Capitulo 28
Minho cerró los ojos de nuevo. El sueño lo estaba matando. Bostezo por decima vez. No, no podría darse el lujo de dormirse. Su sobrinito estaba naciendo.
Giro su rostro para voltear a ver a su primo en una silla algo alejada. No pudo evitar el alzar una ceja en cuanto vio a una chica algo bajita acercarse al castaño. Esa chica se le hacía conocida.
-¿Tu primo conoce a Luna?- la voz de su prometido le hizo girar para enfocarlo y ver como este tenía una tenue pisca de preocupación en sus ojos.
-No sé quien es ella. Reconozco su rostro pero no recuerdo de donde. – ambos veían como el castaño solo asentía o negaba mientras la chica solo hablaba y hablaba.
-Ella es alguien peligrosa. Tenemos que evitar que se acerque demasiado a Jinki.
-¿De dónde la conoces?- no pudo evitar la pregunta pero si alguien hablaba mal de alguien debía ser por razones fuertes.
-Digamos que es una conocida mía.- el ver como Jonghyun cambiaba su semblante a uno algo triste, prefirió simplemente ignorar todo.
-Buenas tardes- escucho la voz de alguien. Todos respondieron mientras Amber enfocaba su mirada. Ese hombre no le daba confianza alguna.
-¿Quién es usted?- resultaba chistosa la escena dado que el hombre le llevaba varios centímetros de altura. Pese a eso Amber denotaba seguridad y eso era algo de admirar dado la firmeza con la que el hombre miraba o se paraba.
-Mi nombre es Zhou Mi, soy el medio hermano de Kyuhyun.-
Absolutamente todos guardaron silencio. Kyuhyun nunca había mencionado a su familia y eso era algo nuevo que apenas habían captado. Y sospechoso dado que el muchacho era muy sincero y nunca guardaba nada.
-Tome asiento. Deben salir en algún momento. – Sulli fue la encargada de romper ese espeso silencio formado entre las personas que ahí se encontraban.
El hombre agradeció para luego sentarse en un lugar desocupado. Traía un gran oso que daba demasiada ternura. Parecía algo desesperado pero en cuanto la puerta del quirófano se abrió, él y todos los demás se acercaron.
-El niño nació perfectamente, el chico resistió la operación y ahora se encuentra en traslado a una habitación común. Si desean visitarle dentro de unos minutos se podrá.
Todos suspiraron de alivio, incluso Jinki quien se encontraba alejado. A pesar de todo se alegraba que su sobrino lejano naciera.
-¡Ya tienes un sobrinito Jinki! ¡Anda sonríe! – Fingió una sonrisa mientras Luna no soltaba su brazo, poco le importaba. Esa chica ya lo estaba hostigando.- ¿Nunca has pensado tener un hijo? Así tus sobrinitos tendrían alguien con quien jugar- Bufó en cuanto escucho esas palabras.
-No, Luna, ya te he dicho que no.
-Anda, sería muy lindo que tú tuvieras un niño.
-No me interesa tener hijos. – no quería lastimar a la castaña pero ya no la soportaba. Si quería la respuesta, esa era. El no quería tener hijos hasta que encontrara al suyo.
-De acuerdo, pero no grites, es un hospital.- escucho el reproche de la chica y se dio cuenta que efectivamente, había gritado. Haciendo que todos le miraran, algunos con confusión y otros con tristeza. Bufo. Se dio cuenta que el ya no tenía nada que hacer, visitaría a Kyu otro día, al menos sabía que su sobrinito nació bien.
Aprovecho el momento en que todos dejaron de mirarle. Desde hacía semanas que lo trataban peor que un niño. Yoogeun tenía más libertad que el mismo.
- Luna, me disculpas tengo que arreglar unos asuntos.- fingió leer un mensaje en el celular para que ella no sospechara.
-¿Quieres que te acompañe?- agradeció el detalle de pedir su opinión. Últimamente nadie se la pedía.
-Tranquila, tengo que arreglar esto solo.- se despidió tocando el hombro de la chica para después salir a prisa, sin que nadie se diera cuenta.
Ella solo se quedo mirando como poco a poco Jinki se alejaba. Hasta que lo vio partir por la puerta y posteriormente por la ventana observo como dejaba el auto.
Decidió que era buena hora de ir a su casa. Victoria se quedaría en turno y no podía saludarla.
Se despidió de Sulli que era la única que la aceptaba. Fue cuando su mirada se encontró con ese chico. Era el prometido de Minho. Kim Jonghyun.
Sonrió y felicitando se fue directo a su casa. El camino fue largo pero pudo llegar en un taxi, sin problemas. Al menos hasta llegar a su casa y cerrar la puerta.
<<—Estas siendo una tonta. No te separes de Jinki. ¿Qué parte no entendiste? >>
<<—Young, Deja de atormentarla. Ella está haciendo lo correcto. Jinki se hartaría y eso no es bueno para el plan. >>
<< — Si ese chico te deja, perderás la oportunidad Luna. Recuerda el Plan. >>
<<— Podrías no lastimar a Jinki, el no tiene la culpa de nada, Sunyoung, >>
-Mi nombre no es Sunyoung, yo me llamo Luna.- Dijo en cuanto las voces se callaron. Debía soportar de nuevo a esas dos voces debatiendo entre lo correcto y lo que estaña haciendo mal. Fue directo a su balcón y tomo una cerveza en lata. La silla en ese pequeño espacio la recibió.
-Jinki tiene que hacerlo. El me rechazo y solo cree que estoy como paño de lágrimas. Ja, el es tan culpable como los Kim.
<< —Esto terminara mal,… Luna. Ni él, ni los pequeñitos... >>
-Young ¿Podrías callarla? Necesito pensar. Los Kim ya nos han hecho mucho daño. Victoria ni siquiera se atreve a decir las cosas como son. Los Kim nos han quitado muchas cosas, un padre por ejemplo.
<< — Por ello tienes que secuestrar al nieto de tu padre. Son niños no harán gran cosa. >>
Sonrió en cuanto la voz aconsejo eso. Eso sería interesante. Tomo un sorbo de su cerveza con delicadeza para mirar el sol ocultándose y dar paso a una noche oscura.
-Es cuestión de tiempo. Cuando tenga a esos mocosos en mis manos. JongWoon pagara caro. Pero no puedo hacerlo sola.
Dejo la lata en la mesa que tenía junto a esa silla, prosiguió a sacar de su chaqueta el número que ese hombre le había entregado. Leyó el nombre por segunda vez.
-Choi BaekJong. Es una coincidencia que tu propio padre quiera ayudarme Minho. Yunho será de gran ayuda con esto igual que el señor Choi.
Una risa no pudo evitar salir de sus labios en cuanto pensó a futuro sobre su plan. Su madre estaría orgullosa y le demostraría a Victoria que ella tenía la razón siempre.
_____________ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _______________
Jinki miro de nuevo ese puente en la avenida. Era ahí donde su amor por Kibum había comenzado. Suspiro. Tenía que dejar de pensar en ese chico. El rubio era el culpable de la distancia entre su hijo y el.
Todavía recordaba con ternura el día en que Kibum casi lo atropellaba en su bicicleta. Había sido un año exacto atrás. Todavía recordaba cada detalle de la furia de Kibum. El como Jinki reclamaba igual. Pero al final dejo al rubio con una palabra en la boca y se fue. Ese día acababa de llegar de sus vacaciones.
Jinki soltó un gemido de dolor. La herida todavía dolía a pesar del poco tiempo.
Tal vez, era tiempo de darle una oportunidad a Luna, esa chica se portaba lo mejor que podía con él. Ella no sabía la verdad sobre su hijo con Kibum, pero no se lo diría. No la lastimaría igual que Kibum lo estaba haciendo al no darle ninguna oportunidad e irse, junto con su hijo.
Ya eran las 10:00pm. Habían pasado dos horas desde que salió del hospital. Era buena hora de volver a la realidad. Prendió su teléfono, sorprendiéndose de las 60 llamadas perdidas que tenia. Todas de Minho, de Jonghyun e incluso de Siwon y los demás.
Vio como nubes empezaban a formarse el cielo. Tenía que irse rápido. El transporte terminaba sus rondas a las 11:00 ese día. Conto el dinero que poseía y decidió irse en transporte.
Durante el trayecto apago su celular de nuevo luego de rechazar al menos 11 llamados.
Unas gotas empezaron a caer sobre el ventanal y recordó que a Kibum eso le gustaba. Negó con la cabeza. Kibum debía dejar de existir para él.
Cuando llego a su destino fue inevitable el no mojarse.
Abrió la puerta de la posada. Cuidando de que Amber no notase que era él, el que había llegado. Pero la vocecita de Yoogeun fue el impedimento.
-¡Tío Onew!!!- No pudo evitar abrazar ese pedacito de humano. Aunque tuvo que arrodillarse para recibir ese abrazo. Era curioso que en toda la vida de su sobrinito nunca lo hubiese cargado.
-¿Y tus papás?- pregunto y en respuesta el niño señalo la vivienda de Amber. Era de suponer. Sacudió el cabello del pequeño para luego tomar su mano y dirigirse hacia la casa.
-Omma! Appa! Tío Onew ya llego. – Sonrió con ternura por como Yoogeun había gritado. Pero esa sonrisa se esfumo al ver las caras de Minho y de Jonghyun.
-Tenía que pensar. – Fue lo único que dijo. Giro sobre sus talones y alzando sus brazos de forma cómica, mostrando así que no estaba ni herido, ni borracho. Y cómicamente Yoogeun empezó a girar con él como si fuese un helicóptero. Todos empezaron a reír ante esa ocurrencia. Yoogeun era una medicina y aliviar momentos incómodos.
Minho suspiro de alivio. Todo estaba en orden por ahora, pero algo dentro de su corazón le decía que debía cuidarse. Todavía recordaba el presentimiento de Yoogeun y eso le preocupaba. Sonrió de forma normal para abrazar a su hijo de forma maternal y sentir los brazos de su prometido sobre el cuerpo de ambos.
Tenía que confiar en el destino.