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Notas del capitulo:

holas. Siento la demora, estoy algo ocupada, pero seguire actualizando tan pronto como pueda. Bye. Mil gracias por Leer. 

Feliz Año nuevo. 

Familia primera parte

-¿Familia?-Repitió en tono de pregunta. Sin quererlo su pulso se aceleró… mil interrogantes venían sitiadas en aquella palabra, mil misterios pues el jamas conoció tales vínculos que implicaba la dichosa palabra. Sin saberlo era como si Naruto le hablara en otro idioma, de alguna civilización alienígena a su mundo a su realidad.

Al ver la mirada que Naruto le dedicaba, aquella mirada penetrante como si tratase de leer sus pensamientos no pudo evitar sentir la sangre subir y colorear su cara. Era extraño… Dos hombres con una relación amorosa y uno de ellos hablaba de familia… ¿Acaso se burlaba de él?... El jamás podría ser parte de aquella civilización alienígena y menos con Naruto… Eran dos hombres ¿Qué esperaba? Ni siquiera estaba aprobado el matrimonio gay. Tampoco su familia se lo permitiría… ¿Por qué le incomodaba con la dichosa palabra? Le miro furiosos cuando recordó que Naruto le estaba pidiendo permiso para iniciar una familia con la prometida que se le sería impuesta por su madre. Que no entendía que era como denigrarlo, como echarle en cara las cosas que jamas podría hacer.

-No  me mires así- Reclamo Naruto- está fuera de mi control. Soy su único hijo… Jamas creí que se me impusieran reglas del siglo pasado. Una prometida… ¡Qué fastidio! pero aún falta mucho. Solo es un comentario.

-Avísame por un mensaje cuando tu compromiso se consolide… Ese día terminamos.

-¡Eh!-Se quejó Naruto

-Si empezamos una relación será bajo tres términos-Repuso en tono serio. Tan serio que la humanidad de Naruto tembló de la excitación. Quizás era una contradicción, pero sin importar que hiciera ese humano frente suyo siempre lo ponía a mil -Primero: Mientras que ambos nos sintamos bien. Cuando la atracción acabe cada quien toma su camino, nada de estúpidas escenitas de reclamos y celos- Miro de reojo a Naruto pues su carácter daba para eso y mucho más.

-Ok-dijo Fastidiado Naruto. Se conocía, sabía que no cumpliría esa cláusula, pero para que discutir. ¿Acaso las promesas no habían sido hechas para romperse?

-Segunda: Hasta que tu compromiso se defina será el tiempo que dure esta relación. No planeo ser el amante de nadie-Naruto no sabía qué hacer, quería cogerlo, pero… Al diablo diría si a todo para comenzar con la acción, luego vería como lidiaba con estas cláusulas aún faltaban dos años antes de la susodicha definición del compromiso.

-Tercer: nadie puede saber de lo nuestro. Trabajo aparte, vida personal aparte- Naruto asintió. Estaba de acuerdo. Quizás era el único punto en el que estaba más que de acuerdo.

-Bien Uchiha tiene usted un trato así que ¿ahora somos…?- lo acorralo contra la pared del hotel de mediana categoría. Sasuke lo miraba fijamente, aun no se acostumbraba a ser tomado por un hombre y si fuera por el jamás volverían a acostarse pero… Debía ser franco, los escalofríos que sentía en su cuerpo no eran de miedo, eran… Eran de deseo. Se maldijo. Aquel hombre bullicioso no le era indiferente. Paso por su cabeza la posibilidad de ser el quien lo tomara, podía intentar, pero… Era demasiado vergonzoso… mejor se dejaba y fingía rechazo completo… Así podría mantener lago de su orgullo al decir que todo era culpa de Naruto. Meditaba Sasuke mientras su cara se llenaba de venitas de furia. Porque demonios sonreía ese imbécil como si tuviera algo en la cara.

Sasuke abrió sus ojos a más no poder. Ese sueño, ese sueño lo llevaba al pasado un pasado vergonzoso ahora que sabía que ese rubio leía sus pensamientos siempre. Se sujetó la cabeza con las manos: cuantas veces hizo el ridículo creyéndose mantener su dignidad a salvo y no… Maldijo a Naruto y su ignorancia del momento.

-Idiota-Murmuro y rápidamente al ver a Naruto de cuclillas al lado suyo, su cara estaba a centímetros- ¿Qué haces?-Replico Sasuke fastidiado mirándole serio. Que manía del rubio de ponerle histérico con su conducta.

-Parecía que tenías una pesadilla… Solo quería verificar que nada te pasara-Dijo Naruto con cara inocente. Mientras Sasuke trataba de verificar si era verdad o no las palabras del rubio. Acaso estaba leyendo sus pensamientos nuevamente. Acaso… Acaso vio su sueño. Le empujo con brusquedad tirándolo al suelo. Al diablo la delicadeza, era un maldito lobo que le iba a doler sus golpes o sacudidas. Le hervía la sangre recordando que todos sus intentos de librarse de Naruto se fueron al infierno. Era tan inútil con ese hombre. Sasuke se sentía tan inútil como un bebe frente a un libro de ecuaciones logarítmicas.

-¡Oye!-Naruto se quejó ya tirado en el suelo. Aun con esa mirada de dolor Sasuke solo lo ignoro. Sabía que era fingida, en realidad todo fue fingido… ¡Que rabia!

-Asustaras a la bebe-Dijo Sasuke tratando de cambiar el ambiente, de que le servía seguir amargándose de esas pequeñeces ahora, lo importante era obligar a Naruto a que ayudara a Nagato. No era que se convirtiera en fanático del infante vampiro o que les tomara mucho cariño, es solo que… No le gustaba deber nada a nadie. Además… quería camuflada mente preguntar a Naruto si había leído su mente cuando dormía… -Vamos afuera- Le indico. Era de día, Nagato dormía en el fondo de la cueva, Yahiko hacía guardia en algún lugar no muy lejos de la cueva y Konan descansaba para reponer energía, el día era la única oportunidad de hablar sin ser interrumpidos, Supuso que faltaban aun un par de horas para el crepúsculo.

Naruto miro de reojo a Sasuke. No era justo con los demás hasta aprecia tenerles respeto y cariño, pero con él siempre eran reclamos, peleas y tonterías. Que le costaba ser sincero al pelinegro. Suspiro, esos eran solo detalles supuso, y si, comprendió la intención de Sasuke. Era el momento ideal de hablar de su relación, de ponerse al día el uno con el otro. Pero de pronto sus ojos se posaron en la bebe a la que miraba con mas detenimientos.

 -Es hermosa-Replico Naruto- Se parece a su madre… Cabellos negros y sedosos, piel pálida, ojos oscuros como la noche… es Perfecta.

La cara de Sasuke lentamente se ponía colorada, un poco por la vergüenza y otro por el orgullo de oír que su hija era bonita. Pero esa palabrita, esa palabrita, no la soportaba “¿Madre?”

-Padre-Corrigió al rubio

-Pero teme se parece ti

-Soy su padre

-mmm…-Quiso cuestionarle pero decidió callar, ya sabía que armarían otra discusión tonta, esta vez deseaba ir al punto. Deseaba hablar sobre su futuro con Sasuke- Está bien-dijo. Ambos se levantaron de la cueva y se dispusieron a salir fuera con la bebe, pero apenas Sasuke intento poner un pie fuera de la cueva algo se lo impidió.

-¿Qué demonios?-Se quejaron ambos y de la nada aparecía Konan con la mirada soñolienta extendiendo las manos

-¿Qué pasa?-dijo Sasuke mirándola seriamente

-La bebe no va a ninguna parte, son ordenes de Nagato- Fue clara la hechicera y consiguió que Naruto se fastidiara tanto que el color de sus ojos cambian de azules a un dorado, estaba más que furioso, pero hacia lo que podía para contenerse. Por los cielos era su hija y no la podía sacar sin el permiso de un vampiro.

-Ok-Dijo Sasuke que comprendía la situación. Nagato temía que mientras el durmiera los dos escaparan con la bebe. No es que la idea no pasara por la cabeza de Naruto, ya lo había demostrado que si era necesario se llevaría a Sasuke en contra de su voluntad. Suspiro entregando la bebe a Konan.

Fuera de la cueva en medio del fastidioso desierto Sasuke solo miraba la espalda de Naruto, estaba tan cabreado que ni ganas tenía de hablar para no soltar maldiciones… Trataba de controlarse, pero su estado de ánimo era evidente. Sasuke podía notarlo quizás porque era testigo pero aun sin serlo sabría que el rubio estaba a punto de estallar nuevamente en un ataque de cólera, su respiración nuevamente se agitaba y se manifestaba en ese subir y bajar de hombros que delataban su respiración acelerada.

-Y… ¿Cómo es tu hijo?-Pregunto Sasuke creyendo que eso cambiaría el estado de Naruto, pero este solo alcanzo a voltear y fulminarlo con la mirada

Sasuke arqueo las cejas. ¿Quién era el ofendido? Se cuestionó.

-No me hables de ese mocoso-Sasuke miro anonadado la expresión de asco de Naruto al mencionar a su hijo- De haber sabido que esperabas un hijo mío… de no haber sido segado… si hubiera sabido que esperabas un hijo mío… Incluso mi madre podría haberte aceptado…- Naruto mostro aquella expresión dolida, aquella de arrepentimiento que rara vez mostraba- Nadie hubiera muerto…-dijo y Sasuke comprendió que pese a todo a Naruto le dolía haber tenido que asesinar a su madre y su beta. Era orgulloso quizás jamas lo mencionaría pues siempre decía que una decisión tomada no vale la pena cuestionarla, pero ahora, ahora que se manifestaba un factor que podía cambiar las cosas desde el principio…

-Nadie hubiera muerto…-Susurro Sasuke recordando que para esa fecha sabía que esperaba un hijo, pero no podía creerlo… ¿Era culpable de la muerte de Kushina y ese beta? Quizás si se merecía ser lanzado de un helicóptero a la nada si tomamos en cuenta que Naruto los mato por guardar silencio, Esa bebe que crecía rápidamente, si tan solo hubiera comentado lo de su embarazo a tiempo, esa bebe seria quien evitaría con su mera existencia toda la tragedia vivida hasta esa fecha en la vida de Naruto.

Naruto miro como Sasuke agachaba la cabeza, sus ojos se perdían en su mar de pensamientos. Quiso leer su mente pero era inútil desde que se reencontraron no era capaz de leer su mente, no quiso darle importancia, pero ahora deseaba leer sus pensamiento y saber que atormentaba a su persona preciada.

-No hay marcha atrás, los muertos no volverán a la vida- dijo Naruto mirándole fijamente. Sus ojos volvían a ser azules y Sasuke lo miraba con algo de alivio. No atormentaría a Naruto con más posibles, Bastaba con que el mismo se atormentara sabiendo que era un asesino indirecto.

Naruto no dudo en acercarse más a Sasuke y tocar su cara con una de sus manos.

-Cuando todo esto acabe iremos de compras… le comprare tantas cosas. Le dare todo lo que necesite, ella será el nuevo alfa…- Repuso Naruto emocionado por la bebe.

-¿Alfa?- Repuso Sasuke dudoso. Que no era su hijo el nuevo alfa… Quizás después de este enredo tendría otro problema esperándolos en la esquina, Sasuke no deseaba confrontar a ambos niños, era mejor renunciar a ese puesto para tener tranquilidad. Dio como extrañaba la vida común que tenía antes de todo este enredo - Es mi hija, será una simple humana y nada más

-Pero ella debe ser el alfa. Ella es fuerte, Boruto… Apenas si tiene una miserable cola

-¡Pero es tu hijo!

-Se me fue impuesto… yo no lo quería, ni si quiera quiero a su madre… solo es un grano en el culo. Que desperdicio de poder… tal falta de autoestima… una miserable que solo sabe llorar de todo y de nada

-No hables así de ella…- dijo sintiendo empatía por la desdichada.

-¿Por qué demonios la defiendes? Ni si quiera la conoces

-Porque es la madre de tu hijo. ¡Tu hijo!-Dijo Sasuke comprendiendo algo que Naruto no era capaz de ver. Quizás porque siempre tuvo una familia que no tomo importancia a los detales. Quizás porque fue hijo único y muy mimado y querido por todos que no captaba las heridas del desprecio ajeno. Sasuke era huérfano y comprendía lo doloroso que era ser visto por debajo de los demás, ser señalado como un error que nadie quiso- Crees que él tomara de buena forma tus palabras, tu desprecio hacia la mujer que le dio la vida.

Naruto se quedó mirando a Sasuke. Chasqueo con la lengua no tenía palabras para contradecirle. Suspiro derrotado.

-Cambiemos de tema-suplico, deseaba dejar de hablar de su familia impuesta.

-Sarada-dijo Sasuke y Naruto lo miro sin comprender-su nombre es Sadara. Así lo decidió Nagato

Nuevamente los ojos de Naruto cambiaban de color por la ira

-¡Esa cosa le puso nombre a mi hija!-Grito completamente fuera de sí comenzado a golpear alguna piedras- Cómo se atreve ese chupasangre a ponerle semejante nombre. Que se cree, yo soy su padre. Él no tiene derecho alguno de ponerle nombre…-Naruto seguía en su griterío mientras Sasuke se sentaba sobre la arena del desierto pedregoso. Dijera lo que dijera no le cambiaria de nombre, al inicio no le agrado pero con los días le gusto el nombre, después de todo su hija no era una mezcla de todo un poco… no tenía por qué nombrarla con algún nombre como esperanza, milagro… No, su hija fue una mescal de sensaciones, emociones que iban desde el dolor y el odio, hasta la esperanza y la gloria. Sarada que significaba ensalada era lo más adecuado para ese ser que era una mescla entre un hibrido y un licántropo, cuyo auto padre adoptivo era un vampiro y cuya tía adoptiva era una bruja y su otro tio un sangre sucia… Sí, todo era una ensalada de emociones y especies.

-¡Mi hija no se llamara Sarada!-Grito para ver más calmado a Sasuke que le miraba aburrido

-Yo quiero que se llame Sarada

-cómo puedes estar de acuerdo con semejante nombre

-Yo la tuve en mi vientre cinco meses, la parí. Es mi derecho no el tuyo que solo apareciste de la anda y la insultaste antes de saber que era tu hija. No creas que me eh olvidado, deberías dar gracia que la niña se convirtió en un licántropo…-dijo antes de suspirar y ser honesto con Naruto- Te juro que ni tenía planeado decírtelo. Esperaría el momento exacto para huir con la bebe.  

-Acaso me ocultaría que teníamos una hija. ¿Qué demonios pasa contigo?

-Eso es lo que yo debería preguntarte a ti. ¿Qué pasa contigo Naruto? Sabía que eras un irracional, un clasista, peor jamas creí que llegara al extremo de ser un racista, un ser de mente cerrada que solo acepta lo raro según su conveniencia.

-Ahora resulta que eres San Sasuke-Ironizo Naruto

-No. Pero te recuerdo que ese sangre sucias como lo llamas me salvó de morir, que ese chupa sangre con ayuda de esa hechicera lograron mantener viva a la bebe mientras yo estaba casi agonizante. A ellos le debes que esa niña siga viva-Naruto rechinaba los dientes- además… Esa niña es igual que ese sangre sucia como tú lo llamas. Nunca más vuelvas a usar esos términos. No frente a mi hija, no frente a tu hijo pues te juro que si me entero una sola vez que por tus bocaza haces algo que hiera a esos dos te dejo ye esta vez será definitivo… no volverás a verme nunca, ni amo ni a Sarada.

Naruto le miro con desazón. Sabía que Sasuke tenía razón, pero como borrar años de crianza de enseñanzas y clasismo de un día a otro. Le era complicado. Solo el amor que sentía por Sasuke lo había derrotado y obligado a aceptar que lo amaba al grado de emparejarse inconscientemente del que creyó un simple humano. Solo esa niña que era fruto del amor de ambos cuyos dones sobre pasaron todos los que conoció lograron despertar ese amor paternal que no conocía ni si quiera sentía por su otro hijo. Cubrió su rostro con ambas manos recorriéndolo hasta llegar a sus cabellos y peinarlos con sus dedos. ¿Qué hacer?, ¿qué hacer…?

-ok- Repuso derrotado. Que humillante rebajarse a tanto por un simple… rio, ya no podía decir un simple humano… Un hibrido. Suspiro-eso quiere decir…- rio al ver como Sasuke inconscientemente había dado en el clavo de su ansiedad y duda disipándolas de su mente- que volvemos…

Sasuke rasco su cabellera. De verdad se había dejado llevar por la emoción del momento, pero ya era algo tarde, Naruto se ponía de cuclillas a su lado, y se acercaba peligrosamente a su cara. Giro violentamente, no, aún no habían terminado de hablar, más los dedos de Naruto se posaron sobre su mandíbula y le obligaron a mirarlo.

Cada uno sentía el aliento del otro y eso tenso más a Sasuke que de la anda volvió a empujarlo.

-¡Oye!-volvió a quejarse Naruto. Más se quedó curioso mirando a Sasuke cubriendo su boca- ¿Qué pasa?-Interrogo temiendo alguna otra mala o extraña noticia. Quizás Sasuke sabía de qué especia decencia pero dudo. Era huérfano no se sabía nada de sus padre

-Llevo meses sin cepillarme la boca… ¡Apesto!-dijo Sasuke avergonzado. Mientras Naruto comenzaba  amatarse de risa en el piso sin saber qué hacer con Sasuke. De verdad dudo que algún día de su vida llegaría a cansarse de él.

Shikamaru llegaba a su cueva, detrás el resto de su manada miraba atento como el beta entraba con la susodicha cura. Sin hacerse esperar Shikamaru le dio aquella rara semilla a su alfa, pero este no la tragaba. Miro frustrado la jarra de agua al lado del nido donde reposaba Kiba, pero al cabo de unos segundos dejo de lado la vergüenza y el que dirán era un caso de vida o muerte. Metió la semilla en su boca y la mastico antes de tomar un sobro de agua y darle el remedio por medio de un beso a Kiba.

Todos miraron con detenimiento como el alfa abría los ojos con cansancio y les miraba para luego volver a cerrar los ojos.

Shikamaru creyó que al fin volvía a respirar pues con la angustia creyó haber dejado de hacerlo. Y es que paso todo un infierno con la incertidumbre de poder salvar a su alfa o no.

-Serás…-Dijo cubriéndose la cara y dejando salir lágrimas. Lagrimas que creyó que no volvería soltar desde la última guerra- Si alguien le va con el chisme de que llore lo matare- Amenazo a su manada y todos asintieron para ser sinceros, el resto también estaba llorando a moco tendido. Shikamaru creyó que eran la manada más patética de la historia, pero a quien le importaba, lo único que querían era vivir en paz.

Menma rio al ver que la fruta de la vid había funcionado. Supuso que su hijo estaba más preocupado en cazar a su hermana que en ayudar a su propia descendencia. Sin prisa nuevamente continúo su viaje. Quizás para Menma su caminar era lento, peor para ojos ajenos era tan rápido como el sonido, pues su verdadera velocidad era decidida por la luz del sol a mayor intensidad mayor su velocidad. Pero como deseaba echar un vistazo al mundo moderno y de paso de ir a por su objetivo caminaba “Lento”

De pronto vio una sombra detrás suyo. Era rastros del poder de Mikoto. Como si tratara de disuadirlo e impedirle ir en su búsqueda. Cerró los ojos. Si bien tenía el poder de ver lo que su esposa había hecho en todo el tiempo que se marchó del castillo, decidió no hacerlo, su muerte la sintió y solo entonces fue a por ella, pero fue demasiado tarde. Había sido asesinada por simple humanos. Mil preguntas cruzaron su cabeza. Como era posible que simples humanos matasen a un ser tan poderoso como ella. No quiso ver por temor de que su ira fuera tal que terminara matando a todos los humanos que encontrase. Su deber era mantener el equilibrio y el orden entre las especies, controlar y proteger a los humanos, no podía darse el lujo de dejarse llevar por sus impulsos como lo habían hechos sus hijos.

Decido ignorar aquella sombra y seguir adelante.

Llego a un extraño desierto pedregoso escucho los griteríos de un licántropo. Se acercó más y más sin ser detectado, en su capacidad de minimizarse con el entorno al grado de ser invisible. Miro con mayor detenimiento al licántropo que comenzaba  a reír a carcajadas tirado en la arena.

Rio, le pareció irónico que alguna de su descendencia heredara sus complexiones faciales, de no ser por el color de los ojos y el pelo serian idénticos. Voltio a ver a su acompañante y solo miro aun hibrido de cabellera negra que se levantaba para darle un par de patadas al rubio. Entonces se puso tan serio como el día que sitio al esencia de su amada desaparecer, aunque su máscara jamas dejaba ver ninguna de sus emociones.

Lentamente la verdad le caia como un balde de agua fría: Mikoto lo había traicionado con un humano y tenía frente suyo la prueba de su infidelidad. El fruto de su traición. Comenzó a mover cada dedo, de un extremo a otro para luego presionarlos en forma de puño y luego liberarlos para seguir con el mismo proceder. Estaba por primera vez desde la muerte de Mikoto furioso pero aun no sabía que haría.

Se Detuvo un leve segundo al sentir al presencia de Kaguya acercándose a ese mismo lugar y no muy lejos de ella Indra. Simplemente golpeó la  piedra donde se hallaba parado y esta tomo forma de un trono donde se sentó. Supuso que debía relajarse antes de interferir. Pensar, pensar en lo que haría sin perder los estribos… Es decir ese hibrido no tenía la culpa de la osadía de su madre, pero… pero… Siguió mirándolos cual halcón mira a su presa desde el aire alistando su ataque certero.

Continuara…


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