La semana de hospitalización de Baekhyun pasó rápido, así que, como el doctor había dicho, transcurrido ese tiempo, el rubio pudo volver a su casa bajo un extremo reposo. Era Chanyeol quién lo cargaba por el patio y entraba en la sala. Tuvo una grata sorpresa. Todos estaban ahí, esperándolo.
– Que bueno que llegaste – le dijo el cantante – Ya era hora.
– A pesar de que te visitábamos en el hospital, nos tenías preocupados – admitió Suho mientras tocaba su brazo.
– Lo bueno es que estás aquí, con nosotros – cortó Lay y rodearon al alto para un gran abrazo provocando que el rubio se pusiera a derramar lágrimas.
– Gracias, chicos. Los quiero.
– Aprovecha tu tiempo aquí, cielo. – le dijo su madre mientras lo arropaba con una manta una vez que su novio lo acomodó en el sofá.
– ¿Porqué dices eso?
– ¿Realmente crees que después de esto te dejaré aquí? – dijo la señora cómo si se tratara de un chiste – Tu te regresas conmigo.
– ¡Pero, mamá! Yo ya puedo tomar mis decisiones – se enfurruñó Baekhyun.
– Tal vez, pero mira lo que pasó. No voy a perderte, cariño.
– No me volverá a pasar nada – alegó tratando de incorporarse pero los fuertes brazos de Kai se lo impidieron.
– Nadie me asegura eso – siguió firme en su postura – Esa loca aún anda suelta y buscará otra oportunidad para herirte.
– Esta discusión no tiene sentido – declaró y miró a sus amigos en busca de ayuda pues él no podía valerse. Fue Sehun quién lo tomó entre sus brazos y lo sacó de ahí.
– Hablará con más calma después – afirmó D.O.
– Pero, ¿por qué se lo tiene que llevar? – preguntó el bailarín.
– Es mi único hijo, y no quiero perderlo.
– Él ya está haciendo su vida aquí... – replicó Chanyeol – Puede ver a todos los amigos que ha hecho, tiene un novio, un trabajo, una casa...
– No me importa. Lo único que quiero es cuidarlo y asegurarme que no le pasará nada.
– ¿Donde va? – le preguntó Suho ya que había abierto la puerta de entrada.
– No lo sé.
**
Pasó un tiempo en el que Dara no supo cómo habían resultado las cosas, pues como CL le había pedido que se quedara atrás y luego no la había vuelto a ver no tenía manera de saber que pasó. Era obvio que en todo ese tiempo no se le había ocurrido ir al escondite.
– ¿Cómo fue todo? – le preguntó a la chica que había teñido su cabello a un rubio oro.
– Sigue vivo – se lamentó. – De hecho, hoy volvió a su casa.
– Me sorprende – comentó Tao – que hayas fallado en algo así, CL.
– Sólo fue suerte, pero a la próxima no la llevará encima. – aseguró. – Esto no ha acabado, Baekhyun.
– Así que se llama Baekhyun... – dijo como para sí antes de que Xiumin se acercara para darle un informe, suponía.
– Hay una señora muy parecida a tu madre biológica, no muy lejos de aquí. – le susurró al oído – La descripción del orfanato encaja.
– Llévame – le pidió el lider. El tono en su petición fue sospechoso a oídos de Sehun, que no dudó en seguirlos.
Caminaron unas cuantas cuadras hasta un parque lleno de verde y niños jugando. Lo tuvieron que recorrer por completo para encontrar a la señora que estaba sentada en una banca con la vista pegada en el suelo.
– ¿Es ella, no? – le preguntó el castaño.
– Sí – confirmó Tao con ojos muy abiertos. – Iré... hablaré con ella.
Caminó lentamente, acercándose cuidadosamente.
– Hola – dijo como si nada mientras se sentaba junto a la señora.
– ¿Quién eres tú? – preguntó asustada pues la pinta del rubio no era la mejor.
– ¿No me recuerdas?
– Lo siento, estoy algo ocupada – se levantó pero el pandillero la tomó por un brazo y jaló hasta dejarla como estaba antes, sentada a su lado.
– Soy tu hijo... el mayor, quiero decir. – puntualizó.
– ¿Qué hijo mayor? ¡No sé de lo que me hablas!
– Me parece genial que no te acuerdes que diste en adopción a tu hijo.
– ¿Qué? – preguntó la señora impactada a tal punto que sus ojos parecían querer salirse y varios mosquitos hubieran podido entrar en su boca.
– Oh, entonces si lo recuerdas. Que bien.
– Eres... ¿Tú eres Huang Zi Tao?
– Ahora sólo Tao. – puntualizó levantando un dedo – ¿No te alegra verme?
– ¿Cómo supiste de mi?
– Oh, bueno. Eso es sencillo. Quería saber quien era mi verdadera familia, esa que nunca me quiso... – dijo como explicando que había comprado comestibles y encontró una oferta súper buena.
– No es así.
– Como sea, ha pasado mucho tiempo ya y no me interesas. Lo que quiero saber es si mi hermano sabe que existió una vez alguien antes que él.
– Nunca le hemos hablado de ti, si es a lo que te refieres. – anunció la señora sin mirarlo.
– Claro – dijo con tono comprensivo – ¿por qué iban a hablarle del bastardo?
– No hables así, tú no sabes como fueron las cosas.
– Cállate, tu no eres quién para exigirme nada. ¿Él está aquí contigo, cierto?
– Vino hace algún tiempo pero me lo llevaré de esta mugrosa ciudad.
– ¿Porqué? ¿Tienes miedo de que lo encuentre?
– No, ce poco intentaron matarlo. No me arriesgaré a que no fallen y lo maten.
– Apoco si te preocupa – dijo y soltó una risa – ¿Yo te preocupaba? ¿ALGUNA VEZ TE PREGUNTASTE POR MI?
– Las cosas eran muy distintas, y no tenía como mantenerte. Era una chiquilla a la que no le importaba nada, pero siempre te recuerdo.
– Se nota, por eso le contaste de mi, ¿no? – se bufó con una media sonrisa – Espera, tú no lo hiciste. Merezco saber su nombre.
– ¿Le contarás la verdad?
– Te asusta que se de cuenta lo mentirosa que eres, lo entiendo. Dime cuál es su nombre o me encargaré de averiguarlo yo mismo. – amenazó mirándola.
– Su nombre es Baekhyun.
– ¿Qué dices? – preguntó angustiado. – Me tengo que ir ahora, pero te digo algo. No puedes llevártelo, o le contaré toda la maldita verdad. – dijo con una mirada y un tono despiadado antes de marcharse.
Lógicamente, después del susto la señora rompió llorar. Sehun se le acercó lentamente para comprobar su estado.
– Sí, sí. Estoy bien. – le respondió tratando de ocultar su rostro – ¿Eres uno de los amigos de mi hijo?
– ¿Es verdad lo que oí?
– ¡Por favor! No se lo digas a nadie.
– No lo haré – aceptó con un cabeceo – Esa es labor de usted. Hágalo pues será peor si otro lo hace – dijo haciendo referencia a Tao. – Tómese su tiempo, necesitará valor. La llevaré a casa ¿si?
**
–¿Qué le pasó? – le preguntó Chanyeol pues la madre de Baekhyun había pasado directo a su habitación sin mirar a nadie.
– Cuando volvía aquí la vi muy triste y decidí acompañarla, es todo.
– Eres muy atento – le alagó Luhan
– Lo sé. Por cosas así no me puedes sacar de tu cabeza.
– ¿Porqué dices eso? – preguntó el chico rosa mientras un leve tono rosado se hacía notar en sus mejillas.
– Porque siempre buscar excusas para verme y te brillan los ojos cuando me miras.
– Ah, eso es por que me caes bien – trató de desviar haciendo un movimiento despreocupado con la mano.
– Oh, entonces no quieres ser mi novio – dijo como si nada – Me buscaré otra persona entonces.
– ¿Cómo que otra persona? – gritó espantado.
– ¿Ves? ¡Te asusta perderme! – sacó en cara mientras se reía a carcajada limpia de la cara de Luhan. – Responde pronto, no tengo toda la tarde.
– ¿Esto es una broma?
– ¿Quieres o no? – preguntó perdiendo la paciencia.
– Claro que sí. – aceptó finalmente.
– ¿Eso te costaba decir? ¿Ves como te traigo loco? – preguntó riéndose antes de besarlo por primera vez.
– Supongo que es el momento – dijo Suho mordiéndose el labio – Yo tengo algo que contarles.
– ¿No crees que es mejor esperar y que esté él? – le preguntó Chen
– Pero quiero decirlo ahora... – en ese momento, la puerta se abrió dejando ver a Kris con varias bolsas de comestibles.
– ¡Ah! Menos mal que llegaste – le felicitó Chen mientras hacía que de camino se deshiciera de las bolsas dejando los paquetes abandonados en el suelo. – Quiere dar la noticia.
– Pensé que era algo grave – dijo quitándole importancia al asunto.
– ¿Qué te asusta? – le preguntó Kai mirándolo fijamente
– Nada.
– Claro, sigue actuando.
– Kai, ¿a qué te refieres con eso? – le preguntó el platino.
– No lo sé, pregúntaselo tú.
– Fuiste tú el que empezó. Di porqué. – exigió como buena madre.
– No lo haré, mucha gente saldrá lastimada si hablo. Mejor di tú.
– Kris y yo somos novios.
– ¿Qué? – se alarmó el moreno – Me opongo rotundamente.
– ¿Porqué te pones así? – le preguntó D.O. al ver que sus manos se hacían un puño y sus brazos temblaban.
– No me gusta este sujeto para ti, Suho.
– Pues no te estoy preguntando. Yo sé lo que hago.
– ¡¡Eso dices porque no lo conoces!!
– Seguro tú si lo haces – dijo Kris
– Kai, detente. ¡Dime ya de qué va todo esto! – exclamó bastante desesperado el platino.
– ¡No es nada! – dijo levantándose – Sólo espero que cuando se digne a decirte no sea demasiado tarde.
– ¿Hay algo que debas contarme? – le preguntó a Kris después de ver cómo su primo se marchaba seguido por su novio.
– No, nada. No tengo idea de lo que hablaba.
Suho quedó preocupado pero no comentó nada más. Recibieron felicitaciones por su relación al igual que Sehun y Luhan.
– ¡Conseguiste lo que querías! – le dijo Bom acercándose con los brazos abiertos.
– Todo es gracias a ti, estoy muy feliz.
– Es que hablabas mucho de él y me tenías harta – explicó tocándose el cabello.
– ¿Cuídalo, sí? – le dijo Lay a Sehun tocando su brazo. – Es más delicado que una mujer.
– No te preocupes, lo cuidaré con mi vida.