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Tras unos minutos de haberse alejado de los demás…
-Hey Gokudera ¿porque no vienes a mi casa?, te invito sushi ¿qué dices?- preguntó Yamamoto con una sonrisa
-¡Porque siempre sonríes tan idiotamente!- Gokudera agachó la mirada- …e-está bien acepto
-¡Bien!- Yamamoto sonrió aún más y levantando el rostro del albino con su mano le planto un tierno beso que hizo sonrojar en demasía al peliplata
-¡I-Idiota!- le respondió Gokudera al separarse- ¡estamos en la calle!
-ma ma… no te enojes, Hayato, no hay nadie por aquí
-Eso no importa, no lo hagas de nuevo- volteó el rostro y frunció el ceño
-Está bien pero no te molestes, Gokudera- Yamamoto le sonrió nuevamente y lo tomó de la mano
-¿Q-Que haces…?- el albino se tensó al sentir sus dedos entrelazarse con los del moreno
-Ya que no puedo besarte te tomo de la mano… ¿puedo hacerlo, Hayato?
-N-No preguntes, tonto- el albino siguió caminando junto al moreno sin soltarse del agarre, lo indicó al moreno que el contacto no le molestaba en lo absoluto
Tras llegar a casa del espadachín, entrar y saludar a Tsuyoshi, Yamamoto y el peliplata se sentaron a esperar el delicioso sushi que el papa del moreno preparaba.
Después de unos diez minutos, Tsuyoshi sirvió el tan anhelado platillo haciendo que los ojos de Gokudera brillaran, ya que aunque el albino no lo dijese, el sushi era una de sus comidas favoritas.
Tanto Gokudera como Yamamoto terminaron de comer en unos veinte minutos y agradecieron por esta al mayor, este solo sonrió al notar que no habían dejado nada en el plato, le alegraba saber que su comida les gustase tanto.
-No agradezcan, no es nada y tú, Gokudera-kun, puedes venir cuando gustes
-Gracias, Tsuyoshi-san- respondió el peliplata
-Ehh…Papá, yo traje hoy a Gokudera porque necesito decirte algo importante y preferí que él estuviese presente
Tsuyoshi se puso serio al oír que Yamamoto lo llamaba papá ya que casi siempre le decía “viejo” como muestra de confianza y cariño, además al notar la determinación en los ojos de su hijo supo que de lo que fuera que quisiese hablarle el moreno, para su hijo debía ser era algo sumamente importante.
-Dime, Takeshi, te escucho-respondió el chef
Por su parte el albino al escuchar lo dicho por Yamamoto se tensó… ¿acaso el friki haría lo que se estaba imaginando?
-Bien… lo diré sin rodeos papá, ya que no soy muy bueno explicando las cosas…lo que sucede es que estoy completamente enamorado de Gokudera, él y yo somos novios
Luego de lo dicho por el moreno hubo un silencio incómodo, en donde Yamamoto miraba fijamente a su padre y viceversa. Tras unos segundos después, fue el peliplata el que se atrevió a romper con la tensión.
-Ehh…Tsuyoshi-san no escuche nada de lo que este tonto está diciendo, no es lo que…- el albino fue interrumpido
-Al ver tus ojos puedo saber que lo que me dices es verdad, hijo- se refirió Tsuyoshi a Yamamoto- no negaré que me has dejado muy sorprendido, nunca me imaginé que me dirías algo así hoy
-Sé que te sorprende papá, pero nunca te diría algo de lo que no estoy completamente seguro, yo…- el moreno tomó a Gokudera de la mano- yo amo a Hayato y quiero pasar el resto de mi vida con él
El rostro de Gokudera competía con el de un tomate y tan solo optó por agachar la cabeza, no podía ver a la cara a Tsuyoshi… “¿Y si el padre de Yamamoto se oponía a su relación?, ¿si lo llegase odiar por hacer que el friki dijera que estaba enamorado de un hombre
-Ahh- Tsuyoshi suspiró- tal parece que lo único que puedo hacer es darte mi bendición, hijo- el chef sonrió- sé cuándo una persona está realmente enamorada y veo que tú lo estás, me dejas un poco triste ya que tenía la ilusión de tener nietos pero tu felicidad es lo primero para mí
-¡Papá!...- Yamamoto sonrió feliz
-Espera Takeshi, sé que tú estás realmente enamorado, pero Gokudera-kun aún no me ha dicho nada- dijo el chef mirando al peliplata
El albino, quien en todo momento se mantuvo con la mirada gacha, al escuchar su nombre se tensó nuevamente, pensó detenidamente en lo que tenía que responder y tras unos segundos levantó su rostro y miró fijamente al mayor.
-Yo… ¡realmente estoy enamorado de este tonto!- añadió con un sonrojo adornando sus mejillas
-Me alegra saber que eres sincero- Tsuyoshi se acercó a los chicos- sé qué harás feliz a mi hijo- el chef revolvió los cabellos de los dos jóvenes
Tras separarse el mayor miró el reloj de pared y se alertó, recordó que tenía un compromiso con unos amigos.
-No puede ser, se me está haciendo tarde, perdón chicos, pero tengo que salir- el chef fue hacia el mostrador de su restaurante y sacó unas llaves, luego se acercó a Yamamoto y se las entregó
-Está bien viejo, salúdame a tus amigos
-Lo haré…hasta luego, Gokudera-kun
-H-Hasta luego, Tsuyoshi-san
El chef estaba por irse, pero antes de salir por la puerta del restaurante se giró y observando a los adolescentes les dijo con una sonrisa
-Me voy, pero no hagan travesuras en mi ausencia ¿ok?
-¡V-Viejo!- gritó el moreno avergonzado
El albino tan solo se cubrió el rostro con las manos por la vergüenza que sentía, sin duda Yamamoto sacó de su padre esa manía de avergonzarlo.
-Ja Ja adiós muchachos- y dicho esto Tsuyoshi se fue
Tras quedarse solos el moreno se acercó a Gokudera y lo abrazó tiernamente.
-Estoy molesto así que suéltame- dijo el albino tratando de alejar a Yamamoto
-¿Ehhh?...en cambio yo estoy muy feliz- el espadachín sonrió y afianzó aún más su agarre
-¿Y por qué estás tan feliz?- preguntó con el ceño fruncido
-Porque…dijiste que me amabas frente a otra persona, eso me hizo realmente feliz
-I-Idiota…- Gokudera dejó de “luchar” para alejar al moreno y en contraste colocó sus manos en la espalda del contrario y correspondió el abrazo
-Te amo, Hayato- dijo Yamamoto al oído del albino para luego darle un beso
-Tonto friki- respondió Gokudera para luego esconderse en el pecho del moreno
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-nee…Reborn- llamó con cierta duda recostado sobre el respaldar del gran sofá donde él y el pelinegro veían una película
-¿Qué ocurre?- Reborn no desvió la vista del televisor y espero a que el bobino continuase hablando
-Ehh…-dudó pero prefirió continuar y aliviar las dudas que en esos últimos días taladraban su mente- Tú… ehh… ¿nosotros tenemos una relación?
Se sorprendió indudablemente con lo dicho por Lambo, no creía que la vaca tonta pudiera reunir el valor y preguntarle aquello, en el fondo no era tan cobarde y eso le agradaba.
-Lo acabas de decir- sonrió y volteó a observar las esmeraldas del rostro del Bovino- ¿Por qué dudas?
-Es que… tú y yo somos niños, no es normal- su rostro cariacontecido daba a entender las dudas que poseía
-Ahhh….- suspiró con deje de cansancio- es cierto, pero eso no impide que tú seas mío- acercó su mano al rostro del niño frente a él y la colocó sobre sus cabellos
-¿Eh?
-Lo oíste bien así que no lo repetiré- dio un ligero golpe en la cabeza de Lambo y sonrió por el gesto que provocó en el de ojos verdes
-D-Dolió- un puchero se formó en su boca y fijó su mirada en el ex-arcobaleno
-No te quejes y espero que hayas entendido bien lo que dije
-Yo…- frunció ligeramente el ceño y desvió la mirada- no me has pedido nada así que no tengo que aceptar todo lo que me digas
-¿Qué?
Su cuerpo sintió un pequeño escalofrío por el tono de voz de Reborn, pero no podía echarse para atrás, debía ser valiente por alguna vez.
-L-Lo que oíste, en unos años podré conseguir una novia y…
De un momento a otro fue echado en el mueble y un cuerpo se podó sobre él. La expresión del niño pelinegro de patillas raras considerado el mejor hitman lo apuñalaba e hizo que su cuerpo se tensase al instante.
-R-Reborn…
-Si vuelves a decir algo como eso te mataré, así que no provoques, Lambo- colocó la palma de su mano en una de las mejillas del Bovino y sonrió sádicamente
-…..- no podía hablar, el miedo lo recorría y el tacto frío sobre su mejilla cálida provocaba que su cuerpo temblase nuevamente
-Se mío…
En su mente nunca había cabido la posibilidad de decir algo como eso; él era un adulto atrapado en el cuerpo de un niño, algo que desde el inicio le molestó bastante, pero hubo un punto de quiebre que ni él pudo reconocer al instante. El “volver a crecer” dejó de ser importante si así podía permanecer al lado de la vaca estúpida que lo sacaba de quicio todos los días y eso era algo que le costó aceptar por mucho tiempo.
Nadie sabe exactamente como comienzan los sentimientos por otra persona…
“Es atractivo”, “me hace reír”, “se preocupa por mí” son frases muy comunes con las que uno comienza a describir aquel sentimiento que va naciendo hacia alguien; sin embargo, para Reborn, las frases “es tan estúpido” “me exaspera” y “su cobardía puede ser contagiosa” eran las que cotidianamente iban dirigidas hacia Lambo… ¿Podía contar eso como amor? Cualquiera diría que no, pero era lo que sucedía con él por más extraño que pareciera.
De un día a otro sus sonrisas se hicieron necesarias para que su día comenzase bien, los gritos que daba cuando lo golpeaba por ser torpe o provocarlo, su obsesión por los dulces de uva, el sonido de su voz… todo lo relacionado a esa antigua bolita con traje de vaca y ahora convertida en un niño a sus ojos demasiado lindo y tierno, aunque lo negara hasta morir, lo afectaba y le era tan necesario en su día a día que no tuvo más que aceptar los sentimientos que por primera vez se instalaron en su interior.
“El entregarte a alguien es signo de debilidad y aun así…”
-¿Q-Qué?… - la voz de Reborn había sonado muy extraña, para ser un niño como él, esta había sido demasiado gruesa y apagada
-¿Por qué no puedo dejar de querer entregarme por completo cuando se trata de ti?
Su cuerpo actuó antes de que su mente siquiera pudiese ordenar algo. El cuerpo de Lambo se sentía muy cálido y no podía hacer más que apretarlo contra él esperando eso calmase la ansiedad que sentía en ese instante.
-Reborn…- no entendía nada de lo que sucedía ¿cómo habían pasado de un pelinegro con rostro sarcástico diciendo que lo mataría a uno con una expresión tan profunda diciendo aquello? No… definitivamente no entendía nada.
-Has oído perfectamente, Lambo- se separó un poco del cuerpo bajo él y quedó observando fijamente los ojos del Bovino-¿Cuál es tu respuesta?
Quedó mudo por unos instantes sin saber que decir, la expresión de Reborn lo confundía demasiado y el sentir su estómago doler como nunca antes.
-N-Nosotros somos niños ¿Cómo están tan seguro que…
-Mierda…- apretó los puños y su rostro mostró una expresión fría y de culpa- yo no soy un niño y eso es lo peor- tomó los hombros del Bovino y apretó estos con algo de fuerza- No sabes lo que es enamorarte de un niño siendo un jodido adulto, vaca estúpida
Miró por unos cuantos segundos más al de ojos esmeraldas y luego se reincorporó del sofá. No quería decir más, se había comportado como alguien débil y estúpido, no podía reconocerse. Decidió salir del hogar Sawada y estar solo pero antes de que pudiera dar el primer paso hacia la puerta unos brazos rodeando su cintura lo detuvieron al instante.
-Te quiero…-Su rostro sonrojado se encontraba apoyado sobre la nuca del ex–arcobaleno mientras trataba de que los temblores en su cuerpo se detuviesen-No sabes lo que es enamorarte de un adulto siendo tan solo un niño
La respiración de Reborn se detuvo por un instante para luego girarse y encararlo. La expresión que poseía Lambo en ese instante no dejaban duda a lo que antes había dicho, podía ser un niño pero sus sentimientos no vacilaban.
-¿Cuál de los dos crees que es más culpable?- acarició la mejilla del contrario con una mano y la otra la dirigió hacia su cintura
-No lo sé, pero no es realmente importante…- sonrió y se acercó aún más hacia el de patillas
-Entonces…
-¿Por qué querrías a alguien como yo? Un niño torpe y cobarde, es algo difícil de entender para mí…
-Estamos igual- juntó su frente con la contraria y sonrió de lado- pero no puedo hacer nada contra lo que siento- lentamente juntó sus labios con los del Bovino en un tacto dulce y gentil
-¿No cambiarás de opinión?- Lambo abrió los ojos luego del roce de labios y cuestionó impaciente
-Te amo, vaca tonta- acarició los cabellos negros del niño- y siendo un adulto deberías saber que soy realmente serio, él que debería tener dudas soy yo- su expresión cambió a una expectante- eres un niño y como tú mismo dijiste, crecerás y quizá encuentres alguna novia
“Si no la mato primero”
-Solo te quiero a ti- su rostro se coloreó de un momento a otro- lo único que deseo es crecer rápidamente y estar contigo- bajó la mirada y apretó los puños- olvida mi actitud rebelde de hace un momento
-Uhm- sonrió y levantó de la barbilla el rostro del Bovino- mi deseo que este cuerpo crezca rápidamente es tan fuerte como el tuyo- se acercó lentamente al oído del contrario- eso que dijiste es lo que quise oír desde el principio, por lo que lo tomaré como tu respuesta
-R-Reb…
Juntó sus labios nuevamente con los de su ahora ¿novio? ¿Prometido?... no sabía que palabra podía describir mejor la relación entre él y Lambo, solo sabía que era suyo y que cualquiera que se le quisiese acercar recibiría de regalo una bala en la frente, cortesía de Leon, por supuesto.
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