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KaiSoo por KaiSoo21

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Baekhyun se dirigía a la primera banca desocupada que encontró. El parque estaba repleto, la verdad no era de extrañarse pues el sol brillaba en lo alto del cielo y ninguna nube opacaba su brillo. Los niños corrían felices mientras jugaban, y los padres los rondaban preocupados de que no les sucediera algo malo. Claro que, en ese lugar, no eran los únicos preocupados. El rubio aún no recibía señales de vida de Chanyeol y lo cierto es que empezaba a desesperarse.
Afortunada o desgraciadamente, el chico escuchó una voz muy parecida y decidió seguirla. No se equivocaba, era él.
– Baekhyun, ¿Qué haces aquí? – le preguntó el moreno apenas lo vio
– Te estaba buscando, me preocupaste al no llegar a casa… pero ya veo que estás bien acompañado – hizo un gesto con la cabeza a la muchacha delgada que se encontraba sentada a su lado y se giró para marcharse.
– Espera, no te vayas – le pidió tomándolo de la mano – Ella es mi ex novia…
– ¿¿Ex novia?? – se sorprendió Dara
– Tenía que decírtelo algún día – respondió el alto y se armó de valor – ¿Recuerdas cuando terminé contigo? Eso pasó porque te fui infiel… con él. No podía quitármelo de la cabeza y no era justo que estuviera contigo mientras pensaba en otra persona…
– ¿Cómo fuiste capaz? – le preguntó con lágrimas en sus mejillas después de darle una bofetada que Chanyeol aceptó de buena gana.
– ¡No le pegues! – reclamó el rubio mientras se interponía entre ellos
– No te metas en esto – fue la respuesta llena de desprecio de la peli azul – Tú tienes la culpa de todo esto… – y de igual manera que antes, se lanzó, palma extendida, para golpear la cara del otro muchacho. No pasó. El moreno agarró el antebrazo de la chica justo antes de la colisión.
– No lo toques.
– ¿Estás defendiéndolo?
– Baekhyun, por favor vete. Te llamaré…
– Ve a mi casa – dijo antes de marcharse sin siquiera dirigir una mirada a Dara.
– Por que… ¿Por qué lo hiciste? – preguntó después de un rato – ¿¿PORQUÉ MIERDA ME ENGAÑASTE??
– Fue ese día en el que discutimos por tu peinado… Sacaste al tema a tu novio y me dolió mucho. Bebí más que nunca, veía todo oscuro. Y como un rayo de luz en la discoteca, apareció... Eso fue todo.


A la mañana siguiente, D.O. y Kai pensaban en el beso que se habían dado en medio del pasillo. El castaño se retorcía de las ganas de preguntarle porqué lo había hecho, pero la vergüenza se lo impedía. Empezó a pensar que había sido mala idea traerlo con él. Aunque eso no quitaba el hecho de que en realidad le había encantado el contacto de sus labios y ansiaba repetirlo.
Finalmente, decidió levantarse y darse un baño. Tan ensimismado en sus pensamientos, dejó la puerta mal cerrada, y, en plena relajación, esta se abrió revelando a un moreno ya vestido y arreglado.
– ¡Sal de aquí! – le gritó mientras le lanzaba una toalla con toda la fuerza posible.
– Solo me lavaré la cara y los dientes, no es para tanto. Además, el otro día viste mis atributos, no debes molestarte. Tómalo como un ajuste de cuentas.
– Eso fue un accidente – dijo en voz baja mientras desviaba su mirada.
– Admite que te gusto – alegó Kai directamente
– No tengo nada que admitir.
– ¿Porque no me miras?
– ¡¡Porque quiero que salgas del baño!!
– Eso no tiene nada que ver – dijo mientras se metía el cepillo de dientes en la boca – Me gusta la actitud de niño que tomas de vez en cuando. Este viaje podría servirnos para conocernos y llevarnos mejor…
– ¡COMO TU DIGAS, PERO SAL DE AQUÍ! – gritó el cantante perdiendo la paciencia. – Vete, por favor.
– ¿Te sientes bien?
– ¿A qué te refieres? ¡Solo quiero que te largues!
– Diría que es la primera vez que me pides algo por favor… así que lo haré. – dijo, y lentamente devolvió la pasta y el cepillo a su lugar, se miró al espejo y camino fuera del cuarto de baño de manera tranquila.
Muy sonrojado, D.O. siguió tomando su ducha. Se le vino a la mente el beso y se puso a divagar en el tema perdiendo la noción del tiempo. Pasó más de una hora antes de qué los golpes en la puerta le devolvieran la conciencia.
– Ya voy.
– Date prisa o entraré. No me importa si estas desnudo.
– No te atrevas – amenazó el castaño mientras cubría su cuerpo lo más rápido que pudo y salía con la frente en alto – Está listo, ¿no podías esperar? Siempre tan molesto.
– Estuviste hora y media después de que me fui ¡Tú eres el molesto!
– Pues que pena, no cambiaré por ti. Seguiré demorándome lo que quiera, si no te gusta puedes ir a quedarte a otro de los muchos hoteles que hay.
– No voy a discutir con un idiota como tu – respondió antes de entrar al baño y cerrar la puerta de golpe.
– ¡La puerta se volvió giratoria!
El cantante se vistió y se arregló, luego llamó a servicios para pedir el desayuno. Cuando Kai salió del baño y se encontró con la comida pensó que D.O. era una persona muy extraña. Primero lo trataba de buena forma, después pleaban y ahora le tenía un suculento desayuno… Aún así, se guardó todo comentario.
– Date prisa, hoy es el primer día de grabación
– Lo sé, espero que salga bien… – dijo el castaño lentamente mientras jugaba con el pan
– Eso suena a inseguridad… tienes que ir seguro de tus capacidades.
– Mira quién lo dice.
– ¿A que te refieres?
– Sólo come.
Para su sorpresa el primer día fue un éxito completo, hasta salieron más temprano.
– Si esto sigue así, terminaremos en una semana – les comentó el productor.
– Ahora me siento más motivado – confesó el moreno – Bueno, ya nos vamos. Nos vemos mañana.
– Adiós, ¡practiquen en casa!
– Y ahora… ¿Vamos a comer o a pasear? – le preguntó al cantante
– ¿Nosotros?
– ¿Y quién más? Podemos aprovechar para conocer la ciudad
– No, yo ya la conozco… pero no me queda otra que acompañarte.
– Pues gracias.
– Ahora era tú el educado – señaló el castaño
– Te la tenía que devolver.
Mientras caminaban por la ciudad, varias mujeres saludaban a Kai, y muchas le pedían su número telefónico. El hecho de que el tomara el papel y escribiera en él molestó mucho a D.O., hasta llegó un momento en el que explotó y le golpeó la espalda.
– Fue mala idea acompañarte, mejor me voy
– ¡Pero si aún no comemos!
– Puedes telefonearlas e ir a comer con ellas…
– ¿Estás celoso?
– No – respondió rápidamente – Pero no era necesario que les dieras tu número…]
– Bueno, nunca más.
– Me quiero ir. ¿Vienes conmigo o te quedas?
– Me quedaré
– ¿Sabes como regresar? – preguntó con una ceja alzada.
– Eeh… No. – lo miró fijamente a los ojos – Me tendré que ir contigo… y yo que quería conocer la ciudad.
En todo el camino hacia el hotel no se dirigieron la palabra, mucho menos se miraron. Ambos estaban molestos, aún así D.O. volvió a pedir dos porciones de comida, cenaron en silencio y al terminar cada uno se fue a su cuarto. Cuando amaneció, el cantante se levantó y se duchó lo más rápido que pudo. Y todos sus esfuerzos fueron en vano ya que a los poco minutos vio como la manija de la puerta - que se había preocupado de dejar bien cerrada - se movía delatando al moreno que pensaba en las tres horas que tendría que esperar. El castaño, salió del baño sin mirar al muchacho y su intención era seguir de largo pero unas fuertes manos lo tomaron por el brazo.
– ¿Aún estas enojado por lo de ayer?
– Suéltame, voy a vestirme y después me hablas.
Kai lo soltó, tal como se lo pidieron y entró de inmediato al baño. Solo pasaron unos segundos antes de que unos golpecitos lo interrumpieran.
– ¿Puedo pasar?
– Si, claro – respondió el moreno
– Disculpa, se me quedó el teléfono
– ¿Aún sigues enojado?
– No.
– ¿Enserio? – respondió y de la sorpresa se levantó, olvidando, claro, que estaba desnudo.
– ¡NO PUEDE SER! ¿DE NUEVO LO MISMO? ¡Tapate y deja de exhibirte frente a mi!
– Perdón – dijo Kai avergonzado entrando de nuevo en el agua
– Date prisa – apuró el cantante y salió del baño.
El segundo día de grabación les salió aún mejor que el primero. Así fue el resto de la semana. El último día, el moreno invitó a D.O. a comer y este, sorprendido, aceptó la invitación.
– ¿Porqué volviste a estar nervioso?
– No estoy nervioso…
– D.O. Siempre que estas conmigo sus mejillas son un tono más rosa de lo normal, tartamudeas y no sabes donde mirar…
– Eso es porque no sé de que hablar contigo… No tenemos nada en común.
– ¿Y como lo sabes? – preguntó el moreno – Siempre nos hemos dedicado a pelear pero nunca a conocernos.
– Tú empiezas – se defendió rápidamente
– ¿Yo? Tu eres el que siempre me insulta por nada
– Entonces hagamos una promesa – sugirió al ver que una nueva pelea se asomaba
– ¿Cuál?
– No hay que discutir más, solo vamos a conocernos… Lo cierto es que es aburrido pelear todo el tiempo, yo no soy así.
– Se nota que no te gusta, lo tengo claro.
– Esa es una faceta que nunca debiste haber conocido…
– ¿Entonces ahora somos amigos? – preguntó Kai
– Y los demás se preguntaran que pasó – dijo después de asentir pensando en sus amigos.
Después de sellar la promesa y terminar de cenar, el moreno pagó la cuenta y sugirió:
– ¿Por qué ir a casa? Es nuestro último día, ¿vamos a pasear?
– ¿Y si la gente me reconoce? – preguntó D.O. pues no se había puesto su ropa de camuflaje
– No te vas a morir. Aparte es muy de noche ya, no será fácil que te noten… menos con esa estatura. – señaló riéndose.
– ¿Porqué tienes que burlarte? Okey, vamos. Así me cuentas de la persona que te gusta.
– ¿Qué persona? – preguntó confundido
– Me hablaste de ella el primer día de grabación ¿no lo recuerdas?
– Ah, ya… ¿Quieres saber quién es?
– Sí – respondió agachando la mirada – Bueno, solo si quieres decirme quién es…
El moreno empezó a dar detalles muy vagos sobre la persona. El cantante no podía hacerse una idea clara de cómo o quién era ella.
– Mejor cambiemos el tema – dijo triste
– ¿Porqué? Bueno, bueno… ¿De qué quieres hablar?
– Partamos por lo básico… ¿Cuál es tu comida favorita?
– Diría que la pasta, aunque aún no encuentro unas perfectas.
– ¿En serio? A mi también me encanta la pasta pero prefiero la que hago yo – dijo casualmente
– Espera, ¿tu cocinas?
– ¿Te sorprende?
– Me gustaría probar tus pastas – dijo sinceramente el moreno mientras lo miraba con los ojos muy abiertos
– Algún día – respondió sonriendo, y luego cambió la pregunta – ¿Tu siempre has vivido en Okinawa?
– No, llegamos como hace tres meses… vine con el propósito de ser bailarín profesional.
– Es bueno ir por tus sueños, sobre todo cuando tienes el talento.
– Gracias ¿ver que podemos ser amigos y estar juntos sin pelear?
Siguieron charlando sobre cosas triviales varias horas más, faltaba poco para el amanecer cuando se fueron al hotel para descansar.


Dos días después de que D.O. y Kai habían tomado el avión hacia New York, una visita completamente inesperada llegó a casa para saber de Suho, Sehun y el moreno.

Notas finales:

¡FIGHTING!


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