Capitulo 2
Fase uno- La razón de Minho
Jonghyun aun no entendía nada. Solo que el receso ya había pasado y Minho aun no dejaba de llorar quería secar las lágrimas pero no sabía cómo. Todos poco a poco habían dispersándose.
-¿Por qué me estas siguiendo?- escucho por fin esa gruesa pero suave voz. Minho se erguía despacio pero algo en Jonghyun sentía que no debía dejar ir tan fácil a ese chico.
-¿Por qué estas llorando?-
Si bien era tonto responder una pregunta con otra, sus labios no pudieron evitar que esas pequeñas palabras salieran. En su interior tenía esa incertidumbre de saber porque las lágrimas estaban en ese rostro tan perfecto.
-Ya te dije que no te importa- dijo el otro y Jonghyun se sorprendió de que no estuviera a la defensiva.
-Si no me importara, ¿crees que estaría aquí abrazándote? – de acuerdo, el cerebro de Jonghyun no estaba coordinado con su cerebro. Pero algo en ese misterio de chico le decía que debía averiguar.
-Eres un metiche.- Y lo que debía sonar como un insulto, salió en una risilla por parte de Minho.
-Sí, pero dime… ¿es por Changmin?- y simplemente tuvo que volver a apretar ese cuerpo contra el suyo cuando unas lagrimas querían volver a salir.
-Co-como sa-sabes- Los pequeños hipidos del alto no paraban, pero al menos ya le entendía algo.
- Se te olvido tu teléfono
Metió la mano en su bolsillo derecho. Y ahí estaba ese objeto color azul rey. El rostro rojo de Minho parecía tan inocente. Como si hubiese sido tallado por un ángel, como si el fuese el mismo ángel.
-Changmin es… un amigo
-Un amigo no te hace llorar – parecía su madre cuando el lloraba en la infancia por su ex mejor amigo. Ella siempre le repetía esa frase.
-Soy diferente, además solo soy un “mocoso”- dijo el alto haciendo la seña con los dedos.
-¿Cuántos años tienes?
-19 años ¿y tú?- una respuesta corta pero suficiente.
-20 años, casi cumplo 21- dijo como respuesta.
-mmm, debo ir a mi clase. – dijo el menor tomando su mochila, cosa que Jonghyun apenas notaba.
-casi se ha acabado la hora.
-entonces debo ir a mi casa.- dijo Minho levantándose
-Supongo… acompáñame- fue lo único que el bajo atino a decir cuando vio al director paseando por los pasillos. Tiro de la mano de Minho, y este solamente se paro del asiento y le siguió.
- ¿Adonde me llevas?
- No puedes llegar a tu casa así. A esta hora ya abrieron las puertas de la universidad.
-Pero… debo ir por una persona.- dijo Minho frenando en seco.
-¿e iras por ella en estas condiciones?
- tardare una hora en llegar, el autobús pasa rápido así que…
-Te llevare
Y antes de que Minho pudiera decir algo, ya estaba siendo arrastrado por Jonghyun.
-Espera un momento, no me subiré al auto de un desconocido.- dijo Minho por fin cayendo en cuenta que no conocía al sujeto. Ni siquiera su nombre.
- Dime Jong- y el bajo se limito a decir eso. Era más que obvio que el menor no le conocía, siquiera el nombre. Y no es porque Jonghyun fuese alarde ador, pero todos en la escuela le conocían y eso era algo que el detestaba. Pero que Minho no supiera siquiera su nombre era algo que le gustaba.
-Tú me dices donde parar- dijo Jonghyun viendo como el menor veía su celular insistentemente. Ya casi eran las 3:00 de la tarde.
-Es aquí, me puedes dejar e irte.
-Te llevare a tu casa
Parecía que el menor obedecería, le gustaba eso. Aunque quería ver al chiquillo que le empujo en el techo de la universidad. Rio por ello.
El menor salió casi corriendo y fue cuando Jonghyun se dio cuenta que habían parado en un preescolar. Minho se acercaba a donde las madres esperan a sus hijos. Algunos chicos también estaban.
Si, en Corea era normal ver a chicos embarazados, todo por ese tratamiento de aumentar las células femeninas en los chicos. Extraño pero cierto.
Volvió a la realidad cuando una vibración en su bolsillo le despertó. Contesto.
-Minho, estoy por llegar al preescolar de Yoogeun. Por favor tienes que escucharme. Aunque no sea el padre de él, quiero que ambos me escuchen.
Jonghyun se congelo al escuchar esa voz. Colgó de inmediato. Giro su rostro para ver quien tenía celular a la mano. Y encontró a alguien espiando para donde estaban las madres y los chicos esperando a sus hijos.
-¡Omma!- escucho el gritito de un niño. Giro el rosto y no podía creerlo. Minho era abrazado por un pequeño de no más de tres años. Era casi una copia exacta del alto, pero algo le resultaba familiar en el.
Por su parte el alto estaba feliz de ver a ese pequeño que alegraba sus días.
-¡Pequeño!- y lo estrecho en sus brazos. Eso era lo que necesitaba.
-Minho…- la voz de ese hombre le llego al alma.
-¡Changmin!- la vocecilla de Yoogeun se escuchaba entusiasmada.
-¿Qué haces aquí?- dijo Minho cargando al más pequeño.
-Te he llamado, pero me colgaste.
-Me tengo que ir- dijo Minho agradeciendo que el tal Jong aun le esperara. Prefería que le secuestrara ese chico con ojos de cachorro a seguir escuchando a Changmin.
-Minho escúchame… - y antes de que Minho pudiera caminar su brazo se encontraba siendo sujetado por la fuerte mano del otro.
-Suéltame.
-Minho lo que esa chica te dijo no es cierto. Tú y Yoogeun son lo único que tengo. Jamás los traicionaría.
-Los vi Changmin y yo fui muy ciego. Te lo he dicho hace rato. Aléjate de nosotros.
-Minho
-Omma no quiere hablar contigo hyung!- la vocecita de Yoogeun había espantado o más bien sorprendido a Changmin. El niño nunca le gritaba.
Jonghyun quien observaba todo decidió actuar cuando vio que el chico que había llegado sujetaba a Minho de esa forma. Simplemente había podido hacer a Minho y a ese niño detrás de él.
-Déjalos en paz…Minho ve al auto por favor- El menor con tal de librarse de Changmin obedecía
-¿Quién diablos eres tú?
-Soy Jonghyun…
-Eres el imbécil ese. Escúchame este no es tu asunto. Tanto Minho como su hijo son lo único que yo tengo.
-Lo estas lastimando tonto.
-Que te crees el padre de Yoogeun como para defenderlos de ese modo…
-Soy el verdadero padre de Yoogeun!-
¿Por qué su cabeza no estaba conectado con sus labios? Mejor aun ¿Por qué acababa de decir eso?
Estaba muerto…