Otro mes había pasado. Minho ahora dormía como un oso. Aunque para Jonghyun eso era un respiro pues durante todo el tiempo anterior Minho comía a reventar durante las noches. Y no se quejaba pero sus pequeños le hacían correr hasta la tienda más próxima a su departamento.
-Appa, Omma está durmiendo de nuevo. Juega conmigo.
Dejo su trabajo de lado mientras tomaba a su hijo. Desde hace dos semanas le había propuesto a su padre el trabajar desde casa. Y para su fortuna era más rápido que en una oficina. Cuidaba a Minho durmiendo y a su hijo comiendo o jugando con él. En fin parecía perfecto.
Ahora él era el encargado de que Jinki no perdiese la cabeza.
Desde que Kibum se fue de Corea él había prometido tanto a Minho como a su hermano que cuidaría a Jinki. Las chicas le ayudaban a cuidarlo en su casa y él tenía que darle apoyo. Ambos estaban en una situación parecida.
Camino con sigilo por el departamento mientras escuchaba la risita de Yoogeun detrás de la cortina y veía sus pequeños pies. Tanteo el terreno para sorprender a su hijo y que este empezara a reír en cuanto él le hiciera cosquillas.
-Te atrape pequeño. – Sonreía mientras abrazaba a su hijo y este igual le abrazaba. Se sentía tan bien el estar con su hijo. Poder verlo crecer.
-Saben si son así todo el tiempo, nos pondremos celosos.
Alzó el rostro para ver a un Minho recién levantado con unos pantalones de dormir y una playera muy grande que le dejaba la panza a sus anchas.
-Omma! Appa! Omma ya despertó.- Dejo a su papa en el sillón mientras corría hacia el pelinegro para que este dejara su lugar recargado en la esquina del pasillo.
Jonghyun sonrió. Ya tenía su familia hecha. Sin pensarlo se levantó mientras caminaba, tomaba el rostro de Minho para besarlo y tomar a su hijo por los aires para besarle la cabeza.
Si, él era feliz.
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Pero como la felicidad no puede ser completa.
-Ya me arte de que siempre me eches en cara lo de Jonghyun.
-Tuviste la oportunidad de atarlo. ¿Por qué no te acostaste con el cuándo pudiste?
-Madre, deja de desear que me prostituyera. Yo no quería y no lo iba a hacer.
-Dejaste que ese cualquiera tuviera un hijo de Jonghyun. Sabes lo que eso significa, que esta familia se ira al diablo.
-Está hecha una mierda desde que tengo conciencia.
Y pronto Taemin sintió su rostro arder mientras soltaba sus brazos cruzados para tomar su mejilla ahora adolorida.
-Cállate Taemin. Soy tu madre.
-No lo pareces. Pero ¿sabes? Me alegra que yo sea el causante de que Minho este con Jonghyun y con su hijo. Porque ellos se quisieron desde niños y por tu culpa por tu perra culpa hiciste que se alejaran.
Porque solo el sabia la verdad de todo. Sabía y recordaba la infancia de todo. A pesar de que solo tuviese 5 años en ese entonces, recordaba todo.
-Yo solo quería tu felicidad.
-Querías el dinero de los Kim. Pero ni liándome a Jonghyun lo lograrías.
-Cállate y lárgate a tu cuarto ahora, ya me colmaste la paciencia.
Cerró los puños mientras dejaba a su madre en el comedor. Sus pasos eran rudos.
Azoto la puerta en cuanto su cuerpo estuvo dentro de su cuarto. Lanzó su cuerpo contra la cama. Demonios, su familia se estaba rompiendo día con día.
Tenía que decirle la verdad a Jonghyun e irse de Corea. Aun si tuviese que dejar su pequeño trabajo en la clínica.
Tomo su laptop. Ya solo faltaban unos meses para que el cumpliera la mayoría de edad. Quería decir la verdad.
Escucho los suaves golpes contra la madera de la puerta. Susurro un adelante. Era más que claro que era la clave que tenía con su nana. Dos toques arriba y abajo cuatro en línea. Seis golpes y la única mujer que él quería como madre apareció.
-Estoy aquí pequeño.-La mujer susurro mientras le abrazaba y el lloraba en su pecho.
-Solo cuatro meses nana. Tengo el dinero listo. Solo ese tiempo y nos iremos lo prometo.
-Mi amor, tengo más razones para estar en este país.- Taemin alzó la cabeza ilusionado
-Yo te ayudo. Por favor nana. Solo quiero alejarme de ellos.
-No estás listo para esa verdad.
-Nana. Tengo casi 18 años. Tú eres la persona a la que más quiero. Déjame ayudarte como tú lo has hecho toda mi vida.
La mujer miro los ojos esperanzados de su niño, aquel a quien su corazón llamaba como su hijo. Aunque no pudiese romper el silencio, tenía que hacerlo para que esos niños no salieran lastimados.
-Está bien cariño. Pero tendrás que ser muy fuerte.
Su niño le abrazo. Tenía que proteger a toda esa gente. Y sobre todo a su hijo y su hermana.
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Siwon camino dos pasos más por su oficina en la comandancia. Estaba nervioso. Su hijo nacería en unas horas y su jefe teniéndolo trabajando como burro de carga.
-Choi, puedes irte. Sé que tu hijo estará por nacer así que tienes el permiso.
Grito de alegría apenas vio a Jung Soo entrar y darle la noticia. Dio unas gracias e inclinación exageradas antes de salir por la puerta a toda prisa.
Tomo su auto mientras este era encendido por el mismo. Quería llegar con Kyu lo más rápido.
El camino fue largo pero lo valía.
Marco como pudo al departamento donde ahora vivía su hermanito.
-¿Bueno?
-Jonghyun, dile a Minho que Kyu está por dar a luz.
-Entiendo.
Soltó el celular mientras conducía de nuevo hacia el hospital.
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Jonghyun colgó el teléfono mientras caminaba con su hijo en brazos hacia la habitación donde ahora dormía con Minho.
Tomo con cuidado la mejilla del chico. Acaricio el flequillo de este mientras sentía la acompasada respiración de su chico.
-Appa! Ya dile.
-Voy espera.- Movió poco a poco a su prometido mientras este abría esos ojos saltones lentamente. Toco con cuidado el hombro de Minho mientras susurraba su nombre suavemente.
-¿Qué ocurre? quiero dormir.- Rio al ver el puchero de Minho mientras este se tapaba la cabeza con una cobija.
-Sehun está por nacer.
Vio con gracia como Minho se levantaba tal cual rayo y corría hacia la puerta.
-¡Vamos!!
Conto junto a su hijo, hasta 3. Solo para ver como el omma regresaba rápidamente.
-¡No pueden avisar que me estoy marchando en pijama!
No soporto la risa mientras su hijo solo sonreía y caminaba a ayudar a su omma a cambiarse. O al menos intentarlo.
Ese día seria grandioso. O al menos uno para recordar.
Después de todo el desastre dejado en .la cocina y en la recamara de Minho.
Salieron del auto mientras veían a Jinki y las chicas que entraban al hospital. El nacimiento de Sehun era épico en esa familia.
A pesar de la distancia Minho pudo ver como Jinki traía un semblante extraño. Entendía en parte el porqué. Dejo de lado eso para ver como Yoogeun protestaba al no querer quedarse en la guardería
-Pero omma! Yo quiero ver a mi primo. Ándale ¿sí?- Negó con la cabeza mientras le daba un beso en la frente de su hijo.
-El hospital lo prohíbe pequeño. Pero te prometo que en cuanto salgamos nosotros te mostramos una foto de él. ¿Qué te parece? - La voz de Jonghyun parecía tranquilizar al más pequeño.
-¡Está bien, pero no me dejen solito! ¡No se tarden!- Minho rio por lo bajo al ver el comportamiento de su hijo. Era normal, pero no todos los días tendría que estar con él.
-Se un niño valiente y paciente. ¿De acuerdo?- A pesar de todo el niño asintió con un puchero en los labios mientras su padre se acercaba.
-Todo estará bien pequeño. Vamos a volver pronto.- y diciendo esto, ambos dejaron al niño en la guardería.
Por su lado el futuro padre estaba junto a su esposo.
-¡Mierda, Siwon, esto duele mucho!- dio un beso en la frente de Kyuhyun esperando que con eso se pudiese tranquilizar un poco, pero el apretón en su mano le dijo que no. – ¡Juro que no tendrás sexo por el resto de tu vida! – Siwon sonrió con ternura a pesar de la advertencia que Kyuhyun le había dado.
Estaba tranquilo pero simplemente ya no podía esperar más. Su hijo ya iba a nacer.