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Solo una noche entre tus brazos por Eliann

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Y me siento desgarrado.

Por el puñal.

Que a mi pecho.

Le ha dado muerte.

Me quede recostado en la cama. . . creo que he estado encerrado dos días. . . he oído tocar la puerta pero no me tengo deseos de levantar. . . no tengo deseos de hacer nada. . . el vació en mi pecho es más que agonizante. . . hace tanto que no lloraba y ahora como si mis ojos fuera una fluente no dejo de derramar lágrimas, escucho mi celular es un mensaje.

 

-“Buenos días Gakupo-Oni-chan voy a ir a visitarte unos días, quiero saber cómo te encuentras y sobre todo avisarle a nuestros padres de que estas bien, sabe que nuestro padre es orgulloso y jamás admitirá que está preocupado por ti y por el camino que has decidido seguir, además de que se encuentra orgulloso de la fama que te has creado tú mismo, sin más espero con ansias encontrarte de nuevo y saber lo bien que estás. . . te quiere tu querida hermana menor Gakuko” –Decía el mensaje dejándome sorprendido. . . Gakuko, mi amada hermana menor, sonreí por ello. . . vienes en un momento indicado pues te necesito más que nada –

 

Me levante rápidamente de la cama con ánimos de ver a mi One-chan, me espabile, mi cuerpo estaba un poco débil pero aun así, me levante como mejor pude, arregle la cama, necesitaba arreglar mi habitación estaba sucia, pero primero, olí mi camisa, apestaba, me adentré al baño para tomar una merecida ducha. . . ha mi One-chan mi querida One-chan me devolverá el ánimo que he perdido ella es buena para esta clases de situaciones. Sonreí pensando en ello. . . al salir del baño me arregle y baje los demás me miraron sorprendidos yo solo sonreí.

 

-Gakupo-san ¿se encuentra bien? –Me pregunto Luka-san, yo solo la tome de la cintura y la alcé –

 

-Mejor que nunca –Contesté sin dejar de sonreír, no era cierto aun me dolía, pero. . . no importaba mi One-chan vendría y con ella yo estaría bien porque ella es maravillosa –

 

Me adentre a la cocina, me prepare algo pues sentía el hambre que estaba en mi cuerpo, en ese instante la comida me pareció muy deliciosa… en todo el rato que estuve afuera no me encontré con Kaito-san lo cual era bueno para mí.

 

-y… ¿Qué te puso de tan buen humor? –Me pregunto Meiko-san –

 

-Mi One-chan vendrá –Respondí para comenzar a masticar mi berenjena a la parmesana –Estoy muy feliz por eso, ella es maravillosa y tengo tiempo que no la veo

 

-Ah…ya –Contestó ella –Yo pensaba que te habías dado cuenta de que amar a Kaito-kun no valía la pena –Me ahogue con mi comida tras sus palabras y la mirada que el envié le decía todo –Ya…no te enojes es cierto. . . él jamás ha sentido atracción verdadera por alguien ni siquiera cuando estuvimos juntos me demostró amor. . . nunca. . .no entiendo por qué te empeñaste en amarlo o porque Miku-chan lo hace pero ese es su problema. . . siempre dijo sentir un vació que no lo llenaba

 

-. . . –Deje un momento de comer mientras miles de pensamientos invadían mi mente, como cuando lo vi despertar en mi cama, sus ojos mares luminosos brillaban con intensidad eran completamente maravillosos. . . si solo el tiempo se fuera detenido en ese momento –Tiene toda la razón Meiko-san, ese es mi problema. . . –Respondí –

 

Ella no dijo más y solo se marchó dejándome comer tranquilo, al rato de terminar de comer, salí se supone que mi hermana vendría y las berenjenas se habían acabado así que tenía que prepararle a ella una muy buena comida como a ella le encantaba… sonreí por ello caminando tranquilamente. . . tal vez hasta tarareando. Hasta que los encontré a ellos dos tomados de la mano.

 

-Kaito-kun veras. . . –y se detuvo de hablarle al verme mire hacia otro lado y seguí mi camino ignorándolos completamente –

 

-Gakupo-san –Tomo mi hombro y yo solo quite su mano rápidamente –

 

-Déjame en paz ¿quieres? –Respondí molesto y seguí de largo –

 

Me detuve un momento en donde estaba baje la mirada aun lo sentía allí parado a mi espalda sin decirme nada, cerré los ojos. .  . Mi One-chan vendría. . . Y ella me daría ayuda. . . ella me devolvería la alegría como antes lo hizo. . . y yo no quiero preocuparla ella no lo merece, con eso en mente seguí mi camino sin detenerme.

 

La vida sigue aunque este vacío en mi pecho se haga más agonizante… le compre un nuevo kimono a mi madre estoy seguro que se vería hermoso en ella, un sable a mi padre, a él le encantan para llenar su colección estoy seguro que este no lo tiene y una bella peineta para mi hermana con una rosa en color violeta perfectamente adornada casi parecía a un cristal, estoy seguro que le encantaran además de las berenjenas y algunos ingredientes para preparar su comida favorita.

 

Feliz por aquello regrese a casa, ignorando a la feliz pareja que conversaba tranquilamente, guarde las berenjenas en la cocina además de los demás ingredientes.

 

-Gakupo-san –Llego Luka-san animada deteniéndome de irme hacia mi habitación – ¿Qué compraste?

 

-Cosas para mis padres y mi hermana –Respondí –Voy a guardarla

 

-¿te vas? –Me dijo triste –

 

-No mi hermana vendrá y quiero al menos que le lleve unos regalos a mis padres desde que ingrese aquí no los veos –Comenté –por cierto. . . te vez linda hoy. . . siempre te vez linda pero. . .ese nuevo adorno te queda muy lindo hace resaltar tus ojos

 

-¡Gracias! –Me dijo ruborizándose yo solo asentí para volver a mi habitación –

 

Mi respiración más lenta.

Mi cuerpo más impertinente.

El vació en mi pecho me consume.

Al día siguiente además de arreglar mi cuarto y guardar las cosas, claro desayunar con el grupo evitando la mirada de Kaito-san y la mirada de fiera de Miku-chan, que me lanzaba a pesar de que yo no tenía nada con Kaito-san ¡¿Qué no entiendes que me rechazo por ti?! Maldita estúpida nunca creí odiar así en mi vida… como te odio a ti ahora.

 

Me fui hacia el patio, me hacía falta aire. . . demasiado últimamente, es como si mi cuerpo se sintiera débil por primera vez aunque había retomado mi dieta y ejercicios matutinos… me quede acostado nuevamente entre las rosas azules. . . aquella fragancia me tenía calmado. . . mi respiración era lenta y pausada. . .cualquiera pensaría que dormía pero no era así.

 

-Gakupo-san –escuche su voz pero no me moví, no quería verlo. . . no quería hablarle.  . . No quería escucharle. . . me daba ganas de llorar mi maldita desgracia. . . de ser solo un juguete nada más.  . . Algo con lo que se quiso divertir pero no pudo y me dejo de usar. . . –Perdóname. . . realmente soy un estúpido –Sentí como se acomodaba a mi lado. . . y como su llanto mojaba mi camisa –Lo siento tanto y ahora me odias.

 

No respondí nada, solo lo deje tranquilo allí, acostado mientras sollozaba y el corazón lo sentía hecho pedazos en ese instante y aun así me sentía bien. . . aun después de estar roto me sentía. . . bien ese vació sofocante en mi pecho es como si no existiera… y sin más ambos nos quedamos dormidos allí.

 

-¡Hey! ¡Hey! –Escuchamos una voz que nos hizo despertarnos Miku-chan nos miraba molesta –

 

-. . . ¿Qué? –Me moví un momento y luego vi a Kaito-san –Maldición –Murmure no fue por Kaito-san había tenido el mejor sueño reparador de toda esta semana pero tenía que venir la perra de Miku-chan a interrumpirnos… si la odio… demasiado, me levante de allí sin mirar atrás, escuchando como Miku-chan le gritaba a Kaito-san. . . ¿eso fue un golpe? Cerré los ojos suspirando. . . tú te búscate eso. . . yo no –

 

Te odio. . .

Quisiera decírtelo.

Pero no puedo.

La mentira más cruel pues aun te amo.

 

Ese día donde me llego el mensaje de mi One-chan que venía en camino comencé a preparar la comida para ella, llegaría justo en el almuerzo y me había esmerado en prepararlo, e incluso uno de sus postres favoritos.

 

Me distraje solo por un momento. . . tal vez cinco minutos por que Meito-san y Gumi-chan discutían en el living y yo intente calmar un poco las cosas. . . cuando regrese allí en la cocina. . . mi comida arruinada tirada al suelo. . . quede horrorizado de ver el postre que le prepare a mi hermana pegado en la pared. . . choreando toda la crema y dulce. . . y allí ella mirando todo.

 

-¡Hatsune Miku! –Le grite haciendo que se espantara – ¡¿Cómo te atreviste?! –le grite completamente enojado –

 

-No fui yo fueron los gemelos –respondió haciéndose la inocente, intentado detener mi ira con sus ojitos de cachorro no.  .  .eso no funcionara conmigo –   

 

-¡No seas mentirosa! ¡Cómo pudieron ser los gemelos si ellos estaban en el living! –Le dije enfadado –

 

-S. Saben la tele-trasportación porque Goku-sensei les enseño –Sonrió apreté fuerte los puños por ello –

 

-Gakupo-san… por favor cálmate podemos llegar a una solución –Llegaste defendiéndola –

 

-¡¿Llegar a una solución?! ¡Mira lo que hizo! ¡Me tarde horas preparando eso para mí One-chan! ¡E incluso su postre favorito! ¡Quería sorprenderla con las cosas que le gustan porque tengo meses que no la veo! ¡¿Y tú maldita novia consentida me hace esto?! ¡Y culpa a un tercero que no tiene nada que ver! –Y de repente escuche unos sollozos… no… no las lágrimas de cocodrilo –

 

-Gakupo-san. . . tu siempre eres cruel conmigo… yo no fui –Sollozo los demás me miraron con una expresión de reclamo y yo solo enfurecí más, la puerta comenzó a sonar, solté un suspiro mordiéndome el labio aguantando las ganas de llorar de rabia –

 

-Debe ser mi One-chan –Baje la mirada para pasar de largo y si era ella –

 

-¡Gaku-Oni-chan! –Y me abrazo me aferre fuerte, muy fuerte a ese abrazo – ¿te ocurre algo hermano?

 

-No.  .  . Ne One-chan yo sé que estas cansada del viaje pero. . . ¿gustarías de salir a comer? –Le pregunte me miro atentamente me acaricio la mejilla y sonrió –

 

-¿puedo guardar mis cosas? –Me pregunto yo le sonreí, al entrar todos miraban atentamente a mi hermana –

 

-Chicos ella es mi hermana menor Gakuko Kamui –Pronuncie prestándole a mi hermana –

 

-Es un placer conocerles, espero no sea un inconveniente que me quede uno días con Oni-sama –Respondió haciendo una reverencia –También espero llevarme bien con ustedes –Sonrió tan linda y amable como siempre –

 

-Llevare la cosas a mi cuarto, espérame un momento para que salgamos –Ella solo asintió mientras yo tomaba la maleta y la llevaba a mi cuarto –

 

Al regresar Gumi-chan estaba sobre ella diciéndole que yo era como su hermano de aquí, solté una ligera risa para que ella y yo nos marcháramos. . . estoy seguro que más tarde me tocara limpiar el maldito desastre que esa perra hizo en la cocina.

 

-¿Qué te ocurre? –Me dijo ella –No intentes mentirme te conozco a la perfección como para saber cuándo mientes –Me dijo mientras estábamos en el restaurante –

 

-Yo te había preparado la comida que te gusta –murmure bajando la mirada –Incluso tu postre favorito. . . lo había hecho para ti pero…ella –Pronuncie entre dientes –lo destruyo todo. . . luego hizo las lagrimitas de cocodrilo y todos me miraron como si yo fuera el culpable. .. Me enoje tanto. . . me había esforzado tanto. . . para nada, para que ella con su grandísima saña lo destruyera todo

 

-Oni-chan –Pronuncio tomando mi mano –está bien. . . lo que cuenta es la intensión –me sonrió –Aunque es triste perderme de tu grandiosa comida y… ¿Quién es ella?

 

-la estúpida de Hatsune Miku –Respondió con rencor –

 

-¿ella? pero sí parece tan tierna y adorable –me contestó –

 

-Que su falsedad no te engañe One-chan –pronuncie –Ella me odia… y yo la odio a ella… ella me quito a Kaito-san. . . sé que no era mío. . . pero me lo arrebato de mis brazos. . . además fue la que mando tu postre favorito a arremeterlo contra la pared… y tu comida favorita al piso

 

-¡¿Ella?! ¡¡Ella destruyo todo lo que adoro!! –Yo solo asentí –.  .  . Dime Oni-chan. . . ¿ella te destruyo a ti?

 

-en parte. . . si –Comenté –

 

-Entonces jamás tendrá mi cariño Oni-chan. . . –Me acaricio la mejilla con ternura y yo solo le sonreí –

 

-Te necesito tanto en estos momentos One-chan viniste en el momento adecuado –Pronuncie –

 

-sabía que me necesitabas por eso tenía ansiedad de verte… hay Oni-chan pero  ¿Qué te han hecho? –Baje la mirada –Cuéntamelo todo.

 

 

El puñal que a mi pecho.

Le ha dado muerte.

Y no puedo desenterrarlo.

Le conté todo a mi One-chan que no podría estar más molesta con Miku-chan y con Kaito-san, pero más molesta con Miku-chan por su comportamiento.

 

-No te preocupes Oni-chan yo pensare en una forma de arreglarlo –Me dijo mientras se colocaba la piyama –

 

-sé que sabrás como ayudarme –Respondí estaba de espalda a ella para no verla mientras se cambiaba –

 

-Lo haré –Sentí sus brazos en mi hombros para pasarlos a mi cuello y su barbilla en mi cabeza –No quiero que estés triste Oni-chan

 

-No estoy triste One-chan. . . yo soy feliz porque tú me devuelves la alegría –Respondí voltee a mirarla y ella negó –

 

-Oni-chan no tienes por qué engañarte a ti mismo –Me dijo colocando su mano en mi barbilla, mirando directamente a mis ojos –Tus ojos muestran toda tu tristeza Oni-chan eres un libro abierto, para quienes saben verte a través de los ojos.

 

-Solté una ligera risa – ¿Quién mejor que tú para conocerme One-chan? –Ella solo me abrazo mientras me acostaba a la cama y ella quedaba acostada en mi pecho –

 

-Quien mejor que yo para saber, que odia estar solo, que no te gusta dormir solo porque sientes los brazos vacíos. . . que añoras despertar con la persona que amas y mirarle mientras duerme –Sonreí nuevamente ante ese recuerdo maravilloso, de Kaito-san durmiendo –Que tus ojos se ven apagados cuando estas triste pero cuando estás enamorado se ven como dos bellos zafiros relucientes…

 

-One-chan ya. . . mejor durmamos ¿sí? –Ella asintió acomodándose dándome la espalda mientras yo también me acomodaba arropándonos y colocando mi mano en su cintura –Buenas noches One-chan

 

-Buenas noches Oni-chan –Respondió cerrando sus ojos –

 

A la mañana siguiente me desperté antes que mi One-chan  deje un beso en su frente y me metí al baño, al terminar de asearme y vestirme aun mi One-chan seguía dormida de seguro por el cansancio del largo viaje que hizo hasta acá. Lo que me sorprendió de ayer fue que al llegar no estaba el desastre de la cocina. . . al parecer Meiko-san regaño a Miku-chan ya que ella fue. . . y la puso a limpiarlo todo. . . y ella de vaga y caprichosa puso a limpiarlo todo a Kaito-san. . . todo me lo contaron Gumi-chan y Luka-san.

 

A veces pienso que ella no lo merece pero si él quiere eso ¿Quién soy yo para detenerlo?

 

Yo solo deseaba tenerte entre mis brazos.

Y fuerte me has soltado.

De las alturas me has tirado.

Y a la calcinación me has destinado.

Al final mi hermana no me pudo ayudar mucho pero me regreso el ánimo lo cual era algo muy bueno a mi parecer. . . era tarde es noche estaba yendo a lo que era mi habitación a lo que escuche. . . una conversación de la habitación de Kaito-san.

 

-Dijiste que no le harías nada si estaba contigo Miku-chan –pronuncio. .. su voz sonaba agrietada ¿pero qué? –

 

-Sí, eso dije pero estoy cansada de que intentes acercártele a él… ¿es que acaso no lo entiendes? ¡Eres mío! –Le grito – Si no te vas comportando y alejándote de tu querido Gakupo-san, entonces lo matare

 

-M…Miku-chan –Pronuncio, intente mirar un poco… ¡¿Eso es un revólver?! –

 

-¡Tienes que amarme a mí no a ese imbécil! ¡Tú corazón es mío así tenga que arencártelo! ¡Entiendes! –Le grito –

 

-Si –Bajo la mirada –

 

Al escuchar eso estaba completamente furioso, ella debería estar en un manicomio debía solucionar esto pronto. . . ¿por eso fue qué? ¿Él me dijo esas crueles palabras para protegerme? Ahora. . . tendré que decirte también palabras crueles. . . para que ella lo deje en paz.

 

Al día siguiente aun seguía alterado por lo que había escuchado la noche pasada. . . allí estaba él mirándome… sus ojos mares cada vez más apagados ¿por qué no me di cuenta de tu propio sufrimiento antes? Sumergido en él mío. . . soy un imbécil.

 

-Gakupo-san –Tomo mi mano –Yo. . . quisiera retomar nuestra amistad. . . sabe. . .-Allí esta esa perra –

 

-Perdóneme Kaito-san, pero debido a las circunstancias yo no quiero tomar nuestra amistad. . . sépase que yo lo odio –Respondí. . . perdóname. . . tus ojos mostraron una gran tristeza realmente no quise decirlo –y no deseo tener ningún contacto con usted –ella solo se sonrió y se marchó –

 

-.  . . Ya. . . ya…veo –Trago saliva estoy seguro que va llorar, me acerque a su oído para susurrarle –

 

-perdóname… ella estaba detrás.  . . Pero yo te voy a sacar de su yugo. .. Te lo juro. . . por el fiero guerrero samurái que soy. . . por mi honor como samurái. . . ya no sufrirás más –Su cuerpo tembló ante mis palabras y yo seguí de largo. .. Aun sollozaba. . . no sabía de qué eran esas lágrimas que yo añoraba detener –

 

 

Opacado por la tristeza.

Que me hace desfallecer.

E pronunciado las palabras.

De odio que jamás desee… 

Notas finales:

Paso rápido como siempre espero les haya gustado y por favor comenten. 


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