Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secrets por Fer_the_human

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Lamento la tardanza. Pero la universidad comenzó:( De todas formas me las arreglo para escribir cuando puedo. Y bueno, un nuevo capítulo acabo.

Espero sea de su agrado. Denle a favorito o siganlo si les gusta. Si es tu primera vez aquí, puedes leer Fools in Love. Es la misma historia contada por el otro protagonista.

Bueno, sin mas que decir, ¡Disfruten la lectura!

Noto un poco de dolor en mis puños. Están rojos por el contacto con la cara del chico, y tienen un poco de sangre también.

Logré pegarle de nuevo, y derramar más sangre en el piso, antes de que Al se pusiera en medio de ambos y me detuviera.

-¿Qué rayos te pasa Wilde? –A diferencia de sus palabras, su voz parecía calmada.

-Se acercó molestándome. –Digo- Y comenzó a golpearme.

-¡Cómo si no soportaras unos cuantos insultos! –Dice Al.

-¡Y después comenzó a golpearme! –Repito, defendiéndome.

-¿Qué te pasa a ti? –Al dice al chico.

Puedo ver vergüenza en su rostro. Pero no sé si está apenado de la situación, o que lo haya dejado así.

Debe ser lo segundo, porque se parece solo un poco a mí. Y yo no siento vergüenza alguna.

Al calma al chico, y le dice que fácilmente puede hablarle sobre este incidente al entrenador, y posiblemente quedaría fuera del equipo. La verdad no sé si eso es posible, pero suena probable. Lo suficiente como para dejar al chico pensando. El chico terminó por irse.

Y Al siguió conmigo. ¿Pero que debía hacer? Según Al, se suponía que simplemente debía inmovilizarlo y tranquilizarlo. Claro, el chico logra agredirme y yo simplemente logro torcerle un poco el brazo. Claro que no.

Pero me disculpo, porque, para ser honesto, si pude haber manejado mejor la situación. Como Al dice, se supone que el deporte calme los arranques de coraje. Para eso es. Y no lo hice. Al termina por irse. Yo me dirijo al baño para lavarme las manos antes de ir a casa.

El viernes por la mañana, después de desgastar energía corriendo, llegando a casa continúo golpeando el saco. Necesito sacar cada gota de estrés o ira que pueda tener. Quiero cansarme. Después de todo, ésta noche veré a Adam. Y tenemos que hablar largo y tendido.

Papá dijo que mañana por la mañana tengo que asistir a un desayuno familiar, por parte de la empresa. También me comentó que mi hermana pensaba visitarnos está noche, pero le dije que ya tenía planes. Aceptó. Quizá hubiera pensado en faltar al club, pero dado que hoy iríamos con Adam, no podría.

En la universidad no hago contacto con Adam. De nuevo. Pero decido no tomarle importancia, lo veré está noche después de todo.

Conté sin importancia el incidente de ayer con el chico de lucha a Thomas y George. Pero ellos no lo tomaron así.

Thomas primero se emocionó. También George. Entonces George terminó regañándome. Thomas igual, dijeron que todos tenemos arranques de ira, pero debemos comportarnos. Pero, como bromeó Thomas, al menos es una buena historia para contar a los nietos.

Brenda se acercó a mí. Eso sí fue sorpresa.

-Lamento lo ocurrido la semana pasada. Dijo- Preferiría no hablar de eso. Pero seguimos siendo amigos. ¿No?

-Claro. Dije.

La hora llegaba. Me sentía algo nervioso. Claro, he hecho un gran avance con Adam, pero no sabría cómo acercarme hoy. ¿Qué le diría? Parece molesto, así que supongo que hablarle como si nada hubiera pasado es una oferta ya expirada.

Me pongo una camisa azul. Pantalones y botines. Decido tomar un taxi para llegar al club. No quiero batallar con estacionamiento hoy. Ya me las arreglaré para volver. Me despedí de todos en casa antes de venir. Mi hermana, cuñado, y sobrino acababan de llegar.

Cuando llegué al club, Brenda ya se encontraba ahí. Se veía linda en ese vestido que era una especie de color morado. Algo ciruela. Veo que le gustan esa gama de colores. También la he visto usando rosa, y luce linda.

La saludo amablemente. Con ella finjo que no pasó nada. Y que no me besó. Es lo mejor para todos, incluyendo a Adam.

George no tarda en llegar con los demás. Mis ojos viajan directamente a Adam. Usa una sencilla camisa negra. Pero me gusta. Se acomoda a su figura. Y me gusta su figura.

Extrañaba esto. La emoción de ver a Adam. Me siento emocionado. Y nervioso, y quizá con solo un poco de miedo. Pero vuelvo a ver a Adam como lo veía antes. Puedo decir que ya superé el problema de Louis. Y que recuperaré a Adam.

-Nos llevará una eternidad entrar. Quizá debamos ir a otro lugar. –Comenta Adam.

-Oh, nosotros no hacemos fila. –Dice George.

-¿Qué?

-Eso no es necesario, nunca. –Dice Brenda.

Me provoca algo de gracia. Pero recuerdo que es la primera vez que Adam viene con nosotros al club.

Si bien el club es algo demandado, nosotros nunca tenemos que esperar para entrar.

Me dirijo a la puerta. Mis amigos me siguen, como es costumbre. Agradezco que sea un portero conocido el que se encuentra en la entrada.

-Oye, Alex, soy yo, Wilde. –Digo.

Alex me ve. Da, muy a su manera, una sutil sonrisa y se hace a un lado, para dejarnos pasar.

Me siento solo un poco satisfecho al ver que Adam está algo impresionado. Noto, también, que George está hablando con él. Debe estar explicándole la situación. Que nunca hacemos fila porque mi papá y el dueño del club son amigos y eso.

Me pregunto si, en este punto, puedo sorprender a Adam como cuando quiero impresionar a una chica. No lo creo. Creo que Adam me conoce mejor que eso. Y yo también lo conozco a él. Se ofendería de tan solo sospechar que es un ligue más. Al menos eso pienso.

Suerte que Adam no es solo un ligue más.

Alex debió haber mandado alguien para que nos atendiera. Un chico nos lleva a una mesa. Es agradable. Me da ternura ver a Adam bajo este nuevo ambiente. ¿No suele salir a clubes con sus amigos? Su rostro estudia el lugar. Es eso, o no está acostumbrado al buen trato.

Una vez sentados, el whiskey que George encargó llegó enseguida. Y nuestra noche comenzó.

Entonces me percaté de un pequeño problema en el perfecto plan para llegar a Adam: estamos en público.

Y posiblemente no sería tan malo si tan solo nos encontráramos nosotros solos en ésta mesa. Posiblemente con George, para las sospechas. Y para sus consejos.

Pero no. También se encuentran Cara, Brenda y Thomas.

El pensamiento de beber para tomar valor cruza mi mente. Pero lo desaparezco al instante. Bebo despacio, y tranquilo. No quiero que Adam piense que, si le digo algo hoy, no estoy en mis cinco sentidos. Me preparo bien para que no tenga una excusa esta vez.

-¡Queremos bailar! –Dice la voz de Cara, sacándome de mis pensamientos.

-Consigan un chico. –Contesta George.

-Ya tenemos chicos aquí, bailen con nosotros. Vamos, Adam. ¿Bailarías? –Pregunta Brenda.

-¿Con cuál de ambas? –Pregunta Adam.

-Tiene razón. –Dice Cara- Veamos a ver que conseguimos.

Adam contestó de una manera seria. Más de lo habitual. Sin esa sonrisa en su rostro. De hecho, no lo he escuchado reír ni visto sonreír en toda la noche. ¿Se encontrará bien?

Después de un momento, un camarero gay se acerca a nosotros. Noto que es gay porque… bueno. Estereotipos. Que en este caso parecen aplicar.

Lo veo sonreír estúpidamente. Y no sé si es para mí, o para Adam. Y espero que no sea para Adam.

No puedo evitar sentir un alivio cuando llega con su mejor cara seria y se dirige a Thomas. Después, al ver el rostro serio de Thomas que ocultaba nerviosismo, solo quise reír.

-¿Se les ofrece algo más? –Pregunta el camarero.

Veo a George con mi misma expresión, pero él la expresa. Mitad queriendo reír, mitad sorprendido.

-No. Estamos bien. –Responde Thomas. Serio. O más bien tieso. Realmente quiero reír.

Pero es una buena señal. Creo. No es así con Adam. Adam le agrada de verdad. Aunque claro, Adam no intenta acosarlo.

-¿Están seguros? ¿Otra botella, quizá?

-Estamos bien, gracias. –Responde de nuevo Thomas.

-Cualquier cosa, solo llámenme.

En el momento en que el camarero se fue, la risa que todos estábamos guardando se hace presente. A través de Adam. Bueno, al menos ríe.

-Lo arruinaste. –Dice.

Se lleva un cigarrillo a la boca. De alguna manera, la forma en la que la detiene en sus labios llama mi atención. Ahora mi atención está en sus labios y no sé cómo sentirme al respecto.

Adam me gusta con demasiada fuerza. ¿Cómo es que alguna vez llegué a dudar?

-¿Qué? ¿El camarero? –Pregunta Thomas. Adam asiente- Viejo, no tengo problemas contigo, enserio. Pero viste que tan cerca se puso, se dirigió directo hacia mí. Y bueno, yo no…

-¿Por qué actúas como si me hubieras ofendido? –Interrumpe Adam, riendo y exhalando humo.- Me refiero a que, por haber actuado con miedo, le despertaste un interés. Reza porque no venga cada cinco minutos. Acabas de hacer que nos acompañara en nuestra noche. –Concluye, con una sonrisa burlona en su rostro.

-¿Tú crees? ¿Ustedes hacen eso?

¿A quiénes se refiere Thomas con “ustedes”?

-Bueno, yo lo hago. Es divertido, pero no es como que todo homosexual en la tierra lo haga, eso es ofensivo, Thomas. –Bromea Adam. Como sólo él puede. Hasta yo reaccioné más ofendido que él.- Pero es más que obvio que él reaccionó así.

 -Pero, por qué. ¿Qué hice? –Responde Thomas.

Encuentro algo cómico en esto., al ver la reacción de Thomas. ¿Cómo es que levanté interés en otro hombre? ¿Luzco gay?

-Picaste el anzuelo. –Contesta Adam.- Supongo que ustedes nunca lo hacen porque nunca nadie se pone nervioso con ustedes. Pero, por ejemplo, en la secundaria cuando veía que un chico tenía miedo de mí, o se ponía nervioso con mi presencia, le jugaba bromas o me burlaba con mis amigos porque, bueno, es gracioso. Es como tomar un homofóbico y tomar ventaja de eso. Una pequeña venganza, si lo quieren ver así. –Explica, encogiéndose de hombros- También puede que te confunda con un gay reprimido. Pero descuida, yo me encargaré si llega muy lejos.

Ahora Adam dijo “ustedes para referirse a la población heterosexual de chicos. No sé si lo hizo con motivos de burla.

Presto atención a todo lo que ha dicho Adam. ¿Picar el anzuelo? ¿Responder nervioso? Por lo que sé, Adam puede haber usado todo eso en mí. El problema, es que yo si tengo interés en los hombres. Y caí.

Bueno, pero al principio de… esto. Tuve que hablar yo. ¿No?

A todo esto. ¿Al final quien intento ligar a quién?

-¡Eres un maldito genio del mal! ¡Ese es mi chico! –Respondió George riendo, referente a lo que dijo Adam. Vuelvo a la realidad.

Bueno, Adam es todo un caso. Pero me gustó la parte donde tomaba ventaja de un homofóbico para ponerlo incómodo. Como mi madre viendo a unos chicos besarse. O cada vez que ve algo así en la televisión.

Adam volvió a ser serio. A pesar de que George y Thomas mantenían la placita activa. Apesta no poder preguntarle qué pasa. ¿Aceptaría ahora que lo consuele? Bueno, también es horrible no saberlo. Quiero arreglar las cosas con Adam, inmediatamente. ¿Cómo voy a saber si funcionaremos o no?

Adam se disculpa para ir al baño. Un poco de silencio se hizo presente entre nosotros. Para mi sorpresa, fue Thomas quien rompió el hielo.

-¿Qué la pasa a Adam? Se comporta algo extraño.

-Lo sé. ¿Verdad? –Responde George.

-Quizá ha sido una semana fastidiosa. –Digo.

-Y salió con Louis, ¿no? Posiblemente le afectó. Ya sabes, no estar juntos y esos. –En realidad, ese comentario me afectó más a mí.

-Para nada. –Contesta George.- Bueno, me dijo que no quería nada con él.

-A veces es difícil decirle que no a alguien que no quieres lastimar. Y, tú sabes, son amigos y eso.

-De hecho lo es. Mira Esteban. No ha dormido desde la semana pasada pensando en Brenda.

Thomas ríe de la broma de George. Yo intento ocultar mi sonrisa, pero realmente fue gracioso. Al menos George hizo que cambiáramos el tema.

Las chicas llegan un momento después. ¿De qué reíamos? Nada en absoluto. Reímos un poco de nuestro chiste privado. Cara y Brenda no entendieron.

Thomas, en medio de la charla, le dio a Brenda algo de droga. Ésta dijo que estaba pasando un buen rato, y no la necesitaba, pero de igual forma la conservó. Las chicas nos cuentan que tuvieron que regresar porque un idiota intentaba ligar con ellas.

-Iba detrás de Brenda. –Dice Cara.- Posiblemente no estaría tan mal si no hubiera parecido un idiota.

-Besas a Michael. No puedes criticar a los idiotas. –Dice George.

Puedo decir que queremos comenzar a reír. Pero no sabemos cómo lo tomaría Cara. Hasta que responde.

-Tú eres el que ha estado en el celular toda la noche. Idiota mandilón. Apuesto que es por la amiga de Adam, Robyn.

-No he estado en el celular toda la noche. –Se defiende George.

Entonces su celular que se encontraba junto a su vaso de whiskey se ilumina. Un nuevo mensaje había llegado.

-¿Es Robyn? –Pregunta Cara.

-No.

-Genial. No contestes entonces.

-Bien.

Ambos, George y Cara, se miran directo a los ojos. Cara no puede evitar comenzar a reír. Thomas también. Él comienza a decir es Robyn, lo demás lo seguimos. Riendo, George tomó su celular y contestó algo rápidamente. Obviamente era Robyn.

Y así como así, comenzamos a ser igual que siempre. La noche se puso un poco mejor para todos. La verdad es que, después de un momento, mi mente viajo de nuevo, de vuelta a Adam.

Volteo para buscarlo. Ha pasado algo de tiempo, después de todo. Y simplemente se supondría que iría al baño.

Veo la barra. Ahí está Adam. ¿Por qué está ahí solo? Se pierde de un buen rato.

Una idea cruza mi mente. Podría ser perfecto. Puedo fingir que voy al baño, e ir a la barra con Adam. Posiblemente esté molesto, pero resulta mejor que estar sentado, esperando que cualquier cosa suceda.

Entonces algo sucede. Veo que un chico le habla. ¡Otro chico! Justo cuando acabamos de pasar el problema con Louis. Adam parece no quererlo. George sigue mi vista. Vemos que el chico toma su brazo. Adam luce molesto.

Todos en la mesa siguen riendo, y no notan la manera en que me pongo de pie. Me siento molesto. ¿Quién se cree que es?

George me sigue. No sé si como refuerzo, o no quiere verme haciendo una estupidez. ¿Está siendo mi amigo o una niñera?

Me siento molesto. George va delante de mí. Estaba siendo una niñera.

-¿Dejaste de ser una nena? –Escucho decir al chico. ¿Qué exactamente estaba proponiéndole a Adam?

-¿Este sujeto te está molestando, Adam? –Pregunta George, robándose mi línea.

El chico con el que está Adam tiene el pelo solo un poco largo. Noto algo de sombra de barba, pero nada de bigote, por lo que supongo es algo intencional. Viste de negro. Completamente negro. Igual que George, lleva una chaqueta de cuero color negro.

Adam mira a todos lados. Ve a la mesa en dónde estábamos. También nos ve a George y a mí. ¿En qué está pensando?

-No puede molestarme. Él no puede hacer nada.

El chico ríe. No sé definir si de manera burlona. La puedo describir como una manera agresiva. Ruidosa. Sin preocupación. Me enoja.

Entonces Adam comienza a reír también. De una manera más tranquila. Como es él. Un tranquilo tornado de emociones.

-Chicos, él es Jason, mi… ¿Qué éramos? –Dice Adam. Riendo. Ha estado bebiendo un poco, puedo decirlo.

-Adam y yo somos viejos amigos. –Responde el tal Jason, dirigiéndose a nosotros.

-Sí, claro. Amigos. –Adam ríe- Bruto.

-¿Estás bien, entonces? –Pregunta George.

-Eso creo.

-Adam, déjame comprarte una bebida.

-Que sean dos, Jason.

¿Qué se supone que es esto? ¿Está aceptando que un extraño lo ligue? ¿Dónde me deja esto a mí?

Adam toma ambas bebidas, una vez que son servidas. Con una sonrisa en su rostro se dirige a mí. Pero no sé si es una sonrisa de broma a Jason. Siendo cómplice conmigo. O simplemente hace lo que se le pega la gana, y eso lo hace sonreír.

Me dio una bebida a mí. La otra la bebió rápidamente. ¡No debería haberlo hecho! ¿No sabe que no se aceptan bebidas de extraños? ¿Es la primera vez que sale a un club?

El chico Jason tiene una mirada de pocos amigos, después de ver lo que Adam hizo. Entonces comienza a reír. Claro, ya se conocían. ¿Es así la manera en que se llevan?

-Jason, está muy bien eso de un reencuentro y todo, pero vine con ellos, quizá en otro momento.

-Al menos déjame tu teléfono. –Pide Jason a Adam.

-Mejor dame el tuyo.

Después de ver como Jason obtenía el celular de Adam bajo un truco barato que consistía en tomar su celular para marcar su número, así teniendo una llamada perdida, nos dirigimos de nuevo a la mesa.

Y de repente me siento algo valiente. Detesto la idea de Jason alrededor de Adam. La verdad, es que detesto la idea de un chico con interés en Adam alrededor de él. Pero pongo un nombre y rostro al concepto. Ese tal Jason. Porque sé que la insistencia que vi en él, la imagen que me hizo ir tras Adam, no era predecesora de una simple charla. ¿No había intenciones en él? Aprecio la poca privacidad con la que contamos ahora. No me da pena que George esté aquí.

-¿Un viejo amigo? Adam ¿Quién era ese tal Jason?

-No estoy hablando contigo, Esteban. –Responde.

Bueno. Fue directo.

-¿Por qué? ¿Estás molesto?

-Sí.

Adam se aleja rápidamente. Veo como Brenda le ofrece una bebida, y él acepta gustosamente. Se incorpora con los demás.

-En realidad no está enojado. –Dice George.

-Viejo, acaba de decirlo.

-Pero mintió. La semana pasada estaba molesto y te golpeó. –Ya había olvidado eso. ¿Por qué recordarlo?- Está huyendo. No tengo idea de que tenga, pero no está molesto.

Llegamos a la mesa. Sorprendiéndome, Adam habla más. Hace más bromas. Todos ríen de manera natural. Excepto yo. Yo actúo un poco. Porque no puedo creer la inestabilidad en Adam esta noche. Es como una jodida montaña rusa. ¿Soy el único que lo nota?

Incluso sacó a bailar a las chicas. Y no parece nada serio. Agradezco que no está bailando con Jason al menos. Tengo miedo. Parece como si todos le ofrecieran a Adam algo que no puedo. Recuerdo a Louis, e imagino que Jason decide venir por Adam. ¿Lo detendría? ¿Cómo lo explicaría, delante de Thomas, Brenda y Cara?

-Quiero bailar un poco. –Dice Thomas.

-Tú nunca bailas. –Digo. Con un tono algo burlón.

-Lo sé. Pero ellos parecen divertirse.

Volteo a ver a Adam y las chicas. Sí, parecen tener un buen rato.

-También quiero bailar, vamos Thomas. –Dice George, poniéndose de pie junto a Thomas.- ¿Vamos, Esteban?

-Solo hay dos chicas. –Digo.

Con Thomas distraído, George me guiñe el ojo. Sonrío, porque en medio de la situación, la verdad si encuentro divertido el hecho de que yo estaría con Adam.

Veo a George bailar con Cara, y Thomas bailar con Brenda. Entonces Adam se dirige hacia acá. Rechazando a Jason, quien está en la barra. Lo noto porque sigo la mirada de Adam. De alguna forma eso me hace sentir bien.

Una vez aquí, se sienta un poco alejado de mí y comienza a beber. Vi un intento de mirada molesta, pero justo después, cuando cree que no lo veo, la más natural de las muecas de incomodidad salió de su rostro. Jugaré tranquilo, de todas formas.

-¿Por qué estás molesto? –Pregunto.

Claro, creo entender la razón. Pero necesita desahogarse. O necesito escucharlo de él. Ambos tenemos motivos para estar molestos. ¿No podemos simplemente olvidarlo y ya? Simplemente quiero besarlo.

-Eres tan idiota. Negando. Fingiendo…

Al menos dice algo. ¿Qué es exactamente lo que estoy negando? ¿Y fingiendo? Si se refiere a mi sexualidad… bueno, él ya sabía que iríamos lentos con eso.

Iríamos. Me siento idiota. Ya cuento con un nosotros.

Adam se pone cerca de mí. Demasiado cerca. Estudiando su rostro, veo la manera en que me mira. Es algo nuevo. Sé que le atraigo, como él me atrae. Pero no habíamos mostrado nuestro interés de tal manera. ¡No en público!

Me siento nervioso, por la exposición en la que me encuentro. Y lo peor del caso es la excitación que siento, al tener a Adam tan cerca, y tan hambriento de mí, como yo estoy de él.

¿Qué solo lo beso cuando no estoy en mis cinco sentidos? ¡Eso es basura! La noche de la fiesta quería estar con él, posiblemente por la hora y el alcohol. Igual le hablo y mando mensajes a altas horas de la noche, que es cuando puedo y cuando pienso en él. Pero claro, ahora es más que un interés físico solamente. Y es la misma manera en la que él se acerca a mí.

Entonces, es como si notara mis pensamientos con tan solo ver mis ojos. Como si entendiera mis sentimientos. Debe tener un sentido de empatía extremadamente desarrollado. Nota la incomodidad en la que estoy. ¿También notara lo mucho que deseo un beso, y lo excitado que estoy?

-Te gusto. Y lo sabes. –Dice.

¡Pero eso ya había sido dicho abiertamente entre nosotros!

Los chicos vuelven. Ríen por alguna broma que compartieron antes. No la comparten con Adam o conmigo. George se interpone entre Adam y yo. Y yo que quería al menos aprovechar la situación para estar junto a él.

Adam parecía bajar, de la cima de la montaña rusa en la que se encontraba. No comprendo que le pasa, pero me preocupa. Solo me gustaría que no estuviera nadie entre nosotros. Quiero estar solo. Tengo debilidades, y la gente es mi debilidad. No puedo consolarlo, si no sé qué le pasa. Me siento extraño. Me doy cuenta de los sentimientos que he desarrollado por Adam. Todos embotellados, hasta que la situación los saca a flote. Como ahora. Simplemente quiero que me deje estar con él.

Por otro lado, como Adam dijo, el mesero que resulta ser admirador de Thomas vuelve. Nos ha cortado la plática varias veces. Deja de ser gracioso ver la reacción de Thomas, empieza a ser incómodo para todos.

Incluso en su apatía, Adam parece ver que esto está mal. Hace una mueca. Y toma a Thomas del brazo. Me siento algo celoso. A mí nunca me ha tocado así. Susurra algo a Thomas.

Veo que mira a un punto. Volteo, para ver que el acosador de Thomas vuelve. Hasta que se queda de pie. Sonríe tímidamente, levanta sus manos e inmediatamente da media vuelta.

Gracias, puedo leer en los labios de Thomas, con una extraña sonrisa. Bueno, mi chico de alguna forma supo hacer que ese chico se fuera de aquí. Sin siquiera espantarlo con fuerza física. Eso es nuevo. Noto que Thomas le da un vaso a Adam, como en agradecimiento.

Después de un momento, Cara le pidió a Thomas que bailara con ella. Lo convenció a duras penas. Más que un simple cliché, donde a las chicas les gusta bailar, la verdad es que a Cara le encanta hacerlo.

Y Brenda me pide que baile con ella, justo después. Vamos, quiero decir, sí somos amigos, pero… bueno, no veo nada oculto en su rostro. Quizá simplemente quiere bailar. Quiero decir, como amigos. Poniéndome de pie, volteo a ver a Adam. Soy un mandilón. ¿Puedo bailar con mi amiga Brenda, Adam? Él me sonríe, así que sé que está bien.

¿Qué fue eso? Pensé que estaba molesto. Cuando ve que noto la manera en que me sonríe, voltea su rostro. George tiene razón. No está molesto.

Llegamos al medio de la pista, como Brenda me dirigió. Empieza a bailar alrededor mío, debido a mi falta de interés en esto.

-Sabes que no bailo bien. –Digo.

-Son tonterías. Bailas bien. –Contesta Brenda.

Y hemos bailado antes, así que fingir no sirve de mucho.

Brenda está a espaldas mías. Nunca sé lo que pasa con ella, en su mente. Y no es que me importe. Lo que me importa es que no crea que tenemos algo. Mucho menos ahora. El efecto que Adam tiene en mí.

-Lamento lo sucedido. –Digo- No corresponderte. Ya sabes.

Digo esto con mi mirada en Adam. Platica con George. Al menos George está de mi lado, creo. Me dirá que sucede con Adam.

-Esteban. No. No hablemos de esto. –Dice Brenda.

En medio del baile, me voltea. Mi espalda está hacia Adam y George. No quiero esto. Me las arreglo para volver a ver a Adam.

-Escucha. Simplemente seamos amigos. Nada pasó. ¿Puede ser así?

-Es exacto lo que quiero. –Digo.

Ella sonríe. Aunque en realidad lo decía a manera de monologo. Quiero que esto no haya pasado. Quiero volver a la fiesta de George. ¿Esa mañana, despertando a Adam, y recibiendo caricias y besos? Bueno, fue genial. Y no he tenido satisfacción así de nuevo. Lo mejor fue esa mañana. Y lo peor, cuando nos despedimos sin saber que él estaría conmigo.

Cara se acerca a Brenda y a mí. Y pide que la acompañe al baño. Ellas lo hacen, y Thomas me dijo que tendría que ir al baño también. Ellos siguen avanzando mientras yo llego a la mesa.

Y ahí tengo una terrible imagen presente. George habla con Adam. Adam luce mal. Enfermo. Como cuando te levantas con nauseas. O una resaca realmente mala. George también lo mira de manera extrañada. ¿Qué tanto pasó?

-¿Te sientes bien? –Pregunto.

Adam mira directo a George. No creo que me note. Lo mira extrañado. Le contesta, directamente a él, que no se siente bien.

-¿Qué pasa? –Pregunta George esta vez.

Adam no parece reaccionar. Solo se queda callado. Tiene una mirada extraña hacia George. Como si su pregunta hubiera sido estúpida.

-¡Adam! ¿Estás bien? –Pregunta George de nuevo.- Dios. Estás sudando. ¡Pero ni siquiera hace calor!

Adam me dirige una mirada a mí. No sé por qué. ¿Le da pena estar así delante de mí? A mí no me importa. Estar aquí, en un punto donde no se comunica conmigo es horrible.

-Te ves mal, Adam. –Continúa George.

-Te aseguro que me siento peor. –Dice Adam.- Quizá solo necesito vomitar.

Adam se abraza a sí mismo. Tal vez es eso. Quizá si necesita vomitar.

-Estás un poco borracho, ¿no? –Digo.- Estás bien. –Eso último fue más para clamarme a mí mismo.

-No bebí para emborracharme. Y el alcohol no hace esto. –Me dice.- He bebido antes. No soy idiota. No es por el alcohol.

-¿Entonces? ¿Qué está mal? –Pregunta George. Un poco preocupado, pero tranquilo.

-Lo que sea que te haya comprado ese tal Jason. –Pienso en voz alta- ¿Lo bebiste?

-Sí. Pero no creo que haya puesto nada, te di el otro vaso a ti.

-Yo no lo bebí. –Admito. Yo dejé la bebida ahí.

Entonces no hay nada que discutir. Ese estúpido de Jason, de seguro puso algo en la bebida de Adam. Para… ponerlo de humor, o lo que sea.

George levanta del brazo a Adam. En estas situaciones, supongo que todos pensamos igual. Estamos igual de enojados con Jason, como con Adam por aceptar bebidas sin pensar. Pero al menos yo se canalizar mi enojo, y lo hago hacia Jason.

Llegamos a la barra, donde Jason se la ha pasado toda la noche, supongo. Hasta luce como una triste escena. No importa, lo hago voltear. Su rostro delante del mío.

-¿Qué hiciste? ¡¿Qué le diste?!

-Wow, tranquilo. No sé de qué hablas –Responde Jason. Tomando mis manos para que lo suelte. Ignoro la invasión a mi privacidad, de alguna forma se sintió así. Me molesta su indiferencia.

-Adam está mal, solo míralo. –Dice George.

Los chicos llegan. Como si George hubiera dado esas órdenes a todos ellos, lo obedecen. George les explica la situación, como de repente Adam parecía sentirse mal. Él parece molesto de tanta atención. Jason también escucha toda la explicación de George.

-Lo siento, pero yo no hice eso. Adam, yo no haría tal cosa como meter algo en tu bebida. –Explica Jason.

Basura. No le creo. Lo que me da coraje, sobre todas las cosas, es que haya pensado en Adam. De todas las personas en el club. Como si fuera un bar de baja. ¿Hacerle esto a Adam? ¡Y negarlo!

-¡Mentiroso! –Digo, algo exagerado. No me importa.

Empujo a Jason. Lo veo caer de espaldas a la barra. Por su mirada, puedo decir que está sorprendido. Y apenas estoy comenzando.

-Oye, oye. ¡Oye! –Un cantinero que no había notado estaba cerca, apareció. Creo que todo este tiempo ha estado aquí.- Él dice la verdad, yo estaba aquí, preparé los vasos y vi como el chico los tomó. Siempre me aseguro que nadie inserte nada en las bebidas, nos haría una mala reputación. Aunque claro, algunos se pasan de listos. Déjame ver al chico.

George acerca a Adam al cantinero. Es una escena curiosa. Me siento idiota, por acusar a Jason. Realmente quiero desquitarme con Jason. Si Louis no me quitó a Adam, no dejaré que este lo haga.

-¿Notaron cambios de humor? –El cantinero pregunta.

-Él se veía callado. Luego empezó a bailar y estaba más animado, después volvió a ser callado. –Contesté, quizá algo rápido.

-¿Tomaste algo, chico?

-Nada fuera de whiskey. Quizá solo necesite vomitar. –Responde Adam. Él insiste en solo vomitar. Pero también dice que no es por el alcohol.

-Pues no creo que lo solucione, pero se te pasara. –El camarero volteo hacia nosotros, dejando a Adam de lado.- Le dieron algo para levantarle el ánimo, si saben a qué me refiero, y parece que se está reprimiendo. Mírenlo, parece un niño viendo un juego nuevo al que no lo dejan jugar. Lo mejor será que se vaya a casa.

Con esto dicho, todos ven a Adam. Entendiendo que era hora de que nos fuéramos. Brenda se pone junto a él. Parece que lo aprecia un poco. Siento como Jason se acerca. Lo siento porque estoy celoso de él. Escucho como le desea que se sienta bien, y que lo llamará.

Nos dirigimos a salir. Hacíamos planes de cómo nos iríamos, pero George estuvo de acuerdo que puede dejarnos a todos, con tal de no lidiar con la discusión de los planes.

Me despido de Alex, como es costumbre. Nos dirigimos al auto de George. Dejamos que Adam entrara primero. Entonces el cae. Es una suerte que estuviera en el asiento. No debió dolerle. Con mucho cuidado, entro para cargarlo. Bueno, todos lo cargamos. Está recostado en el asiento trasero. A mi izquierda, Brenda y Thomas sostienen sus pies. Cara está en el asiento del copiloto. Yo sostengo su cabeza.

-Chicos, lo siento mucho. –Comienza Brenda.

-¿Qué pasa? –Pregunta George al volante.

Cara, Thomas y yo, volteamos con atención a Brenda.

-Adam realmente me agrada… -Comienza- Estoy segura que no fue la única que lo vio serio. Incluso decaído.

-Sí. Lucia mal. –Dice Cara- Quizá triste.

-¡Exacto! Y bueno… yo puse algo en su bebida.

-¿Hiciste qué? –Pregunta George.- ¿Cómo pudiste Brenda? Te pasaste esta vez.

-Lo siento. Lo sé…

-No puedes hacer que la demás gente consuma sin su consentimiento. –George la interrumpe.

-Lo sé. Realmente lo siento. Pero, no entiendo… nunca me pongo así.

-De hecho… -Comienza Thomas- Yo… yo también puse algo en su bebida.

-¡¿Qué?! –Pregunto. También Cara.

-Sí. Lo lamento. Es que parecía tener un buen rato, y después… simplemente tuvo una decaída. Quise animarlo un poco.

-Posiblemente por eso se comportó tan raro. –Dice Brenda- ¿Tú que le diste?

-¡Están fuera del punto! –Digo- ¿A quién le importa que drogas usaron? Estuvo mal. Es la primera vez que sale con nosotros solos y ya tiene una mala experiencia.

-Y posiblemente la única ahora. –Dice Cara- Vaya, a mí sí me agradaba…

Me siento molesto. Pero ignoro la situación, y el hecho que están al lado mío. Con cuidado que no me vean, volteando hacia afuera, acaricio el cabello de Adam. Todo el viaje.

*************************

Todos se han ido. Estamos simplemente George y yo. Thomas se disculpó mucho más que Brenda. Lo hizo incluso saliendo del auto. Me encuentro donde estaba. Ahora veo libremente a Adam. Incluso aquí, medio enfermo, no es difícil ver la belleza en él.

-No podemos llevarlo así a su casa. –Dice George.

-Lo sé.

-Puedo llevarlo a mi casa. O podemos quedarnos en mi vieja casa.

-Puede quedarse conmigo. –Digo.

-Viejo, estas enfermo.

-Lo digo enserio. –Digo- Mis padres son más descuidados que los tuyos. Estará bien.

George me mira con una mueca. Algo sarcástico. Sonriendo. Entonces acepta. El celular de Adam vibra. Noto que tiene llamadas perdidas. Espero no hayan sido hace mucho tiempo.

-Es su madre. –Digo.

-Dámelo.

Le doy el celular a George. Porque, claro, los padres de Adam confían ciegamente en él. Y lo aman.

-¡Hola señora Sky! –George enciende el radio. Encuentra una estación que este tocando música dance o electrónica y sube el volumen demasiado. –Bueno, él está en el baño. Dejó su celular… No se preocupe. De hecho, podría quedarse a dormir en mi casa. ¿No cree? –Después de una pausa, George ríe- Claro que sí, señora Sky. Nos vemos luego. Le diré a Adam.

George termina la llamada. Me devuelve el celular. Lo meto, a cómo puedo, en los pantalones de Adam. No que haya sido molesto… George baja el volumen del radio.

-Qué vergüenza que te llame tu mamá.

-Tiene solo diecinueve. –Digo. Aunque, la verdad no recuerdo cuando mi madre dejo de llamarme para ver donde me encontraba.

El celular de George suena. A como puede, contesta.

-¿Hola? Sí… sí, mamá, ya voy a casa. –Después de un momento cuelga. Y empiezo a reír.- Cállate ya, idiota.

Adam hace un ruido. Volteo a verlo. Es como un bebé, descansando y molesto por los ruidos. Me da gracia. Entonces veo que despierta. Sigo acariciándolo.

-¿Estás bien? –Pregunto.

-¿Estamos solos, verdad? –Pregunta. Sin contestar mi respuesta antes.

-Nosotros y George. –Respondo, sonriéndole. Es lindo.

Entonces sonríe de vuelta, pero no es una sonrisa común y corriente. Está contento, de ser libre de hacer lo que quiere.

Se endereza un poco. Siento su peso contra mí. Cuando me doy cuenta, estamos contra la puerta del coche. Me besa con pasión. Como solo él puede y sabe. Me hace sentir, de nuevo, las cosas que solo me ha hecho sentir él.

La feracidad con la que besa. Su lengua jugando dentro de mi boca. Saboreando cada parte de mí… entonces, no se detiene ahí. Comienza en mi cuello. Me besa duro. Siento como juega con mi pierna. No teme en tocarme. Está casi en mi entrepierna…

¡Solté un jodido gemido! Tomé aire, y ese sonido salió de mí. Pretendía suspirar.

-¡Viejo, no! –Interrumpe George. Estaba tan perdido en Adam, que casi olvido en donde estamos.

Adam, sonriéndome, pero de una manera más tierna, me besa en los labios. Cálidamente. Desconozco su intención. No importa, seguimos dirigiéndonos a mí casa.

George debatió un poco, pero Adam, en su estado, dijo que sabía comportarse. Y quería ir a mi casa.

Y aquí estamos. Dirijo a Adam con cuidado. Me abraza, no sabiendo esperar. Una vez aquí, siento la realidad atacar. Adam está mal. Drogado. Tomado. Y maldita ironía… no en sus cinco sentidos.

Esta noche, lo llevaré a la cama, solo para que duerma.

Con Adam besándome el cuello por detrás, de alguna manera extraña, muy apenas me las arreglé para llegar a mi habitación sin hacer ruido. Una vez aquí, no tengo mucha idea de que hacer. Mando a Adam a la cama. Él se acuesta… está excitado, puedo decir. Se sienta en la cama.

-Adam, debes dormir… -Digo, a su lado.

Pero me interrumpe. Comienza a besarme. No es que no aprecie esto, pero parece ser el peor momento posible.

Lo peor es que es difícil resistirse a él. Comienza a tocarme. El torso. El pecho… me quita la camisa.

-Adam, no…

-Cállate. –Dice- He…querido…hacerlo…toda la noche. –Su frase fue dicha entre besos. Comenzando en mi pecho y recorriendo un camino hacia abajo.

Encuentro placer en esto, obviamente. Pero reúno mis fuerzas para alejarme. Le pido a Adam que se acueste. Él desabrocha su camisa… Maldita sea. Me preguntaba que había debajo de su ropa. Y no estoy decepcionado.

Bueno, ahora soy yo quien fue a besarlo. Fui débil. Pero solo un momento. Le quito su camisa, y ahí me doy cuenta de la dirección de esto. Y no quiero tener sexo con Adam mientras está en este estado. No está pensando. Se ve mal. Se siente mal.

Desabrocha mis pantalones y de alguna forma se las arregla para quitármelos, mientras me besa justo arriba del elástico de mi bóxer. Siento una pequeña mordida, me excita. Y siento su mano recorrer la erección que no notaba que tenía.

-¡Suficiente! –Digo, en voz baja, pero alarmado- Durmamos.

-No. –Dice. Sus ojos viéndome. Tengo que voltear hacia abajo para verlo.

Dios. ¡Qué vista!

-Sí. Mañana estaremos juntos de cualquier forma. –Contesto.

Levanto la sabana y me acuesto debajo. Adam, con mirada traviesa, me sigue. Me comienza a besar, acurrucado. Es excitante, pero me las arreglo para manejarlo. Al menos nos besamos. Mucho. Y puedo tocar un poco. Es difícil, pero no llevo esto a nada más. Y no dura mucho antes de que Adam se quede dormido.

Entonces me doy cuenta, que según lo que el cantinero del club dijo, yo debo ser el juguete con el que Adam no tenía permitido jugar.

Lo quiero decir en el mejor sentido. Adam quería hacerlo toda la noche. Lo que sea que le dieron Brenda o Thomas, lo puso… de humor. Posiblemente combinación de ambas sustancias.

Y solo quería hacerlo conmigo. Me desea, como yo lo deseo. Y estando en ese estado, fue capaz de manejar su deseo.

Puede que piense de manera narcisista, o simplemente estoy siendo positivo, pero la única razón lógica por la que puedo pensar que Adam haya hecho eso, es porque sabe la clase de persona que soy. Ni siquiera puedo aceptar un beso o caricia en público. Iríamos lento con esto. Y, bueno, él se aguantó por mí. Esa es mi idea.

Y mi conclusión es, que sobre todas las cosas, Adam vale la pena para mí.

Notas finales:

Espero les haya gustado. Dejenme su comentario, pues su opinión me importa.

Lamento haber tardado. Espero actualizar pronto. Al menos cada dos semanas.

*Adam describe en Fools in Love que no recuerda como llegó a casa de Esteban. Bueno, aquí Esteban nos explica lo sucedido esta noche:p

Si les gustó, denle favorito y sigan el fanfic.

¡Nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).