La situación ha pasado de molesta a frustrante, desde aquel día en que sasuke se llevó consigo a Naruto, este último ha estado evitándolo de una manera para nada discreta.
Si se encuentran por la calle Naruto mirara en otra dirección fingiendo no verlo, si Kakashi lo saluda Naruto devolverá el gesto con un simple movimiento de cabeza pero nunca mirándolo a los ojos, si Kakashi se acerca el rubio este comenzara a estremecerse notoriamente para luego empujarlo a distancia y antes de que el peliplata pueda interpelarlo Naruto simplemente huira de la situación corriendo demasiado rápido como para que Kakashi pueda alcanzarlo
Es una sensación tan abrumadora, ¿por qué su cercanía hace que el rubio lo evite como la peste, pero cuando se trata de sasuke parece no molestarle? Necesita respuestas y golpear a sasuke dependiendo de si la respuesta que consigue es conveniente para el uchiha
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Naruto yace tendido sobre una camilla en el hospital; en una habitación que ya parece la suya por la cantidad de veces que ha terminado allí durante la última semana. Tsunade pasa delicadamente sus dedos a través de las rubias hebras de cabello; no importa cuán fuerte se haya vuelto Naruto, ella siempre se preocupara más de la cuenta por cualquier cosa que pueda sucederle al joven.
Y es que el ojiazul se ha desmayo cuatro veces la última semana, sin contar aquella en que Kiba lo trajo al encontrarlo tirado en medio del camino en dirección a la aldea de la niebla. Pero los resultados de los exámenes que se le han realizado a Naruto no arrojan ningún resultado fuera de lo común y apreciable, el joven tiene una fiebre bastante alta y su piel luce más pálida de la bronceada de siempre. Tsunade no entiende que puede estar causando esos repentinos desmayos, ¿estrés? ¿cansancio? ¿Cambios repentinos en su presión arterial? ¿Hiperventilación?, y que Naruto no diga nada al respecto la hace sentir aún más ansiosa. Cuando despierta simplemente sonríe, se viste y se va hasta la próxima vez que alguien lo encuentre inconsciente en su departamento o en algún lugar de la aldea
Los ojos de Naruto se abren con pereza, pero no son orbes azules los que miran a Tsunade, ojos color carmesí a los que no puede acostumbrarse incluso después de la última guerra
“¿Kurama?” pregunta la quinta, aun sabiendo la respuesta
“Al parecer el mocoso te ha dado algunos dolores de cabeza los últimos días, ¿eh?”
“¿Sabes a qué se deben esos benditos desmayos?” -pregunta tsunade- “¿hay algo malo con Naruto?”
“Por mi culpa ha entrado en una etapa de celo y su cuerpo ya ha elegido a su alfa; la persona con la que quiere aparearse, pero el sigue siendo un idiota testarudo como siempre y se niega a hablar con esa persona”
“Este niño” -dice Tsunade, su cabeza ha comenzado a doler de repente-“siempre logra meterse en cada cosa”
“Probablemente lo veras bastante aquí durante la siguiente semana que queda, deberías reservarle esta habitación” -una mueca socarrona se aprecia en las facciones del rostro del rubio-“es un cabezota incluso en las cuestiones de la lujuria y el amor, no le sirvió de nada haber pasado tres años con ese pervertido de Jiraiya”
Tsunade le devuelve el gesto divertida, observa como los ojos de Naruto se cierran lentamente y volver a la posición que estaba antes de que el bijū quisiera hablar con la hokage.
La quinta se pregunta quién podría ser ese alfa de Naruto, las posibilidades son bastante amplias y abrumadoras, solo puede pedir a todos los dioses que esa persona no sea sasuke
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Luego de salir del hospital con una advertencia de Tsunade para que cuide su salud y una pequeña bolsa que la quinta le entrego diciendo que la abriera cuando dejara de ser tan idiota cabeza dura, no sabe a qué se debe el ultimo regaño pero es mejor no llevarle la contra a la mujer
Entra a su tienda favorita pidiendo lo de siempre un ramen miso de cerdo, el viejo teuchi pone el plato humeante frene a él, separa sus palillos y comienza a sorber su comida. Cuando termina deja el dinero sobre el mesón y se despide.
Camina a su departamento saludando a la gente de la aldea y a los niños que pululan a su alrededor, mete la llave en la cerradura y gira el pomo, nada como el dulce hogar luego de una mañana en esas horribles habitaciones del hospital.
La semana ha sido demasiado caótica, incluso para él ninja impertinentico número uno. Cada vez que Kakashi se le acerca tiene que rehuirlo para no abalanzarse sobre él, porque su cuerpo arde en deseo, en necesidad de tocar y ser tocado, de lamer, besar, morder, succionar y tantas cosas que en sus fantasías lo dejan al borde del orgasmo. Porque imagina que sus manos no son suyas, sino del objeto de sus fantasías; visualiza las pálidas manos del peliplata cuando cierra sus ojos y se masturba para eliminar un poco la acumulación de energía en su parte inferior por la falta de actividad sexual.
Se recuesta en la cama mirando al techo, su movimiento ocular se hace más pausado a medida que el sueño empieza a hacer mella en él y decide ignorar los golpes en la entrada, está cayendo presa del sueño cuando dos fuertes golpes en su ventana lo hacen despertar de súbito
Jodido infierno y tres veces maldito Kakashi, ¿por qué el hombre insiste en torturarlo así?
“Vete” grita Naruto “no tengo ganas de ver a nadie”
“necesitamos hablar” -dice Kakashi volviendo a golpear la ventana y Naruto decide ignorar al hombre de cabellos plateados-“No me iré hasta que abras”
“entonces te quedaras ahí para siempre, idiota” grita Naruto tomando las sabanas de la cama y cubriéndose con ellas hasta la cabeza
Naruto no puede ver que está haciendo Kakashi pero la ventana suena bastante, el rubio no deja de rogar a los dioses, aquellos mismos que lo meten de un problema en otro para que le solucionen este, no se siente capaz de seguir huyendo de su ex sensei por más tiempo.
Los sonidos de la ventana han cesado y él puede respirar con tranquilidad nuevamente o eso creía hasta que las sabanas que cubrían su cabeza han sido arrebatadas por un Kakashi que lo mira en gravedad y su ceño ligeramente fruncido en molestia
“Ya me canse de esperar” dice Kakashi sin quitar sus ojos ónix del pequeño manojo de nervios de cabello rubio que esta sobre la cama