Camino al hospital, Chanyeol calmó a D.O. con palabras suaves, llenas de tranquilidad, lamentablemente, todo su esfuerzo se fue a la porra cuando el cantante camino rápidamente a recepción para preguntar por Kai y la asistente le dijo que no tenían registros. Las ansias por verlo y saber de él le carcomían y la señora debió notarlo porque cuando fijó la vista en un hombre de edad que vestía bata le avisó de inmediato que él era quién estaba tomando los pacientes que venían de urgencia.
– ¡Doctor! – gritó llamándolo mientras corría para alcanzarlo. – ¿Cómo se encuentra Kai?
El hombre lo miró sin comprender. Buscó entre sus papeles pero no encontró el nombre.
– Es moreno, tiene el cabello negro y es alto. – empezó describir Chanyeol uniéndose a la conversación. Al instante el doctor cambió su expresión.
– ¡Ah, así que se llama Kai! – exclamó mientras volvía a mirar sus papeles y escribía algo. – Cómo llegó sin acompañantes y ha estado inconsciente no sabíamos nada de él… Bueno, está estable. Recibió un fuerte golpe en la cabeza pero gracias a que los enfermeros procedieron a prestarle cuidados inmediatos en el trayecto hacía acá no pasó a mayores. – informó.
– ¿Puedo… podemos entrar a verlo? – preguntó el castaño
– Tal vez en algunas horas…
– Entonces… ¿Me podría decir en que habitación se encuentra Lay? Es rubio, alto y con un rostro…
– Sí, sí. Ese chico astuto traía sus documentos. Se encuentra en la sala 10. Siga ese pasillo y doble a la izquierda. – señaló el profesional.
– Muchas gracias. – dijo D.O. haciendo una gran reverencia para luego seguir las indicaciones que había recibido. No le costó mucho ir a parar a la habitación del susodicho y cuando entró se lo encontró en una camilla, llevaba su ropa y por los cortes que estas tenían se notaban las vendas que rodeaban su cuerpo. Su cabello estaba alborotado y en su rostro tenía uno o dos moretones.
– ¿Cómo estás? – preguntó Chanyeol apenas entró.
– Bien – respondió y fijó su vista en el bajo. – Mejor ahora que te vi.
– Que lindo eres. – dijo D.O. mientras se acercaba para estar más cerca. – Pero no quiero que me desobedezcas más…
– Lo siento, pero es que realmente no me gustan los hospitales. – insistió Lay mirando alrededor mientras hacia una mueca.
– Aún así. No quiero que te pase nada.
– Nunca más, lo prometo. ¡Pero no te enfades conmigo!
– ¿Cómo podría enfadarme con esa carita tan linda? – exclamó soltando una sonrisa y moviéndose para acortar la distancia que los separaba.
– Recuerden que estoy aquí. – reclamó Chanyeol fingiendo enfado. – No quiero ver como tienen sexo.
– Sólo era un abrazo. – corrigió el cantante con un expresión que hizo a los muchachos caer rendidos ante las carcajadas.
Después de que este se alterara al ver que el rubio se apretaba una de sus costillas por el dolor que sentía al reír y que Chanyeol lo aprisionara entre sus brazos para evitar que llamara al doctor todo pasó en calma. Conversaron durante largo rato con el herido sobre cosas triviales.
**
Suho movió una silla para sentarse lo más cerca que pudo de Kris, quien aun estaba inconsciente sobre la mesa al lado de Sehun. Los examinó con la mirada y sintió su corazón romperse. No había extremidad que no tuvieran vendada y los centímetros entre cada moretón escaseaban.
– No llores. – dijo Kris en voz baja cuando despertó al sentir una humedad en su cara. – Sabes que no me gusta verte así.
– Lo siento. – el platino se limpió las lagrimas que corrían por sus mejillas. Ni él las había notado. – Es que me entró una basura al ojo.
– Claro.
– ¿Cómo te sientes? – preguntó Suho quien se levantó para correr a la cocina y volver con una jarra de agua fresca y dos vasos. Con una bombilla le dio de beber y luego los dejó reposar cerca pues sabía que pronto Kris necesitaría volver a hidratarse.
– Con tus atenciones mucho mejor. – respondió sincero. – Sin embargo, hay algo que me ha estado preocupando…
– ¿Qué es?
– Xiumin. – Suho no esperaba esa respuesta y no tardó para hacerlo notar, abrió mucho los ojos y encorvó la espalda, haciéndose para atrás. – Verás, siento que debo encontrar la forma para sacarlo de ahí… pero no puedo hacer que llegue un ángel guardián a su vida tal como tu llegaste a la mía.
– ¿A qué te refieres?
– Tal vez él, como yo, sólo necesita conocer que la vida es algo más que hacer destrozos, robar y hacer daño a la gente… pero, ¿Quién podría enseñárselo?
– Creo… – dijo Suho, dudando mientras miraba el techo. – Tal vez… Yo podría… Conozco a alguien que tiene problemas, no de ese tipo, claro, pero… – el gesto incierto del platino cambio cuando devolvió la mirada a su novio, convirtiéndose en un sentimiento de plena confianza. – Déjamelo a mí.
En ese momento, el sonido de una puerta al abrirse y luego al cerrarse, los sobresaltó. Poco después apareció Chen a paso lento desde las escaleras.
– ¿Cómo se encuentra él? – preguntó refiriéndose a Baekhyun.
– Sigue en el más allá. – respondió el chico mientras hacia onditas con sus brazos. – Pero se encuentra bien.
– ¿Qué paso? – interrogó el rubio pues no sabía de lo que hablaban. Ni de quién.
– Antes de que Sehun quedara inconsciente… dijo que Tao era el hermano mayor de Baekhyun… – explicó Suho mientras movía la silla continua para que su amigo tomara asiento. – Después, él llamo a su madre y se lo confirmaron…
– Wow, ni yo sabía eso. ¿Y Chanyeol? – preguntó al notar que era Chen quien estaba cuidando al rubio y no su novio.
– Fue al hospital con D.O. porque Kai quedó muy grave… Tao casi lo mata al golpearlo con un bate en la cabeza. – explicó el chico de sonrisa amplia al ver que el platino desviaba la vista y se negaba a hablar.
– ¿QUÉ? – gritó sin poder creerlo provocando que el muchacho a su lado abriera los ojos.
– No sabemos si está bien… – murmuró Suho mirando sus manos. – Lay también esta en el hospital…
– Necesito ir a verlos. – decidió Sehun y hizo el intento de levantarse logrando solo levantar la cabeza antes de que Chen lo sujetara y lo obligara a mantenerse quieto.
– En esa condición dudo que puedas incluso ir al baño.
– No. Esto no puede estar pasando. Kai no puede morir antes de enterarse de la verdad… – murmuró bajito el peli-arcoíris mientras (a pesar del dolor) se resistía entre los brazos de su cuidador.
– ¿De qué verdad hablas? – interrogó Suho
– Sí, – interrumpió D.O. desde el umbral de la puerta de entrada. – ¿de qué verdad me tengo que enterar?
– ¿Cómo está Kai?
– Bien. – respondió mirando a Chen, quién había preguntado. – El doctor ha dicho que está estable pero que sigue inconsciente y que pronto despertará. – explicó rápidamente y volteó al peli-arcoíris que había logrado sentarse. – Ahora tu dime… ¿De qué verdad hablas?
– Yo no dije nada.
– ¿Cómo que no? Escuché claramente que decías que Kai debe enterarse de la verdad…
– Tú ya no estás con él así que no te interesa. – respondió mirándolo.
– Tengo claro que no estamos juntos. – puntualizó el cantante. – Pero eso no quiere decir que haya dejado de importarme.
– KyungSoo… tú preocúpate por Lay que de Kai me encargo yo. – cortó Sehun desviando la mirada. Como en primer momento no obtuvo replica estiró su brazo hacia Suho, quien captando el mensaje le sirvió agua y se la hizo llegar. Estaba bebiendo cuando el castaño atinó a hablar:
– ¿Cómo sabes que me llamo así?
– ¿Quién es KyunSoo? – cuestionó el platino.
– Es KyungSoo… y soy yo. Ese es mi verdadero nombre. – respondió sin dejar de mirar a Sehun. – Pero los únicos que lo saben es Baekhyun y Kai… a excepción de mis padres, claro.
– Ni yo sabía que se llamaba así, y eso que llevo tiempo trabajando para él. – agregó Kris, apoyándolo.
– Espera. – llamó el platino levantándose y acercándose a D.O. para examinarlo de pie a cabeza. – Yo conocí a un KyungSoo… pero fue hace mucho tiempo… – mientras hacía el intento de recordad se volteó para mirar a su amigo y mantuvo la vista en los mechones de colores que adornaban su cabeza. – Si mal no recuerdo ese chiquillo se pareció por nuestra casa poco después que Kai perdiera la memoria… era su amigo, también el tuyo… pero ese día les anunció que se mudaría…
D.O. chispeó dos de sus dedos y dio un paso adelante. Sus grandes ojos estaban muy abiertos y su expresión era indescriptible.
– Eras el niño que observaba de la ventana… Entonces… él y yo somos amigos desde la infancia… No, no puede ser cierto porque tú tendrías que ser el otro niño y cuando nos conocimos… o reencontramos… – corrigió sintiéndose extraño mientras miraba a Sehun. – lo negaste todo…
– Era mentira. – aceptó después de suspirar y darse por vencido. – A penas te vi supe quien eras con exactitud… de hecho me asuste mucho pensando que podrías reconocerme.
– ¡Eres un maldito mentiroso, Sehun! ¿Cómo no dijiste la verdad desde un principio? ¡¿Sabes cuanto los extrañé?! – demandó el cantante gritando. – ¿¿Acaso sabes cuanto sufrí por que él no me recordara?? ¡Ahora resulta que ese mismo chico es mi ex novio!
– ¡Lo siento! Pero es que no tuve otra opción… – se defendió bajando la mirada. – No quería que le pasara algo por intentar recordar a la fuerza… No quería que sufriera aún más…
– Va a sufrir si demoras más en contárselo… si se entera por mi siendo que tu lo sabías va a molestarse contigo. – susurró el cantante conteniéndose para no ir a golpear al peli-arcoíris. “Esta herido. Sé comprensivo… mejorará y le darás su merecido, hasta Kai te ayudará.” pensaba.
– Tiene razón. – interrumpió Suho. – Sabes que Kai odia las mentiras y lo odiará más si vienen de ti.
– Mañana irás a verlo e intentaremos decirle la verdad…
– Espera, ¿tú no iras conmigo? – preguntó aún desde la mesa.
– Yo me iré ahora mismo. Pasaré la noche con él, no lo puedo dejar solo… menos ahora.
– Pero… ¿no crees que no es el momento para noticias así? – preguntó agarrándose de toda su esperanza.
– Mientras antes mejor. – comentó Kris ganándose una mirada de rechazo por parte del peli-arcoíris.
– Ajá. – coincidió D.O. – Además, si llega a empeorar lo atenderán de inmediato…
El cantante le hizo una pequeña reverencia con la cabeza a Suho y salió de la casa sin mirar a Sehun. Estaba molesto y ahora no sabía que hacer. ¿Cómo actuar estando frente a las dos personas que hicieron de tu infancia un periodo hermoso y a la vez doloroso?
**
Cuando entraron a la casa y no distinguió entre los presentes a su novio decidió buscarlo. Subió las escaleras rápidamente y caminó por el pasillo. Probó su suerte abriendo cada puerta que encontraba. Tras toparse con un baño y tres habitaciones dio a parar con la que buscaba.
Estirado a lo largo en la cama de Suho encontró al rubio. Sus ojos estaban cerrados, dándole un aspecto angelical. Se sentó en la cama, a su lado y acarició su cabello. Pasó un rato y la posición se le hizo incomoda así que se movió para recostarse y su mano bajó para mimar sus mejillas. Apenas notó que sus ojos de iban abriendo de a poco se apresuró a detener todo movimiento. Se quedaron un rato en silencio hasta que Chanyeol decidió indagar en el tema.
– ¿Qué ocurre? ¿Por qué tienes un rostro tan triste?
– Por todo lo que está pasando. – respondió Baekhyun pensando en las peleas que habían librado sus amigos.
– Suho me dijo que te enteraste de algo… – intentó el moreno de manera directa.
– No. – negó el rubio sentándose en la cama provocando que Chanyeol pegara un salto. Flexionó sus rodillas y en ellas apoyó sus codos que le daban estabilidad a su cabeza. Sumergió los dedos en su cabello mientras recordaba a Tao y a su madre. Dios, lo había olvidado. – Eso debe ser una gran mentira… Tiene que serlo.
– ¿Qué pasó? ¿Qué hace que te pongas así?
– Tao es mi hermano. – explicó cortante.
– ¡Pues claro que es mentira! Dime quien fue el idiota que dijo semejante estupidez.
– Sehun. – contestó provocando que Chanyeol hiciera una mueca y mirara hacia otro lado, seguramente pensando cómo su amigo diría algo así a modo de broma. – Luego llamé a mi madre y me dijo que es cierto… Me siento tan confundido… Me estuvieron mintiendo todo este tiempo. ¡Mis padres!
Baekhyun rompió en llanto y su novio no dudó al acercarse para rodearlo con sus brazos. Se abrazaron fuertemente y sólo se separaron para unir sus labios en un cortó beso cuando el rubio se hubo calmado lo suficiente.
**
Pagó y bajó del taxi. Frente a él estaba el hospital. Miro hacia las alturas y pensó en que habitación estaría su mejor amigo y el cantante. Lentamente, camino dentro y habló con la recepcionista.
Como su amigo estaba varios pisos más arriba tuvo que usar el ascensor y no las escaleras. Parecía un robot pues aún no se había curado y las vendas apenas y le permitían flexionar sus extremidades. Caminó por el pasillo hasta dar con la habitación de Kai, entró justo cuando el moreno parecía despertar.
– ¿Cómo te sientes?
– Podría estar mejor. – respondió mientras se acomodaba en la cama y le regalaba una sonrisa torcida. – Me duele la cabeza y no recuerdo como llegué aquí.
– La ambulancia apareció un momento después de que Tao te golpeara con un bate en la cabeza… – explico de acuerdo a lo que Chanyeol le había contado.
– Ese maldito. Me las va a pagar… esto no se va a quedar así.
– Cálmate. – advirtió el peli-arcoíris. – No te alteres ahora, podría hacerte mal.
– No te preocupes, me siento mejor.
Sehun asintió y lentamente se acercó a la camilla donde su amigo descansaba y se sentó en ella. Suspiró antes de hablar:
– Kai, tengo que hablar contigo sobre un tema muy… muy delicado.
– ¿Qué es? – preguntó mientras acariciaba su sien con sus dedos. Toda su atención estaba en él cuando sintió la puerta abrirse. Giró su rostro para echar a quien los interrumpiera, pero no pudo. No esperaba ver a D.O. entrando a su habitación… para verlo. – KyungSoo…
Y, de pronto, lo vio.
Cómo él y el pequeño caían del árbol. Ambos mirando el atardecer. Sehun y el cantante corriendo de él mientras jugaban. Su madre entregándoles limonadas.
Imagen tras imagen aparecían, llenando la mente del muchacho. La mayoría protagonizadas por las tres personas que estaban en la habitación del hospital en ese momento. Kai cerró sus ojos tratando de calmarse pero recuerdos seguían apareciendo. Amontonándose en algún lugar de su cerebro. Dolía, demasiado.
Gritó como nunca antes lo había hecho tratando de liberarse de la presión de su cabeza. Si antes le dolía, ahora sentía como si se la estuvieran extirpando.
Un chico escondido tras un arbusto. Sehun con su rodilla sangrante mientras D.O. le ponía una curita. Tres muchachos subiéndose a un avión. La primera vez que tocó el timbre de D.O.
A lo lejos escuchó como cierto castaño le gritaba que se calmara y aunque trató de responderle que no se preocupara no podía. No podía dejar de gritar.
– Llama a un médico. – exigió desesperado a Sehun mientras se volvía al moreno. – ¿Qué te ocurre, Kai?
Segundos después entró el señor con el que D.O. había hablado el día anterior y se acercó a la cama. Traía una jeringa y mientras la inyectaba en el cuello del paciente dijo con voz seria.
– Salgan de aquí, por favor.
Tal como les pidieron, se retiraron, pero estar afuera era peor que estar presenciando el ataque que sufría Kai. El miedo y la curiosidad los carcomía por dentro. Apenas unos minutos después el medico salió, pero a ellos les pareció una eternidad.
– Normalmente no debería dejarlos entrar… pero esta pidiendo desesperadamente hablar con ustedes. Tienen diez minutos.
Entraron en silencio y lo más tranquilo que pudieron, pero sólo al cerrar la puerta corrieron a la camilla. D.O. estaba llorando y Sehun temblaba.
– Sólo fue un dolor de cabeza. – dijo tratando de calmarlos.
– ¿Pequeño? – se colmó el cantante. – ¡Parecía como si te estuvieran matando!
– ¿Qué ocurrió? ¿Te dijo algo el doctor?
Kai negó y jugó por un momento con sus manos. Cuando volvió a hablar, levantó la vista y los miró sonriendo.
– Acabo de recordar todo.
– ¿Cómo que recordar todo?
– Tal cual. Sé quien eres… Quiero decir, KyungSoo… nos conocemos desde pequeños. Esa cicatriz que tienes en la espalda… pasó porque caíste de un árbol junto conmigo… Yo… no puedo creerlo.
– Espera… ¿Recuperaste la memoria? – preguntó Sehun.
– Sí. Lamento no haberte recordado… – se disculpó el moreno mirando al cantante. – Al parecer el destino quiere mantenernos juntos ¿eh?
– No te lamentes, fue inevitable.
Kai se quedó en silencio un momento. Bebió agua y mientras lo hacía su cara formó una mueca. El peli-arcoíris le iba a preguntar si quería que le cambiara el agua pero este habló antes.
– Aquí hay algo raro.
– ¿En el agua?
– ¿Cómo raro? – preguntó D.O.
– Ninguno de ustedes parece impactado por la noticia.
El chico alto cambio su expresión de inmediato, usando sus dotes de actor abrió sus ojos lo más que pudo y con sus labios formó una ‘o’. Kai lo miró completamente serio y Sehun abandonó sus intentos de sorprenderse. Suspiró derrotado y confesó.
– Lo que pasa es que yo lo reconocí apenas llegamos a esta ciudad. – hablaba en voz baja. Con su mano señalaba al cantante que se encontraba al otro lado de la cama. – Y supe al instante que era nuestro amigo de infancia…
– Entonces… si lo sabías, ¿por qué no me lo dijiste antes?
– ¡Porque tenía miedo de que te pasara algo por intentar recordar a la fuerza…!
– Eso es lo de menos. – negó Kai cada vez más alterado. – Nos hubiéramos ahorrado muchos problemas si no fueras tan desconsiderado… Perdona. – dijo después de un momento en el que respiró profundo moviendo su cabeza de un lado para otro. – Entiendo porqué lo hiciste. Gracias por preocuparte por mi…
– ¿Ves como no se enojó? – exclamó D.O.
– ¿Tú también sabias?
– ¡Yo me enteré ayer cuando fui a tu casa! – se defendió poniendo las manos extendidas sobre su cabeza en gesto inocente.
– ¿Cómo están los muchachos, por cierto?
– Chanyeol es el que menos salió herido. KrIs ya despertó pero sigue bajo los cuidados de Suho, ya sabes como es. – explicó el peli-arcoíris. – Y Lay… supongo que también está bien, debe estar en una de las habitaciones cercanas… El que no está nada bien es la gata.
– ¿Baekhyun? – se extrañó KyungSoo. – ¿Porqué dices eso?
– Ayer se enteró que Tao es su hermano mayor.
– ¿Qué? – Kai se levantó rápidamente de la cama y se acercó inquiridoramente a Sehun buscando algún atisbo de broma en su expresión.
– ¡Su madre se lo confirmó!
– No, eso no puede ser. Baek siempre ha sido hijo único… – afirmó D.O.
– Su madre lo dio en adopción cuando nació porque ella solo tenía 16 años. Los abuelos de Baekhyun la obligaron a hacerlo. Cuando Tao empezó a averiguar sobre su familia lo descubrió, de algún modo supo que su madre estaba aquí, en Okinawa, y fue a hablar con ella para que cambiara de opinión sobre llevárselo de vuelta. Como la amenazó con contarle la verdad, no tuvo otra opción que dejarlo…
– Pobre Baekhyun… – se lamentó su amigo.
– Sí, – apoyó Kai. – no se merece un bastardo de hermano.
– ¡No hables así!
– ¿Y qué quieres, KyungSoo? ¿Qué le haga una fiesta para celebrar? ¡Recuerda que todo lo que ha pasado es por él! ¡Fue su propia pandilla la que intentó matar a su hermano, que lindo!
– Eso fue antes de que él lo supiera. – puntualizó Sehun.
– Aún así. – rezongó el moreno mientras volvía a la cama. – Hermano o no hermano de Baekhyun me las pagará.
– A propósito…– habló D.O. – ¿Sabías que tu noviecita es la ex de Tao?
– ¿Qué noviecita?
– La zorra de Minzy.
– Ella no es mi novia, que asco. – negó Kai. – ¿Su ex? ¿Cómo sabes eso?
– Ayer, en medio de la pelea vi como escapaba, seguramente para que no la vieras. Lay me había encerrado en el auto así que tuve que romper el vidrio para poder salir. – explicó mientras enseñaba sus palmas vendadas. – La alcancé para confirmar si era ella y saber qué hacía ahí. Me amenazo que no interviniera en su relación o le pediría a Tao que me matase. Le pregunté cual era su relación con él y me dijo que era su ex novio.
– Lay de verdad que es idiota. – reclamó el moreno quedándose con la primera parte de la historia. – ¿Cómo es capaz de llevarte a ese lugar? ¡Aunque sé que lo hiciste porque estabas preocupado por mi pero…!
– ¿¿Yo?? ¿Preocupado por ti? ¡Por favor!
– Asúmelo. – insistió. – Aunque no estemos juntos aun me amas… y más ahora que sabes quien soy.
– Las cosas no pasaron así. Lay y yo pasábamos de casualidad y nos quedamos…
– No seas mentiroso. – interrumpió Sehun quien había estado atento a su mini discusión. – Suho te llamó y no pensaste antes de salir corriendo para ir a buscarle.
– ¿Ves como si tengo razón?
– ¡Y si así fuera da igual! – gritó D.O. al verse descubierto. – Ya estás bien y ya te contaron la verdad. No tengo nada más que hacer aquí.
El cantante se giró y antes de que pudiera irse, el peli-arcoíris lo tomó por el brazo. Se giró y vio como sostenía una cámara con su mano libre.
– Tienes que ver esto antes de que te vayas. – fue su explicación.
– Eso es…
– Sí, Kai. Ya es tiempo de que sepa la verdad. – dijo afirmando las dudas del bailarín.
– ¿De qué hablan?
– Tu solo tienes que ver este video. – incitó Sehun entregándole la cámara.
A penas se la recibieron con una mirada de desconcierto, dio pasos hacia atrás hasta volver a su antigua posición, dándole espacio al castaño.
La vista previa del video mostraba la habitación de Kai, estaba seguro, la conocía bien. Después de volver a mirar a los muchachos con confusión, apretó el botón para que empezara.
Durante los primeros cinco segundos no ocurrió nada, luego dos personas entraron en la habitación. Celos y desprecio inundaron al castaño al reconocer a los individuos y estuvo a punto de lanzarle el aparato a Sehun y maldecirlos a ambos por sacarle en cara la maldita relación que mantenía Kai y Minzy cuando notó que le moreno no respondía a las caricias de la chica. Se quedó viendo y a medida que el video avanzaba, su rostro se inundó de lágrimas.