***Unos minutos antes de que llegaran***
Judal seguía sin entender que era ese secreto del que Kouen hablaba y ya cansado de tantas vueltas se acercó a él molesto.
-Si no me dices que diablos está pasando me voy. No tengo interés en gastar mi tiempo por una tontería –estaba dispuesto a irse cuando Kouen lo tomo del brazo haciendo que se detuviera-
-Judal escucha atentamente serás el primero en saber–Dijo con rostro inexpresivo sin quitarle la mirada de encima- después de todo tú eres el más involucrado en esto.
-¿Yo? ¿ Y yo que tengo que ver ahora? ¡Solo dilo! estoy harto.
-Tú eres el Magi de la creación.
-Dime algo que no sepa ¿quieres? –Dijo sarcástico-
-Judal tú eres el único Magi que puede crear vida el único hombre capaz de concebir un hijo –dijo acercándose peligrosamente a él- y al parecer la Organización te ha estado ocultando ese pequeño detalle.
-…- No reaccionaba ¿estaba jugándole una broma?
Al no verse interrumpido prosiguió.
-Ellos no querían que los príncipes candidatos a Rey lo supieran y si no fuese el caso al menos sé que tú tienes algo de lo cual a ellos les atemorizaría que suceda –suspiro tratando de dar esa explicación para él también era una situación extraña- me encargaré de averiguar pero eso es todo. Los demás deben saberlo y no acepto una negativa de tu parte.
-Estas de broma ¿cierto? ¿Esperas que me crea eso? –Soltó el agarre molesto- No me jodas.
-Tú decides si creerme o no después de todo sigue siendo una suposición. -desvió la mirada unos minutos pensativo para luego posar sus ojos en él nuevamente- A no ser…
-¿Qué? –cuestiono confundido ¿enserio creía eso? Seguramente lo había oído por ahí y el muy idiota se lo creyó- ¿Por qué me miras así? ¿Acaso tengo algo en la cara?
Sin previo aviso se acercó más a él tomándolo por la cintura sorprendiendo a este.
-¿Quieres probar si es mentira o verdad lo que te digo? –susurro en su oído provocadoramente haciendo que se sobresalte-
-¡Suéltame! ¿¡Qué te pasa te volviste loco!? –Contesto histérico empujándolo sin mucho éxito- ¡no me toques bastardo!
El maldito tenía más fuerza que él y no lograba que lo suelte hasta que sintió chocar con el escritorio a sus espaldas; quería tumbarlo y lo logró tirando en el camino los artefactos que tenía allí junto a otros papeles importantes.
En ese momento las puertas de la sala se abrieron de golpe dejando ver a los tres príncipes cada uno con una expresión diferente en su rostro.
Judal deseo que lo tragara la tierra en ese momento y por primera vez sintió sus mejillas arder no porque le importara realmente la situación por demás comprometedora en la que se encontraba si no porque ellos mal interpretarían las cosas y él no deseaba que Hakuryuu piense mal, ya tenía bastante con que lo ignore.
¿Por qué pensó en la opinión de Hakuryuu respecto él? – se cuestionó confundido hasta que ya no sintió el peso del primer príncipe sobre su cuerpo.
*** *** ***
¿Judal estaba alejándose? No… todo lo contrario alguien lo alejo de él proporcionando un golpe certero en su abdomen y fue cuando volteó la mirada para identificar al dueño de lo que parecía ser una espada cerca de su cuello.
Hakuryuu adopto esa pose defensiva sosteniendo la espada firmemente con un solo brazo mirándolo con odio. No, no sólo eso también se veía molesto su expresión para con el siempre fue seria e inexpresiva y ahora era igual pero… -miró a Judal quien también estaba sorprendido, Hakuryuu se puso delante de él como si estuviera protegiéndolo-
-Kouen-dono debería comportarse creí que era un hombre con valores y ética pero veo que me equivoque. –Escupió esas palabras con una voz tan frívola que provoco escalofríos en Judal-
-…No deberías cambiar ese concepto sobre mí. Baja tu espada Hakuryuu.
-… -El cuarto príncipe lo miró por varios minutos sin cambiar su posición hasta que volteo la mirada encarando a Judal ignorando por completo la presencia de los otros príncipes-
-¿Se encuentra bien Oráculo?
-…S-si –Contesto nervioso y desvió la mirada Hakuryuu parecía molesto- estoy bien.
Koumei y Kouha se miraron extrañados el ambiente se había vuelto muy tenso entre todos.
Decidieron posponer la reunión para más tarde ignorando el accidente, era importante pero la situación entre Kouen y Hakuryuu podría ir a mayores prefiriendo evitar alguna confrontación salieron de la sala.
***
Judal fue el primero en salir del lugar. Quería llegar a sus aposentos lo más rápido posible eso sí que le había parecido de lo más extraño, Kouen se le tiro encima vaya a saber porque –para esas cosas podía llegar a ser muy distraído- y ver a Hakuryuu actuar así lo habían sorprendido de sobremanera además del pequeño secreto que supuestamente la Organización le ocultaba; y no sólo a él si no también al resto de los príncipes de Kou.
Estaba a punto de entrar cuando sintió que alguien lo agarro de un tirón metiéndolos a ambos a la habitación.
-¿¡Pero qué-…!? –se giro a punto de golpear a ese sujeto y se detuvo en seco- … ¿Hakuryuu? ¿Qué quieres? –lo miró sorprendido nunca pensó que lo tomaría con tanta confianza-
Hubo un silencio incómodo para él. El cuarto príncipe lo miraba sin decir una palabra y eso lo estaba poniendo más nervioso demás estaba decir que lo seguía tomando del brazo apretando el agarre ¿Por qué lo veía así?
-Suéltame ¿Qué te pasa Hakuryuu? –preguntó curioso-
-Dime donde te toco.
-¿Eh? ¿De qué estás hablando?
-Quiero que me digas en este momento donde puso sus manos Kouen dime donde te toco. -No era una pregunta le estaba exigiendo una respuesta y ya no le hablaba formal como de costumbre, se veía molesto-
-…No lo sé ¿porque me preguntas eso? Él sólo se tiró encima mío de la nada –arqueó una ceja confundido - En todo caso ¿a ti que te importa? ¡Siempre me estas ignorando!
-Yo…- Desvío la mirada soltando el agarre-
Judal tenía razón, siempre lo evitaba o rechazaba educadamente sin dejar de mostrarle que no le agradaba para nada su presencia.
Pero en ese momento, cuando vio a Kouen manoseándolo fue como un shock no logró reaccionar y cuando se dio cuenta ya estaba apuntándole con su espada; su sangre hervía quería matarlo cortarle la cabeza sería poco ¿¡Quién se creía que era para tocar lo que es suyo!?
…
“¿Mío?” –Se repitió mentalmente- ¿Por qué pensaba en Judal como algo que le perteneciera? siempre lo había descartado en su plan por destruir a Gyokuen ignorando sus propuestas de conquistar juntos un calabozo y recibir su poder.
Volvió su mirada a Judal quien estaba ahí viéndolo sin entender en qué diablos estaba pensando –se acercó a él y elevo su mano para tocar su mejilla-
-…- iba a apartarlo pero su cuerpo no reaccionaba ¿Qué le pasaba?-
Estuvieron de esa forma un par de minutos solo mirándose sin decir una palabra hasta que el cuarto príncipe hablo.
-Judal… -Hakuryuu lo llamó sobresaltándolo -
-¿¡S-si!? –“¡mierda!”- ¿qué pasa?
-No te acerques a Kouen. –Dijo apartándose de él a punto de salir; se veía pensativo-
…
No entendía para nada su actitud y eso lo alteraba ¿Qué no se acerque a Kouen? Para empezar él fue quien lo llamó primero…
Pensándolo bien ni loco aceptaría obedecer su pedido después de todo el joven príncipe siempre lo rechazaba ya era hora de devolverle el favor además de querer verlo cabreado.
-No quiero ¿Por qué debería hacerte caso? – Dijo cruzándose de brazos
-¡Solo no te acerques! –Se giro alterado- ¿¡con lo que pasó hoy no te parece suficiente!?
-¡No me grites idiota! ¿¡Porque estas advirtiéndome eso!? Lo que yo haga a ti no te interesa ¿¡o vas a decirme que intentas protegerme por mi bien!?–Dijo con una sonrisa sarcástica- No me jodas.
-… ¿Y si digo que quiero protegerte? –Contestó para su sorpresa más calmado- ¿Me harás caso cuando digo que Kouen quiere utilizarte o no?
-… ¿Por qué querrías protegerme? ¿A ti en que te beneficiaria?
-…–cerró los ojos para luego suspirar- en nada. Sólo desconfió de sus intenciones.
Tenía más preguntas para hacerle como a qué tipo de intenciones se refiere con respecto a Kouen para con él y ese cambio de actitud.
-le dieron escalofríos- También recordó lo que el primer príncipe le dijo y no deseaba cruzarse con él en un tiempo.
Dudo por unos segundos hasta que una idea cruzó su mente “es ahora o nunca”.
-¿Qué te parece hacer un trato? –preguntó sonriente-
Definitivamente no dejaría escapar una oportunidad así con su predilecto.