TE AMARE MAS ALLÁ
El calor de la tarde era insoportable, el sol brillaba en lo alto del campo de entrenamiento, gruesas gotas de sudor rodaban por todo su cuerpo mostrando a través de sus ropas un perfecto cuerpo del cual era poseedor, su melena alborotaba se movía al compás de cada movimiento que sensual hacia latir su corazón al verle.
Sentado, agotado y con sus ropas mojadas admiraba cada movimiento que ágil realizaba, sonrió al cruzarse sus miradas perdiéndose en el brillo de sus ojos.
Por un instante la desesperación inundo su corazón, y sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar lo que hacia noches le atormentaba el fin pronto llegaría…
Se puso en pie acomodando sus ropas de forma sensual y provocativa robando así la mirada de cuanto se encontraba en aquel lugar, su figura delgada y cuerpo torneado eran el perfecto complemento a su porte serio y hermosa cabellera agua marina.
Camino a paso firme sin volver la mirada, el camino hacia el onceavo templo le parecía interminable, lo que más deseaba era abrazarlo y poder tranquilizar su corazón.
La mirada ajena le observaba marcharse, confundido y preocupado acelero el paso hasta alcanzarle y rodearle con sus brazos.
Sus labios temblaron, un deseo incontrolable de besarle le invadió no quería perderlo, quería estar siempre para él cuidarle y controlar siempre su hirviente corazón con el frio de su cuerpo.
Entraron al templo apresurados, desesperado retiraba las ropas que húmedas cubrían su cuerpo, deseaba sentir la frescura de su piel, el frio del cual era poseedor, perfecto contraste ante su piel ardiente.
-TE AMO- susurro en su odio dejándose hacer por el guardián del octavo templo
Desnudos entraron a la gran tina de mármol que ya se encontraba lista para recibirles, el agua tibia y perfumada con aceites y rosas les envolvía entre caricias y besos.
Desesperado besaba los labios ajenos restregando su cuerpo ardiente juntando su hombría a la de compañero y amante quien con calma aceptaba los besos y caricias recibidas sujetando ambas hombrías con sus frías manos.
-aaHaa – gimió al sentir el masaje dado a su entrepierna –hazlo- ronroneo en su odio.
Con calma Sujeto y elevo sus piernas acomodándolo hasta entrar en el… gemidos sensuales inundaban el cuarto de baño caricias y besos dados con pasión, amor y deseo, el temor en su corazón lentamente se alejaba al tenerle…
La tarde caminó hasta caer la noche, el octavo guardián agotado le observaba leer bajo la luz de una vieja vela sus ojos comenzaban a cerrarse, un gran bostezo se mostraba en sus labios, el cansancio le había ganado y sus ojos se mostraban cerrados, esta vez Morfeo había ganado la lucha...
Volvió su rostro y le vio tendido en su cama profundamente dormido su cuerpo desnudo y su melena alborada le mostraban pequeño he indefenso, se puso en pie dejando todo de lado y sensual retiro la bata que cubría su cuerpo desnudo, con cuidado y calma se recostó junto a él acomodando su cabeza en su pecho sintiendo el calor que su ardiente piel despedía, le abrazo con fuerza y delicadeza rodeándolo con su aura fría, su corazón se llenó de temor y sus ojos se rozaron al pensar que el fin pronto llegaría.
Sus pensamientos divagaban y el temor se apoderaba de sus sentidos haciéndole soltar una lágrima la cual rodo hasta caer en la melena alborotada su mirada se encontraba perdida imaginando uno y mil escenarios donde se veía sin él una segunda lagrima amenazaba con caer…
-mmm- Se quejo y rodeo su cuerpo con su brazo - Degel… TE AMO- susurro y acomodo su cabeza en el pecho galo.
Degel sonrió y su corazón se tranquilizó, lentamente sus cuerpos comenzaron nuevamente a fundirse en complicidad y deseo, sus labios besaban a los ajenos, con desesperación demostraban con caricias y miradas el amor incomparable que sentían.
Haaa- gimió al sentir la invasión a su cuerpo.
Sus cuerpos pelarlos en sudor se fundían en deseo, besos y caricias mostrando la fusión perfecta entre el hielo y el fuego.
El clímax estaba pronto a llegar, un gemido Ronco proveniente de ambos labios lo anunciaba el calor insoportable les delataba – Haaaa – gimieron al unísono, el orgasmo llego haciendo caer a el ardiente cuerpo rendido de placer sobre la cama destendida, el cuerpo frio se recostaba sobre su espalda sujetando su corazón con su suave mano calmando el fuego interno que se negaba a ceder.
Sus ojos lentamente se cerraban deseaba ser abrazado un giro brusco basto y así el frio cuerpo quedó aprisionado en los brazos ardientes recostado sobre su pecho se conservaban a los ojos expresando con miradas lo el que el uno sentía por el otro…
Degel- le observaba acariciando su espalda tratando de calmar el calor que emanaba
Si yo me quedara una noche sin ti
Si un día despierto y no estas más aquí
Seria un desierto mi cama y mi cuerpo
Sería estar muerto porque te perdí
Kardia- besaba el pecho y cuello ajeno
Quisiera más años
Quisiera más vida
Poder darlo todo
Detener los días
Para amarte tanto sin tiempo, Ni espacio
Y hacer de este cuento una historia sin fin
Degel besaba la cabellera alborotada abrazando su cuerpo
Y abrazarte fuerte sin dejarte ir
Kardia -correspondió el abrazo apretándolo con fuerza
Y abrazarte siempre y hacerte sentir
Que tu eres mi rumbo
La luz en lo obscuro
El único motivo para vivir
Degel- sintió tranquilo su corazón al sentirlo deseando que el tiempo se detuviese en un perfecto momento.
Y abrazarte fuerte y nunca parar
Pedirle al tiempo que deje de pasar
Kardia -se levantó y beso sus labios acomodando su cabeza en el hueco de su cuello – Siempre te amare- pensó
Y amarte despacio sin prisa ni horario
Hacer que este sueño no tenga final
Degel- Cerro sus ojos suspirando
Contigo las noches ya no son tan frías
Kardia- Sonrió
Contigo el silencio es buena a compañía
Degel-
Le debo al destino que tu estés conmigo
Kardia-
Quisiera que nunca se acaben mis días
Kardia y Degel
Y abrazarte fuerte sin dejarte ir
Y abrazarte siempre y hacerte sentir
Que tu eres mi rumbo
La luz de lo obscuro
El único motivo para vivir
Y abrazarte fuerte y nunca parar
Pedirle al tiempo que deje de pasar
Y amarte despacio sin prisa ni horario
Hacer que este sueño no tenga final
Sus miradas se encontraron nuevamente antes de caer rendidos por el cansancio y el sueño jurándose el uno al otro en un beso:
Si existe otra vida
TE AMARÉ MÁS ALLÁ