Adam, frustrado.

-Si se veían a escondidas posiblemente la madre de Ed no tenía idea de nada. Adam, creo que necesitaremos otras opiniones para resolver esto. -Y lamento no ser un experto en todo para poder apoyar a Adam, para hacerlo dejar de sentir este dolor, ahora combinado con frustración y confusión.

Reconforto a Adam un poco, el poco tiempo que me es permitido. Hemos llegado a la conclusión de pedir otras opiniones. Me pidió que no dijera nada, ni si quiera a George, y para ser sincero, no sé de dónde vino este instinto de obedecer su orden.

No he olvidado que me debe una explicación, sobre por qué continuaba con el celular de Ed. Parece ser importante por la manera en que reaccionó, pero no lo presiono. Muy por el contrario, pienso que la está llevando difícil, no necesita estrés. Recuerdo que Jason quería salir con nosotros, y yo tengo que ver a Abraham, así que le digo a Adam que puede salir con él hoy. No necesita estresarse hoy, necesita divertirse.

Después del llamado trabajo, tuve que venir a verme con Abraham. Hemos quedado de vernos en una cafetería de la ciudad. Más cercana para él que para mí, así que no fui a cambiarme a casa, de todos modos, la ropa medio formal que tengo puesta parece apropiada para la ocasión, se supone que discutimos negocios, o algo así.

Abraham me hace esperar, hasta el punto que es desesperante, pero tengo que quedarme a esperar. En ese tiempo, puedo pensar que pude haberme bañado, o que pudo haber avisado que llegaría tarde. Y ni si quiera me gusta el café.

Abraham llega finalmente, con mucho tiempo de retraso, pero con una sonrisa en el rostro cuando se sienta conmigo en la mesa.

-Bueno Esteban, sí que has dejado los pinceles por plumas y los cuadros por papel.

-Aún se puede dibujar con pluma y papel. -Digo.

-Tienes razón. Expresión incorrecta. -Sonríe.

Abraham y yo compartimos un saludo de manos y una sonrisa. La verdad es que, lo que más quiero hacer en este momento es terminar con esto, lo más probable es que acepte hacer el video, así que será pan comido, puede que incluso alcance a Adam y Jason. No estoy seguro de querer que este solo con Jason.

Pero el tiempo pasa muy rápido, y Abraham no me deja concentrarme demasiado en el tema principal. Al principio, después de pedir su café, obligándome a ordenar uno a mí también, me ha preguntado sobre la razón por la cual lo cité. Pero no me deja explicar, habla demasiado, e intento ser amable, así que tengo que escucharlo y charlar poco sobre mi carrera y lo poco que he estado haciendo para continuar con el arte en mi vida. Sería incluso relajante en otra ocasión.

Mi celular vibra, y Abraham habla tanto que posiblemente no note que me distraigo un poco, porque está demasiado hundido en su propia charla. Reviso mi celular esperando que sea Adam, pero en realidad es Jason. Está con Adam en una foto que me ha enviado, no parece haberlo hecho con malicia, aunque lo tiene abrazado de medio lado. La estudio mucho, y parece un simple abrazo de amigos. Después está otra igual, pero separados y haciendo muecas. Llega un texto que dice “Soy Jason. Adam me ha dado tu número, me contó lo que pasa. No te preocupes, está bien. Gracias por confiar en mí, viejo”

Para ser sincero, eso es mucho más de lo que esperaba de él. Posiblemente sea un buen chico, en realidad. Le contesté con un simple “Gracias.”

-Lo siento, hablo demasiado. ¿Se hace tarde? -Pregunta Abraham.

-Oh, no se preocupe.

-No, no. Es mi culpa. ¿Por qué estamos aquí? No te he dado oportunidad de hablar.

¡Genial! Mi oportunidad.

Hablo con él, sobre todo lo que necesita saber. Papá me dijo que está dispuesto a pagar un poco, sinceramente siento que es un abuso, pero él insistió, además de que sería poco dinero.

-Soy un artista. -Contesta, después de que le explico.

-Lo sé. Y conozco su trabajo, profesor, por eso hablo con usted.

-Te dije que me llamarás por mi nombre. -Dice, haciendo un ademan con la mano- Pero te estoy diciendo, Esteban, que soy artista. Mi trabajo se basa en ideas que yo mismo tengo.

-La idea del comercial seria suya.

-Un comercial no es arte, Esteban. -Es testarudo, debí prepararme para esto- Puede que este cambio de carrera te haya hecho olvidar algunas cosas.

-¿A qué se refiere?

-Mírate. Cuando eras mi alumno pensabas en unirte al club de teatro. Ahora estudias Negocios y practicas lucha, eres una persona totalmente diferente.

Es verdad lo del club de teatro, pero solo iba hacerlo porque unos amigos me arrastraban ahí, y una chica del club era linda. Y no he cambiado, para nada, desde que estudiaba arte, la gente de ahí me parecía pretenciosa, y no me sentía completo. Quizá Abraham es más parecido a esa gente que no me agradaba.

-No hablamos de mí, Abraham. -Lo llamo por su nombre finalmente- Hablamos de ti.

-Y soy un artista. No me encuentro muy interesado.

-¿Es realmente un arista? -Pregunto.

-¿Qué quieres decir?

-Su ego lo ciega. ¿Es un artista a los ojos de quién? ¿Los chicos que lo ven en ese intento de puesto de mercado que maneja? No tiene reconocimiento, y su trabajo solo le sirve a usted. Hay directores de videos musicales que son realmente buenos, y muchos pudieron empezar haciendo comerciales estúpidos como para pastas de dientes.

-¿Cuál es tu punto?

-Puede seguir fingiendo que es un artista, y que su vida le satisface, y que cinco fanáticos, a lo mucho que puede llegar a tener, son suficientes, pero eso no es éxito. Y lo sabe. -Escribo en una servilleta la cantidad de dinero que mi papá aprobó para el comercial- Su trabajo no sería gratis. -Le ofrezco la servilleta doblada- Puede seguir sin reconocimiento, no me importa, pero piense las cosas.

Una vez dicho, me pongo de pie y me dirijo a la salida del lugar, ni si quiera terminé mi café. Justo a unos cuantos pasos, supongo los suficientemente lejos para convencer de que no daría vuelta a atrás, escucho la voz de Abraham.

-Esteban. Acepto. Haré tu comercial.

-Yo lo llamaré. -Digo, con una sonrisa satisfactoria en mi cara, sin molestarme por volver.

Después de eso voy a mi casa, ya es tarde para ir con Adam y Jason, y parece que Adam se divierte, no pretendo arruinarlo.

Esa noche charlamos un poco por teléfono. Adam habla bajo, incluso estando en su habitación, como si sus padres fueran a escucharlo. Recuerdo lo que me dijo Anna. No sé describir la relación de Adam con sus padres, pero puedo percibir que él la siente mal, por su sexualidad. Ambos tenemos nuestros problemas con esto, supongo, pero yo no soy el que habla bajo.

Nos contamos nuestro día, como una pareja normal. Atesoro estos momentos, aunque supongo que sería más normal si nos lo contáramos cara a cara. Me pregunto si Adam piensa igual que yo. Él me cuenta que se la paso bien con Jason, nada nuevo, yo le cuento mi tarde con Abraham y como me estresé. Continuamos sacando tema de conversación hasta que tuvimos que ir a dormir por el sueño.

 

********************************************

Ayer Adam pasó la tarde con Robyn, para hablar del asunto con Ed. Así que pasé la tarde con George.

Decidí contarle lo sucedido, dado que de todos modos Robyn le dirá que pasó, y es mejor que esté preparado, para que sepa cómo reaccionar con ella. Necesitará apoyo.

George trajo cervezas e intentamos pasar una tarde cualquiera, así que llamamos a Thomas. No le contamos nada del problema de Adam, no estoy seguro como se sentiría Adam con respecto a eso, y no soy quien para contar sus problemas. La verdad es que pasamos una tarde agradable, les cuento a ellos mi charla con Abraham, George se emociona y Thomas se asombra, después la tarde fue simplemente fluyente. Fue agradable.

Hoy es lunes, estamos todos en la cafetería antes de clase. Adam acaba de decirnos que tiene algo importante que decir, acerca de Ed. Todos lo miran con asombro, esperando pacientemente.

-¿Qué pasa, Adam? –Pregunta Brenda

-¿Pasa algo malo? ¿Quieres hablar de algo? –Esa fue Anna.

Adam toma una respiración profunda. Puedo sentir como lo presionan, y lo incomodo que está, y puedo sentir que ser el centro de atención no ayuda en la situación para él. Es increíble, es como si no lo conocieran.

O lo conocen tan bien que saben que él hará de lado su propia naturaleza para conllevar esto, aunque no sepan de que se trata.

-Verán, no les he dicho, pero el día que falleció Ed…

Adam comienza su explicación, sigue explicando que tiene el celular, aunque nadie le pregunta por qué. Agradezco eso, quizá Adam no pueda soportarlo.

Adam explica, entonces, la llamada. Una especie de debate se hace, sobre qué debemos hacer (sí, ahora es problema de todos), y sobre todo opinan sobre la situación. George vota por contactar al sujeto, Cara aboga por que es peligroso, y puede ser simplemente una farsa.

-No creo que nadie esté interesado en mentir de esta manera. –Dice Louis, apoyando mi punto.

-Aunque fuera su padre, ¿para qué contactarlo? –Dice Michael.

-Lo siento. Pero la verdad es que si realmente es su padre…Supongo que debe saber lo que le pasó a Ed. –Dice Thomas. Su punto me sorprende. Es cierto y lo más lógico, y nadie lo había dicho.

-¿Qué se supone que haga? –Dice Adam.

-No tienes que pasar por esto solo, Adam. –Contesta Anna.

-No lo hará. –Digo- Adam, no estás solo en esto, espero lo sepas.

Espero que entienda que estoy con él, siempre. Hablo por todos, sí, pero si por alguna retorcida razón, ni si quiera Anna decide apoyarlo, debe saber que yo no voy a ningún lado.

-Todos estamos contigo, Adam. –Completa George.

-Gracias. –Dice Adam, con una sonrisa en su rostro.

-Entonces entiende que , no lo contactaras. -Digo, intentando hacer que el punto quede claro- Nosotros lo contactaremos. Todos.

Adam busca apoyo en todos, estudiando nuestros rostros. Me da gusto que, puedo decir, si encuentra ese apoyo.

-Cítalo en un lugar. -Dice Erika, rompiendo silencio- El miércoles salimos temprano de la universidad. Tú y yo vamos a conocerlo.

Notas finales:

Bueno, espero les haya gustado. Sobre lo que les había comentado la actualización pasada, creo que haré mi cuenta de Twitter, y en la proxima actualización se las paso. 

Si les gustó, no olviden seguir el fic o darle a favoritos. Pero sobre todo dejar tu comentario, tu opinión es importante para mí.

El capítulo lleva días terminado, pero quería hacer mi cuenta de twitter primero... ¡Pero procrastino demasiado!

Bueno, los dejo para leer mis notas, mis viejos capítulos, o con algo de suerte comenzar a escribir el capítulo 19.

¡Hasta la proxima! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).