MadaMina| Capitulo 4
[Pensar que le diría a su hijo era muy complicado, ya que Fugaku nunca se había comportado como un niño pequeño, ni siquiera cuando era bebé, nunca fue tan celoso con sus juguetes, ni con él mismo, nunca se había puesto celoso de nada en su vida, ya que no era un chiquillo malcriado ni envidioso, ¿Entonces por qué le molestaba tanto que saliera con Minato? Eso era lo primero que le preguntaría, ¿Pero cómo podría decirlo sin que Fugaku se pusiera a la defensiva? Pensó que lo mejor sería atacar el problema sin rodeos, ya que él le había enseñado a su hijo a ir directo al punto, por lo que no quería retrasar más las cosas, porque podían ponerse peor si su hijo se ponía a pensar cosas erróneas, así que armándose de valor entró a la habitación de su hijo, encontrándolo sentado en su cama, más todo el coraje que había reunido se desvaneció en el aire al ver el ceño fruncido de su único hijo]
¿Qué quieres?- Fue la brusca pregunta que le hizo Fugaku, realmente le dolía que su hijo le hablara de esa forma, ya que él era lo más importante que tenía, no quería arruinar la maravillosa relación que se había encargado de forjar con su pequeño en esos 20 años, por lo que se decidió por hablar-
Fugaku, se que estas molesto, pero tienes que entenderme, llevo casi 20 años soltero, lo que es deprimente de decir, ¿No crees que papá se merece tener a alguien que lo quiera y lo cuide cuando tú te cases?- Se tranquilizó al ver que el ceño del menor se suavizaba, Fugaku sabía que se iba a tener que ir en algún momento del lado de su padre, pero aun así intentaba evadir el tema cada que salía a relucir en alguna conversación, no quería irse, pero le tocaría y no quería que su padre se quedara solo en esa enorme casa- Se que te molesta que Minato tenga 19 años, pero no te preocupes, él nunca ocupará tu lugar Fugaku, tu eres mi hijo, eres lo único que me ha importado en estos últimos 20 años, tú tienes tu lugar y Minato tiene el suyo, no creas que estoy con él para que ocupe tu puesto, recuerda que…-
Tu siempre ocuparas gran parte de mi corazón- Terminó de decir Fugaku, él sabía que su padre no lo iba a remplazar nunca, pero aun así se sentía realmente celoso de que si su padre se casara con Minato, este monopolizara a su padre y que por ende su padre ya no tuviera tiempo para verlo nunca- Si te casas con él, tendré ‘una madrastra’ menor que yo, eso será raro e incomodo de contar- Madara sabía que aunque estuviera ‘saliendo’ un buen tiempo con Minato, podría convencerlo de que tuvieran una relación, pero de ahí a que aceptara, podrían ser años-
¿Estamos bien entonces?- Recibió como respuesta un efusivo abrazo, de esos que su hijo solo sabia dar cuando pedía disculpas. Después de arreglar las cosas, bajó nuevamente con su hermano y el tarado de su esposo, quienes se encontraban tranquilamente sentados en el sofá, no le agradaba para nada Tobirama, él muy estúpido y él fueron amigos en la secundaria, y cuñados prácticamente toda la vida, pero había violado la regla que había impuesto en su grupo de conocidos y amistades, ‘‘No se acerquen a mi hermano menor ni a preguntarle la hora’’ les había dicho a todos que estrictamente hablaran con su hermano si este preguntaba por él, pero no, el desgraciado de Tobirama le había importado un rábano lo que había dicho y sin importarle que Madara le rompiera la cara una y otra vez a golpes, se casó con su hermano-
¿Y? ¿Ya está todo bien entre ustedes? - Fue lo primero que preguntó Izuna, y al ver la sonrisa en el rostro de su hermano pudo respirar feliz, ya que era muy extraño que Fugaku y Madara estuvieran peleados, era una de las pocas cosas que podía decir seguro de sí mismo que no había visto hasta ese día- Entonces, ¿Piensas decirme algo sobre tu novio de 18 años?- Y aquí venía lo incomodo, pensó Madara, ya que su ‘adorado cuñado’ tenía esa sonrisa de estúpido fanfarrón en la cara, cosa que le recordaba cuando le dijo que él y Izuna eran novios y le volvieron las ganas de partirle la cara-
Se llama Minato y tiene 19, no 18- La cara de los otros dos fue como si dijesen ‘¿Y eso tiene mucha diferencia?’, bueno quizás para ellos no, pero para él sí. Dejó que la información llegara bien al oxigenado cerebro de Tobirama, y también le dio su tiempo a su hermano de pensar, más le tocó callar al esposo de su hermano, porque sabía que era lo que iba a decir- No se te ocurra decir que va detrás de mi fortuna porque soy capaz de todo- Eso sí desconcertó a Izuna, ¿Su hermano estaba hasta tal punto enamorado de ese chiquillo para defenderlo a ciegas? Se dijo que debía conocer a ese muchacho, ya que sinceramente era lo más primordial en su cabeza-
¿Y si me lo presentas? Quiero saber quien se robó el corazón de mi hermanito que solo tiene ojos para su hijo- Tobirama y Madara sabían que algo se tramaba el menor, ya que no podían creer que tuviera tantas ganas de conocer a la pareja de su hermano, ya que en lo personal Izuna trataba de mantenerse alejado de la vida personal de todo el mundo, no quería meterse en lo que no le incumbía, pero este si era un asunto que tenía que saber- Vamos, quizás lo puedas traer a cenar a la casa, así yo y Fugaku lo podremos conocer- Y realmente no le pareció mala idea al mayor, así solo tenía que traerlo una vez, ahora su preocupación era, ¿Cómo haría para convencer a Minato?-
Veré que puedo hacer- La cara resplandeciente de su hermano, no le causó mucha confianza, ya que sabía que su hermano planeaba algo, pero si así dejaba a sus familiares más tranquilos y hacia que Minato se fuera acostumbrando a su familia- Pero que él pervertido de tu esposo se abstenga de comentarios alrededor de Minato- Y aunque puso su mejor cara de indignación, no pudo decir nada ya que sabía que era verdad y que si Minato era totalmente sexy no se podría controlar-
Tranquilo que lo mantendré a raya- Una de las pocas cosas que Madara podía decir que habían salido bien del matrimonio de su hermano, era que ponía en su sitio a Tobirama cada que se quería pasar de listo-
~Días después con Minato~
¿Qué quieres que cene con tu familia?- La cara de Minato podía clasificarse de terror, no pensaba que él hombre le pediría algo así cuando apenas tenían una semana viéndose, eso sí que le asustó, ¿Y si este hombre estaba tratando de enamorarle? No podría ser capaz de envolverlo en una relación para después abandonarlo como habían hecho prácticamente todos los hombres que habían estado en su vida, no le iba a permitir que lo metiera en una red de mentiras y promesas que nunca iba a cumplir, no sería el juego de ese hombre si eso era lo que quería- No iré- Le dijo directamente, siguió comiendo la comida que había preparado para él y Madara, no podía creer que había sido tan iluso como para pensar que Madara verdaderamente podría enamorarse de él, un chiquillo con gerontofilia*, que no podía llegar a confiar realmente en nadie-
No te preocupes, no será nada formal y no te obligaré si no quieres, es solo que mi hermano quiere conocerte, además quiero que tú y mi hijo se conozcan más a fondo para que ellos vean que es lo que veo en ti- No supo que decir al escucharle decir aquello, ciertamente no se sentía en capacidad de conocer a los familiares del otro aún, se notaba que toda la familia de Madara debía ser gente muy educada, solo habló con Fugaku una vez que tuvo que remplazar a una chica y tomar el horario de la mañana (ya que él trabaja en el horario de la tarde noche, pero su jefe se lo había pedido de favor, por lo cual no había podido negarse, pero si no lo hubiera hecho no habría conocido a Madara), el moreno se veía que era muy refinado y educado, él apenas podía mantener su casa limpia y refinado no era en ninguno de los aspectos de su vida, ni siquiera podía tener sexo sin que pareciera que estaba montando a caballo y no un pene-
¿Y si me das una semana para pensar? Con un poco de tiempo creo que te podré dar una respuesta- La respuesta que Madara le dio no se la esperaba, ya que el hombre tendía a dejarle hacer lo que quisiera sin poner peros, pero al parecer esta no iba a ser una esas veces, pero no le molestaba, ya que de cierta forma le gustaba que Madara se pusiera firme con él cuando hacía una de sus chiquilladas-
La cena será este domingo, ya que ese día no trabajas, pasaré por ti a las 7:00 pm y espero que estés listo, te daré tres días e irás quieras o no- ¿Había dicho que le gustaba que Madara lo tratara así? Perdón, se expresó mal, le encantaba hasta un extraño punto que se convertía en sexual, le ponía más que verlo desnudo en su cama, si es que eso era posible. Madara sabía que eso era una de las cosas que Minato amaba, que lo tratase con mano dura, no sabía por qué le gustaba eso, pero tampoco se iba a quejar, ya que el rubio era toda una fierecilla en la cama cuando se ponía de esa forma, por lo que no perdió tiempo en arrastrarlo con él a la habitación, de la que no planeaba marcharse de ninguna forma hasta la mañana siguiente-
La gerontofilia (del griego: geron, anciano; y philie, amor) es una parafilia que consiste en la búsqueda de una pareja sexual mucho mayor de edad cronológica.