Hace ya una semana que le insisto a Misaki de diferentes maneras que confié en mí y me diga sobre su sordera, hable con Aikawa y Hiroki sobre Misaki y ambos confirmaron mis suposiciones, es triste y decepcionante saber que no soy lo suficientemente importante para Misaki como para que el confiara algo que todos saben excepto yo.
-Misaki apresúrate, -llamaba al chico de ojos verdes que me robo el corazón desde ya hace tiempo.
-sensei, no entiendo para que me pido lo acompañara si solo venía a malgastar su dinero – renegaba sonrojado intentando ocultar su sonrisa, sin duda hoy lograre que Misaki confíe en mí y me hable sobre su supuesto secreto.
-no estés molesto Misaki escucha las melodías navideñas no te reconfortan sin duda este año las decoraciones son más llamativas – dije con un poco de remordimiento al ver su semblante cambiar su semblante de una molestia fingida a intentar ocultar su creciente tristeza.
-sí, tiene razón la música es muy bonita, aunque un poco repetitiva – dijo con un poco de nervios.
-ven – tome su mano y lo lleve dentro de una de mis joyerías favoritas, solía traer a este lugar a Akari cada fin de semana, nunca salíamos de este lugar sin mínimo cuatro o cinco piezas.
-¿Qué asemos aquí sensei? –pregunto un poco confundido.
-bueno, como tu pasaras el día 24 con tu familia yo, quería que eligieras tu obsequio de navidad – dije con una sonrisa mientras su seño se fruncía.
-sensei, ya le he dicho que no necesito que malgaste su dinero en mí, los libros que me obsequia son más que suficientes así que no se moleste, por favor – dijo un poco avergonzado cuando la vendedora se acercó a nosotros.
-buenas tardes, Usami-sama es un gusto tenerlo de regreso en nuestro establecimiento, dígame en que puedo ayudarlo – dijo la chica con una sonrisa provocando una mueca en la cara de mi acompañante.
-¿de regreso? – pregunto un poco burlón y molesto.
-larga historia- respondí – por favor nos mostraría los mejores relojes de muñeca que tenga disponibles –dije seguro, intentando impresionar a mi acompañante.
La chica nos sonrió y nos llevó hasta un pequeño privado que solía utilizar anteriormente muy seguido, es en verdad una lástima que esa mujer solo me usara para conseguir joyas y dinero.
-sensei, insisto en que no debe de desperdiciar su dinero en banalidades como estas - sus pensamientos escaparon de su mente y me dieron la dicha de escuchar uno de sus deseos que desde el fondo de mi corazón yo cumplirá.
-yo preferiría que escribiera algo único solo para mí – no sabe lo feliz que me hizo escucharlo, pero antes de poder decir nada la mujer regreso con una gran cantidad de maravillosos relojes. Plata, oro, diamantes, marfil toda piedra preciosa o recurso natural estaban sobre esa mesa, a pesar de ello Misaki no se veía impresionado, esa fue sin duda una de las mayores muestras de que cada palabra que escapa de su boca está llena de verdad y libre de cualquier hipocresía.
-debes elegir uno para que podamos irnos, de otra manera yo lo elegiré por ti –ordene mientras el suspiraba cansado de escuchar mis caprichos, al pensar que estaba cansado de mi un miedo me invadió, por un momento me petrifique ante la posibilidad de que usara las mismas palabras de Akari.
-es usted demasiado terco como para discutirle, eligire uno pero solo esto no quiero más regalos de año nuevo o de cualquier cosa – dijo amenazante mientras yo sonreía como idiota ante su atenta mirada a los relojes.
-este –dijo sacándome de mis pensamientos –creo que este es perfecto – me dijo con una sonrisa que irradiaba calidez y afecto.
-¿seguro?- pregunte ante la sencillez del objeto.
Era demasiado simple, no tenía ningún llamativo o brillante solo una pequeña piedra lila en el centro, pero si era el que le gusto creo que está bien.
-si te gusta está bien – le respondí mientras llamaba a la mujer para que preparara los papeles del reloj y su empaque.
-será este señorita, por favor prepare los papeles a nombre de Takahashi Misaki – dije mientras entregaba a la mujer el objeto.
-tiene un muy buen gusto señor, sin mencionar de saber distinguir la excelencia – dijo la chica a lo que Misaki y yo la vimos un poco confundidos.
-¿a qué se refiere? – pregunto Misaki arrebatándome las palabras de la boca.
-bueno, es un reloj de oro blanco 100% puro, las manecillas son de oro dorado y la piedra del centro es un diamante lila que se encontró hace no mucho en un volcán marino – tanto Misaki como yo quedamos estupefactos y como era de esperarse él se negó a llevarlo.
-Señorita hubo un error no llevaremos ese reloj - decía insistente robándome una sonrisa y la necesidad de abrazarlo, necesidad que no pude contener y lo abrace por la espalda.
-llevaremos ese reloj señorita por favor empáquelo - dije mientras la chica salía del privado, Misaki se separó de mi mientras me dirigía una mirada fulmínate aunque en el lucia demasiado adorable, casi como ver a un cachorro molesto.
-usagi-san, no entiendo ¿Por qué decidió comprar ese reloj? yo en verdad no lo quiero de usted lo que menos quiero es obsequios solo...- se detuvo, me hubiera gustado saber que era lo que diría pero, no es demasiado importante mientras pueda estar con él lo descubriré eventualmente.
-es muy simple, porque es como tú- su cara de confusión era mi deleite- sencillo, capaz de pasar desapercibido ante quien busca lo supuestamente mejor, pero ante los ojos de un experto y de alguien que conoce el verdadero valor de las cosas, nos regalas una sorpresa dejándonos ver que eres la más valiosa joya que se puede encontrar invaluable y extraña de encontrar digna solo de quien esa dispuesto lo que otros no - no escuchas mi voz, no conoces mis tonos pero, mis apalabras te llegan, lose al ver tus mejillas tornarse de un bello color escarlata.
-gracias por su visita – dijo la mujer cuando salíamos del local, una tarde llena de tranquilidad, el frio nos obligaba a permanecer juntos casi abrazados lo cual agradecía infinitamente, la nieve alrededor me daba una espectacular vista de Misaki y cada parque y avenida decorada con el “espíritu navideño” creaba en mi niño una sonrisa hermosa que solo se opacaba cuando las melodías de la época eran interpretadas por coros en las calles o músicos callejeros, pero en cada momento que se presentaba esa situación tomaba su mano y lo llevaba lejos de ese lugar lo abrazaba y un silencio inundaba el lugar dándole sin ninguna duda seguridad que me gustaría darle siempre.
Los días pasaron y Misaki salió de vacaciones una vez más, jamás creí que sentiría tan vacío mi departamento sin la presencia de ese castaño, este 24 de diciembre es un festejo occidental que no me importaría adoptar si lo pasara con mi castaño. Esos pensamientos invadían mi mente mientras bajaba por una taza de café de mi recamara para escribir más tranquilo, solo quiero pensar en que mi Misaki pase esta noche con sus seres queridos y que las personas l hagan feliz ya con el tiempo podre hacer que él se confiese ante mí.
De mis pensamientos y planes me saco el timbre de la puerta –ya voy –dije como si alguien pudiera escucharme, espero sea Misaki - ¿sí? – pregunte al abrir.
-buenas noches, mi amor – fueron las palabras que me desconcertaron al ver a la mujer que una vez jure amar y ahora me es indiferente -¿puedo pasar? – pregunto sonriéndome con la que una vez creí sonrisa perfecta.
-adelante –le permití pasar - ¿qué es lo que quieres?- le dije sin ningún interés.
-veras, tuve un pequeño percance y necesito tu ayuda – creo que en su vocabulario la palabra vergüenza o dignidad no aparecen.
-¿Qué necesitas? – le respondí, debo admitir aunque su presencia me molesta fue gracias a ella que hoy mi vida tiene una luz tan brillante como la de Misaki así que ayudarla será una manera de devolverle el favor.
-mis joyas…. Tú tienes los documentos de autenticidad sin ellos no puedo, venderlas o empeñarlas – dijo sin ninguna vergüenza.
-espera aquí iré a buscarlos – le dije subiendo las escaleras para rebuscar entre mis viejos papeles.
Tarde alrededor de 15 o 20 minutos en encontrar los papeles, sin duda el destino fue benévolo conmigo, al salir de la habitación escuche a Akari discutiendo con alguien más.
-Akihiko no necesita a un niño junto a él yo soy la más indicada para él así que vete.
No sé cómo inicio la discusión pero sin duda se estaba tornando demasiado violenta.
-eres una arribista, se perfectamente lo que le hiciste Usagi-san pero él no te necesita a su lado sino a alguien que lo ame de verdad y no por su dinero como tú, no permitiré que le hagas más daño.
Reconocería esa voz en cualquier lugar era Misaki pero ¿Qué hace aquí?
-y que ¿tú eres esa persona? Un mocoso que no tiene nada que ofrecerle a un hombre como él, por si no lo sabes él quien me busco por un simple motivo por ser MUJER tú tienes “algo” que impide el pueda verte distinto a un escuincle – me llenaron de rabia las palabras de Akari que por primera vez en la vida quería golpear a una mujer.
-Y QUE SI ES ASÍ, YO………..AMO A USAGI-SAN Y HARE CUALQUIER COSA PARA QUE NO TE VUELVAS A ACERCAR A ÉL, SI NO ME CORRESPONDE NO ME IMPORTA MIENTRAS ESTE CON ÉL.-las palabras de Misaki me dejaron en shock total, me ama, ¿esto es lo que llaman milagro de navidad?, si es así se ha convertido en la fecha más especial para mí.
-¿Qué está pasando aquí? – grite para que Akari me viera y Misaki se percatara de mi presencia –aquí están tus papeles ahora lárgate y no regreses –le dije frívolamente a la mujer, quien solo agacho la mirada ante Misaki y salió de mi departamento.
-¿Qué haces aquí Misaki, creí estarías con tu familia? – dije intentando hacerle creer no escuche su confesión.
-bueno, yo…. No creí que usted debiera estar solo el día de hoy y quise venir pero creo que me equivoque – dijo con un rubor adornando sus mejillas, mientras intentaba disimular su desagrado ante la presencia de Akari.
-no interrumpes nada, estaba terminando de serrar una incómoda relación con esa mujer – dije con una sonrisa tomando su mano y guiándolo a la sala para que se sentara junto a mí.
-sensei….. ¿Escucho algo de lo que hablábamos esa señora y yo? – pregunto sin poder ocultar su nerviosismo –es decir… sin molestarlo
-solo vi que discutían pero no sé de qué hablaban – dije muy seguro lo cual al parecer regreso el ánimo a Misaki.
-Misaki… ¿Qué dirías si supieras que me gustan los hombres? – pregunte directamente ante lo que él se avergonzó.
-yo, no tengo ningún tipo de prejuicio – me respondió mientras jugaba con sus manos, yo me pide tan nervioso que tuve que ponerme de pie, este es el momento, no puedo arrepentirme en este momento.
-veras me enamore de un chico desde hace meses pero, no sé si me pueda corresponder yo daría cada una de mis pertenencias por el simple hecho de saber si me corresponde – vi su cara tornarse con una tristeza, su sonrisa desapareció y sus ojos se cristalizaron mientras su voz se quebraba apenas pidiendo formular algunas palabras.
-que… bien me da gussto, yo esperrro pueda ser fe-feliz – estaba nervioso y triste parecía que rompí sus esperanzas pero esa mi única oportunidad e confesarme y no voy a perderla.
-pero, él no confía en mi –le dije mientras él limpiaba sus ojos para poder leer mis labios –me entere por terceros que al parecer nunca ha podido escuchar mi voz a pesar de que él tiene una que me hipnotiza cada vez que la escucho – su mirada cambio y por fin captaba que hablaba de él.
-Misaki …………- pase tres semanas practicando como decir “te amo”, en lenguaje de señas y por fin hoy pude usarlas frente a la única persona que amo.
-u…uu…usa..gi-san – dijo mientras yo solo podía sonreír ante su expresión la cual me causaba tanta dicha.
-yo…………..- comenzó a “hablar” sin que yo pudiera entender.
- solo se decir “te amo” – le dije mientras sostenía sus manos al no comprender lo que decía.
-también –
Fue lo único que dijo ninguna palabra salió de su boca en toda la noche después de ese momento, lo levante en brazos y lo lleve hasta mi habitación, lo recosté en la cama y antes de apagar la luz le dije – después de que apague la luz no diré nada solo quiero abrazarte ¿está bien? - el solo asintió con su cabeza al apagar la luz y recostarme en la cama él se abrazó a mí con mucha fuerza.
Comprendí esa noche que todo lo que me paso fue para llegar a este momento, que Misaki le teme a la oscuridad porque se pierde en ella pero que desde ahora será mi mayor aliada para poder tener a Misaki a mi lado y sobre todo esta noche de navidad mientras nieva en las calles mientras al compás de la música cantan, bailan y disfrutan las personas yo rodeado de silencio puedo escuchar el corazón de Misaki palpitar raídamente en mi mente repetía “te amo” constantemente.
No hubo besos solo fue Misaki abrazado a mí y yo acariciando su cabello nos quedamos dormíos esa noche del 24, supongo que tendré que esperar hasta mañana para decirte “feliz navidad” y que te amo de otro modo no me escucharas, pensaba mientras le daba un beso en su frente.
-feliz navidad Usagi-san y ………. También te amo – fueron las palabras que conmocionaron mi corazón cuando Misaki hablo yo solo lleve mi mano a sus labios y a su pecho para responder son necesidad de palabras, Misaki no me oye pero me escucha aun en el silencio.
-te amo – le dije mientras nos cubría con la manta para esperar una mañana llena de explicaciones, confesiones pero sobre todo amor.