Al ver a Kai en ese estado, el cantante sintió unas ganas enormes de correr a ayudarlo pero su dolor fue mas fuerte y lo único que hizo fue mirar como Suho acariciaba su puño.
– Nunca pensé que serías capaz de hacer algo como eso. – escuchó que le decía.
– Maldición, Suho. ¡Todo esto tiene una explicación!
– El video habló por ti. D.O. no se merecía lo que hiciste. De verdad eres poco hombre… Me avergüenzo de ser familia tuya – le dijo, lo miró con desprecio y volvió a entrar en la casa.
Escuchar eso de su primo-hermano caló profundo en el moreno, tanto que sintió ganas de llorar, le pareció raro sentir esa sensación después de once años. “No voy a llorar, eso sólo mostrará mi debilidad y tengo que mantenerme fuerte para demostrar la trampa de esa maldita bruja.” Pensó y tomó la mano que Sehun le tendía para ponerse de pie. Miró un vez más a su ex novio sólo para notar como su auto desaparecía al final de la calle y entró en la casa.
Sehun se sentía confundido así que se dirigió donde el rubio platino y le preguntó:
– ¿Por qué están juzgándolo sin saber?
– ¿Acaso no te basta el video? ¿Quieres verlo en vivo para creer?
– No, pero no saben quién lo envió ¿o si?
– Obviamente ella. – dijo Suho
– ¿Y porqué crees que lo hizo? Ella solo busca separarlos, siempre ha querido poseer a Kai…
– Sí, y no le costó mucho ¿eh? – terminó la conversación avisando que iría de compras a la tienda. Pensó que todo había terminado ahí pero el peli-arcoíris salió tras él, empecinado a seguir con la cuestión.
– ¿No crees que el video pudo ser falso?
– No, esa era claramente la habitación de Kai, y si ella nunca había estado en la casa antes, ¿Cómo sabía, exactamente, que estaba decorada y amueblada de esa forma?
– Pues no lo sé, pero creo en mi amigo. Si él dice que no pasó es por que es así. – dijo y se mantuvo en silencio el resto del camino.
**
Tal vez porque gritó hasta quedar sin aire, porque ya había enfrentado a Kai, o porque había cortado todo con él de raíz, se sentía más tranquilo. Condujo lentamente hasta su casa y cuando llegó sólo atinó a dejarse caer en su sofá. Al poco rato apareció Baekhyun, quién aún guardaba una copia de la llave de la puerta de entrada.
– ¿Cómo estas? – le preguntó.
– ¿Cómo crees? Yo lo amaba, lo sigo amando, y me engañó. Yo creí en él… – le respondió sin mirarlo puesto que las lágrimas nublaban su visión.
– Tranquilo, amigo. Si él no supo valorarte ni significa que hayas hecho algo mal, al contrario. Le diste lo mejor de ti…
– No es así. – lo interrumpió – No le di todo. ¿Y si esto pasó porque no me quise acostar con él?
– Lo dudo mucho. – dijo mientras se sentaba a su lado y lo rodeaba entre sus brazos – Llora libremente, te hará sentir mejor.
– Gracias, Baekhyun. No sé que haría sin ti.
Esa noche, el rubio se quedó con D.O. toda la noche. Llamó a su novio para avisarle y evitar preocupaciones pues aún estaba semi-convaleciente. A las una de la tarde, el chico preparó algo rápido para comer y subió a la habitación del castaño con los alimentos. Baekhyun tenía la duda sobre si su amigo iba a mantener el ensayo de ese día, si lo hacía se toparía con Kai y no creía que fuera lo mejor.
– No lo canceles – le dijo cuando le preguntó – Tengo que ir, he dejado el trabajo de lado mucho tiempo. Además, tarde o temprano tendré que enfrentarlo.
– Será como tu quieras, pero deberías darte prisa – le señaló el rubio mirando su reloj – Tienes una hora para arreglarte.
– ¿Qué? ¡Me lo hubieras dicho antes!
A pesar del escándalo que había armado por la casa, fueron los primeros en llegar. Diez minutos después aparecieron Tao y Xiumin, el primero con la vista clavada en el mejor amigo del cantante.
– D.O… él me esta mirando mucho – le dijo luego de un rato.
– No creo, deben ser suposiciones tuyas. – le dijo en respuesta a Baekhyun que no parecía ser el tipo de Tao, pues creía que este era completamente heterosexual.
– Hablo enserio. – insistió – Quiero decir, siempre me miran por lo guapo que soy pero reconozco ese tipo de miradas, esta es distinta. – alcanzó a decir antes de que se les acercara Kris.
– Hola, D.O. Espero llegar bien.
– Sí, no te preocupes. ¿Y Suho? – le preguntó pues le era raro no verlos juntos.]
– Está afuera con Chen. Ambos intentan convencer a Kai para que entre. – explicó antes de ver como el castaño se ponía inmediatamente de pie y se perdía en el pasillo.
– ¿Acaso creen que tengo el día entero para esperarlos? – les dijo al verlos tranquilamente conversando en plena calle. – Si no están listos en cinco minutos quedarán fuera de todo.
– ¡Ah! No me la va a ganar – decidió el moreno al notar que el cantante nunca lo miró – Le haré entender que está equivocado. – avisó antes de entrar.
Llegaron los demás y empezaron a ensayar. Nuevamente se dividieron en dos grupos, esta vez el cantante se ubicó a propósito en el equipo contrario del moreno. Durante el arduo trabajo, Lay notó algo extraño en el cantante así que apenas tomaron un descanso se le acercó.
– ¿Te ocurre algo?
– En absoluto, ¿porqué?
– No te has acercado para nada a Kai en todo el día y apostaría a que pasaste la noche llorando. – le dijo – ¿Te hizo algo?
– No quiero hablar de eso – admitió con la cabeza gacha.
– Es tu decisión pero al menos ¿me aceptarás una invitación a comer?
– No estoy de ánimos, lo siento.
– ¿Recuerdas cuando te dije que no soportaba verte triste? – insistió – ¡Déjame intentar alegrarte un poco!
– Esta bien – le dijo con un sentimiento de despecho al recordar lo mucho que le molestaba a Kai que se acercara al rubio. – Iremos a comer después del ensayo.
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Durante los ensayos, Tao intentó acercase a Baekhyun bajo la atenta mirada del peli-arcoíris. Este no se negó, pues quería averiguar porqué diantres lo miraba tanto.
– ¡Te estoy hablando, Sehun! – alegó el chico rosa.
– Lo siento, me distraje. Pensaba… en otras cosas.
– Seguro en cosas como la comida.
– No, no era eso, pero ya que lo mencionas… ¿iremos a comer después del ensayo, no?
– Claro, – aceptó Luhan – y aprovechas para contarme porqué estás tan raro últimamente.
– ¿Qué quieres decir con extraño? – le preguntó aún mirando al par de rubios que habían entablado conversación sobre quién sabe que.
– No lo sé, este perdido en tus pensamientos y no has… comido nada. Es obvio que algo te pasa. Y me gustaría que me contaras qué esta pasando…
– No seas entrometido, joder. – le regañó mirándolo y frunciendo el seño – ¿Acaso tengo que contarte todo?
– Sólo quiero ayudarte – le respondió sorprendido y un poco dolido por la forma en que le contestó – Me preocupas.
– Lo siento. Prometo que después te contaré, ahora sigamos con el ensayo.
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Tal como habían acordado, apenas terminó la jornada de trabajo, Lay y D.O. se fueron a un lugar tranquilo y lindo para poder comer y conversar. Entraron en el local, y, como uno de ellos era una súper estrella y no quería ser reconocido se ubicaron en la mesa más lejana. Esta tenía dos sillas, una frente a la otra, cosa que le pareció mal al rubio quién la tomó y la movió para dejarla al lado de la que ocuparía el castaño.
Pasaron un rato en silencio, el cantante simplemente estaba inmerso en sus pensamientos con la mirada fija en la nada.
– No me gusta verte así. – le dijo – Me parte el corazón.
– Lo siento, Lay. No puedo estar de otra manera.
– ¿Quieres hablar de eso?
– Recuerdas… ¿Recuerdas a la chica en lasa de Baekhyun que hizo que me peleara con Kai? – empezó después de un rato.
– Sí, ¿Qué pasa con ella?
– Ayer me mandaron un video de ellos… juntos – le explicó mirándolo esperando que entendiera a lo que se refería.
– ¿Cómo pudo ser tan idiota? – se preguntó el rubio mientras se levantaba y golpeaba la mesa con un puño. – ¿Cómo se atreve a hacerte sufrir? ¡Se las verá conmigo!
– No hagas nada, por favor – le pidió mientras lo tomaba de un brazo obligándolo a bajar la mirada y encontrarse con sus ojos que se habían empezado a nublar por lágrimas que gritaban libertad. Al verlo así, Lay no pudo hacer otra cosa que volver a sentarse y abrazarlo con fuerza.
– No llores, él no merece tus lágrimas.
– ¿Porqué no me puede amar como yo lo hago? – se preguntó entre sollozos rodeando con fuerza al chico que acariciaba su cabeza. – ¿Qué tengo de malo, Lay? ¿Tan desagradable soy? Todos tenemos defectos, ¿por qué él no me acepta?
– Tú no tienes nada malo, al contrario. Eres lindo, simpático y te aseguro que cualquiera querría estar contigo. Es él el imbécil que no se da cuenta. ¡Por favor, no llores más! Menos por alguien como Kai, D.O. por favor.
– Gracias por escucharme. – agradeció mientras respiraba hondo y trataba de hacerle caso sin despegarse ni un milímetro de su pecho.
– ¿Qué harás? – le preguntó al notar que el castaño ya estaba más tranquilo.
– Ya terminé con él, pero me es difícil tenerlo cerca. – admitió con una mueca – Ahora será peor ya que se acerca la gira y tendrá que ir conmigo.
– Él no será el único ahí. – le recordó con una sonrisa – Yo estaré también para apoyarte y cuidarte.
Como en cámara lenta, al escuchar eso, el cantante levantó su mirada y la encontró con la del rubio. Al igual que si estuviera hipnotizado por sus ojos oscuros, se acercó y le dio un suave beso en los labios. Lay aceptó y respondió al gesto justo cuando Sehun y Luhan se sentaban en la mesa más cercana que había.
– ¿Te pasó algo? ¿Por qué tienes esa cara? – le preguntó el chico rosa a su novio pues se había quedado boquiabierto al ver la escena.
– No es nada – dijo restándole importancia.
– ¿Vas a contarme, o no? – le preguntó después de que el mozo tomó su orden. El otro chico dudó una vez más y terminó contándole todo. Absolutamente todo. – ¿Porqué haces eso? ¡Es peligroso! Podrían hacerte daño…
– No es necesario que te preocupes, es lo de menos.
– Nunca pensé que Kris, Xiumin y Tao fueran parte de algo así. ¿D.O. lo sabe?
– No, pero pienso decirle todo una vez que regresemos de la gira.
– Sólo espero que no te pase nada – dijo Luhan. – No quiero perderte.
– No te preocupes. – le reiteró sonriendo – Puedo cuidarme sólo…
– ¡Aish! Siempre con esa actitud de macho rudo. Pareces el príncipe del hielo.
– Cállate, harás que me sonroje. – cortó riendo y luego lo besó tiernamente.
**
Apenas el ensayo terminó, Kai tomó su celular y marcó el número de Bom para pedir su ayuda.
– ¿Juntarte con Minzy? – le preguntó sorprendida – ¿Para qué? ¿Pasó algo entre ustedes?
– ¡Ella hizo que D.O. terminara conmigo! – le dijo – Pero otro día te contaré los detalles, ¿podrías ayudarme?
– Claro, puedo hacer que se junten hoy mismo, si lo deseas.
– Eso es perfecto – se alegró el moreno. – ¿Me llamas para confirmar, si?
Cinco minutos después, su teléfono se iluminó y el nombre de la castaña apareció en la pantalla junto a los botones “Aceptar/Rechazar”
– Listo, le dije que me juntaría con ella en la entrada del centro comercial a las 18:30hrs.
– Muchas gracias, Bom. Te debo una gigante.
– Espero que todo vaya bien – deseó antes de cortar.
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– ¡Perdóname! – dijo echándose hacia atrás el cantante – No sé porqué lo hice.
– Nada que venga de ti me molesta, D.O.
– ¿Porqué él no puede ser como tú? – se lamentó el cantante mientras acariciaba su mano.
– Porque el no te valora ni te respeta como yo. Él solo busca diversión. – dijo sonriéndole con tristeza – Pero prometo estar para ti cuando me necesites. Te haré reír y haré que tu seguridad vuelva. Te olvidarás de él, aunque solo sea por unos momentos.
– Muchas gracias, Lay. No sé que haría sin ti. – dijo antes de abrazarlo para luego retirarse del lugar sin notar a la pareja que los habían estado observando.