-¿Qué?- chisto su lengua con cierta molestia, agarro por el cuello al más bajo elevándolo. Furihata se dio cuenta de sus palabras, por lo que empezó a verlo con miedo. Sus labios temblaban, sus ojos los abrió por completo. El libro que leía cayó al suelo.
Toda la clase observaba la escena, pocos alumnos murmuraban de lo que sucedía mientras que otros se dedicaban a observar. Furihata no sabía si estaba arrepentido o se sentía bien por lo mencionado. Quería ser fuerte. Quería que lo trataran como los demás.
"Para tener respeto, debes respetar a los demás para que te respeten a ti."
¡Vaya tontería! Eso hacia; siempre seguía las reglas de la "sociedad", pero... ¿Qué es lo que estaba haciendo mal? ¿En que está equivocado? Nunca se cansara de repetirlo... ¿Dónde quedo la gente buena? ¡Oh, cierto! ¡Eso solo existe en la televisión, libros, videojuegos, etc.! ¡Nunca hay un bueno aunque lo tratarían de hacerlo!
-L-lo siento.....- contesto con cierto miedo a que fuera golpeado. ¡Solo quería decirlo! Obviamente no así porque si, simplemente ya estaba harto de todo esto- Déjame i-ir....
-Tch...- soltó al chico hasta que este cayó en su asiento-Te veo en la salida...
-... ¡P-pero tengo que...!
-Dije que te veo en la salida- contesto con voz más profunda.
-...- observo que el chico salía del salón, seguidos por la vista de todos. En serio, esto cada vez se vuelve más cliché...
.................
Al término de sus clases, recogió sus cosas. Pensaba en ir a casa y sólo cambiarse de ropa... se daría una ducha, pero tenía demasiados gastos. Tenía que estar rápido en el hospital a iniciar su trabajo... como enfermero de su amigo, siempre estaba preparado si es que éste despertaba.
"Tengo pocos días..." pensó. Kouki. No supo cómo y el porqué, pero al momento de agarrar su bolso hizo que su cuerpo se doblara hacia adelante: un dolor agudo en su abdomen es lo que recibía. Su cuerpo aún no estaba cien por ciento sano. ¿Hasta cuándo sería el centro de atención? Aun con el dolor en su abdomen se retiró ignorando a cada persona que pasaba.
"Joven Furihata. Siento que le diga esto, pero su beca no le cubre su cuota. Sabe que tiene problemas en casa, por su bien de usted es necesario que si no tiene para la cuota que corresponde no seguirá estudiando. Por lo que le pido que se retire....
-¡Señor director! Necesito quedarme aquí, sólo necesito unos días para conseguir ese dinero...
-Tiene un mes para ello."
En la entrada del instituto estaba el chico anterior que salió de clase. Kouki olvido por completo lo que le dijo, lo tomo como broma; no solo eso porque también estaba el peliverde ahí con los brazos cruzados. La vestimenta del último mencionado era de un abrigo negro, jeans beige y zapatos casuales, pero nunca faltaba el ser centro de atención en las chicas. Pensaba que puede que le esté empezando acosar. Aún tiene duda del porque quería saber si era algo cercano a Tetsuya. No quería problemas con nadie, bastaba con los de su colegio y... cree que también con Akashi. También estaba el otro tipo, compañero de clase—Kishimoto Narumi—que le esperaba. A decir verdad no lo conocía, no han dado palabra alguna conversación y dudaba que siempre estuvieron juntos en todo el semestre pasado, caer en una trampa que planeaba alguno de los dos era desesperante el no saberlo.
Camino lento a mitad del camino hacia la salida/entrada del instituto. Su cuerpo empezó a temblar miedo por ambos, los dos tenían esa aura de superioridad aunque había una excepción que Kouki le temía más y ese era el aura de Akashi... La opción más ridícula que se le ocurrió fue pasar e ignorarlos, pero el peliverde le vio. Trago saliva, juraría que se orinaría ahí mismo.
-Furihata...-al parecer fue muy desprevenido, Kishimoto se le acercaba. Gato encerrado.
-Kishimoto-san...- hablo, pero eso no dejaba que apartara la vista del de anteojos que saco su móvil y haciendo una llamada.
-Quiero hablar contigo...-hablo con impaciencia.
-...-"No te dejes engañar..."-Tengo cosas que hacer, Kishimoto-san...-su voz temblorosa delataba mentira, la mirada cada vez apartándose de los ojos oscuros del contrario.
-¿Qué acabas de mencionar?-rápidamente hablo molesto, volviendo agarrarlo del cuello asustando más al castaño.
-Yo...d-dije que tenía... cosas que hacer....-agrandando sus ojos del miedo a que le hiciera algo, soltó un quejido de dolor... su abdomen volvía a doler.
-Ggh...- ver la mueca de Kouki hizo que lo elevara más y aumentar el dolor de Furihata.
-Por favor...- suplico, las personas ya los ignoraba, pero Midorima no.
-Disculpe la interrupción- aclaro con cierto respeto-. Furihata Kouki, necesito hablar con usted...
-¿Y tú quién eres, idiota?- Narumi le miro con molestia- Lárgate.
-Prefiero a no recurrir a la violencia- ajusto sus gafas hasta el puente de la nariz. Midorima sentía que sabía cómo iba a terminar esto, ya no le sorprendía hacer este tipo de escena.
-Tu...
-Kishimoto-san, ¿podemos hablar otro día?-tenía una idea de cómo salir de esta- Por lo que le decía, no miento. Tengo cosas que hacer..., así que... hablemos en otro momento...-
xXx
-¿Qué sucedió con él?...-La casa estaba en completo silencio. Padre e hijo comían en el comedor, el ambiente en ese lugar se volvió más pesada que los sirvientes de la casa les incomodaba más de costumbre. Tanto hijo como padre no tenían el menor humor para una conversación delicada.
Akashi Masaomi, cabeza familiar Akashi. Apariencia madura, cabello de una tonalidad oscura que la de su hijo y difunta esposa. Masaomi no duro un momento viudo, tiene segunda esposa, tiene un mayor respeto a la que fue su esposa, Akashi Shiori, a pesar de casarse de nuevo con otra bella mujer—su cabello negro, ojos celestes y piel medio bronceada—que esta fue madre soltera, ella y su exesposo se divorciaron por un embarazo no deseado, Kuroko Tetsuya. Si, suena ridículo, pero el padre no quería tener un hijo... la mujer le pareció algo muy estúpido de su parte. No sólo eso, también fue motivo de tener un matrimonio arreglado, pero por su estado económico lograron divorciarse.
Hablando de ello..., Kuroko no vive con ellos. No quiere tener el apellido Akashi, no quiere estar rodeado de gente sólo por su clase económica y más tener a alguien como Masaomi de padrastro. Su madre no se opuso a su decisión con el vivir con su padre y madrasta. Con el tiempo, los padres biológicos del chico, se llevaban bien. No se faltaban al respeto. Tetsuya quedo con el apellido de su padre... Eso sería más adelante...
La futura esposa de Akashi estuvo en depresión por la pérdida de su hijo, y no sólo eso, también por la grave noticia que recibió.
-Lo están buscando, Tetsuya aún no ha hablado por lo que me dice el doctor...-aclaro su garganta luego de un sorbo de vino tinto-. El día de mañana vendrán a dejar a Tetsuya en la mañana.
-Sí. Midorima lo traerá en un par de minutos...-ya no era necesario preguntar por el repentino cambio de nombrar a su amigo de la infancia...
-¿Furihata Kouki?
-Por supuesto, padre. Como le mencione, desde que Kuroko está internado, Furihata Kouki estará al cuidado de él.
-¿Y qué dices del pago?- hablo seco.
-No hay de qué preocuparse, digamos que me debe un favor...-sonrió para sí mismo. Ambas personalidades estaban dando palabra...
xXx
-¿A dónde me lleva? Tengo un trabajo...
-Akashi me mando a llevarte a él, digamos que te está descontando este día... tómalo como un breve descanso.
Viajaban en un auto negro blindado, para el castaño era demasiado exagerado todo lo que el más alto hacia; un chofer que seguía ordenes de la gente que le pagaba. Ahora si sentía que se orinaría por la atmosfera que se formó.
"¿Hablar con Akashi?". La misma tontería que se repitió... ¿Estaba haciendo mal su trabajo? Volteo a ver a Midorima con la inseguridad de preguntarle.
En su cabeza hizo un clic...
-¡¿U-usted lo conoce?!-que idiota fue al no pensarlo rápido. Entonces...-¡¿Por qué fue a buscarme esa vez?!-la voz le temblaba y más por la mirada del de esmeralda.
-Yo no tengo derecho a decirlo...-contesto ajustándose sus gafas- Sólo debía un favor.
-¡Claro que lo es!
Midorima se empezaba a cabrear por el comportamiento del contrario, no lo culpaba...o eso creía. Oha-asa le daba el karma, Cáncer estaba en el último puesto y su lucky ítem era un bolígrafo color azul—que se encontraba guardado en su abrigo—. Ya le bastaba con su compañero de clase...
-Llegamos...- antes de hablar aclaro la garganta para interrumpir la conversación.
-¿Eh?- miro por la ventana, estaban en la zona tradicional en Kioto. En donde se estaciono el auto se estaba un edificio tradicional japonés moderno, nada mal...
-Sólo di tu nombre y quien te dio la dirección...
-Pero...
-Ahora bájate ya- interrumpió.
Después de unos minutos en meditarlo salió del auto, saco su bolso escolar y el auto se retiró.
"Puedes hacerlo, Kouki. Es tu trabajo, todo depende de ello..."