<Capitulo 19
Minho sintió algo en su pecho cuando vio a Jonghyun salir con ese semblante furioso.
Esa era la realidad y aunque costara enfrentarla no dejaría que lo volvieran a lastimar.
Salió de su casa con la cabeza baja, apago las luces y pudo seguro a su casa. Camino para encontrarse con Jonghyun a mitad del pasillo.
-¿Ya estás listo?- la voz del mayor parecía forzada.
-Sí. ¿Y Yoogeun?- se alarmo cuando no vio a su hijo…avanzo un paso para ver en la casa de Amber pero…
-Omma!
Avanzo de más por el susto, pero su rostro se ruborizo cuando cayó, más al ver sobre que había caído. Alzo la mirada para encontrar de nuevo esos ojos cafés que agitaban su corazón.
Sintió como los oculares de Jonghyun analizaban su rostro y por alguna razón no soporto y acerco sus labios a los del mayor. Se sentía realmente bien esa sensación de calidez. ¿Estaría bien olvidar un rato el dichoso trato?
-¿Estás bien?- la voz de Amber le despertó de su ensoñación. Se paró rápidamente del castaño y le ayudo a pararse. Su hijo solo reía.
-Sí. Solo fue el golpe. Minho, Yoogeun… la familia nos espera. Adiós Amber – dijo Mientras cargaba al niño y tomaba la mano de Minho para caminar.
Minho sintió ese calorcito que no sintió cuando Jonghyun salió de su casa. Miro a Amber en forma de despedida y esta le sonrió mientras metía a Sulli a la casa.
-Conoceremos la casa de Appa!!- dijo Yoogeun emocionado subiendo al carro de Jonghyun.
-Yoogeun tengo que ponerte el cinturón- dijo Jonghyun mientras ponía el cinturón del sillón especial.
-¿Le pusiste un asiento de seguridad?- Minho estaba sorprendido.
-Claro, es parte de la seguridad…ahora ¿Cómo se pone?- su sorpresa se convirtió en sonrisa al ver al castaño con un instructivo.
-Déjame mostrarte- aparto las manos de Kim para acomodar justamente a su hijo quien solo reía.
-¿Cómo sabias?
-Soy su Omma… si ya está instalado el asiento me es fácil de poner- y dando una rápida explicación se sentó en el asiento del copiloto.
-De acuerdo, en marcha.
Minho por alguna razón se sentía algo nervioso todavía. Es más, ahora creía que su enojo de hace rato fue por sus nervios. Demonios parecía un loco…
Ahora solo sentía que no le caería bien al señor Kim, por una cosa o por otra…
____
-Minho, ¿Qué alegría tenerte por aquí?- la madre de Kibum recibía gustosa al chico de ojos grandes que cargaba a su hijo.
-Vienen a la cena cariño.- la voz de JongWoon se hizo presente en la sala. Minho solo se pudo poner más nervioso.
-Buenas noches señor Kim- Jonghyun rio de ternura al ver como su prometido hacia una venia exagerada y sus mejillas se ponían rojas.
-Pero bueno, pasemos de una vez al comedor. ¿Puedo cargarlo?- los ojos de la mujer brillaban por cargar al bebe. Este solo la miraba curioso.
-Claro- hizo una pausa mientras susurraba algo a su hijo…
-¡Abu!- grito de repente el pequeño y la mujer sonrió plenamente mientras cargaba con cuidado a Yoogeun. Y se fue con él mientras Minho bajaba la cabeza al verse con Jonghyun y el padre de este.
- Andando Minho. Mi hijo ya ha hablado conmigo, no tienes por qué temerme. – el pelinegro alzo la vista
-Pero…
-Nada de peros, tu eres el Omma de mis nietos así que eres bien recibido en esta familia.- Minho sonrió por la calidez que le daba su ahora “suegro”.
JongWoon le brindo una sonrisa confirmando esa paz y el pelinegro giro el rostro a su prometido. Se tranquilizó con solo esa sonrisa tan pacifica que le dio el mayor.
La cena había pasado en plena alegría. Al parecer la cena era para que el padre de la casa conociera a Minho y al niño, puesto que Jonghyun se había encargado de susurrarle al oído un “ella no lo sabe aún”, mientras Kibum relataba una experiencia en su día a sus padres.
Yoogeun se veía feliz de estar con la familia de Jonghyun.
-¿Cómo nacen los bebes?
Todos en el comedor callaron. Minho estaba que lo llevaba la vergüenza.
-bueno pequeño, existen dos métodos. Pero tú debes saber que en Francia existe una pequeña cigüeña la cual si tu envías un recado puede traer un bebe. Pero le cuesta mucho cargar un bebito en su pico y tarda nueve meses en llegar a su destino. Mientras ella se encarga de que la Omma guarde mucha energía en su pancita mientras come.
-¿Por eso se inflan?
-Exactamente-
Minho alzo la mirada cuando la señora Kim corrió a su ayuda. Yoogeun había entendido, lo sabía por la sonrisita traviesa que tenía.
-Omma!... necesito que comas muuuuchooo
-¿Por qué lo dices pequeño?- el señor de la casa parecía divertido al ver al chiquillo hablar.
- Porque Appa prometió un hermanito.
Ambos padres Kim rieron, menos Kibum quien casi se atraganta con su jugo de naranja y los dos padres de Yoogeun que estaban más rojos que un tomate.
-Abu!, ¿tienes la dirección del cingua… ese señor con pico?
-Yo le doy el recado Yoogeunie, pero de tantos pedidos no responde muy rápido.
-Escribiré una carta llegando a casa… - Minho rio pues sabía que los escritos de Yoogeun solo eran rayas y mas rayas
-Minho, ¿puede quedarse este pequeño en la casa? Claro que tu también.
-Mañana es domingo supongo que está bien. Pero quiero hablar con Jonghyun esta noche…
-Claro hablar…- La señora Taeyeon hablo en coro.
El rostro de Jonghyun era un poema al ver como su madre decía eso con cara pervertida.
-Mi amor… ¿Quieres quedarte con mis padres y con el tío Kibum…- dijo Jonghyun a su hijo. Este asintió emocionado, conocía al chico de pelo amarillo y ahora a la señora de la cigüeña.
-Entonces subimos a acostar a Yoogeun- dijo Minho rápidamente parándose y cargando al niño. Ya todos habían terminado de comer.
-Regresamos en un momento. —dijo Jonghyun mientras tomaba al chico alto por la cintura.
Caminaron en silencio hasta que Jonghyun se detuvo en una de las habitaciones para niños que tenía en su casa. Su madre era dueña de una fundación y dejaba que algunos niños se quedaran en casa. Desde los tres a los nueve años. Yoogeun grito de alegría cuando vio unos juguetes de Power Rangers. Minho dijo que era su serie favorita.
-¡¡Pero tengo que escribir la carta!!- el pequeño pataleaba para no acostarse en la cama. Era la segunda vez que corría por la habitación.
-Pero puedes hacerlo mañana. No es cosa que urja.- Minho corría tras su hijo, tanto que se había cansado y la habitación le daba vueltas. Tuvo que sentarse en la cama para no caerse.
-¿Estás bien?- Jonghyun tomo a su hijo y se acerco casi corriendo hacia el menor.
-Solo es un mareo- dijo Recostándose en la cama, recuperando la visión.
-Te traeré un vaso de agua- dijo Jonghyun casi saliendo de la habitación.
-No, estaré bien- intervino Minho.
-¿¡Se movió el piso de nuevo omma!?... appa tiene que cuidarte- dijo Yoogeun casi bajándose de los brazos del castaño.
-¿De nuevo?- Jonghyun ya se estaba preocupado.
-Solo son por correr tras este diablillo- dijo Minho jugando con las mejillas de su hijo.
-Perdón omma!...- Yoogeun abrazo a su omma, creyéndose culpable.
- no es tu culpa.