Capítulo 1
Fase uno… la razón
El que un chico te persiga puede ser extraño, más cuando era el tranquilo e inocente Lee Taemin… nunca se cansaría de buscar cualquier pretexto para ver a su hyung favorito… Kim Jonghyun…
-¿Podrías dejar de seguirme?... ya te he dicho que no quiero nada contigo.
-Pero hyung nuestras familias dicen que tenemos que casarnos.
-No me importa…
Y de nuevo Jonghyun tenía que salir de su clase de deportes por decima vez antes de darle una golpiza al niñato ese.
La escuela era lo bastante grande como para que el castaño pudiera perderse un rato. Camino unos cuantos metros, le desesperaba el no poder llegar a sus clases de música, todo por la idea de Taemin de que tenía que estar con él para cumplir los deseos de sus padres. Patrañas, eso era lo que pensaba el chico.
El aire que se respiraba en la parte alta del edificio, era de total calma… hasta que escucho un sollozo
-Pero… ¿Por qué te vas?- Jonghyun podía escuchar claramente la voz gruesa de un chico. Camino con cuidado hasta detrás del muro. – Me estas dejando solo- ahora parecía como si le estuviese llorando a alguien…
Escucho claramente como los sollozos se hacían más y más fuertes conforme se acercaba a esa parte de la azotea.
-De acuerdo vete. Déjame solo. Pero ni siquiera pienses que podrás acercarte a Yoogeun. Ninguno de los dos te necesitamos…
Jonghyun sentía algo extraño al escuchar esa voz tan perturbada…
Camino el poco tramo que faltaba para llegar pero antes de llegar solo pudo ver a un chico alto y de pelo negro con los ojos rojos y un celular en sus manos… este parecía dispuesto a irse pero Jonghyun solo pudo articular palabras cortas
-¿estás bien?- sí, eso fue todo lo que el castaño había dicho…
-Que te importa…
Esa respuesta había sido seca y venenosa para la vista de Jonghyun.
-Solo quería ayudarte-
-¡No necesito ninguna ayuda!
Y sin más Jonghyun sintió como el chico alto lo empujaba contra el suelo y salía corriendo.
El más bajo dio un respingo y decidió simplemente levantarse. Eso se saca por buena gente.
-Ese chico esta demente- dijo sacudiendo sus ropas empolvadas por la caída. Pero su vista se concentro en un objeto color azul. Guio su mano hacia esa cosa y pudo observar que eso era un celular.
Antes de siquiera poder decir algo el celular estaba sonando.
Dudo entre contestar o no, pero ya era la quinta vez que el “Ring Ding Dong” sonaba… normalmente la gente se cansa a la tercera vez.
Su cabeza no pudo procesar la información y cuando se dio cuenta ya estaba contestando esa llamada.
-Minho por favor tienes que perdonarme, no fue mi intención… sabes que tu y Yoogeun son lo más importante que tengo, no me dejen. Por favor vuelve donde Changmin hyung
Jonghyun estaba con la boca abierta. Ese chico parecía estar llorando en la otra línea telefónica.
-Changmin, no creo que Minho quiera saber de ti.
-¿Quién demonios eres? ¿Y por qué contestas el celular de Minho?
-Jonghyun. Soy su amigo y él está muy dolido, ah olvidado su celular… pero si él no te pide verte no lo obligues. No quiero verlo sufrir.
Fue lo único que pudo decir. Y minutos después pudo reaccionar.
-¿¡QUE CARAJOS ACABO DE HACER!? – se quería quitar su cabello. Mierda. Mierda… ¿por qué dijo eso!!!?....
-Con ese carácter no dudo que has hecho una estupidez… - giro su cabeza y pudo encontrar a su hermanastro, Kibum.
-Cállate tonto.
-¿Me dirás quien es Minho?- dijo ajustando su chaqueta negra que combinaba con su cabello rubio y de raíces negras.
-¿Por qué preguntas si hice algo, si ya lo sabe?
-Porque quiero confirmar- dijo como si fuese lo más obvio.
-Pues si, Minho es mi amigo y por lo visto no quiere perdonar a Changmin…
-Nunca te había escuchado hablar de el- Dijo Kibum soltando una risilla.
-Pues es mi amigo y lo respetas- dijo Jonghyun saliendo de la azotea y dirigiéndose a su próxima clase.
Con ese relajo lo único que podía hacer era estudiar. Si, aunque fuese un niño mimado Jonghyun no podía fallar en los estudios.
-Terminaras mal con esto enano- dijo Kibum bajando el también unos minutos después.
Las clases pasaban interminables pero eran soportables. Jonghyun por alguna razón no podía sacarse de la mente a ese chico llamado “Minho”.
-Necesitaran hacer un trabajo en equipo. Lo necesitare para el próximo mes….
Jonghyun simplemente seguía en su mundo. Parecía que ese chico había caído en su mente como en un pozo profundo para no salir.
-Y al final Jonghyun trabajaras con… Lee Jinki…
¿Quién era Lee Jinki? Su respuesta estuvo cuando vio a un chico castaño sonriendo al lado del profesor.
-Claro
Un momento, que era el trabajo. Tonto Minho lo estaba distrayendo demasiado.
El timbre sonó y el chico bajo decidió buscar a el tal Jinki.
Era el receso de una hora así que podía buscarlo en la cafetería.
Tuvo que pararse sobre una banca para poder verlo. Estúpida estatura parecía que nunca estaría de su lado.
Barrió con la mirada hasta encontrar a esa melena café. Pero casi se cae de esa banca al ver con quien estaba. El destino no lo quería.
-Minho…
-¿Me vas a decir si ese chico de primero, te gusta o no?
-Ahh!- su grito había hecho que casi todos los alumnos le miraran extrañados. No era normal ver a Kim Jonghyun gritar desde una banca mientras su hermanastro menor le sujetaba el brazo. Se había asustado.
-Kibum
-¿me lo dirás? ¿Me dirás si te gusta ese chiquillo Minho?- dijo Kibum haciendo un puchero.
-Te cuento en la casa. Tengo que hablar con Jinki espera.
Y dejo a su hermanastro sin más y se dirigió a la mea donde por fin pudo ver porque Jinki abrazaba a Minho. Pero grande fue su sorpresa cuando Jinki se levanto y dejo solo al chico.
Minho estaba recostado en la mesa, parecía dormir. Jonghyun sonrió. Parecía un niño pequeño. Camino sacando el celular de su bolsillo trasero y por algún motivo decidió agregar su número propio en los contactos. Cuando le dio a “guardar contacto” siguió caminando.
Toco tímidamente el hombro de Minho, pero le sorprendió cuando el alto se sobresalto dejando ver sus ojos rojos.
La respiración del chico estaba acelerada. Pero algún motivo Jonghyun no pudo reaccionar más que abrazar a ese chico que parecía indefenso.
-No llores Minho- se sorprendía de que esas palabras salieran de sus labios pero Minho parecía tan débil que no pudo hacer otra cosa, pero su sorpresa creció mas cuando sintió los brazos de Minho rodearle la espalda y su cuello siendo humedecido… por las lagrimas del chico.