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Te enamorare por Tetsuya Chihiro

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A pasado casi veinte minutos que despertó y el medico no ha dicho nada. Pregunto por sus padres si le habían avisado sobre cierto “incidente” que tuvo en la tarde pero el doctor, Yanako Ninkutsi, dijo que no podían comunicarse con ninguno de sus padres. A pesar que Furihata dio su número telefónico de casa y celulares de sus padres, pero el de su casa nadie contestaba y los celulares de ellos estaban apagados o fuera de servicio. El doctor Yanako le dijo que el joven que le trajo estaba en la “sala de espera”.  Su cuerpo dolía a horrores, gran parte de su abdomen le dolía no podía ver las heridas o moretones ya que esa parte la traía vendada, su cara aun la sentía hinchada, antes en su ojo no podía ver y ahora solo podía ver medio borroso.

Su único panorama era ver las cortinas blancas del hospital. Yanako-sensei le advirtió que estaría hospitalizado, máximo, tres o cuatro días para recuperarse bien.

-¿Cuál es su nombre?- se imaginaba que podría ser Kuroko, pero Yanako-sensei  fue a la puerta para salir medio cuerpo para llamar “familiares de Furihata Kouki”. El castaño se extrañó que lo dijera de esa forma, sus padres aun no los habían contactado. Eso le preocupaba demasiado. Sin apartar su vista de donde estaba el doctor para luego ver al tipo de antes…

-Si necesitas algo, Furihata-kun, aprieta el botón que está a un lado de tu camilla- salió de la habitación dejando a ellos dos.

Ninguno de los hablaba, el silencio no era incomodo ni relajante, simplemente era silencio. Furihata volteo de nuevo a ver su hermoso panorama, las cortinas que no estaban abiertas. Escucho los pasos de la persona acercándose a él.

-¿Estas bien?- pregunto el contrario a un lado de Kouki.

Solo rio a sus adentros, “¿Bien? ¿Enserio parezco que estoy bien?” nunca faltaba la pregunta más estúpida que te hacen cuando estas en ese estado. Giro su cabeza que reposaba en la almohada.

-¿Acaso estoy bien?- lo dijo sin pensar, trato de taparse la boca pero fue impedido por cierta mano de la persona que estaba aquí.

-¿Crees que soy estúpido?- rio el otro- Antes que nada, siento mi informalidad. Mi nombre es Akashi Seijuurou, mucho gusto.

-N-No…-le dio cierto escalofrío al recibir esa pregunta, con esa voz demandante que hizo- Soy…

-No falta que te presentes, ya lo sé-interrumpió.

-¿Eh?

-Por tu credencial escolar- se excusó el pelirrojo.

-Gra- Gracias…- iba a levantarse para sentarse e inclinarse como agradecimiento por haberlo llevado al hospital aunque sabía que tendría después con sus padres, pero fue detenido de nuevo por la mano de Akashi.

-No es necesario que lo hagas, sigues grave- impidió lo que haría el castaño agarrando su mano.

-Si- podía sentir su mano fría de Akashi. No hacía frío ahora mismo, era raro… Reacciono ante el acto de Seijuurou apartando su mano. No debía encariñarse con las personas, con su amigo y familia era suficiente-  Siento las molestias…

-No es ninguna molestia. Enserio…- aclaro Akashi volviendo a su postura.

……..

Ha pasado cuatro horas y media que se fue Akashi y ninguna señal de sus padres, hasta dio su dirección de su casa. El sonido del “Tic, tac” del reloj y la máquina que estaba a un lado mostrando los signos vitales que sonaba en la habitación donde se encontraba acostado sobre una cama este Kouki.

Debía tranquilizarse. Eran apenas las ocho de la noche, sus padres ya deberían de estar hace una hora en casa, le tenía preocupado, hubiera tenido una llamada de su madre diciéndole que su padre llegaría tarde o que ella saldría al centro comercial; pero nada…

Su cuerpo pesaba, sentía agujas enterradas en gran parte de su cuerpo, las costillas aprisionando sus pulmones dificultando respirar como es debido, su ojo lo sentía gigante que juraría que si se viera en un espejo sería un ogro horrible. De nuevo, cuando despertó en el hospital desde un inicio, veía las cortinas que seguían tapando el panorama. No le molestaba en absoluto que las cortinas taparan lo que sería otros días estando solo en esas cuatro paredes.

Cerró los ojos dispuesto a dormir, sólo escucho que abrían la puerta de la habitación y de ahí quedó dormido.

xXx

 

“¿Por cuánto tiempo estaré aquí?” esas eran los pensamientos de cierto chico amarrado a una cama, de brazos y piernas, sus ojos vendados por una tela oscura medio húmeda de las lágrimas del chico. Por más que trataba de zafarse empeoraba sus muñecas y tobillos quemándolos con la soga que lo tenían amarrado, su cabeza le dolía desde hace días. Suplicaba que le dejara ir, estar bien sin ningún problema, pero al parecer esas cosas se las llevaba el viento…

“Por favor…”. De nuevo lloraba en silencio. Dedujo que el lugar donde estaban las luces estaba apagado. El eco de sus hipos, quejidos por llorar y sufrimiento de salir ahí lo más pronto posible. Nadie, absolutamente nadie, lo esperaba en casa.

Gritaría con tal de que alguien viniese a ayudarlo, pero callo al escuchar la puerta ser abierta con cierta lentitud al mismo tiempo al cerrarla. Los pasos sonaban con fuerza a causa de eco. Su respiración volvió a agitarse, las lágrimas salían volviendo a que la venda se humedeciera. Se desesperó cuando las pisadas dejaron de sonar.

-Por favor…-su manera de hablar era dificultosa, tartamudeo ante el miedo de aquel que le tenía encerrado- Ya déjame ir…

-je…

“Demonios…” sabía lo que ocurriera después. Como odiaba cuando se burlaba de él.

 

xXx

-Furihata…- abrió los ojos, ahora podía ver aquel panorama que no pudo ayer.

-¿Si?-contesto con cansancio.

-Sus padres…

-¿En dónde están?- respondió con alegría y con miedo a que le reclamarían al no hablar- ¿Están a fuera?

-Furihata…-ahora fue cierto pelirrojo que entro a la habitación- Yo hablare con él, Yanako-sensei…- sin obtener repuesta, salió.

-¿Akashi…?

-Lo siento, Kouki…-bajo la cabeza en modo de respeto, era raro para las personas si lo vieran de esa manera…-Tus padres fueron encontrados cerca de un barranco de Tokio, dentro de un auto. Tuvieron un accidente automovilístico. Ayer, mientras dormías fueron…

-¡Cállate!- grito el castaño interrumpiendo a Seijuurou, abrazando sus rodillas sin importar el dolor de su cuerpo, llevo sus mano a su cabeza- ¡Eso no es cierto!- grito con más fuerza, ocasionando que el doctor Yanako junto con un enfermero y enfermera.

Akashi detuvo a los recién llegados afirmando que lo dejaran por un momento.

-Debes…

-¡Lárguense! ¡Déjenme solo! ¡Esto no es real! ¡Todo lo que dices es falso!- lo último lo dijo con cierta fuerza para soltar un fuerte llanto. Jalaba su cabello con desesperación- ¡Alguien como tú, Akashi, no sabe lo que es estar con alguien que amas!- “Yanako-sensei me dijo que Akashi era hijo de un empresario de suma importancia en Japón, él dijo que ninguno de los dos tenia cierto corazón, lo único que les importaba era el dinero”

Akashi informo que se quedaría con él, lo calmaría. Sabía cuál era ese sufrimiento que ahora experimentaba Furihata, el perder a tus familiares, en el caso de Akashi seria su madre.

 

Se acercó a él abrazándolo, sintiendo como el contrario lo golpeaba para dejarlo solo… Gritaba ya sin importar que Akashi lo abrazara. Se aferró a él aun llorando desesperadamente… 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y cada rvw que hacen.

Nos leemos....


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