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Secrets por Fer_the_human

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Notas del capitulo:

!Hola! Primero que nada, quiero apuntar que no tarde demasiado, como lo prometí :p

No tengo mucho que decir, más que agradecerles por leerme, y pedirles que sigan el fuc si les gusta. No olviden sus comentarios, porque su opinión me importa.

Puedes checar mi bio si es la primera vez que lees el fic, para enterarte de mi proyecto, y leer la otra parte de este fic.

!Disfruta la lectura!

He aprendido mucho de las semanas que he pasado charlando con Adam Sky. Tiene un gran estómago, el cual envidio. Tiene un buen sentido del humor, y confiando en algunos mensajes que hemos llegado a compartir, puede ser un humor algo negro. Y sigue siendo gracioso.

Lo más importante que he aprendido del tiempo charlando con Adam es que, ciertamente y sin ninguna duda, me gusta.

Le he contado a George todo esto. Él es muy paciente. Pero si fuera tan paciente quizá no llegara a notar su desesperación cuando le menciono el tema… Al menos intenta ser paciente.

No hablamos mucho en clase, o fuera de ella. Se debe principalmente a la falta de confianza, supongo. No puedo acercarme a él, siento como si todos fueran a juzgarme de alguna manera. Como si supieran mis verdaderas intenciones.

Bueno, no sé cuáles son mis intenciones con Adam. Solo sé que me gusta. Y es como si cuando me acercara a él, con toda su transparencia, de repente yo también fuera a ser visible para todo el mundo, y sus ojos empezarían a juzgarme.

He construido una terrible zona de confort. Nuestros mensajes. Y es, en realidad, un lugar en el cual experimento algo diferente a lo que he sentido antes, románticamente hablando.

No estoy seguro de si Adam ha notado mi contexto en estos mensajes, la mayoría de las veces pareciera que lo deja pasar. A veces pienso que realmente no lo entiende, y solo cambia el tema. Adam cambia de tema muchas veces, o me habla sobre lo que hace en ese exacto momento. Toma un poco acostumbrarse a él. Pero me hace sonreír. Es como ver una película con demasiados y repentinos cambios de escena, pero con una trama tan buena que no puedes despegar tus ojos de la pantalla.

Es como si cada noche, cuando comienzo a platicar con él –porque mis agallas para iniciar conversación con él llegan tarde- nos convirtiéramos en algo más que amigos. Nos contamos nuestro día. Nos contamos bromas sobre algo sucedido en clase que no nos dijimos en el momento, y luego, al día siguiente, como si nada. Es anormal.

Y me gusta. Me gusta la manera en que llego a relacionarme con Adam Sky. Me gusta hablar con él, incluso he llegado a fantasear con él un poco. Malditas hormonas.

No recuerdo haberme sentido así con una chica. Es diferente con mis relaciones anteriores. No llegué a procurarlas tanto. No mensajeaba diariamente con ellas. Quiero decir, sí. Pero a veces lo olvidaba. Y nunca olvido mandar su mensaje a Adam.

He hablado con George seriamente sobre esto. Sobre todo hoy después de la universidad.

Eso me recuerda la mierda de día que ha sido hoy. Más o menos.

Hoy encontré a Adam en la universidad antes de clases, y lo llevé detrás del gimnasio para conversar. Quería estar con él, no como lo hacemos cada noche, sino físicamente. Realmente hablar con él. Pero, a su vez, tenía miedo. Y lo llevé a dónde nadie nos vería.

Aprendí más sobre él y su grupo de amigos. Me he aprendido sus nombres. Ni siquiera por las demás chicas de mi vida he hecho eso…

En fin, platicamos sobre nuestra vida en la universidad, y como nuestros grupos de amigos se fueron formando. Quizá fue una charla tonta, pero como no tengo muchas oportunidades de escuchar la voz de Adam, esta fue exquisita.

Sentí como si estuviera con una chica. George dice que fue un grave error… Y cuando lo veo en retrospectiva, sí que fue un error.

Intenté levantar a Adam del suelo en el que estábamos sentados, pero él ya lo había hecho por sí mismo. Intente decirle que lo hago por costumbre. Cuando sales con una chica usualmente quieres mostrarte caballeroso, pero corté mi explicación en el medio de todo. Hizo como si no entendió cuando le dije que me estaba costando tiempo acostumbrarme… o realmente no entendió. ¿Pero no estoy siendo obvio? Prácticamente le estoy diciendo que me gusta.

Después de clases invité a Adam a verme entrenar con los demás chicos de lucha. ¡Nunca hago eso! Aun así me rechazó. ¿Debería acostumbrarme a esto con Adam?

Los pensamientos alrededor de él siguen siempre. Hoy fue en el lugar menos oportuno.

Hoy tuve que luchar con AL, pero mi mente estaba completamente en otro lugar. Bueno, en otra persona.

¿Cómo debo interpretar su indiferencia? ¿Lo hace porque quiere verme preocupado por él? Porque, vergonzosamente, está funcionando. ¿O realmente no tiene idea de lo que está pasando?

¡Pum! Directo al suelo. Estuve fuera.

La felicidad de Al fue mucha y muy notoria. Lo acusé, diciendo que solamente fue porque me distraje, pero su ridículo grito de victoria seguía.

George también se hizo el gracioso conmigo por eso. Él se quedó a observarme porque no tenía nada mejor que hacer, y según él, lo agradece.

Antes de ir a casa, fui a casa de George. Me dijo que Adam posiblemente rechazó verme porque comenzó a ir al gimnasio con Ed, el fortachón. George tiene alguna extraña manera de saber todo sobre todos.

De todas formas, me dio un consejo que me asusta.

-Debes decirle cómo te sientes.

-Pero no me gusta hablar de eso Creo que las acciones han hablado por sí solas.

-Adam es del tipo más directo. Si realmente te gusta, debes decírselo de frente.

Y aquí estoy, horas de haber llegado a casa y pensando sobre lo mismo. Intenté terminar mi dibujo, el raro hibrido entre Adam y un concepto de mujer, pero no pude. Solo me distraía pensando sobre lo que me dijo George. Decidí acostarme.

Se suponía que iba a dormir. Estoy en ropa interior y pensando sobre mis sentimientos por Adam. Ya ni siquiera me interesa mi jodido problema con los chicos. El principal asunto es Adam.

Me conozco. En este asunto no soy más qué un cobarde. Pero me gusta Adam. Y justo ahora, pensando en él en altas horas de la noche… Me encanta. Y me siento valiente, como cada noche.

Me siento en el borde de mi cama. Mi celular dice que son cerca de las dos de la madrugada. Me pregunto si Adam sigue despierto. Pero bueno, no le he dado sus buenas noches… Y posiblemente, al escuchar su voz, obtenga el valor necesario para hablar. En lugar de mandar un mensaje, decido llamar. Responde inmediatamente.

-Hola.

-Hey, hola. ¿Cómo estás? –Pregunto., algo sorprendido por su rapidez.

Su voz es siempre tan… no sé. Escucharlo es una droga.

-Bien, supongo. –Escucho una pequeña risa del otro lado de la línea- ¿Tú?

-Bien. ¿Qué haces? ¿Pesadillas atacándote de nuevo? –Bromeo. No voy tan mal. La conversación se está formando mejor de lo que esperaba. Ya habría esperado tartamudear para este punto.

-No, desearía que fueran pesadillas, así al menos estaría durmiendo. –Dice.

Eso fue… Intenso. Personal…

¿Adam Sky, por una vez, está abriéndose conmigo? No debo arruinarlo. Tampoco debo mostrarme interesado en que me deje entrar dentro de sus barreras. Eso sería peor.

-¡Woah! Eso es intenso. ¿Pasa algo?  -Digo. ¿Muy idiota?

-Para nada. –Dice. Debí imaginarlo. No puedo evitar reírme. De mí, de la situación…-¿Qué es tan gracioso?

-Siempre, siempre. ¡Siempre! Es una tontería. Algo pasa, lo sabes, solo que no me tienes la suficiente confianza para decirlo.

No sé de donde saqué eso. Pero es verdad, y no pienso retractarme por ello. Al menos me calmo, antes de reclamarle la falta de respeto al no contarme. ¿No hemos estado coqueteando estas semanas enteras?

-Apenas hace como un mes te dirigí la palabra, creo que incluso menos. Perdona si no te cuento toda mi vida. –Dice, con ese tono defensivo que tiene.

-Bueno, en lo que va del mes, o incluso el semestre, a mí me has parecido una persona increíble, y pareces de confianza. Y un gran amigo también. –Digo, casi declarándome- Solo intento ser amable, porque me caes bien, no tienes por qué alejarme ni ponerte tan a la defensiva.

-Bien, lo siento. Es solo que es algo ton… -Se interrumpe cuando se da cuenta de lo que iba  a decir- Bien, ¿realmente quieres escucharlo? Te vas a aburrir, estoy casi seguro.

-Haré un esfuerzo, no te preocupes. –Digo, consiente de mi sonrisa. ¡Adam finalmente muestra confianza en mí!

-Bien, verás comencé a ir al gimnasio…

-Oh, sí, con Ed. George me dijo.

-Sí y… ¡¿Cómo rayos lo sabe George?! –Río ante su manera de expresarse y su reacción- Bueno, no importa. Verás, aaam, es algo realmente estúpido.

-Continua. –Digo. Adam me gusta, pero realmente parece no contarle a nadie sobre lo que le sucede. Uno tiene que insistir.

-Bueno, aam, yo soy gay, obvio, supongo que te habrás dado cuenta. –Bromea. ¿Cómo puede hablar de eso de manera tan natural?

-¡No! –Digo sarcásticamente- Jamás lo hubiera imaginado de ti.

-Bueno, pues sí, lamento decepcionarte. –Suelta una risa- Pero… ¡Dios! Te acortaré la historia. Mi padre piensa que es por una chica…

-Oh. Ya veo.

No imaginaba que Adam tuviera este tipo de problemas. Supongo que no somos tan diferentes.

-Sí. Lógicamente no lo es.

-¿Tus papás no saben que eres gay? –Pregunto, esperando no ser ofensivo.

-No, lo he estado posponiendo. Es fácil cuando estoy con ustedes, en la escuela o en cualquier otro lugar, porque en realidad a nadie le importa con quien rayos te acuestas, –Dice, bromeando- pero cuando se trata de tus hijos… tú realmente no quieres un hijo gay. Yo no sabré como conllevar su rechazo o vergüenza o lo que sea que pase.

¿No es el rechazo de todos, lo que conlleva tener una vida diferente como a la que te refieres? No tenía idea de que Adam pasará por esta clase de cosas con su familia. Mi madre es una mujer extremadamente religiosa, a veces, y fui criado con la excesiva idea de que la homosexualidad es mala. No tengo idea de cómo ha crecido Adam, supongo que algo diferente, considerando que sus amigos saben sobre su sexualidad. Y no parece importarle mucho que extraños lo sepan. Pero no creo que seamos tan diferentes, después de todo. Ambos tememos a nuestras familias.

-Entiendo ese sentimiento. –Digo. Me doy cuenta de lo que digo. No quiero llegar a ese punto aún- Aaah, quiero decir, lo imagino. –Escucho a Adam decir algo del otro lado de la bocina, pero no entiendo- ¿Disculpa?

-Aaah, nada.

-Dijiste algo. –Reprendo.

-No. No es así. –Curioso. Juraría haber escuchado algo como… ¿Patético?

-Como sea. –Continuo- ¿Cuándo piensas decirles? Ellos deben de saberlo. –Me siento hipócrita diciendo esto.

-Soy un chico de diecinueve años que nunca ha tenido novia, supongo que deben tener sus sospechas. –Dice, en tono de broma…

-Espera. ¿Qué? ¿Tienes solo diecinueve años?

-Mierda. –Lanza una risa- Sí, pero es porque mi cumpleaños es en octubre, sí somos del mismo año.

-Lo siento, pero no. Yo tengo veintidós. –Admito.

-¡Woah! ¿Cómo rayos?

-Después del bachillerato me tome un año. –Mentí. Aunque hablarle sobre mi cambio de carrera podría haber sido un inicio, ahora que lo pienso…

-Ya veo.

-Volviendo al tema principal. ¿Cuándo le dirás a tus padres? –Digo, para que la plática no muera. Pero creo que fui demasiado directo. Pareciera que ataco al chico.

-No lo sé, es algo que debí haber hecho desde secundaria o bachillerato. Realmente lo arruiné al no hacerlo en ese momento, todo sería más sencillo ahora.

-Amigo, eso se escucha mal. Como si sufrieras diario. –Digo. Y lo digo enserio.

-Solo cuando pienso en ello. –Dice con tono burlón- Pero bueno, deberíamos cambiar de tema.

-Y bueno, Adam. Ya que estamos en confianza, dime. ¿Cómo es tu chico perfecto?

¿Se acerca un poco a lo que intento decir? ¿Qué estoy intentando decir, de todas formas?

-¿Por qué quieres saber? –Dice. Bueno, debí imaginar que no sería sencillo.

-Solo por curiosidad. Nunca he tenido un amigo gay. Dime –Bueno, eso no es totalmente una mentira.

-Bien. No tengo un estándar de chico ideal. Pienso que si alguien va llegar, solo llegará. Uno no sabe cuándo llegará el amor, si lo buscas no llegará porque así no funciona esto, tienes que esperar.

Algo revuelto, pero supongo que entendible. Estos son los momentos en los que no sé si dice ese tipo de cosas para hacerme entender algo, o realmente lo dice para darse a explicar. Debido a que no habla mucho de sí mismo, no puedo deducirlo.

-Eres muy teatral. –Digo- Fuera de eso, ¿Cómo te gustaría que fuera? Vamos, lo que llegue a tu mente. Por ejemplo, mi chica perfecta es una mujer que le guste jugar videojuegos y que los juegue conmigo, que su humor no cambie cada vez que se cambia de ropa, que no se tarde en llegar a una cita, que esos cinco minutos más no se conviertan en horas, que no sea controladora o celosa y que no quiera pelear por todo y que me respete y que no sea una maniática obsesionada con su peso.

Acabo de soltar los peores clichés que pudieron cruzar mi mente. Y, para pena mía, describir a algunas exnovias…

Escucho las risas de Adam. No tengo idea que encuentra tan gracioso.

Aunque si hubiera escuchado la mierda que dije desde otra perspectiva, posiblemente también estaría riendo.

-Esteban, tú y yo buscamos lo mismo… -Dice- ¡Un chico!

Adam Sky da justo en el punto sin siquiera intentarlo. Y, como dice George, es muy directo. De nuevo, sin siquiera pensarlo. Sin escrúpulos. Para ser alguien que no comparte mucho, sí que dice las cosas a la primera.

Me doy cuenta del impacto que me genera. Bueno, sí, sinceramente busco un chico. Y no todos los chicos me llaman la atención. Y en este momento ninguna chica tiene mi atención.

Adam tiene mi atención.

Se suponía que lo llamaría para dar prisa a esto.

Bueno, maldita sea, hay que hacerlo.

-Lo siento, lo siento, estaba pensando. –Digo, disculpándome de mi silencio prolongado- Hey, Adam, somos amigos. ¿Verdad?

-Sí, lo somos. –Contesta.

-Bueno, aaah, y puedo confiar en ti, ¿verdad? –Ahí es donde siento los nervios…

-Definitivamente.

-Bien, supongo que tengo que confesarte algo, a ti porque sé que tú me entenderás. Promete que no se lo dirás a nadie. –Aquí es donde los nervios aceleran mi habla y mis instintos. Pierdo mis defensas. ¿Miedo? No. Estoy extrañamente ansioso.

-Bien.

-No. Enserio, Adam. ¡A nadie! –No creo que entienda la seriedad del asunto.

-Está bien, está bien, tienes mi palabra. –Sigue hablando demasiado ligero… No creo que sea una buena idea contarle de mí.

-Hey ¿Conoces esa serie, How I Met Your Mother?

-Sí. –Ríe- ¿Qué tiene que ver eso?

-Bueno, pasa de las dos de la madrugada, y ya sabes que, según Ted, nada bueno pasa después de las 2 a.m.

-Oh vamos. Solo habla. –Dice.

Desearía poder decir que una referencia de uno de mis shows favoritos finalmente me es útil. Pero debido que esté chico no solo comprendió la referencia, sino que también la encontró graciosa en lugar de verme como un bicho raro. Bueno, estoy estúpidamente más interesado en él…

-Bien, lo siento. Aaah ¿recuerdas cuando te hablé del crush de Brenda en mí?

-Sí.

-Bueno, en un principio estuve interesado, pero antes de ella, ha venido un tiempo para acá en el que no he tenido novia, porque sinceramente no me siento interesado. Cuando la conocí, bueno, pensé que era linda, pero no me siento interesado en tener una relación con ella, ni siquiera una sola noche, el interés desapareció totalmente, y bueno…

-Es normal. –Interrumpe- A veces solo necesitamos estar solos, sin nada de parejas y eso.

-Sí, supongo. Pero esto va más allá; ninguna chica me ha atraído en mucho tiempo, Adam. Ninguna chica y creo que, tú sabes… -Debe estar bromeando si no me entiende. Me toma tanto hablar de esto. Es difícil.

-¿Qué puedes no ser heterosexual? –Dice Adam. No encuentro una manera más viable de decirlo, pero en él se escuchó directo. Casi como si fuera obvio para él.

-Aahh, sí. ¿Tú cuando descubriste que eras gay? –Pregunto.

-No lo sé, es algo con lo que naces, supongo. Pero yo nunca me he sentido atraído sexualmente por chicas.

-¿Crees que puedo ser… gay? –Pregunto,

-No. –Dice. Ahora si puedo escuchar el coraje en su voz. ¿Lo estoy molestando?- Quizá eres bisexual, te gustan las chicas, después de todo. ¿Te has sentido atraído a un chico?

¡Estamos llegando cerca! Quizá demasiado cerca…

¿Y qué tan estúpido seria decirle a Adam lo que siento por celular, como un maldito adolescente? Además, justo ahora, me imagino como seria besar sus labios y tener su cuerpo pegado al mío… Y sería idiota hacer toda la charla por celular. Y justo ahora.

-Bueno… también quería hablar sobre eso. Creo que hay un chico. –Y el chico es Adam. Pero no lo digo.

-¡Es George, lo sabía! –Bromea.

Bueno, eso sí me hace reír.

-¡No! Pero, no estoy seguro, creo que hay una persona… un chico, mierda, es difícil admitirlo. No sé si me gusta, pero sé que me pasa algo con él. Estoy muy confundido. –Me sincero con esto. Obedezco a George, porque por alguna razón, me interesa seguir adelante con Adam, quiero el siguiente paso de cualquier punto en el que estamos.

Al menos llegar a besarlo. Tocarlo. Alguna forma en que me lo quite de la cabeza, o me obsesione más, pero con un motivo solido al menos.

-Soy gay, Esteban. Llegaste al lugar indicado para hablar sobre esto. –Me dice.

-Lo sé. –Sonrío- Gracias por escuchar, no le digas a nadie.

-Cuenta con eso.

-Adam, realmente necesito hablar de esto con alguien. ¿Podemos hablar de esto mañana? –Entonces podre decirte que todo es sobre ti…

-Claro que sí, gracias por la confianza.

-No hay de que, lo mismo digo… hablando de eso. Tu sueño…

-Olvídalo, no estás tan de suerte.

-¡Rayos! –Suelto una risa. Tenía que intentar…- En ese caso, nos vemos mañana, es hora de dormir.

-De acuerdo, hasta mañana.

¿Por qué siempre es tan indiferente de repente? ¿Por qué me importa tanto? Duramos un momento en la bocina sin decirnos nada, hasta que él colgó.

Un momento.

Acabo de darme cuenta de lo que acaba de suceder.

Acabo de decirle a Adam Sky sobre mi problema. Acabo de decirle que, de hecho, me gustan los chicos. Y mi decadente interés en las chicas. Y tengo mañana una cita no especificada con él para aclarar mis dudas. Bueno, de una forma es… liberador.

Claro, es horrible el hecho de que fui débil, y revelé mi secreto. ¿Pero fue realmente debilidad? ¿No me tomó mucho trabajo contarlo?

Me siento libre. Siento el peso desvanecer un poco, y eso es gracias a Adam Sky. Si George confía en él, no tengo porque dudar yo. Y puedo decir que estoy deseando que sea mañana para hablar sobre todo con Adam.

 

*************** 

Llegué a la universidad y me dirigí directamente a la cafetería, con los chicos. Hubiera preferido, claro, estar con George solamente, para contarle todo lo que pasó. Y, bueno, conoce a Adam más que yo. Podría venirme bien un consejo. Pero todos los demás están aquí. Incluso Michael.

Eso me recuerda… vaya sorpresa. No estamos con el grupo de amigos de Adam ahora. Bueno, excepto por ese chico. Pero está aquí simplemente por Cara. Mi pregunta es porque Cara está con él. El chico parece un idiota.

Quiero decir… No. Realmente quise decir eso. Cara es tímida, sí, pero es muy linda, y puede hacerlo mucho mejor. Pero supongo que le gustan los chicos serios, como Michael.

No puedo hablar sobre Adam delante de todos, pero eso no hace que dejé de pensar en él. Al menos tuve mi momento a solas esta mañana mientras hacía ejercicio. Como que enloquecí un poco esta mañana cuando recordé lo que había dicho la noche anterior pero también recordé que fue por una razón. Así que hago todo lo posible para permanecer calmado hasta hablar con Adam. Ansío hablar con Adam.

Se hace un poco tarde y nos dirigimos a clase finalmente. En las escaleras, vemos a Adam con Anna (nombre que ahora nunca olvidaré), Grace y Erika. Cara se emociona un poco cuando ve a las chicas. Parece que estamos formando un grupo grande de personas. Al menos a Cara le agradan las chicas amigas de Adam.

Nos confundimos entre una multitud formada por todos cuando comenzamos a saludarnos. Saludé a Adam, pero parecía distante, volvió rápidamente junto a Anna.

¿Qué pasó ahí? ¿Tan rápidamente ha olvidado lo de anoche… o las semanas anteriores?

Tengo que conocer con lo que me estoy metiendo poco a poco. Y para este punto, sé que Adam opera de una manera rara.

Y ahora está abrazando a George. ¿Qué rayos?

Lo tomaré como un castigo por no abrazarlo yo. Oh, bueno…

Brenda me toma del brazo, pero no le doy importancia. Veo a Adam verme de una manera despistada. Me gusta Adam. Es cuidadoso. Si no fuera porque lo veo siempre no hubiera notado la manera en que me mira.

Veo a George y Adam dejándose de abrazar. Así que retiro mi brazo del agarre de Brenda y le dedico una sonrisa, que sé claramente está viendo.

¡Hoy es el día, Adam!

En el salón de clase, nos sentamos como es costumbre. El pretendiente de Cara al menos volvió a su antiguo asiento, en lugar de estar pegado a Cara.

Pero bueno, si pudiera estar junto a Adam probablemente lo haría. No lo juzgo… tanto.

Leonardo nos dio un examen hace poco tiempo. Ha estado gritando cada que alguien se pone de pie desde entonces, hace que me ponga nervioso. El primero en ponerse de pie fue Adam. Después sus amigos Anna y Edwin. Supongo que los tres son listos.

 Solo quiero terminar mi examen en paz. ¿Y por qué es tan largo? Es examen sorpresa y ni siquiera los exámenes de verdad son tan largos.

George comienza a querer llamar mi atención. Volteo con cuidado, no estoy seguro si me llama a mí. Pero claramente me está llamando. Me señala una pregunta en el examen. La ultima. ¿Quiere que le diga la respuesta? Ya debería saber que hago todas las preguntas en orden. Por eso siempre me demoro.

Volteo a ver la última pregunta después de un momento. Y me doy cuenta de lo que dice.

Si lees esto, actúa rápido, entrega esto inmediatamente y no importa tus respuestas, ¡tendrás un 100! (solo las primeras 7 personas)

Bueno, ya van tres personas ahí. Y con George y conmigo somos cinco.

-¡CUATRO!

El pretendiente Cara se pone de pie y se pone enfrente del salón. Donde veo, están todos los que han entregado el examen. Bueno, creo que es obvio que algo está pasando. Empiezo a guardar mi lápiz en mi mochila antes de ponerme de pie.

-¡CINCO!

¿En qué momento Cara se levantó tan rápido e inmediatamente entregó el examen al profesor? Viendo que voy contra reloj y solo quedan dos lugares me pongo en marcha. Noto a George y compartimos una sonrisa que dice “casi jodidos”.

-¡SIETE! ¡Es suficiente! Todos pasen sus exámenes a la última pregunta, ahí está su sorpresa.

Salimos del salón poco tiempo después. He estado al lado de Adam un buen rato. Como recordatorio de que estoy aquí, y de que no pienso ir a ningún lado por mucho rato.

George sugirió que hiciéramos algo. En el momento en que Michael sugirió que fuéramos abajo por algo, George le cerró la boca de una manera no tan hostil. Pero agresivo al fin y al cabo. Al menos no soy el único que piensa que el chico es un idiota.

-Suena genial. –Dice Adam, refiriéndose a salir juntos- Pero tengo otras cosas que hacer.

-¿Cómo qué? –Pregunta George.

-Ya sabes, ir al gimnasio con Ed, a ejercitarme. –Contesta Adam en un tono grave y gracioso.

Levanta su brazo para mostrar los músculos que no tiene, pero supongo lo hace con fines de comedia. Su cara es lo que dice.

-Oh, no hay problema por eso Adam, ya hemos ido a correr en la mañana. –Dice Edwin a su amigo- Además, no tienes que ir todos los días al gimnasio, puedes tomarte el día. De todas formas yo tengo cosas por hacer, así que… los veré el viernes de todos modos.

-Yo también tengo que irme, tengo tareas pendientes. –Dice Cara- Así que, nos vemos.

Uno a uno, todos comienzan a dejarnos solos. Es casi como si todo se pusiera a mi favor el día de hoy. Incluso salimos temprano por esa pregunta final en el examen. Bueno, todos se han ido menos George.

-Bueno, chicos, parece que solo somos ustedes y yo ¿Qué quieren hacer? –Dice George, sujetándonos a ambos, Adam y yo, uno de cada extremo de su cuerpo.

-Lo que ustedes quieran. –Contesta Adam.

-¿Mi casa? –Ofrezco rápidamente. Cuando George y yo nos juntamos, bueno, son más veces en mi casa que en la suya.

-No, siempre vamos a tu casa. –Contesta George. Suficientemente justo.

-¿Tú casa?

-Su casa.

-Mi casa es aburrida. –Se defiende Adam.

-No, no lo es. Y tu madre es adorable. ¿Tendrá comida? –Dice George.

-No lo sé.

-¡Averigüémoslo!

Nos dirigimos al estacionamiento, y ya sé que debo seguir a George todo el camino, pues no sé llegar a casa de Adam. Bueno, me preocupo por aprender de memoria este camino. Siento como que lo necesitaré. O haré necesitarlo.

Llegamos rápido a casa de Adam. De nuevo veo el vecindario que parece acogedor y amigable. Entramos por la puerta principal, y pienso de manera divertida que pareciera que no tengo que tocar nunca para conseguir entrar.

En la sala de la casa está su padre. Fumando delante del televisor. Su madre parece estar en la cocina. No entramos ahí, pero su padre si nos ve. Adam fue a saludar a su madre en la cocina.

-George. Tenía mucho sin verte. –Dice el padre de Adam.

-Señor Sky. –Responde George, con una simple sonrisa.

¿Qué rayos? Realmente lo aman aquí.

El señor Sky pareciera, de repente, mirarme fijo. Oh. ¿Espera que me presente?

-No te he visto a ti.

-Esteban Wilde. –Digo.

Me mira fijamente. Luego da una sonrisa mientras mantiene su cigarrillo entre los labios.

-Brad Sky.

Fue un momento incómodo. Mientras Adam nos subía por las escaleras hacia su habitación, puedo jurar que George tenía una sonrisa burlona por mi comportamiento.

Una vez que llegamos a la habitación, Adam nos deja por un momento. Primero nos deja jugando videojuegos. Me siento como un niño. Pero bueno, ciertamente hay un dicho que dice que los hombres somos como niños. ¿No?

Aprovecho de nuestra privacidad momentánea, para pediré a George que se vaya algo temprano, porque necesito hablar con Adam. Me muestra una sonrisa de burla, y acepta inmediatamente.

Pasa poco tiempo, y ya estoy acostado, ni siquiera me di cuenta cuando me quité los zapatos. Adam llega con algo de frituras y una botella de soda.

-Puedes dejar la comida ahí y cerrar la puerta. –Dice George, haciéndose el gracioso.

Está cama es pequeña. Me siento algo incómodo tan cerca de George. Y delante de Adam. Me enderezo.

La tarde se pasó realmente rápido. Jugamos mucho y de todo un poco. Me gusto el juego de luchas. ¿Cuándo era mi próxima practica? No estoy seguro de ir. Si hay algo importante, Roy me ayudará.

Ya que estamos ahí, en un momento George decidió tomarnos una foto. Le encanta presumir. O le gusta recibir su atención.

Le dije a Adam, de manera muy silenciosa que aun teníamos asuntos por hablar, solo como recordatorio.

Aun así el tiempo pasa, y no veo ningún avance para estar a solas con Adam. Ya fumamos mucho también. El cuarto apestará cuando salgamos. Mando a George un mensaje rápidamente. Ni siquiera puse texto. No quería ser obvio delante de Adam. Escribí letras a como pude. George entendió.

-Chicos, lo siento. Tengo que irme.

-Claro. Descuida. –Responde Adam.

Me pongo de nuevo mis zapatos y bajamos a despedir a George. En el camino, veo que sus padres siguen aquí. Es increíble como esas cuatro paredes me hacen sentir tan seguro. Tan pronto veo a su padre, pongo mi cuerpo duro de nuevo, como si estuviera siendo visto por el entrenador, o algo así.

Llegamos a la calle, y despedimos a George. Nos quedamos un momento en silencio. Ningún vecino de Adam parece estar presente. Sus padres deben seguir adentro. No tengo mucho de qué preocuparme. Aun así no sé cómo empezar. Tengo miedo. Podría simplemente fingir que no dije nada. Pero lo dicho ha sido dicho, y debo continuar con mi plan.

¡Bendito seas, George! ¡Mira en lo que me has metido!

-Así que, ¿también te vas? –Pregunta Adam. ¡No!

-¿Bromeas? ¡No! Finalmente podemos hablar. –Contesto

Adam pone sus manos dentro de sus bolsillos. Toma un respiro demasiado grande. Enserio, debe estar pasándola mal. Quizá no le gusto, quizá ni siquiera quiere tener esta conversación conmigo.

¿Pero todas las veces que lo atrape mirándome? ¿Su manera de actuar? Antes de que habláramos, por lo menos. Parecía tan seguro.

Quizá ahora me conoce mejor, y decide que no soy material para él. Al menos se acerca a un fin. Posiblemente sea la razón por la que no me sigue e juego cuando me pongo atrevido dentro de los mensajes. Simplemente no capturo su atención de esa manera. No más.

Le ofrezco una salida.

-¿Estás bien? Mira, no quiero ser una molestia y si no te gusta hablar de esto…

-No, no. Está bien. –Contesta, sonriendo- Bien, cuéntame tus dudas, pequeño saltamontes.

Bueno, no tomó la salida. ¿Es una buena señal?

Se suponía que le diría como me siento con él. Quizá debería empezar de la misma manera en que lo hice anoche. Hablar sin mencionar su nombre.

En la casa de Adam, junto a la calle, hay una barda que marca el inicio de la propiedad. Me invita a sentarme junto a él. Lo obedezco.

Me doy cuenta que no hemos pasado mucho tiempo a solas. Juntos. Estas ocasiones puedo contarlas con los dedos de una mano. Entre mi creciente desesperación y miedo, me doy el tiempo de apreciar el momento.

-Bueno. Ya sabes lo que me pasa, te lo explique todo anoche. –Digo.

-Bueno, pero dime, ¿qué sientes cuando estás con este chico? –Recuerda que hablo de unchico. Mi listo Adam…

No mío. Aun. Solo el listo Adam.

-Bueno, es raro, siento como que quiero tocarlo… -Respondo- Pero es como si sintiera que está mal, pero se sentiría bien, ¿entiendes?

-No. –Contesta, riendo.

Bueno, supongo que no estoy siendo muy claro, debido a mis nervios.

-Siento como que quiero hacerlo pero sé que no sentiré satisfacción inmediata, pues es algo nuevo para mí. ¡Y ni siquiera sé si me gusta!

-¿Él o los hombres?

-Los hombres en general. –Admito.

Quiero decir, estoy seguro que siento algo por Adam. Me gusta. Me provoca cosas. Pero… no sé.

-Mira, ese es tu problema, porque cuando te gusta algo, te gusta y ya. ¿Sabes? Como tu comida favorita. –Dice.

Oh, Adam… ¡Por supuesto que no es así! ¿Cómo puede comprarse algo tan complicado como la sexualidad, con un simple gusto en comida? Mi hermana, como psicóloga, estaría ofendida de esto. Pero supongo que Adam nunca se ha sentido confundido en su vida. Aunque claro, George sigue diciéndome que por haber dudado, ya algo debe de estar pasándome.

-Pero no siempre como mi comida favorita. –Respondo finalmente después de buscar la respuesta más sabía, pero no agresiva, a su argumento- Sería muy aburrido.

-Esa es una típica frase de un bisexual. –Bromea.

Oh, aquí vamos de nuevo… ¿Y si tiene razón, igual que George? Posiblemente soy bisexual y ya, y hago todo un embrollo de esto. Quizá simplemente aprecio la belleza humana. Bueno, debo apurarme a mi asunto con Adam.

-Siento que quiero besarlo. Besarlo como he besado a muchas chicas, pero no sé… -Admito.

-Bueno, solo hazlo.

Volteo a ver Adam, y comienzo a estudiarlo. Tiene barba de días. He visto crecer esa sombrea de barba poco a poco cada día de la semana, Dios sabe. Estoy tan obsesionado con él. Me pregunto si  realmente entiende que estoy hablando de él, o simplemente me sigue la corriente. Quizá está siendo noble, y realmente pensó que vine solo por la plática sobre mi sexualidad, y no para él.

Sus ojos notan algo, puedo verlo. Ahora comienza a ver la manera en que lo veo. Su rostro parece comprender todo ahora. Se acerca a mí. Me siento tieso. Cierra sus ojos. Doy una rápida mirada al vecindario. Nadie nos ve. Aun así…

Pero si no es ahora. ¿Cuándo?

Mis labios tocan los de Adam por un momento.

Un glorioso momento. Algo que nunca había pensado hacer, pero creo que siempre había querido hacerlo acababa de suceder. Se siente como un regalo de Adam para mí. Besar a un chico es diferente. Su ligera barba pica un poco. Estoy consciente de mi sonrisa cuando lo veo.

-Bueno, eso fue…

-Besas como una niña. –Interrumpe.

Lleva su mano a mi cuello. Inesperado. Diferente. Fuerte. Y, bueno, experimentar nuevas experiencias nunca le hace daño a nadie. Y parece convertirse en mi lema desde ahora.

Su barba pica, pero me gusta. Siento su vello facial en mi rostro. Nuestros labios se encuentran conectados. Podría fácilmente acostumbrarme a esto. Incluso a la parte de él aplicando fuerza en mí para que no me vaya. Siento, a través de este beso, lo mucho que lo ha ansiado.

Todos lo que conocía se esfuma hoy. Cada estándar parece no tener sentido ahora. Siento a Adam ansioso, de la manera en que yo he estado con chicas. Le doy el consentimiento de seguir más allá.

Con nuestros labios ahora abiertos, besándonos con extrema decisión, encuentro la experiencia exquisita. Sigue aplicando fuerza, atrayéndome más y más cerca de él. Como si fuera a ir a algún lado. Como si estuviera protegiéndome de huir. ¡No pienso ir a ningún lado! No puedo pensar en un mejor lugar que este. Ni un mejor momento que ahora.

Nos separamos. Maldita sea. Tan solo se despega y ya extraño su rostro junto al mío.

¿Qué es esto que percibo en el rostro de Adam? Vaya, si no es nada más que satisfacción. Pero no parece la clase de satisfacción a la que estoy acostumbrado ver. Está feliz de haberme satisfecho. Mi sonrisa me delata. Y su respuesta a mi sonrisa lo delata a él.

-¿Cómo estuvo eso? –Pregunta.

Vaya, Adam tiene un lado coqueto, además de su lado serio. Y frio y distante. Y el despistado.

-Diferente… Excelente –Contesto. No estoy sobrevalorándolo.

Bajo mi mirada. Estudio su figura. Fantaseo un poco sobre volver a la seguridad de las cuatro paredes de su cuarto y hacer algo mejor. Me conformo con besuquearnos por ahora.

Pero ahora solo me acerco a su rostro. Esperando otro beso, si se me permite tal lujo.

-¡ADAM! –Dice una voz.

¡¿Qué demonios?! ¿Todo este tiempo estuvo ahí, la madre de Adam, observándonos?

¡¿REALMENTE NOS VIO¡!

Me siento paralizado. Quiero que la maldita tierra me trague. Quiero no haberme fijado en…

Miento. No cambio ese beso por nada. Simplemente estoy muy asustado. A mis veintidós años, me siento como un niño de ocho. Adam, por el otro lado, luce solo un mejor que yo. Observándolo, puedo ver su rápido cambio de postura, su rápido cambio en el tono de voz. Improvisa. Es como estar de nuevo en la Facultad de Artes. Me siento en el teatro, con mis amigos los actores.

Bueno, Adam ha estado actuando para sus padres toda la vida. Supongo que aprendemos una cosa o dos.

-¿Sí, mamá? –Pregunta Adam, con un envidiable e impresionante tono seguro.

-Cuando tu amigo se vaya, tú y yo tenemos algo de qué hablar.

¡Acabo de joderle la vida a Adam Sky!

Notas finales:

Espero les haya gustado el capítulo. No olviden dejar su comentario, y si les gusto, dar a favoritos y seguir el fic.

Para los que ya leyerón Fools in Love, les tengo una sorpresa: ¡Subiré el capítulo de Robyn que les había contado! Se sitúa en el final del año (una hermosa coincidencia), dirá un poco de lo que pasa en la segunda parte del fic. Y se habla un poco de la historia de Robyn.

Como es un adelanto que no tiene nada que ver con Secrets, haré otro fic con ese unico capítulo. Como es de temática heterosexual, lo borraré despues de un tiempo:p para no tener problemas con la cuenta.

Lo subiré cuando suba el proximo capítulo.

!Hasta la proxima!


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