Minho abrió los ojos apenas sonó el despertador. Había prometido que el niño no le despertaría hoy. Protesto pero no le gustaba que Yoogeun se pusiera inquieto en las mañanas.
-Buenos días pequeños.- Sobo de forma ligera su barriga. A su parecer no era tan grande pero si lo suficiente para que los niños crecieran cómodos. Pronto noto como una mano se ponía sobre su hombro. Sonrió.
-Minho, aún es temprano. Me falta hacer el desayuno. – Sintió un beso en su cuello pero negó mientras poco a poco se levantaba.
-Lo sé, pero lo preparare hoy. Todavía me siento culpable por hacerte ir por un helado a las 3:00am. – Dijo mirando su bote de helado. Se sentía realmente culpable por hacerle eso a Jonghyun.
-Aww, pequeño no llores. Sabes que por ti y los pequeños me iría al mismo polo sur ahora mismo para traerles un pingüino.
-¿Lo podrías traer con todo y familia?- Ambos rieron puesto que la semana pasada ambos habían visto una película sobre un hombre que criaba pingüinos. Lo que a él sobre todo le había gustado era la historia de la familia que se estaba dividiendo. Pero que el amor, y sobre todo esos pingüinos lo evitaron. Una tierna historia. A JongHyun y Yoogeun solo les había llamado la atención los pingüinos, pero es que eran una cosita muy linda.
-Con todo y nieve.- se sentó en la cama para sentir como Jonghyun se arrodillaba detrás de él para mimarlo.
-Vamos, ve a levantar al niño mientras yo me baño.
-¿Y si te acompaño?- Minho se estremeció inmediatamente. No sabía cómo pero ahora le daba una incomodidad enorme cuando Jonghyun mencionaba o insinuaba tener sexo. Más que nada vergüenza.
-Jonghyun. Ya te lo he dicho.
-Está bien, no voy a insistir. Pero algún día tendrás que acceder pequeña ranita.- Y dándole un beso en los labios el mayor salió de la habitación. Tardaría un buen rato en despertar al niño.
Camino con pesadez hacia el baño. Eran las 9:00am. Y hoy era la boda de la madre de Kyungsoo. Esta se celebraría a las 5:00 de la tarde. Lo cual les daba tiempo de arreglarse y todo para poder ir.
Entro al baño con rapidez. Sus necesidades eran importantes y con el embarazo le daban más ganas de ir al baño. Pero eso no era lo incomodo y lo que lo orillaba a cerrar la puerta con llave.
Tomo lentamente su baño. Le relajaba el agua tibia. Después seco su cuerpo teniendo cuidado en su abdomen por su pancita y con sus manos se dispuso a poner su crema para la picazón que Heechul le había recetado. Se puso su bóxer y un pantalón holgado. Solo se veía su torso.
Se miro al espejo mientras miraba su cuerpo. Realmente no había aumentado mucho de peso solo sus mejillas un poco mas redondas. Lo que no le gustaba era que como ya la había dicho a Kibum, el podría dar de amamantar a su hijo.
Según Kyuhyun en sus años de obstetra los hombres que tomaban hormonas, y por su propia experiencia ahora, no tenían alteración, más que la matriz temporal.
Aunque con Heechul si había investigado más. Resultaba que su caso no era el único. Pero que a diferencia de los que se sometían a las pastillas, su cuerpo ya estaba preparado para poder ser fecundado y cuidar de un hijo.
Además la leche que se preparaba para los niños en estos tiempos era buena. El no podía darle vitaminas, lo que decía que era de más.
Lo malo de eso era que tenía un ligero problema. Su cuerpo ya estaba produciendo calostro y sus pezones habían crecido ligeramente. Se sentía incomodo porque ya casi su cuerpo parecía de mujer, incluso ya el área de su pecho creció ligeramente. No cosa exagerada pero lo suficiente para que se produjera el calostro inútil.
Gimió en cuanto presiono esa parte. El liberaba ese calostro que tenia dentro aun si su zona estaba sensible. Total no servía de nada.
Apretó su pecho un poco hasta poder sentirse libre. Aunque no por mucho tiempo.
-Minho, el niño aun está dormido ya hice un desayuno rápido. ¿Quieres algo en…
Abrió los ojos como platos cuando vio a Jonghyun en la puerta del baño, parado y casi congelado.
Podía sentir su cara roja de la vergüenza.
-Esto… yo… PERDON; perdón no quería… te espero aquí afuera.
Minho solo pudo halar aire cuando Jonghyun cerró la puerta. Se suponía que había puesto seguro. Miro su rostro y efectivamente, tenía el rostro rojo.
Termino todo con rapidez pero sin perder cuidado. Se coloco su playera y salió del baño verificando que Jonghyun no estaba en la habitación.
-¿Le habré dado asco?- dijo con miedo. Salió de la recamara para dirigirse a la cocina y ver a su hijo comiendo un pequeño emparedado y un vaso de jugo de naranja.
-Hola Omma. Dice Appa que comamos y que yo mire la tele.
-Hola pequeño. ¿Y donde esta?- dijo una vez que se dio cuenta que el castaño faltaba en la mesa.-
-Me despertó apresurado para decirme que ya estaba el desayuno. Se metió a bañar en el baño del pasillo.
“¿Tanto para qué no me quiera ver?”
Sonrió a su hijo y se dispuso a comer. Eran emparedados.
Fue entonces que se dispusieron a ver la televisión con calma.
Cuando Jonghyun salió del baño tenía el pelo húmedo y ropa nueva. Minho solo pudo seguir comiendo.
-Hola pequeño.- saludo al niño mientras el alto solo quería que la tierra se lo tragara.
-Pequeña ranita.- sintió los brazos de Kim rodearle. – Perdón por lo de hace rato. No te preocupes por nada.- los besos del castaño se posaron en su mejilla mientras el niño reía.
-Quiero ser como Appa cuando sea grande y hacer reír a mi esposa.- Minho rio por la ocurrencia ya se estaba imaginando a su niño con una esposa o esposo cual fuese en el futuro.
-Entonces se que tú serás el mejor esposo. – Jonghyun abrazo más al pelinegro a lo que el niño subió a la silla para alzar la mano y jurarlo.
-Lo juro.
Minho se concentro mientras sentía la calidez de Jonghyun. Suspiro. Eso quería decir que el castaño no le iba a ver mal por el hecho del baño.