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LEGALMENTE CACHORRO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

¿Cuantas preguntas puede traer consigo Joey Wheeler?

Yami vio como el rubio se ponía tieso a su lado interrumpiendo su amena charla con otro de los abogados jóvenes. Rápidamente el rubio se había hecho de amigos dentro del ambiente laboral por su simpática forma de ser.

 

Atem se puso alerta ante su cambio de actitud y lo siguió cuando este repentinamente abandonó la charla para dirigirse por el otro pasillo hacia la izquierda.

 

De pronto estaban ante un grupo de tres, Kaiba estaba ante ellos y los miró con algo de sorpresa y fastidio entremezclados. De seguro que iba a preguntar que estaban haciendo allí cuando el rubio habló.

 

¡Irashaimasen, Katsuya sama!—dijo el joven rubio. El tricolor solo lo conocía de nombre pero sabía de quien se trataba—Sé que no habrá venido a verme pero estando cerca en el mismo edificio hubiera sido una descortesía no pasar a darle la bienvenida—añadió Wheeler con fina cortesía cosa que asombró al castaño. ¿Era ese el mismo individuo que se había acomodado panchamente en su despacho comiendo patatas fritas y riéndose de él?

 

El viejo solo asintió con la cabeza como aceptando sus palabras. Para el común de los hombres eso era poco pero para el endurecido tipo era como una especie de reconocimiento pues desde que llegaran nunca le dirigió una mirada a Seto.

 

¡Si está aquí debe tener cosas importantes que tratar así que me retiraré!—dijo el melado y después se inclinó para marcharse. Un poco incómodo su amigo hizo lo mismo antes de seguirlo.

 

Después de que Joseph diera varios pasos el viejo le habló fuerte pero calmadamente—¡Jouno! ¿La sigues visitando?—fue su hermética pregunta.

 

El rubio detuvo sus pasos. Ambos estaban separados por unos metros dándose la espalda mutuamente y no voltearon, solo Seto se movió para ver a Wheeler. La cara de Joey no podía ser vista por nadie pues Yami también estaba a sus espaldas. El melado sonrió y contestó—Si, casi todos los días—

 

Al parecer era todo lo que el viejo quería saber pues empezó a caminar en dirección contraria donde siempre había sido su destino. Kaiba quería preguntar pero sabía que no era algo propio así que se contuvo y avanzó con él y su acompañante un segundo después de ver la espalda de los otros alejarse.

 

¡Otro misterio más de Wheeler! ¿Cómo era que conocía a un hombre tan poderoso como Onodeo Katsuya? ¿Por qué este le había llamado Jouno? ¿Sería un apodo por Joseph o un alias? Y finalmente… ¿Quién era ella y por qué el viejo preguntaba si la visitaba? ¿Por qué le interesaba la vida personal de un simple abogado recién salido de la universidad?

 

Parecía que el muchacho era más encumbrado o tenía más contactos de los que había creído. No solo estaba ahí por ser amigo del hijo de una persona importante. Parecía que tenía más contactos con poderosos. Como en una invisible telaraña Joseph Wheeler se conectaba con hombres de las grandes esferas por caminos tortuosos. El mismo había revisado sus datos y en ellos no aparecía nada excepcional. Tendría que investigarlo cuando tuviera el tiempo.

 

En eso también pensaba el ojos azules cuando hacía las preguntas solicitadas por Pegasus para su entrevista aunque nadie sin un agudo sentido de la percepción lo hubiera notado. En cambio el señor Katsuya no era una de las estrellas empresariales de Japón porque sí y una vez se resolvió todo y su secretario comenzó a levantarse los ojos agudos del viejo no dejaron de posarse en el abogado.

 

¡Hay algo que quiere preguntar! ¿No es así?—preguntó Onodeo. Su secretario miró a su jefe y luego al abogado pero no dijo nada. Seto miró al hombre. Parecía dar por sentado su respuesta por lo que prosiguió—Le interesa saber que relación me une con el joven Wheeler. ¿Cierto?—Los ojos azules le miraron con fijeza mientras los impenetrables negros parecían un escudo—Si quiere saberlo, deberá preguntárselo—fue toda la respuesta que obtuvo del hombre que parecía gozar de que el otro no obtuviera lo que quería de él.

 

Seto lo vio marchar en su auto con una sensación rara, era como estar en una encrucijada entre su vida de siempre y meterse en un oscuro callejón sin saber a donde este conduciría. ¿Se animaría a transitar por esa oscura senda sin retorno? Se preguntó mientras subía por el ascensor.

Notas finales:

¿Que elegirá Seto?

¿Olvidar su curiosidad o perseguir los secretos del cachorro?

 


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