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KaiSoo por KaiSoo21

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Justo como había mandado Tao, apenas amaneció CL y Xiumin comenzaron a averiguar sobre el tal KyungSoo. El castaño, para la tarde, ya tenía el informe completo; la rubia demoró un día más. De cualquier modo, dos días después de la junta secreta que había tenido el trío, los subordinados se presentaron ante el líder.
El enterarse que la persona que buscaba Tao era D.O. no sorprendió a Xiumin. Era normal que Kai, en una situación así, llamara a la persona de la que estaba enamorado. Lo que si le impresionó fue el cuidado que había puesto el cantante para que su verdadero nombre nunca saliera a la luz.
– ¿Y? – preguntó el rubio. – ¿Averiguaron algo?
– Sólo que vive en la ciudad. – dijo Xiumin ocultando la verdad, agachó la cabeza disculpándose.
– ¡Eso no me sirve, maldita sea! – gritó Tao alterándose al instante.
– Cálmate. – pidió CL y luego sonrió satisfactoriamente. – Yo si pude averiguar quien es.
– No lo esperaba de ti… Bien, dime quien es ese bastardo.
– Tiene el pelo castaño, tiene una estatura diminuta y ha trabajado bastante duro para convertirse en cantante. Es cercano a Baekhyun y, obviamente, a Kai. – dijo la chica levantando un dedo por cada característica que daba. Esperó unos segundos pero el chico alto y delgado que tenían por líder mantuvo su mirada seria y fría sobre ella. – ¿Aún no adivinas? ¡Es D.O.!
– Lógico. – murmuró Tao como si siempre lo hubiera sabido. – Ellos son asquerosamente cercanos.
– ¿Estas… segura que es él? – preguntó Xiumin lamentando haber subestimado las habilidades detectivescas de la rubia.
– Sí.
– Es obvio. – apoyó Tao.
– Pues a mi no me parece. – comentó el castaño tratando de confundirlos.
– Tú. Tú no sabes lo que quieres hace mucho tiempo.
– ¿A qué viene eso? – preguntó. – ¿Qué quieres decir?
– Tu actitud cambió desde que Kris se largó. Y al momento de la pelea tú no hiciste nada.
– Estas equivocado. Peleé con Chanyeol. – mencionó Xiumin con intención de defenderse.
– ¿Y Kris? ¿Lo golpeaste siquiera? – preguntó a propósito Tao dejando caer su fría mirada sobre el hombrecillo. Al ver que este solo guardó silencio, se respondió a si mismo. – Ni una sola vez. Y no quiero que empieces con esas cursilerías de que es tu único amigo por que sabes que me enferman. Y, por tu bien, espero que no estés pensando en seguir sus pasos.
– No lo haré, descuida.
– ¿Y ya tienes algún plan? – interrumpió CL al notar que el silencio se había extendido mas de la cuenta.
Tao asintió y se dejó caer en su sofá. Miró el techo y una nueva sonrisa despiadada se instaló en su cara.
– Voy a seducirlo.
– ¿Cómo que seducirlo? – preguntó la rubia dejándose llevar por los celos. Ella, que habían estado enamorada del líder de la pandilla durante años; ella, que había alejado a cada chica y chico que miraban con interés de su hombre…; ella, que había entrado en esa vida de mierda solo para estar mas cerca de Tao.
– Serás increíblemente bella, pero lo tonta no te lo quita nadie, ¿eh? – se burló el rubio. – Lo seduciré para alejarlo de Kai.
– ¿Crees que vas a lograrlo? Él sabe que perteneces a una pandilla. – interpuso Xiumin.
– En caso de que no caiga… tendré que matarlo. Da igual, solo quiero que el maldito de Kai sufra.
– ¿No piensas que es demasiado?
– A mi me parece que es algo poco. – rechazó el chico restándole importancia. – Y, de todas forma, no seré yo quien hará el trabajo sucio…
– ¿Quién lo hará? – preguntó Xiumin. – ¿CL?
– No. – respondió Tao. – Tú lo harás.
– ¿Por qué yo? ¡Nunca he matado a alguien! – justificó el bajito para que Tao pensara en la posibilidad de que él fallara. – ¿Acaso no puedes hacer nada solo? ¡Siempre tienes que estar dependiendo de los demás! – provocó el chico al notar que el rubio ni se inmutaba.
– No es por eso… lo hago por precaución. En caso de que decidas abandonar el grupo, no te irás limpio. A parte de que te golpearemos brutalmente, tendrás el remordimiento por siempre y te mandaré a la cárcel de manera anónima. – explicó.
– No serías capaz de eso… – tartamudeó Xiumin abriendo mucho sus ojos.
– ¿Tu crees? Pruébame. – desafió. – Sabes que soy capaz de todo con tal de conseguir lo que quiero…
El castaño mantuvo la desagradable mirada del rubio por unos momentos y luego se dio media vuelta para largarse del mugroso departamento que habitaba Tao. Antes de doblar el pasillo que lo sacaría de ahí, escuchó como le gritaban:
– Será mejor que te prepares.
Xiumin necesitaba distraerse, se encontraba muy nervioso y sentía ganas de llorar. Desbloqueó su celular y al segundo siguiente se encontraba marcando un contacto que había requerido mucho desde hace algún tiempo. No hubo respuesta y eso solo logró frustrarlo más.
Ya en su pequeño hogar, se recostó en la cama pensando en las amenazas de Tao. ¿Cómo iba él a matar a D.O.? No lo odiaba, ni si quiera le caía mal… y estaba este otro asunto que…
La vibración de su celular lo distrajo y una sonrisa se le instaló en la cara al ver quién lo llamaba. Chen.
**
Durante las dos semanas que la señora Kim tendría que estar en el hospital (para hacerse controles y ejercicios de rehabilitación), Kai y sus amigos estuvieron visitándola constantemente. D.O. no había vuelto a acercarse debido a su último encuentro. El día del alta, la mujer y su hijo (que obligó a su novio a acompañarlos) se desviaron del camino a casa para tomar la ruta que los llevaría al cementerio donde su difunto esposo y padre descansaba.
Al llegar y encontrar la lápida rodeada de flores frescas y cuadros de una familia compuesta por tres personas, la madre de Kai no hizo otra cosa que llorar mientras este solo la abrazaba.
– ¿Por qué tuvo que pasar esto, mi amor? – habló mirando la escritura del cemento. – Por favor, dame fortaleza para seguir adelante sin ti… También ayúdame a que estos dos mocosos reaccionen y cambien a otro tipo de vida.
– No puedo creer que siga con lo mismo. – comentó molesto el cantante. – Realmente usted es insoportable. – le dio una mirada a Kai y se largó del lugar.
El moreno intentó seguirlo pero un apretón en su brazo lo mantuvo en su lugar.
Los siguientes días fueron caóticos para la pareja. La señora Kim seguía con su postura de que su hijo realmente era heterosexual y el chico famoso le había lanzado un mal de ojo. A menudo, cuando tocaban el timbre de la casa y alguien se disponía a abrir se encontraban con muchachitas llevando poca ropa. “Tal vez no has visto de lo que te pierdes.” Decía la madre de Kai cada vez que este le pedía una explicación. D.O. estaba harto… ¿y como no estarlo si cada vez que él se les unía para alguna comida, la mujer se levantaba para largarse o lo miraba con asco?
– Kai. – lo llamó una noche. – Mañana debo regresar a Okinawa… la compañía ha estado apresurándome. – mintió. – ¿Te vuelves conmigo o te quedaras un tiempo más?
– Me iré contigo. – respondió de inmediato.
– ¿Estás seguro? – preguntó el cantante. – Tu madre acaba de despertar y…
– Ya he estado mucho tiempo por estos lugares. Además, mi tía puede llevarla en algunos meses más para visitarme.

Así que, tal como había dicho KyungSoo, al día siguiente el jet emprendió vuelo. Esta vez, Taemin se les había unido reclamando que tampoco soportaba a su tía. “Perdóname que te lo diga, – le dijo a Kai. – pero tu madre es realmente pesada.”
Ante eso, el moreno solo pudo sonreír por que a pesar del cariño, le encontraba toda la razón.
Al llegar a Okinawa, todos tomaron distintos caminos para llegar a sus hogares.
El cantante recibió varias quejas telefónicas de parte de Baekhyun; escuchar la delicada voz de su amigo le recordó algo. Sacó su celular y miró el calendario virtual que este traía. En una semana era el cumpleaños de su mejor amigo. ¡Y se le había olvidado por completo!
Mientras tenía reuniones, pruebas de vestuario, sesiones de foto, y firmas de autógrafos, la mente del castaño trabajaba más arduamente que su cuerpo y para la noche ya tenía todo planeado.
A la mañana siguiente, bien temprano, KyungSoo marcó el número de Chanyeol para pedirle su indispensable ayuda.
“¿Tienes algo pensado?” – preguntó.
El chico asintió sabiendo que el moreno no podía verlo, pero fue un acto reflejo. Le contó lo que había estado maquinando su pequeña cabecita.
–…pero para eso tienes que fingir que olvidaste su cumpleaños. Así, se pondrá más sensible de lo que es y te será muy fácil discutir con él por cualquier tontería.
“D.O., la ultima vez que peleé con mi pareja por una tontería terminó mal, ¿lo sabes, no?”
– Ya, lo sé. Pero es que…
“Olvídalo, lo haré. – respondió después de chasquear la lengua. – ¿Y que ganará él con todo esto?”
– Sólo una sorpresa aún mayor.
“¿La fiesta será sorpresa?”
– Claro, esto será bueno. – exclamó el cantante emocionado.
“¿Crees que debamos arrendar un local o lo haremos en casa?”
– Sabes como es Baek de presumido…
“Entonces en un local.” – interrumpió.
– Eso le encantaría. – afirmó el castaño. – Por eso lo haremos en casa. Y yo tampoco lo saludaré… correré la voz para que nadie lo haga.
“Cómo se nota que son los mejores amigos.” – dijo Chanyeol soltando una risa.
– Es por eso que lo hago. Oye, ¿te parece que nos juntemos ahora para organizar algunas cosas y comprarle un lindo regalo?
El chico alto aceptó y quedaron de reunirse en una hora más en el centro comercial.
Visitaron varias tiendas de repostería, de coctel, de esas que vendían todo tipo de adornos con motivos de cumpleaños. También entraron a una importadora de alcohol pues sabían que necesitarían bastante. Chanyeol iba tachando las cosas que ya tenían cuando el ojón vio a dos personas a lo lejos, sentados en la barra de un local de comida rápida.
– Espérame aquí. – murmuró a su acompañante antes de marcharse.
Caminó rápidamente pero antes de llegar, disminuyó su velocidad. Se plantó tras ellos, sin llamarlos, sólo observándolos. Afortunadamente, la chica de la pareja se volteó un segundo y lo vio. Sonrió y puso su mano en el hombro del chico que se encontraba concentrado comiendo un hotdog.
– Voltea. – le dijo.
Lay tragó lo que tenía en la boca, se limpio con una servilleta y se dio la vuelta en su silla rotatoria. Su expresión dejaba ver claramente que no esperaba encontrarse al cantante en ese lugar.
– ¿Qué haces aquí?
– Eso no es lo que debe ser respondido. – dijo D.O. – Lo que si debe es por qué desapareciste una vez que terminamos.
– Pensé que sería obvio… Soy comprensible, no masoquista.
– ¿Qué quieres decir con eso?
– Te prometí que te apoyaría. – respondió Lay. – Pero eso no quiere decir que no me duela verte en los brazos de Kai…
– Lo siento. – dijo el castaño bajando la mirada. – Nunca quise hacerte daño, lo sabes. Eres alguien muy importante para mi y lamento todo lo que pasó, pero, por favor, no te alejes de mi. No quiero perderte.
El rubio bajó de su silla y se acercó al bajo hasta tomar sus manos con las suyas, las levantó a la altura del pecho y buscó sus ojos con la mirada.
– A mi tampoco me gusta estar lejos de ti, pero me hace más daño verte con él. No me queda de otra…
– Tú siempre dijiste que no te gustaba verme triste, ¿cierto? – preguntó el cantante apretando suavemente las manos del rubio en actitud de ansiedad. – Entonces no te alejes, por que no imaginas la tristeza que me causa el tenerte lejos…
– No digas eso.
–…Hazlo por mi. Por nosotros.
– ¿Y tú? ¿Puedes pensar en mí? ¡Me hace daño verlos juntos!
– ¡Y también te hace daño estar lejos de mi, tu lo dijiste! – intentó KyungSoo.
El rubio bajó la mirada y cerró los ojos. Soltó las manos del chico y dio un paso atrás. Antes de que Chanyeol apareciera, respondió:
– Lo haré, solo por que me lo pediste.
– Lo siento. – se disculpó por interrumpir el chico alto. – Ya te tardabas demasiado. Hey. – saludó a la pareja de hermanos. – ¿Cómo están? ¡Ha pasado tiempo! ¿Qué hacen por estos lugares?
– Vinimos a comer. – respondió Bom. – Pero creo que ya terminamos.
– ¿Y por qué no nos acompañan? – propuso D.O.
– ¿Dónde?
– Estamos haciendo las compras y reservaciones para la fiesta de Baekhyun. Se acerca su cumpleaños. – explicó el cantante y le quitó el papel de la lista a Chanyeol, la observó por unos momentos y dijo: – Aún nos quedan bastantes cosas por ver así que no nos vendría mal un poco de ayuda.
– ¿Fiesta? – preguntó Bom con ojos brillantes. – Supongo que la harán de disfraces.
– No lo habíamos pensado… – dijo Chanyeol intercambiando miradas positivas con el castaño. – Pero así será. Supongo que yo me encargaré del disfraz de Baekhyun… ¿Vamos?
Partieron los cuatro en busca de tiendas para encontrar el disfraz perfecto. Caminando adelante, iban Chanyeol y Bom; un poco más atrás, Lay y D.O. se ponían al día sobre sus vidas. El cantante iba comentando lo difícil que le había sido encontrar reemplazos para Xiumin y Tao por que a pesar de su lado malo, estos eran muy talentosos cuando un maniquí en la vitrina de una tienda llamó su atención.
– ¡Chanyeol! – gritó acaparando la vista de sus amigos que habían estado caminando más rápido y se encontraban varios pasos adelante. – ¡Mira esto! – cuando los chicos regresaron, el castaño apuntó el conjunto. – A Baekhyun siempre le ha gustado Sailor Moon… deberías comprarle ese traje.
– ¿Tu crees?
Bom asintió y entró en la tienda. En menos de un segundo, la chica tenía otro traje entre las manos y sonreía ampliamente.
– Y no hay Sailor Moon sin Tocsido Mask. – dijo enseñando su nueva adquisición.
– ¡Pero con eso voy a parecerme al zorro! – exclamó con una mueca de desagrado el chico.
– A mi me parece lindo. – comentó Lay.
Chanyeol negó con la cabeza y le quitó el traje a Bom. Todos pensaron que iba a devolver el disfraz a su lugar en los colgadores, sin embargo, se dirigió a la caja y señaló el traje de la vitrina. Pronto, se acercó con dos bolsas.
– Listo. ¿Ustedes no deberían ver un traje, también?
– No. Eh… yo no iré. – informó el rubio desviando la mirada que le lanzaba D.O.
– ¡No puedes estar siempre de amargado! – regañó Bom
– Además… se supone que no te alejarás más. – recordó el castaño.
– Okey. – se rindió el chico. – Pero después vendré con Luhan…
– Sí, supongo que será lo mejor. – coincidió Bom.
– Como quieran. – aceptó el cantante y empezó a caminar para salir de la tienda.
– ¿Y tu no compraras nada?
– No, yo… vendré luego… con Kai. – murmuró esperando que el rubio no escuchara la ultima parte.
– Lo supuse. – respondió y lo rodeó para salir primero.
Todos se separaron una vez que hubieron terminado las compras. D.O. pasó por su casa rápidamente para dejar algunas bolsas y volvió a salir.
Caminaba a casa de su novio tranquilamente para contarle su plan cuando una silueta alta y delgada se interpuso en su camino.
Tao.

Notas finales:

Ya falta muy poco para el final 

Agredeceriamos muchos sus comentarios. GRACIAS POR LEERNOS

 

¡FIGHTING!


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