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LEGALMENTE CACHORRO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Yami pasó por la azotea que tenía el edificio donde  mucha gente iba a fumar y ahí lo encontró. Joseph estaba solo, acodado en la baranda mirando sin ver el poniente.

Yami pasó por la azotea que tenía el edificio donde  mucha gente iba a fumar y ahí lo encontró. Joseph estaba solo, acodado en la baranda mirando sin ver el poniente.

 

¡Hace frío aquí!—exclamó el tricolor a sus espaldas. El melado sonrió pero continuó en silencio y el otro llegó a su lado. Sus ojos habitualmente luminosos y pícaros estaban faltos de brillo y su mirada era la misma que viera en su cara en aquellos días--¿Estás pensando en Yugi? Él está bien, te lo aseguro—le dijo para calmarlo.

 

El otro bajó la mirada y apoyó su mentón en las manos que cruzaba sobre la barandilla—En realidad no sé que pensar—fue todo lo que dijo en medio de un suspiro pero fue todo lo que necesitó Atem para saber quien era la causa de su estado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Seto estaba preparando su alegato para un juicio por divorcio cuando su puerta fue abierta con violencia y unos llameantes ojos lilas le preguntaron sin reparo--¿Qué le has hecho?—

 

El castaño lo miró un segundo para luego seguir tecleando, fingiendo que él no estaba ahí.

 

¡He preguntado que qué le has hecho!—gritó ahora el hijo del socio arrebatando con una mano la laptop y dejando que se estrellara contra el piso.

 

Los ojos azules se mantuvieron fríos tras las gafas--¿Sabes? Eso es propiedad del bufete por lo que tendrás que pagarlo. Aunque no creo que para un tipo como tú eso sea importante—dijo calmadamente.

 

La actitud de Kaiba sorprendió al ojos violetas. ¿Qué era? Siempre había sido un tipo más bien seco pero esa frialdad era nueva. Su mirada decía: “¡Me importas un rábano!” pero no solo como actitud sino de manera agresiva como si no le importara siquiera si estaba vivo. Incluso la idea de que permaneciera ecuánime después de que el trabajo que estaba haciendo duramente fuera despedazado de tal manera ante sus ojos era un claro signo de un cambio profundo.

 

¿Pero qué había pasado entre esos dos?

 

¡No sé lo que pasó pero de seguro tú tienes la culpa! ¡Te advertí que no…--dijo Yami pero se cortó cuando el otro se paró ante él. Esperaba algún grito de advertencia de parte de ese advenedizo pero otra vez se vio sorprendido de su actuar.

 

Seto simplemente se dirigió al lado del escritorio en donde yacía la laptop y sacó del objeto destrozado un pendrive que permanecía conectado. Sin mirarlo siquiera pretendió salir de su oficina pero en cuanto el otro se dio cuenta de lo que intentaba se puso en su camino.

 

¡No te irás hasta que me digas que le has hecho!—amenazó el tricolor.

 

Un resoplido de la nariz y una sonrisa torcida, acompañado de unos ojos con cierta mirada de superioridad--¿Quieres saberlo?—preguntó el ojos azules y Atem se lo quedó viendo expectante mientras el otro acercaba su boca a su oído como para contarle un secreto—No tengo que decirte nada—agregó y luego lo miró un momento antes de evadirlo y llegar a la puerta con paso sereno.

 

¿Acaso la charla con el abuelo de Joey te hizo entender tu posición?—preguntó el cabreado Yami y Seto se detuvo.

 

Volteó para mirarlo un momento comprendiendo que el otro había hablado con Onodeo sobre ellos dos, víctima de sus enfermos celos.

 

Lo miró de abajo hacia arriba y solo mencionó--¡Que patético!—después lo dejó allí parado y se fue.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Había pasado una semana y el extremo cambio entre los dos era más que visible. Joey cuando lo veía desde lejos lo miraba con cierta tristeza en la cara mientras el otro lo ignoraba olímpicamente. Ya no era su tutor aparentemente, ni de Atem. Había dicho a Pegasus respetuosamente que esos dos ya estaban aptos para manejarse por si mismos y que eran muy capaces.

 

Un día Joey intentó preguntarle algo en un pasillo y sus ojos se encontraron directamente por unos segundos antes de que los azules se apartaran de los melados—Yo ya no tengo nada que ver contigo. Ya no soy tu tutor ni más nada—fueron las palabras que le dirigió un instante antes de irse y dejarlo con unos papeles extendidos en su mano. Su voz era fría y sin embargo muy llena de rencor.

 

Wheeler se quedó ahí mirando los papeles con una sensación muy rara en su interior.

Notas finales:

¿Y bien?

Esta es mas bien la situacion en que siempre han estado ellos en los fics?

Tal vez Seto solo lo olvide

tal vez esta es su venganza

no esta todo dicho

ja ne

n.n


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