-Aikawa exijo que me comuniques con Misaki, comprendo que ayer no se presentara a trabajar después de todo era domingo su día libre pero es lunes y son las 7 de la mañana y el no está aquí así que no me lo niegues y pásamelo en este instante –le gritaba a mi editora, es probable que misaki se sintiera ofendido por el beso o que me odie tal vez él no me ve de manera romántica, a decir verdad ni siquiera sé por qué yo lo veo de manera romántica pero, no puedo permitir que por un beso se vaya de mi lado no justo cuando me estoy enamorando -¿aikawa sigues hay? -pregunte a la mujer quien no respondía.
-sensei, son las siete de la mañana – su voz sin duda sonaba molesta pero no me importa, solo quiero a misaki –no sé si se diera pero …–pauso por un momento y sentí un poco escalofríos recorrer mi espalda al presentir un mal –MISAKI ES UN ESTUDIANTE ¿ENTIENDE? UN ESTUDIANTE, SIGNIFICA LAS VACACIONES TERMINARON ASÍ QUE REGRESO A CLASES Y SI USTED TUVIERA LA DELICADEZA DE ESCUCHAR A LA GENTE CUANDO LE HABLA Y DEJAR DE ENCERRARSE EN SU LAMENTABLE Y EGOCÉNTRICO MUNDO SE DARÍA CUENTA QUE MISAKI LLEGARA A SU TRABAJO DESPUÉS DE LAS TRES DE LA TARDE AHORA SI NO ES MUCHA MOLESTIA LE IMPORTARÍA DEJARME DORMIR CONSIDERANDO QUE RECIÉN LLEGUE A MI CASA POR CULPA DE UN OCIOSO ESCRITOR QUE APENAS AYER ME DIO SU MANUSCRITO Y NO HE PODIDO DORMIR –tuve que alejar el teléfono de mi sus gritos se escuchaban demasiado altos y una vez se desahogó me colgó bueno supongo que si ya entrego no hace falta que me apresure con mi entrega.
-que tonto –recordé que tenía el número de misaki en la agenda de mi oficina y sin pensarlo dos veces marque de inmediato……
-¿Por qué no contesta? – de pronto el tono paro él... ¿Me colgó?, antes de poder hacerme una idea me respondió con un mensaje de texto.
“disculpe sensei pero estoy en clase ¿necesita algo?”
Jamás había estado tan feliz por un mensaje de texto demonios que soy un niño pequeño.
“¿a qué hora es tu salida? Yo iré a recogerte” sé que se molestara intenta no ser una molestia para los demás me he dado cuenta de ello desde que llego aquí pero deseo acercarme a él lo más que me sea posible.
“no, muchas gracias pero no es necesario yo llegare a tiempo así que no tiene ser tan amable” respondió casi inmediatamente, no escaparas.
“pasare por ti a las 2:30 sin falta espérame en la puerta principal” fue mi respuesta ante su insistencia de refutar mi propuesta.
“si, gracias” fue lo último que conversamos.
………….si me viera aquí sin duda pensaría que estoy loco o que soy un acosador pero, ser amigo de un profesor en la universidad donde estudia el posible amor de tu vida tiene sus ventajas como el poder observar a los jóvenes de toda la universidad por la conveniente localización de la ventana.
-Akihiko ¿Qué demonios haces aquí? – me pregunta mi amigo de la infancia mientras por fin después de casi una hora de espera pude localizar a mi pequeño castaño.
-investigo para una nueva historia –fue mi respuesta cortante para que me dejara observar.
-¿investigas, desde cuando lo haces a las 9 de la mañana? –preguntaba molesto.
-desde hoy, comencé entregando a tiempo a mis editores y teniendo trabajo de campo más seguido para adquirir mejor información –no creo que se comiera mis mentiras pero mientras me deje en paz es suficiente.
-claro como si fuera cierto – dicho eso me dejo al fin solo en la oficina mientras observaba a mi querido empleado, esos ojos verdes que logran hacer que me olvide del tiempo, su sonrisa que me ilumina la más vasta obscuridad, esa gentileza y personalidad que le han dado a mi vida un nuevo enfoque.
-¡misaki! – grito un chico que se acercaba a mi castaño quien tranquilamente leía recargado en un árbol, al legar hasta el un tipo de cabello negro quien se notaba era mayor comenzó a tocar a mi Misaki, acaricio su cabello, sus mejillas, sus manos y se atrevió a abrazarlo, una ira me invadía como es que se atreve a tocar a mi Misaki.
Cuando me decidí a bajar dela oficina y enfrentar a ese hombre una chica llego por detrás de Misaki y cubrió sus ojos acto al cual todos los presentes reaccionaron e inmediatamente le destaparon los ojos, al parecer los presentes le decían algo a la chica y ella se inclinó frente a Misaki como disculpa, puedo deducir que misaki le teme a la oscuridad pero ¿a tal grado?
Poco antes de que dieran las 2:30 Salí de la oficina en dirección a mi auto, pase todo el día viendo a misaki con otras personas lo cual no me agrada mucho pero sé que no se puede evitar.
Después de esperar por un rato vi a misaki aproximarse a la salida –Misaki – le grite pero no volteo siguió caminando así que me dirigí hacia el pero el mismo tipo que estuvo tan adherido a Misaki llego y lo tomo del hombro misaki se detuvo estaba camino a deshacerme de ese tipo pero la expresión de misaki ante el me detuvo.
-¿por qué a mí no? –estúpidamente fue la frase que se escapó de mis labios, su sonrisa era diferente, no estaba nervioso ni evasivo toda su atención estaba en él, los movimientos que ambos hacían con sus manos, sé que lo he visto antes pero ciertamente no puedo recordar donde, cada sonrisa que escapaba de los labios del castaño me decían que sin duda me estaba enamorando de ese chico pero, ¿será que esto es unilateral? –misaki – lo llame a pocos metros pero no me respondió, -¡misaki! –Levante la voz y el hombre junto a él me dirigió la mirada e ese momento misaki también se percató de mi presencia -¿nos vamos? – le pregunte dirigiendo mi mirada al hombre junto a él.
-sí, una vez más no era necesario que viniera por mí pero, muchas gracias- respondió amablemente ¿en verdad no me escucho o simplemente no le importa?
Caminamos al auto y emprendimos el viaje de regreso a mí apartamento, un semáforo en rojo me permitió romper ese silencio que para mí era sofocante –¿Qué tal tu regreso a clases? – fue la estúpida pregunta que se me ocurrió.
-bien – cortante como siempre fue su respuesta.
-misaki tu – su atención estaba puesta en mí no dejaba de verme lo cual admito me puso un poco nerviosos pero por ningún motivo debo de permitir que eso se note –¿tú le temes a la oscuridad? – mi pregunta pude notar toco un punto incómodo para el al posar una expresión en su cara que más que vergüenza parecía tristeza.
-bueno… antes – se detuvo un momento y comenzó a relatar cuando el semáforo cambio para darnos el paso lo cual me impedía el ver su cara en todo momento –antes no le temía, después de la muerte de mis padres el imple hecho de cerrar los ojos para dormir me aterraba, aunque ya cambio peroaun me da un poco de miedo – fue su respuesta, creo que está nervioso.
-misaki – sé que esta pregunta puede ser incómoda para el sobre todo después de todo mi intención saber si tengo una oportunidad –¿hay alguien que te guste? – pude ver su reacción al momento en que estacionaba el auto se sonrojo, que adorable y trato de desviar la mirada pero por algún motivo no pudo y se concentró en mi rostro para responder pero sin hacer contacto visual –hay…. Hay alguien que he querido desde hace mucho? - no sé si esa respuesta me afecto o simplemente mi mente estaba preparada para el rechazo.
-esa persona ¿te corresponde? – los nervios de misaki aumentaron supongo que fue por estar en un elevador solos.
-jaja – una risa nerviosa escapo de sus labios pero fue nervios y melancolía lo que logro expresar –no sabe que me gusta peo, estar junto a él es suficiete, me saco de mi silencio gracias a él escucho lo que antes no y puedo hablar – fue su respuesta que tonto, creo que ante eso no puedo ganar.
-¿por qué no te confiesas ante él? – rebuscaba una respuesta algo que me diera una luz de esperanza pero simplemente no aparecía.
-él, es mayor que yo y seguro no ha notado que estoy junto a él –mayor que él y estar juntos me pregunto ¿será aquel hombre con quien lo vi hoy?
-misaki ¿tú el – me detuve antes de terminar que ganaría preguntándolo “¿el sábado significo algo el beso que te di?” si no es así no quiero saber es mejor para mi vivir en la esperanza que comprobar mi desgracia –olvídalo no es nada estaré en mi estudio llámame cuando la comida este lista – Salí de esa situación escapando de la manera menos sospechosa no puedo permitir que un chico que ni siquiera me ve como hombre se dé cuenta de mis sentimientos.
Así el verano termino y el otoño se perdió con las hojas que se lleva; un escritor enamorado sin esperanzas en su corazón se conforma con la dicha de ver y escuchar a un chico de ojos verdes que cambio su mundo lleno de hipocresías en uno lleno de comprensión y verdadero afecto pero, sin la certeza de que los sentimientos que lo aquejas sean correspondidos.
Un castaño quien añora el que su jefe se dé cuenta de sus sentimientos y que sea correspondidos y al mismo tiempo ruega por que no se percaten del amor que ha crecido en su corazon con la convivencia añorando comprensión y amor verdadero sin importar ningún prejuicio o dificultad física.
Indispensables se ha hecho el uno al otro sin embargo el miedo al rechazo y la separación impide que la puerta del amor se abra, aun cuando ambos ansían la confesión de los sentimientos que los aquejan y gritan por ser liberados. Las estaciones que pasan solo acrecentan el deseo de pertenencia mutua, aun cuando les quedan dificultades por sobrepasar.
¡Lenguaje de señas! –pero que estúpido casi seis meses de conocer a Misaki de llevarlo y traerlo a la universidad de observar cómo se comporta con sus amigos y no había podido percatarme de que era lenguaje de señas qué clase de estúpido soy.
-¿sensei? – Me saco de mi pensamiento mi querido empleado, que toco la puerta, él siempre toca e inmediatamente después entra –la cena esta lista – me dijo dando vuelta y dirigiéndose al comedor, el frio de diciembre invade la ciudad.
-espero le guste lo que prepare mañana es mi día libre así que no podre venir por favor coma sanamente y duerma bien- decía mientras se disponía a servir la cena, después de seis meses juntos a comenzado a hablar más conmigo y a dejar de cortar nuestras conversaciones.
-Misaki……….. Te amo - lo dije casi gritando pero dándole la espalda a mi querido empleado, al volverme para ver su reacción y su respuesta.
-¿quiere que le sirva café o prefiere un poco de te? – En verdad no me escucho
– Misaki ¿Por qué ocultar algo tan importante? – dije mientras tapaba mi boca frente a él y apreté mis ojos en molestia.
-salud – dijo con una respuesta, ja supongo pensó que estornude.
- café por favor – le respondí ¿tan poco confías en mí? Pero, si no puedo tener tu corazón me hare tu incondicional yo hare que de tu propia voz me digas el que crees tú secreto. – si esto fuera un impedimento no tendría derecho a amarte no lo crees ¿misaki? – fue lo que dije fuerte y claro mientras mi dulce castaño serbia el café concentrado en su labor sin ver mi cara