Con el paso de los días Kai se ponía cada vez más irritable, todo a causa de que no tenía noticias ni de Baekhyun ni de los resultados de la prueba. En esta situación no le quedó de otra que ir personalmente a la casa de D.O., era la única manera de informarse. Había tomado sus llaves para salir cuándo algo lo detuvo: “¿Y si le molesta que vaya? – pensaba – después de todo fui yo quién llevó a Chanyeol…”
Al final decidió ir de todos modos porque la preocupación era más grande que el temor. Cuándo llegó golpeó la puerta solo una vez y fue atendido inmediatamente por el rubio
– Hola
– Hola – saludó – ¿Cómo te encuentras?
– Estoy bien… o al menos mejor. Creo que todo se solucionará en algún momento – confesó con una sonrisa tímida
– ¿Estás enfadado conmigo? – preguntó Kai temiendo la respuesta
– ¿Debería estarlo?
– Yo lo llevé a la prueba y…
– Tu no sabías que nosotros nos conocíamos… no tienes que sentirte culpable– susurró y se abalanzó a los fuertes brazos del moreno – Muchas gracias por preocuparte.
– De nada, sé que eres una gran persona. Espero sinceramente que todo se solucione y logres ser feliz… ya sea con o sin él
– Sí – asintió y cambió su tono por uno serio – Hay… Hay otra cosa que debo decirte…
– ¿Qué pasó? – asustado se separó del rubio y lo miró fijamente con los ojos muy abiertos
– No quedaste – Y Kai supo que se refería a la prueba para ser bailarín
– ¿¿ ¡QUÉ!?? ¡No puede ser! Él dijo que bailaba bien… Ese tipo solo estaba jugando conmigo ¿no es cierto? – cada vez alzaba su voz más y sus brazos habían comenzado a temblar – ¿¿Acaso cree que por ser famoso puede jugar con las personas a su antojo??
– Nada de eso, es por que fuiste impuntual – explicó Baekhyun – Piensa que podría ser un hábito tuyo…
– Esto no se quedará así ¿Puedo entrar? ¡Lo haré de todos modos! – gritó sin esperar la respuesta y se abrió paso dejando un gran escandalo en la casa del castaño – ¡¡D.O!! ¿DÓNDE ESTÁS? ESTO NO ES UN JUEGO. VEN A DARME TUS ESTÚPIDAS RAZONES A LA CARA ¿ACASO NO ERES TAN HOMBRE?
– ¿Qué está pasando? ¿Por qué gritas? – exclamó confundido mientras bajaba rápidamente las escaleras
– ¡¡Dime por qué diablos no quedé!! ¿Por qué no me elegiste? – dijo Kai mientras miraba alrededor como buscando la respuesta en las paredes blancas – ¿Por qué me odias?
– Yo no te odio – susurró D.O. y dirigió su mirada a su amigo que en ese momento le agarraba del brazo al moreno
– Era una broma – avisó poniendo cara de inocente – Si quedaste… tu no me dejaste terminar – explicó bajo la mirada de furia que le dirigía Kai que al instante cambió a una sorprendida
– Espera, ¿qué?
– Si quedaste, tonto
– Y... ¿Por qué dijiste que no había quedado? – preguntó confundido pero mucho más aliviado dejándose caer en el sofá que estaba al centro de la sala
– Él quería ver tu reacción – Baekhyun apuntó al castaño culpándolo de todo
– Y ya vi. Eres una persona bastante obstinada eh? No te gusta perder – dijo D.O. acercándose lentamente – Me gusta tu actitud, sin embargo… ¿¿QUIÉN DIANTRES TE CREES PARA VENIR A GRITARME EN MI PROPIA CASA?? ERES UN MOCOSO INSOLENTE, Y COMO SI FUERA POCO TE SIENTAS EN MI SOFÁ COMO SI VIVIERAS AQUÍ Y NADA HUBIERA OCURRIDO
– Perdón – dijo el moreno sin levantarse – Fue tu culpa por andar diciendo mentiras. Además, te guste o no, ahora nos veremos a diario. Lo siento, me tendrás que aguantar y yo a ti… Además, esto no es nada a como realmente puedo ser así que más te vale no hacerme enojar.
– ¿Me estás amenazando?
– No – en esta ocasión si se levantó, y lo hizo con la frente en alto y el ceño fruncido – Solo te lo digo para que conozcas a tu gente…
– Pues tú tampoco sabes como puedo ser. Te diré lo mismo: No me hagas enojar por que te irá mal… Imagínalo, si hice que te pusieras así con solo “No quedaste” ni pienses en el daño que puede hacerte una oración más completa. No me busques. ¡Ah! Una cosa más – añadió el castaño en voz fría – Recuerda que nuestra relación es y será del todo profesional, nada más; no creas que el tener amigos en común te da derecho para acercarte a mi como si yo fuera uno de ellos, ¿te ha quedado claro?
– Créeme que no tengo interés en ti – murmuró de mala forma el moreno mientras se acercaba
– Mejor que vayas cambiando la forma en la que me hablas… – dijo siguiendo el gesto, hasta el punto que sus respiraciones golpeaban una con otra – no olvides que soy tu jefe.
Toda esta escena era vista por un sorprendido Baekhyun que pensaba que el beso era inminente. Hasta él podía sentir los latidos de sus acelerados corazones en ese silencio implacable… que se rompió cuando D.O. se alejó y se dio media vuelta
– Tienes tu respuesta y ya viste a Baekhyun – dijo mientras empezaba a caminar de regreso a las escaleras – lárgate
– ¿Cómo sabías que venía a eso?
– Se cómo piensa la gente; por eso estoy donde estoy – dijo el castaño sin moverse – No creas que eres el único que sabe todo… o cree saber.
– No se cómo lo soportas – suspiró Kai al ver desaparecer al muchacho por las escaleras
– Es una buena persona – explicó el rubio --…muy gentil. Ya lo conocerás.
– Pues espero que cambie conmigo – le dio un abrazo y le dio un beso en la mejilla – Cuídate
– Tu también, nos vemos
El moreno vio como su amigo se despedía con la mano y cerraba la puerta antes de emprender camino. En el trayecto no paraba de pensar en la cercanía del rostro del cantante provocando que su corazón volviera a acelerarse “¿Porqué mi corazón latía así? Es un maldito idiota… no puede gustarme; aunque es la primera vez que siento algo así, ni con alguna chica me ha pasado… No me arriesgaré a sentir nada, menos por alguien como él. Relación jefe- bailarín. Relación jefe-bailarín. Relación jefe-bailarín…” Se repitió todo el camino.
D.O. se recostó en su cama pensando en Kai y lo cerca que estuvieron, se sentía intranquilo así que a los pocos minutos bajó las escaleras y se encontró con Baekhyun
– ¿Y el negro ese?
– Se ha ido… ¿Por qué? – preguntó el rubio con una sonrisa pícara en sus labios
– No, por nada – respondió el más bajo y se dispuso a volver a su habitación justo cuando su amigo lo interrogó
– Di la verdad, ¿te gusta?
D.O. sabía que ocultar lo que sentía era en vano cuando se trataba de Baekhyun así que decidió sincerarse
– No… En realidad no lo sé – trató de explicarse bajo la atenta mirada del rubio – quiero decir, es lindo pero sabes que no he estado con nadie… tampoco quiero sentir algo por él, pero… no puedo quitármelo de la cabeza
– Yo pienso que te gusta… también pienso que el sentimiento es mutuo
– ¿Estás loco? … ¿Tú crees?
– Sí – asintió Baekhyun y se puso en dedo en el mentón – Ambos se miraban con cariño y sus ojos desbordaban ganas de abrazarse… al menos por ese momento
– No quiero – dijo D.O. después de un momento – No quiero sentir esto; no volverá a ocurrir. Quiero estar tranquilo y él es solo un bailarín, nada más. No quiero estar en una relación ni en líos amorosos… menos con un pesado como ese.
– Bueno… si tu lo dices – pero Baekhyun sabía que todos los ’quiero’ que dijo su amigo en realidad eran positivos. Si quiero.
Cuándo Kai llegó a la casa se encontró con Suho y Sehun que, de inmediato, preguntaron cómo estaba el menudo que conocieron en el avión.
– Está bien
– Que bueno, me alegra – dijo el platinado, suspirando, como si se hubiera quitado un peso de encima – Hace un rato me llamaron para decirme que tengo el trabajo; empiezo el próximo fin de semana
– Genial, te felicito – dijo Kai mientras le golpeaba un hombro en tono amigable – ¿Y en qué?
– Seré el barman de una discoteca que esta cerca de aquí
– ¡Entonces tendremos tragos gratis cuándo salgamos a beber!
– Claro… ¡Tú! El que más bebe – se burló el rubio platino con una risa sarcástica – mejor cuéntanos cómo te fue a ti.
– Tienen frente a ustedes al nuevo bailarín del pesado D.O. – dijo con una sonrisa en tono dramático – Supongo que recuerdan al payaso que le preguntamos sobre hospedaje el primer día…
– ¡Pero si ni lo soportas! – exclamó entre risas Suho – ¿Por qué bailarías para él?
– Porque es famoso y debe pagar bien – explicó como si fuera obvio – Además, tengo que separar lo personal de lo profesional ¿no?
– Si, tienes toda la razón – dijo Suho mientras se acercaba y lo abrazaba maternalmente – Estas creciendo… estoy tan orgulloso – y simuló lagrimas
– No me molestes – alegó entre risas el moreno – ¿Y Chanyeol?
– Como siempre, no quiere salir – dijo el platinado dándole espacio – será mejor dejarlo tranquilo, así puede pensar y aclararse
– ¿Ha comido?
– Sale cada que le da hambre…
Kai asintió y se dirigió a Sehun.
– ¿Qué ocurre?
– Nada
– No has dicho ninguna palabra
– No es nada – dijo el peli-arcoíris – Voy a salir… no creo que llegue temprano. Nos vemos después
– ¿Dónde vas? – preguntó Kai
– Cuándo tu sales nadie te pregunta – fue la respuesta que dio antes de girarse y abrir la puerta
– Sólo cuídate – le dijo Suho
– Preocúpense de sus asuntos y yo de los míos – y salió pegando un portazo dejando a los dos restantes sorprendidos por su actitud pensando donde iba su querido amigo.
Kai pensó que estaba bastante grande para cuidarse por su cuenta y subió las escaleras, caminó al final del pasillo y se acercó a la puerta de Chanyeol. Golpeó una vez sin obtener respuesta
– Sé que estás ahí – dijo suspirando – también sé que estás escuchándome… Fui a la casa de D.O. hoy… al final pasé la prueba. También… vi a Baekhyun, está mal aunque diga lo contrario; cree que todo va a solucionarse. No pienses que te lo digo para que te sientas mal… – agregó después de un leve silencio mientras se apoyaba en la puerta – Sé que te importa cómo está… Solo eso, te dejaré tranquilo
Si Kai se hubiera marchado un segundo después habría escuchado el suspiro de alivio y nostalgia que dio Chanyeol al otro lado de la puerta; puerta que también sonó cuando este arrastró su cuerpo y se dejó caer usando la madera como respaldo.
“Si él esta bien, ¿Por qué yo no?”