– Lo mejor de todo es que ahora me podrás hacer pastas siempre que quiera ¿no es así? – le preguntó Kai al cantante
– Soy tu novio no tu empleada. – señaló con una sonrisa.
– Oye – dijo después de un rato – ¿No tenías que llamar al chico de anoche?
– Es cierto – recordó e hizo afán de tomar su teléfono pero algo lo detuvo – Espera, ¿no te vas a enojar porque hablo con él?
– Por supuesto que no. Ya estoy tranquilo sabiendo que me elegiste a mí. Yo confío en ti.
– No sabía que fueras tan comprensible – se extrañó antes de marcar el número de Lay
– Pensaba que ya no me llamarías – dijo al otro lado del teléfono
– Lo siento – se disculpó riéndose – ¿Nos podemos juntar ahora?
– Sí, claro. Dime dond... ¿Aló?
– ¿Quién es? – preguntó D.O. al sentir la voz de una chica en lugar de la del rubio.
– Ayer estabas en EXO con un chico de cabellos color arcoíris – aseguró Bom – ¿Podrías darme su número telefónico?
– No, pero estoy con alguien que podría – dijo extrañado y le entregó su móvil a Kai después de explicarle la situación.
– ¿Me podrías explicar porqué quieres el número de él? Que yo sepa no conoce a ninguna mujer en esta ciudad – exigió medio alterado pensando en la pandilla.
– Lo que pasa es que desde anoche, mi hermano chico no para de hablar de lo guapo que es y lo amable que fue con él, lo cierto es que es muy molesto. Pensé en que podrían ayudarme para planear un encuentro o algo.
– ¿Hablas... del chico con el cabello rosa?
– El mismo. – afirmó la castaña al otro lado de la línea telefónica – Tenía pensado en decirle a Luhan que entremos a comer en el restaurant 2NE1. ¿Podrías inventar algo para que Sehun vaya al mismo lugar?
– ¿Cómo sabes que se llama Sehun?
– ¡Luhan no para de hablar de él! Lo menciona en todo. – exclamó
– Ya veo. Entonces quedamos en eso. ¿Cuándo quieres juntarlos?
– Hoy mismo, si te es posible.
– ¿Como a las 19:30hrs te parece bien? – preguntó el moreno mirando su reloj y calculando todo lo que tendría que hacer.
– Es perfecto – le respondió antes de devolverle el teléfono a su hermano mayor.
– Entonces... – al sentir la voz de un hombre, Kai le devolvió inmediatamente el celular al cantante – ¿Conocer el teatro Reencuentros?
– Sí, ¿nos juntamos allá?
– Son las cinco ahora, ¿te parece a las siete?
– Ajá, nos vemos. Adiós. – se despidió antes de cortar el teléfono – Me iré a cambiar de ropa.
– ¿Porqué tienes que arreglarte para juntarte con ese tal Lay? – dijo fingiendo celos el moreno.
– ¿Es broma, cierto? – le preguntó el cantante sin expresión en la cara.
– Claro. También tengo cosas que hacer, así que me voy.
– No quiero que te vayas – le dijo D.O. –...pero ya tenemos compromisos y sabes que me molesta la irresponsabilidad.
– Sí, y no sé si eso me agrada o me molesta. – dijo y lo besó a manera de despedida.
**
El moreno encontró la casa vacía cuando llegó. Revisó las habitaciones pero no encontró a nadie. Llamó por teléfono a Sehun, pero no contestó. Esto hizo que Kai pensara en que se estaba volviendo a reunirse con los tipejos de la otra vez. Decidió salir a buscarlo. Ni siquiera dejó bien cerrada la puerta de la casa cuando ya iba calle arriba. Al momento de doblar en una esquina se topó de lleno con muchos colores.
– ¿Donde estabas? ¿Por qué no respondías el teléfono? ¿Con quién andabas? ¿A que hora saliste?
– ¡Detente! Sólo fui a la tienda de comestibles, tenía hambre – explicó el muchacho mientras levantaba la bolsa que traía. – No entiendo porqué tanta pregunta, Suho.
– No me digas así – alegó Kai – Yo te iba a invitar a comer pero veo que ya compraste la cena...
– ¿Es broma? ¿Tú vas a invitarme a mí?
– Iba.
– Sabes que esto no me dejará satisfecho... ¿Donde iremos?
– ¿Conoces 2NE1? – preguntó
– He escuchado que hacen buenos platillos...
– Deja de pensar en la comida, diablos.
– ¡Pero si me estás invitando a comer!
– Tienes razón. La costumbre, lo siento... – dijo riéndose el moreno – Arréglate, nos vamos a las siete.
Cuando salieron de la casa, esta vez asegurándose de dejar la puerta bien cerrada, Kai notó una felicidad inusual en su amigo.
– ¿Estás feliz por ir a comer o porque vas conmigo?
– Ambas, y porque no tendré que pagar nada...
– No estés tan seguro y lleva tu billetera.
– Maldito desgraciado – se lamentó el peli-arcoíris.
**
– Luhan, quiero ir de comprar – anunció Bom – ¿Me acompañas?
– Sabes que si se trata de comprar puedes contar conmigo – dijo levantándose del sofá en el que estaba y agarrando su cartera y un abrigo.
– ¿Quieres ir ahora? – preguntó Bom
– Hay mucho que ver, date prisa.
Como salieron antes, si tuvieron que comprar mientras daba la hora indicada para el encuentro. Pasaron más de dos horas de tienda en tienda hasta que dieron las 19:15hrs. y a Luhan pareció prendercele el foco.
– ¿Que te pasa? ¿Por qué miras tanto la hora? – le preguntó
– No es nada en especial.
– Tu cara no dice eso – señaló no muy convencido.
– ¿Y qué te dice? – dijo poniendo carita tierna.
– Que algo planeas.
– No seas ridículo – dijo y vio la oportunidad – Mejor vamos a comer algo ¿sí?
– Está bien pero tendrás que contarme que pasa.
Caminaron un poco antes de visualizar el restaurant. Estaban medianamente cerca cuando Luhan notó a dos chicos que entraban en el local.
– Bom, es él – avisó sonrojado. – Es el chico del club.
– ¿Donde? – preguntó haciéndose la desentendida.
– El que se acaba de sentar en la mesa de la ventana.
– Vamos a saludarlo, pues.
– ¿Estás loca? – preguntó poniendo tapando su cara con sus manos, tratando inútilmente de esconder su vergüenza.
– No seas nena.
Cuando estos se acercaron, Kai se levantó de la mesa y sacudió el cabello de Luhan en tono amistoso.
– Pásenlo bien.
– ¿Que significa eso, exactamente? – preguntó muy serio Sehun.
– Nada en específico. Sólo disfruta el momento conociendo gente que sí vale la pena.
Sehun supo que decía eso por el incidente de hace unos días y no siguió reclamando.
– ¿Te molesta mi presencia? – le preguntó Luhan una vez que su hermana y el moreno se hubieron marchado.
– No, pero como no te conozco no me agrada tu compañía.
– ¿Quieres que me vaya?
– La verdad sí, pero como quedaré sólo si te vas, no lo hagas.
– ¿Puedo preguntarte algo? – dijo el chico de cabello rosado después de sentarse frente a él.
– Hazlo pronto.
– ¿Porqué eres tan desagradable? En el club, anoche, fuiste muy amable. ¡Hasta fuiste tú el que se acercó!
– La respuesta es algo obvia – dijo bebiendo un poco de agua – La gente siempre actuará dependiendo del ambiente en el que se encuentre. Si vas a un lugar en el que están todos enojados es lógico que tu también te enfades.
– Supongo...
– ¿Cuál será su orden? – les preguntó un elegante mozo.
– Me trae una ensalada cesar, por favor. Y una pequeña porción de arroz. – pidió Luhan amablemente.
– Perfecto – dijo el hombre después de anotar en una libreta – ¿Y usted, que se va a servir?
– Hoy será poco... Quiero un plato grande de pollo frito con papas... agréguele unas diez empanadas y tres hotdogs extra largos. ¡Ah! Y unos quince o veinte nuggets estarían bien.
– ¿Querrá... algo para beber? – preguntó el mozo
– Una bebida light. No quiero subir de peso, tampoco. – respondió con simpleza.
– Eso no te servirá después de toda la chatarra que comerás... – señaló colmado Luhan quien había pedido agua mineral sin gas.
– Cállate.
– Enseguida le traemos su orden – dijo el mozo aún escribiendo la orden de Sehun y haciendo una reverencia.
– ¿Siempre comes así? – le preguntó sorprendido el chico rosa.
– Muchas veces como más que esto.
– Debe ser mentira, ¿Cómo es que estás tan delgado?
– Es un misterio de la vida. – dijo y siguieron conversando mientras esperaban su orden, todo iba bien hasta que a Luhan se le ocurrió preguntar si tenía novia – No me interesa el amor.
– ¿Porqué? – preguntó curioso
– Hacen que uno se vuelva débil.
– Pero en algún momento tuviste que sentir algo por alguien.
– Así es, y eso hizo que cambiara mi pensamiento – respondió cortante mientras les dejaban sus platillos.
– Piensa que no todas las personas son iguales – le dijo el chico menudo después de agradecerle al mozo.
– Lo sé, aún así después de eso, tuve miedo de volver a entregar mi corazón a alguien más.
– Dices que el amor te hace débil, yo creo que el miedo te hace débil.
– El amor te causa miedo.
– De eso se trata – explicó aún sin tocar la comida – El amor te volverá más fuerte mientras vayas aprendiendo a enfrentar situaciones.
– Tu no sabes como pasaron la cosas, aún así, podrías tener razón. Tal vez fue una estupidez dejarme llevar por la tristeza o el miedo. A veces siento que me hace falta alguien al lado, y es entonces cuando recuerdo lo que pasó tiempo atrás y pienso que es imposible que haya gente capaz de amar en este mundo dejando de lado el interés.
– ¿Y tus amigos? ¿También te quieres con conveniencia?
– Estoy hablando del amor, no de la amistad. Son cosas completamente distintas.
– Casi. El amor y la amistar sólo de diferencian en el tipo de sentimiento. Puedes amar a un amigo igual como a tu madre. En el amor y en la amistad la base son la confianza y el respeto mutuo. En ambas, si se resuelven las peleas, se fortalece la relación. Y tanto en el amor como en la amistas tienes que alimentar el sentimiento por que si no se marchitará.
– Ya hablamos mucho – cortó Sehun – Aunque tienes razón, pensamos diferente. Ahora mejor comamos.
El hecho de empezar a digerir lo alimentos sorprendió a Luhan más que el hecho de que ahora Sehun le hablaba de buena manera. Él apenas iba en la mitad de su ensalada y el peli-arcoíris se estaba comiendo la última empanada. Cuando terminó se quedó mirando al peli-rosa fijamente.
– ¿Te pasa algo?
– Es sólo qué... ¿Vas a comerte eso? – preguntó señalando el arroz.
– ¿No crees que ya comiste mucho?
– Hay un pequeño espacio vacío en mi estómago – exclamó poniendo carita de perro.
– Entonces comételo – aceptó riéndose mientras le pasaba el plato.
Cuando terminaron, Sehun pidió la cuenta y se fijo en que era demasiado como para pagar en efectivo. Agradeció haber traído su billetera con las tarjetas.
– ¿Quieres que te ayude a pagar? – preguntó el chico que le hacía compañía.
– No, gracias. Te debo una por escucharme y ayudarme.