-¡¿Cómo que su novio?!- Gritaba sorprendido el pelirrojo.
-a si Ciel y yo somos novios desde hace un mes- Decía interrumpiendo Sebastián mientras cargaba a Ciel y le daba un beso en los labios al que este correspondía.
-No es justo sebas-chan tu eres mío- Gritaba Grell asiendo berrinche delante de los novios.
-Yo no soy tuyo… y a todo esto que haces aquí Grell pensé que estabas viviendo con tu novio Will.- Pregunto Sebastián mirándolo con fastidio.
-Tuvimos una pequeña discusión jejeje… así que viene a quedarme unos días contigo sebas-chan- dijo acercándose al ojirojo para abrazarlo pero Ciel abrazo primero a Sebastián de manera posesiva mirando con odio al Grell otra vez a lo que Sebastián correspondió con una pequeña sonrisa.
-Tsk pero que niño tan envidioso tienes- El pelirrojo mira con recela a Ciel
Ya en la noche Sebastián estaba recostado en la cama un poco malhumorada a lo que Ciel se acerca por la cama hacia el de forma lenta.
-Seb ¿qué ocurre porque estas molesto?- Pregunto el menor preocupado- ¿Hice algo que te molestara?-le acariciaba el rostro suavemente.
-De hecho si Ciel… Cuando llego Grell lo mirabas con odio por acercárseme pero ahora parece que son los mejores amigos del mundo- Decía Sebastián un poco celosa ya que al parecer Ciel y Grell se llevaban bien pues habían estado platicando y riéndose toda la tarde.
-ha eso… Seb cariño yo te amo no tienes por qué estar celoso…además tu sabes que no tengo muchos amigos y que alguien quiera ser mi amigo me pone muy feliz-Decía Ciel con un poco de tristeza. El mayor lo noto y lo abraza recostándolo en su pecho.
-Tienes razón amor lo siento pero es que ver que alguien más se te acerca me pone un poco celoso me hace pensar que quieren robarte de mi lado-Dijo Seb con un pequeño puchero.
-Jeje eso nunca pasara mi amor… creo que alguien necesita que le vuelva a confirmar que lo amo- Dijo Ciel para empezar a besar a Sebastián en los labios para después bajar hacia su cuello desabrochándole la camisa.
-Haaa Ciel-Gemía el mayor mientras le acariciaba la espalda a su pequeño amante. Así siguieron por varios minutos, ya los 2 se encontraban solo en ropa interior mientras Ciel seguía lamiendo y besando el pecho de Sebastián dejando algunas marcas de propiedad mientras que el otro le acariciaba de las piernas al trasero de una forma seductora al menor haciéndolo soltar algunos gemidos de placer.
Los 2 ya se encontraban completamente desnudos y Sebastián iba a empezar su labor de preparar a Ciel cuando este lo detuvo un momento con la respiración un poco agitada.
-E-Espera Seb ¿a-aun tienes condones?-preguntaba entre cortados por su respiración agitada.
-¿He? No… usamos el ultimo en la mañana-respondió mientras acariciaba con lasividad el trasero se Ciel y rosaba sus labios con los de este.
El menor se levanto de la cama, tomo su pijama que se encontraba en el piso y se la empezó a poner ante la mirada sorprendida del mayor.
-Ciel ¿qué ocurre?-
-No lo vamos a hacer sin protección- sentencio el ojiazul.
-pero mi amor… ¿no piensas dejarme así verdad?-se quejo Sebastián quien ya tenía su miembro completamente erecto.
Ciel suspiro y se acerca a Sebastián quitándole la sabana que le cubría la entrepierna.
-Bien-dijo tomando el miembro del mayor entre sus manos-pero solo lo haré con la boca ¿entendido?-
-S-Si- dijo sonrojado el ojirojo
Ciel comenzó a lamer el miembro de Sebastián desde los testículos hasta la punta haciendo presión con su lengua en el glande de este.
-Haaa Ciel s-sigue- gemía el mayor.
Ciel seguía metiendo y sacando el miembro de Sebastián de su boca con la mano derecha seguía jugando con los testículos de este mientras que con su mano izquierda se masturbaba el mismo.
Así siguieron por varios minutos hasta que los 2 se vinieron al mismo tiempo el mayor en la boca de Ciel el cual bebió todo sin desperdiciar nada.
-¿Estas satisfecho mi amor?-se burlaba Ciel al ver al pelinegro que trataba de recuperar el aliento.
-n-no-dijo Sebastián y de un movimiento tomo a Ciel y lo recostó en el colcho penetrándolo de una sola estocada.
-Haaa Seb n-no seas brusco-se quejo al sentir la penetración apurada.
-L-Lo siento Ciel pero ya no aguanto-dijo para después empezar a moverse.
-I-Idiota-se burlo Ciel.
A los pocos minutos se les había olvidado ese pequeño inconveniente de que Ciel podía quedar embarazado así que se amaron toda la noche perdiendo la cuenta de cuantas veces Sebastián se había venido dentro de Ciel.