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Frescos días de invierno por kurotsuki_mikoto

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Notas del capitulo:

Pues nada, aqui dejandoles la segunda parte. Una en donde finalmente aparece cierto copito de nieve ¬u¬ 

Aclaraciones:

-Estas series no me pertenecen ni sus personajes.

 

Patético

 

Hiccup se regañó a si mismo al recordar aquel incidente donde un simple sonido había provocado miedo en él. Un verdadero vikingo no hubiera esperado a que alguien lo atacara para poder defenderse, un vikingo hecho y derecho se habría lanzado contra cualquier amenaza que resguardara detrás de la más grande de las rocas para acabar con esta.

 

-¿Por qué tardaste tanto Hiccup? Me estaba haciendo viejo.

 

Apenas puso un pie en la armería, Bocón lo recibió con aquel comentario que interpreto un equivalente a "¿Todo bien?" que le saco una sonrisa entre divertida y despreocupada por la preocupación tosca del vikingo

 

-Perdón, había un montón de lobos nocturnos y tuve que hacerme cargo de ellos

 

-Maravilloso

 

-Como sea. Estaré en mí...- Una explosión cercana interrumpió sus palabras y fue entonces que su atención se dirigió a las oscuras casas que eran envueltas por la noche e iluminadas por el fuego que un dragón había lanzado en dirección demasiado aproximada al corral de los corderos.

 

-¡FUEGO!

 

-¡TODOS A SU POSICIÓN!

 

-¡¡!!- Hiccup no pudo reprimir ese entusiasmo que le llenaba la mente cada que pensaba en la posibilidad de que al fin hiciera que los demás se tragaran las palabras que decían en su contra.

 

Si, podía no ser un vikingo como los demás pero eso no iba a frenar sus intentos de integrarse con ellos. Quizá arriesgaba su vida al ir directo a las fauces de los dragones pero no dejaría que eso frenara sus intentos.

Porque no importaban los tropiezos o los errores, él era un vikingo e iba a demostrárselos.

 

------------Minutos más tarde-----------------

 

El crujido de la madera quemada fue lo único que resonó en aquel recinto donde todos miraban de forma directa y frívola al chico que había provocado aquel caos en el que ahora se sumergían los habitantes de Berk y en el cual los dragones aprovecharon para huir con aquel rebaño de ovinos que cargaban gracias a la red que una vez fue usada contra ellos.

 

-...Perdón, papá.

 

Y el jefe de aquella tribu veía a su hijo de manera dura ante la excusa que le soltaba sobre haber atrapado a un furia nocturna por su cuenta. ¿Cuántas veces había escuchado ya esas explicaciones que solo le provocaban cierto dolor de cabeza por los problemas que solía acarrear en sus acciones impulsivas e infantiles? ¿Creía que eso era un juego? ¿Qué no tenía que alimentar a todo un pueblo por su cuenta como para tener que preocuparse de la seguridad de su único hijo?

Si, esos eran los típicos pensamientos que cruzaban por la mente de Estoico, aquel imponente vikingo que ahora llevaba a su hijo a rastras hasta la casa para soltarle más de un sermón, más de un regaño y por supuesto, llevando aquella conversación de manera unilateral como siempre. Provocando que Hiccup se resignara a escuchar el reclamó que le daba y a tragarse sus palabras que intentaban explicarle su situación y forma de pensar.

 

¿Por qué su padre no podía darle al menos una pausa para poder hablar y explicarle que el lanzamiento de red contra uno de los dragones más peligrosos y jamás vistos había sido un éxito?

Oh esperen, Hiccup tenía la respuesta a eso: Porque su padre se esperaba a un hijo robusto y algo cabeza hueca que solo pensara en destruir cosas en lugar de crear y usar su ingenio.

 

No lo malinterpreten, Hiccup quería mucho a su padre y le debía mucho. Pero eso no quitaba el hecho de que en ocasiones deseara poder alzar su voz contra él y restregarle en la cara el hecho de que no todo era como el quería, que no todo se podía mover de la misma forma en que él pensaba.

 

Bueno, no es como si esto fuera algo nuevo

 

Suspiro con desgano, rindiéndose a la idea de defender su punto de vista pero descansando lo que quedaba de la noche mientras pensaba en ir a buscar al dragón que debía estar en algún punto del monte más próximo al pueblo.

 

A la mañana siguiente Hiccup no pudo esperar el momento en que partió de su hogar a donde aquel dragón pareció caer de forma estrepitosa. No descartaría ningún lugar, revisaría cada centímetro, cada rama, cada árbol y cada roca hasta dar con el paradero de la bestia que era un enorme trofeo a sus ojos.

Los minutos comenzaron a correr de forma lenta y beneficiosa. Dejando que los minutos avanzaran a horas y estas fueran responsables de ir tornando aquella mañana cálida en una tarde friolenta donde aquel vikingo avanzaba con la poca nieve dibujando sus huellas con cada paso que daba.

 

Aquí...estoy seguro de que debió haber caído en este lugar

 

Y esperando que su corazonada fuera cierta, abrió los ojos con la esperanza de ver a la imponente criatura frente a él pero terminando con la misma decepción que la anterior...o la anterior, o la anterior a la anterior. 

 

-Oh, los dioses me odian- Puso los ojos en blanco de forma involuntaria ante la impaciencia y cierta molestia ante la vista de su cuaderno lleno de taches ante sus intentos vanos de encontrar al dragón que pudo haber sido un cambio radical a su vida -Muchos pierden su cuchillo o su maso. Pero no, yo perdí a un dragón entero.

 

-Si lo pones de esa manera, si tienes mala suerte.

 

Una voz divertida y completamente ajena a su monologo interrumpió sus pensamientos que soltaba en voz alta. Sonando con tanta naturalidad que Hiccup no reaccionó de inmediato ante aquel chico que tenía su cabello del mismo tono que esa delgada capa de nieve que ahora pisaba.

 

-¡Ya se! Es decir ¿Yo que les hice a los dioses para merecer esto?- Volteó en dirección a donde el extraño se había quedado con la boca abierta y sus palabras de burla murieron cuando el vikingo había respondido a su comentario -Yo solo dispare, le di, cayó ¡Y vi como cayó cerca de esta zona! Entonces debe...- 

 

Un silencio abrumador envolvió a ambos jóvenes que ahora se balanceaban entre la delgada línea del susto y la sorpresa que se habían causado.

 

1...2...

 

-¡¿T-Tu quién eres?!

-¡¿Puedes verme?!

 

Una sola pregunta salió de ambos labios al unisón. Provocando que el menor retrocediera hasta caer por la posibilidad de que fuera algún forastero que buscara dañarlo o robarle sus cosas y el otro solo se acercó con cierta emoción al sentir la mirada del chico que, aún si era de desconfianza o miedo, era una que iba directo a él. ¡A él! 

 

-¡Obviamente! Con tu atuendo resaltarías en cualquier parte- Hiccup frunció levemente el ceño al pensar que la pregunta había sido algo extraña y fuera de contexto. Se tomó su tiempo para evaluar su situación, notando que el extraño tenía un simple bastón que a lo mucho le provocaría algún hematoma si lo utilizaba como arma -...Y...am..

 

-Ah, perdón. Mi nombre es Jack, Jack Frost.

 

-Que raro- No pudo evitar soltar aquel comentario que el nombre foráneo le había provocado. 

 

-¿Mi nombre?- Y a Jack solo le pareció divertido el hecho de que ese chico (del cual llevaba riéndose la mayoría del día) se le quedara viendo como si fuera lo más raro que hubiese visto en toda su vida. Quizá ninguno en su pueblo se llamaba de esa forma. -¿Tan feo es? 

 

-No, al contrario. Es raro que tu nombre no sea feo. ¿A tus padres no les importa que tu nombre no ahuyente a los malos espíritus o los trolls?

 

Jack enarcó una ceja por la razón tan absurda que los vikingos tenían para nombrar a sus hijos de esa forma. Aunque visto desde ese punto, ahora entendía porque todos tenían nombres tan extraños.

 

-Entonces- Pero si creían que eso ahuyentaba a los malos espíritus... -¿Piensas que tengo un bonito nombre? Es la primera vez que un hombre me halaga.

 

Tenían que replantearse esa idea. 

 

-No te estaba halagando- Hiccup se corrigió lo más rápido que pudo, pensando que no debía dejar que un extraño le tomara el pelo y menos que lo avergonzara de esa forma. 

 

-Pero dijiste que tengo un nombre hermoso y sin igual

 

-Yo nunca dije eso.

 

-Y también que soy tan guapo que puedo destacar en cualquier parte.

 

-¡C-Claro que no! Yo lo dije sobre tu ropa.

 

-¿Tengo buen sentido de la moda?

 

-Tienes el pelo de color raro.

 

-¿Qué mi apariencia es exótica? 

 

-¡Ya!- Hiccup no pudo evitar soltar una leve carcajada al ver que solo estaba torciendo sus palabras y se ponía su delgado gorro de azul marino como si fuera alguna capucha de campesina. 

 

-Lo siento, son cosas que no puedo detener por mi cuenta.

 

Ambos chicos se limitaron a reír por esa cómica situación que de alguna forma se había encargado de borrar cualquier tensión entre ellos

 

-Mi nombre es Hiccup

 

-..Wow, tus padres te aman- Jack hizo referencia a aquel dicho de los nombres horrendos y el hecho de que el chico no se ofendiera lo alivio un poco. Era la primera persona que lograba verlo y no quería ser odiado de inmediato. 

El cómo y el porque era capaz de hacerlo no le importaban, para él era como un respiro fresco de su asfixiante existencia eterna donde los únicos con los que era capaz de comunicarse, era con el molesto cang...conejo, Norte, Meme y el Hada de los dientes. Le agradaban pero de eso a poder bromear de manera despreocupada como lo estaba haciendo con aquel chico que no se ofendía por su inmadurez e incluso la compartía, había una enorme diferencia.

 

-Entonces, escuche el rumor de que perdiste a tu dragón.

 

-Wow, no puedo ni imaginarme donde escuchaste semejante cosa- Hiccup volteó los ojos con una sonrisa involuntaria escapándose de sus labios al pensar que era algo irreal poder hablar de ese tema con alguien y que le creyera. El hecho de que Jack no fuera de ese lugar y no cargara con los prejuicios del estatus social, le daban la misma sensación de alivio que el causaba en el albino que ahora caminaba a su lado 

 

-El viento me lo dijo. Y también que dos pares de ojos buscan mejor que uno

 

-Espera... ¿Me ayudarías a encontrarlo?

 

-Claro, no tengo nada más interesante que hacer. Y tengo mucho tiempo libre- Añadió divertido -Además, a tu lado puedo seguir escuchando todos mis puntos buenos.

 

Y una nueva sonrisa fue provocada por las palabras juguetonas del mayor.

 

-Prefiero enfrentarme a un dragón que seguir escuchando eso.

 

-Oh, lo sé. Soy demasiado para ti- Se encogió de hombros al avanzar a su mismo paso y buscar del lado contrario a donde Hiccup buscaba.

 

Jack solo podía pensar en que esos días en que pensaba quedarse en la isla olvidada por Dios, iban a aumentar ahora que había encontrado a alguien con quien podría compartir sus pequeñas vacaciones que había tomado luego de haber hecho enojar a uno de los Guardianes al congelar todo el campo donde se debieron buscar sus regalos para los niños.

 

Si, serían unas vacaciones interesantes. 


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