La noticia de la muerte de su hermano había sido devastadora para él, no podía evitar sentirse culpable reprochándose a sí mismo que de haber ido a ver a su hermano cuando leyó aquella carta tal vez su hermano en estos momentos se encontraría con vida.
Habían muchas cosas que no le cuadraban referentes a la muerte de su hermano y para esclarecerlas tenía que ir a ese pueblo.
La mañana que le siguió al recibimiento de la terrible noticia de la muerte de su hermano, partió con el hombre que decía ser el abogado de Deidara hacia aquel pueblo para enterrar el cuerpo de este. No recordaba nada de aquel pueblo ni de la mansión victoriana de la que ahora él era el único dueño, la mansión había pertenecido a sus abuelos y al morir estos había sido heredada por su padre sin embargo ni sus padres ni abuelos la habitaron siempre habían preferido mantenerse alejados de esta.
No quería regresar a aquella mansión ni pueblo, pero sentía que era su deber averiguar el verdadero motivo de la muerte de su hermano, el abogado de su hermano llamado Sasuke le había dicho que su hermano había muerto de causas naturales pero él no creía que esa hubiera sido la verdadera razón de la muerte de su hermano no cuando en la última carta que Deidara le había escrito, esta decía que presentía que algo muy malo podría pasarle si permanecía en esa mansión.
Todo el trayecto rumbo a Woodstwon se la paso mirando por la ventana, pero su mente no estaba apreciando el desolado y tétrico paisaje que tenía enfrente debido a que todos sus pensamientos estaban enfocados en pensar en lo que encontraría en aquel pueblo y el cómo resolvería la muerte de su hermano ya que él estaba casi seguro que a su hermano lo habían asesinado.
Antes de llegar a Woodstwon se percató que el abogado de Deidara lo veía constantemente se le hacía raro que este lo viera tanto con sus penetrantes ojos negros, la primera vez que lo había visto se le hizo un hombre muy misterioso y no le había prestado detenida atención por haber recibido la terrible noticia de la muerte de Deidara pero ahora que lo veía bien sentía que ya había visto antes esos penetrantes ojos negros.
Naruto siempre había sido un hombre al que le gustaba tener controlado todo lo que estaba en su entorno y la mirada de Sasuke lo hacía sentir un poco en descontrol porque sentía que ya había visto antes esos profundos ojos negros solo que no podía recordar en donde, así que le dijo.
–De casualidad ya nos habíamos conocido antes, usted tiene algo que me resulta familiar–
Sasuke lo miro atentamente con un leve brillo en sus ojos negro, hizo un leve gesto de sonrisa que cambio rápidamente para contestarle.
–Naruto, ayer recién lo conocí, tal vez me está confundiendo con otra persona–
Naruto lo miro detenidamente unos segundos antes de decirle–si tal vez sea eso– para seguir viendo por la ventana.
Cuando llegaron a Woodstwon, Naruto pudo ver lo descuidado y desolado que estaba el pueblo, no podía entender en que había estado pensando su hermano cuando decidió ir a aquel pueblo.
Acudió al entierro de su hermano sintiendo una gran tristeza por la muerte de este y por tener que enterrar su cuerpo en aquel lugar tan desolado, Sasuke le había dicho que Deidara le había dejado en unos documentos escrito que cuando muriera quería ser enterrado en Woodstwon, y eso se le hacía muy raro a él.
Ahora tenía más preguntas y dudas de las que tenía antes de llegar a Woodstwon como ¿Por qué Deidara quería ser enterrado ahí si en la carta decía que quería irse?, no confiaba en lo que le decía Sasuke, sentía que este tenía que ver con la muerte de su hermano.
Al finalizar el entierro la gente que acudió se retiró nadie se le acerco a darle el pésame y él lo prefirió a si mejor ya que no conocía a nadie más que a Sasuke y este había pasado a ser para él, el principal sospechoso de la muerte de Deidara.