Capitulo 10
[Dos meses habían pasado desde que habían empezado a salir. Rasa parecía estar contento por cómo estaban saliendo las cosas entre ellos, y siendo sincero, Minato también, todo parecía ir bien con ellos, habían discutido dos veces y habían sido culpa de ciertos antojos del rubio, pero nada que no se pudiera controlar. Minato tuvo que conseguir un nuevo doctor, ya que no podía salir con su doctor, eso no estaba permitido y prefería evitar roces innecesarios. Madara por otra parte, no estaba feliz con la relación de Minato y Rasa, pero no había nada que pudiera hacer, más que ser el papá de ese bebé que venía en camino, y aunque le había prometido a Minato no intervenir, no había dicho nada al respecto de no perder las esperanzas, porque tenía seguro que Minato volvería a él, solo tenía que darle su tiempo]
Entonces, ¿Cómo te has sentido?- Este fue su doctor, quien sonriente acariciaba suavemente su abultado vientre de seis meses, Minato sonrió al pensar que en unos cortos tres meses tendría a su pequeño Deidara en brazos-
Pues Deidara es muy tranquilo, no me incomoda, puedo dormir muy bien y los mareos ya se han detenido por completo. Lo único que persiste son los antojos- El doctor le sonrió nuevamente, viendo al pequeño bebé en el monitor. Madara le sujetaba la mano haciendo un gran esfuerzo por no llorar, él también estaba muy emocionado por ya tener al próximo integrante de la familia-
No tengo nada de qué quejarme con este bebé, todo va perfectamente con él, así que no serán muchas las cosas que te voy a recomendar- Después de eso, habían salido de ahí tranquilos como cada vez que veían al pequeño estar plácidamente. Madara aun sostenía su mano, estaban caminando en silencio al auto del mayor, quien estaba contento por pasar esos momentos a solas, sin Rasa, con Minato, pero poco le duró el gusto al ver al pelirrojo acercarse sonriente a ellos-
Minato, te tengo una sorpresa. ¿Me acompañas?- Minato se despidió de Madara con un abrazo, tomó el brazo que Rasa le ofrecía y se fue con él en dirección a su auto. Madara subió a su auto, mordiéndose la lengua para no decir nada que pudiera molestar a Minato como la vez pasada. Aún no estaba listo para soportar ver a esos dos interactuar-
[Llegó a su casa en total silencio, alcanzó a ver a Fugaku y a Hashirama sentados en el sofá, hablaban al parecer de su nieto, que al contrario de su hijo, no parecía querer darle tregua a Fugaku. Ambos tenían prácticamente el mismo tiempo de gestación, pero Deidara era un angelito más tranquilo que el viento en primavera, mientras que Shino era un tornado sin control, normalmente no dejaba a Fugaku dormir en las noches, las nauseas y los mareos no querían cesar en ningún momento, para desgracia de su hijo mayor]
Ya no puedo con esto. Si no logró dormir por lo menos tres horas esta noche, voy a replantearme seriamente el tener más de un hijo- Hashirama sonreía al ver el tierno ceño fruncido en la cara de su hijo, aunque estaba triste porque este se sintiera mal, no podía negar que Fugaku siempre seria su hijo, y le parecería tierno hasta la eternidad-
Tranquilo, ya tienes 6 meses, pronto vas a ver como todo mejora. Cuando tengas a tu bebé en brazos verás que todo valió la pena- Fugaku se recostó en las piernas de Hashirama, no estaba feliz con estar cansado todo el día y pasarse la noche en vela mientras su hijo se movía en todas direcciones. Abrió los ojos al sentir como sus piernas eran puestas en el sofá, vio a su padre que le quitaba el calzado y le dejaba recostarse sobre su cuerpo-
Si Shino se está quieto en las tardes, es tu momento para descansar, sube y te duermes hasta la cena- Sin tener las fuerzas para contradecir a su padre, subió a su habitación, dejando a sus padres solos en el salón-
¿Cómo estás?- Y eso no era un simple como estás, sabía que el gesto agrio que traía no pasaría desapercibido por Hashirama, quien desde que Minato le había dicho el porqué lo había dejado y había decidido empezar una relación con Rasa, se había convertido en su concejero- Ya te dije que no tienes que enojarte tanto cada vez que se va a hacer algo con Rasa, el hombre simplemente quiere ganarse a Minato como tú lo hiciste. Minato necesita su tiempo para poder aceptar estar contigo como tú quieres- Madara tomó el puesto que hace unos minutos tenía su hijo, poniendo su cabeza en el regazo de Hashirama. Sentía que una fuerte jaqueca venía en su camino-
Todos ustedes me dicen lo mismo. Hasta esa amiga de Minato me lo dijo. Simplemente me gustaría saber cómo se va a dar cuenta que lo amo y que él me ama a mi si está con otro. Aquí haciendo nada simplemente le estoy dando luz verde a Rasa para que me lo quite y no me veo jamás aceptando que se case con él- Hashirama simplemente acariciaba el pelo de Madara, haciendo que este se relajara lentamente, la verdad no sabía que decirle a su ex-esposo, no podía decirle que hacer, no tenía ni idea de cómo pensaba Minato, ¿Y si lo aconsejaba y todo salía mal?-
No sé qué decirte Madara, además de que no te rindas, me perseguiste cinco años de tu vida pudiendo tener a cualquiera, pero te esforzaste tanto y lo lograste, eres un hombre muy decidido, aunque eso a veces me cause problemas, tengo que admitir que no te rindes y creo que no deberías tirar la toalla tan rápido con esto- Madara se levantó de un salto del regazo de su ex, levantándolo en el proceso, agradeciéndole por el consejo-
Hashi-chan eres de mucha ayuda, no sé que haría con mi vida si no te tuviera. Enserio me alegro de haberme casado contigo- Después de eso, Madara envolvió a Hashirama en un abrazo apretado. Lo que no sabía era que Minato había escuchado solo esa última parte-