Traición Segunda parte
Kushina miro detenidamente a su hijo. Era la primera vez que este la miraba de forma amenazante. Ella que estaba acostumbrada a ver como Naruto escondía las colas en medio de las piernas al regaño que le daba. Se sintió algo decepcionada como madre y orgullosa al mismo tiempo. Sinceramente era extraño, extraño ver a la persona en quien más confiabas, por quien trabajaste tanto tiempo, por quien te desvelaste tantas noches, por quien renunciaste a tantas cosas… Allí parada mostrándote esa cara de: ¡Te voy amatar!
Suspiro. Supuso que así lo recibiría, que más podía esperar de su hijo ahora que estaba emparejado. Incluso ella cuando estuvo emparejada de Minato sentía que era capaz de asesinar al mundo entero si estos interferían en su relación… Y algo así ocurrió. Eran tiempos de guerra y habían amatado a tantos vampiros que no era de extrañar que sufrieran bajas… aunque aquella baja no se debió exactamente a la guerra. Agacho la cabeza recordando que lo único que la mantuvo con vida en medio de la batalla sangrienta era aquel niño que esperaba fruto de su amor. Niño que ahora era un hombre y tenía frente suyo con la determinación de asesinarla si lo separaba de aquel humano.
Los suspiros de Kushina y su intento de comprender a su hijo ceso según dejaba de verlo y se dedicaba a ver a la “humana”
-Ese no es…- repuso frunciendo las cejas para luego reír maléficamente
-Uchiha Sasuke- concluyo Kakashi, pues podían ser licántropos, pero aun así eran empresario y recordaban los nombres y las caras de sus empleados a los que de mala gana debían pagar mensualmente el 60% de los ingresos que se iban en sueldos, beneficios y quien sabe que tonterías más que dictaban las leyes humanas.
-Eso ya lo sé… ¿Es un varón cierto?- Replico molesta frotándose los ojos rogando que su visión la engañara y se tratase de una chica con el frente plano y con manía de vestir como hombre.
-Si. Es un varón-dijo Kakashi preparando el aterrizaje
-Debe ser un error. Debe ser un error
-No. No cabe duda que ese humano es de quien esta emparejado
-maldita se mi maternidad- se quejó Kushina sin esperar a que Kakashi concluyera el aterrizaje, simplemente salto del helicóptero y cayo a escasos tres metros de Naruto y Sasuke.
Naruto sintió el miedo helar su sangre, pero aun así mantuvo su posición protectora hacia Sasuke. Jamás vio a su madre tan enfadada como la veía ese preciso momento. Y el viento parecía ponerse de su parte para darle una imagen más amenazante, sus cabellos fuego cubrían su rostro, solo sus ojos rojos sobresalían de las sombras de aquellos mechones y de ellos un brillo amenazante, acompañado de su extraña postura jorobada. Como si aún no se decidiera si convertirse en licántropo o mantener su forma humana.
-Te hubiera perdonado todo…- dijo Kushina sin gritar, lo dijo tan suave que solo por ser un licántropo Naruto pudo oírla, mientras Sasuke no - Incluso pensaba en la manera de perdonar la vida de la infeliz con quien te revocabas, seguiría fingiendo ignorar todo con tal de que cumplieras, solo quería evitar el nacimiento de híbridos bastardos… Pero un ¿varón?…-Kushina bajo la mirada y cerró los ojos, empuñando las manos- ¡¿CÓMO SE TE OCURRE EMPAREJARTE DE UN VARON?! ¿CÓMO DIABLOS SE TE OCURRE SER GAY?- concluyo estallando en esos reclamos- Gay... Que dirán los otros alfas. ¡El Gran clan del norte! ¡Con el gran alfa de nueve colas!… si el gran alfa amante de los pitos… Eres un Macho por todos los cielos. ¡Macho! Y los machos se emparejan con hembras.
-No me interesa- repuso Naruto sin moverse ni un solo centímetro
-¿Y a quién demonios le importa si te interesa o no? Es una ley natural. Eres un alfa. Un alfa no puede ser gay… Un alfa debe guiar la manda con el ejemplo, con el poder y tú… ¿Qué hice para merecer esto?-concluyo secándose algunas lágrimas que derramo por la decepción-… y para colmo uno de nueve colas…
-si tanto te apena renuncio a ser un alfa- Prosiguió Naruto sintiéndose algo culpable por su madre.
Sasuke que miraba la escena y de por si no tubo deseos de interferir quedo sorprendido al ver a Kushina Uzumaki estallando en llanto maldiciendo su suerte. A esa mujer de hierro que manejaba la empresa cuando el empezó a trabajar en esta. La mujer que llego a admirar y deseo ser como ella. Sin dudas, sin miedos, siempre adelante, siempre con aquel porte de persona inquebrantable.
Los ojos de Sasuke que miraban a Kushina la dejaron de lado al ver a Naruto comenzar a revolverse sobre el suelo como serpiente sin cabeza. Parecía no tener fin y ser muy doloroso, Naruto trataba de luchar sin éxito, mientras sus manos intentaban tocar a Sasuke hasta que las fuerzas simplemente desaparecieron y la inconciencia llego.
-¿Naruto?-Llamo Sasuke intentando tocarlo, pero temiendo hacerlo. ¿Qué ocurría?
-¡No lo toques con tus asquerosas manos!-Grito Kushina mirándole con tanto odio que Sasuke simplemente retrocedió.
-Kushina-sama- Llamo Kakashi al verla usar segación sobre Naruto. Segación, una técnica que solo los alfas pueden usar para poner a ralla los lobos de su manada. Esta técnica tiene diferentes niveles. El leve que solo es un chillido que aturde. El medio que te paraliza por minutos, días, semanas. Y el fuerte: una devastadora combinación entre los dos primeros y su verdadera finalidad: El lavado de cerebro. Los alfas para evitar todo intento golpe de estado dentro del clan y evitar pérdidas de los miembros del mismo usaban esta técnica para reescribir sus propias memorias y así mantener una manda tranquila, armónica y leal. Solo los alfas tenían tal poder, solo ellos contaban con el poder de la manada y por tanto no les convenía que esta se bifurcara.
Solo cuando ocurría la sucesión de alfas final (Cuando moría el alfa mayor) la segación de todos los que estaban bajo su efecto eran liberados, pero para eso ya habían transcurrido década y décadas o centurias… en fin todo por lo que alguna vez trataron de revelarse ya había desaparecido.
Naruto en el suelo dejo de moverse y Sasuke miro con terror a Kushina. ¿Había llegado su fin?
-No voy a matarte- Dijo Kushina más calmada y con expresión relajada, incluso sus lágrimas habían desaparecido- No lo hare- volvió a remarcar a Sasuke- Pero jamás volverás a verlo. Jamás- concluyo antes de mirar a Kakashi y asentir con su cabeza.
Sin prisa ni ganas Kakashi miraba a Sasuke para luego indicarle que entrara al helicóptero, tendrían que hacer un viaje de “Negocios”
Sasuke que comprendía su posición simplemente se mantuvo en calma, debía usar sus cinco sentidos para zafarse de esta, y esta vez no tendría a Naruto para salvarlo. Al fin comprendía el miedo que Naruto le tenía a su madre.
Volaron por horas en el helicóptero, cuando de pronto el mar concluía y daba inicio una costa. Creyó que se trataba de la isla carmesí, pero erro. Era otro lugar, una isla muy diferente a la Isla carmesí. En ella no había rastros de vida, de hecho era como una zona pedregosa con tantos cañones estrechos pero profundos, que Sasuke dudo que fuera una isla habitada con humanos u otras especies.
-Siguiente parada: La muela del diablo- concluyo Kakashi con tono burlón característico de su personalidad.
-Ella dijo que no me mataría- Dijo Sasuke temiendo conocer su destino.
-Kushina sama dijo que no te mataría- Kakashi ponía el helicóptero en piloto automático- Sera la naturaleza quien haga el trabajo sucio- concluyo acercándose a Sasuke- La naturaleza o la gravedad- Sasuke por instinto retrocedió mientras que Kakashi se acercaba a el- La pregunta es: ¿Saltaras por tu cuenta o esperaras a que yo te empuje? Luchar es inútil. Ya lo sabes- Sasuke miro a sus espaldas el vacío y de frente a Kakashi. ¿Qué era mejor?: Morir por tu propia voluntad o ser asesinado… bueno era asesinado de todos modos, no era su libre albedrio lanzarse de semejante altura. Sasuke comprendió entonces que todo llegaba a su final. Y la pregunta que le hacia Kakashi era simple: morirás con honor o como una simple victima aterrada. Sin hacerse esperar más trago saliva, cerró los ojos y se lanzó al vacío. Sasuke Uchiha tenía orgullo, y si peso que lo había perdido basto estar cara a cara con la muerte para recuperarlo y morir con la frente en alto.