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Notas del capitulo:

U.U

 

El Clan II

 

 

 

Sasuke puso sus ojos fijos en Naruto, el rubio no dejaba de sobarse el cuello y susurrar una que otra maldición. Más que preocupación estos actos provocaron en Sasuke tensión y rápidamente desesperación.

 

 

 

-¡Auch!-Se quejó Naruto al sentir el golpe que Sasuke le daba en el cuello

 

 

 

-Lo siento, parecía que necesitabas un masaje-dijo en tono venenoso.

 

 

 

-Demonios eres el colmo… Cualquiera diría: cariño ¿estás bien?. ¿Te pasa algo amor…? Pero tú no… directo a la violencia. Sabes se vuelve algo tediosos dar sin recibir nada…

 

 

 

-¿Eh?-Exclamo Sasuke sin comprender tal acusación

 

 

 

-Yo soy quien siempre te dice: Te amo. Soy quien te busca… si fuera por ti, lo nuestro ya hubiera terminado hace mucho.

 

 

 

Una risa siniestra se formó en el rostro de Sasuke ante tales palabras. Si pudiera retroceder el tiempo y saber lo que hoy sabe obvio que pondría más ahínco en separarse de Naruto. ¿quién en su santo juicio aceptaría pasar todo lo que paso?

 

 

 

-Que te diga esas cosas tú esposa-Sentencio Sasuke y miro como Naruto volvía a tensarse. “Aja” se dijo descubriendo la razón de la incomodidad del rubio que tenía cara de estreñido desde que llegaron a la ciudad. 

 

 

 

Si bien al inicio sospechaba los problemas que se le venían, Sasuke los paso por alto pues viajar con Nagato siempre era todo un problema, el vampiro no toleraba el sol así que debían viajar por las noches en el lomo de Yahiko o Naruto, pero una vez en la ciudad el viaje se lo realizo a pie pues Ni Naruto, ni Yahiko tenía dinero en mano, su consuelo era ver que aún tenían ropa. Pero eso no le quitaría las ojeras de la cara, su hija se despertaba cada dos horas fatigada por el constante traqueteo y ruido de la ciudad. Al diablo Naruto y sus dilemas familiares, apenas podía con ser madre para tener que cuidar del rubio… sinceramente las mujeres eran excepcionales al poder lidiar con este roll. Durante el viaje dio gracias al cielo de contar con Nagato, Yahiko y Konan, pues si la maternidad la tenía que aguantar solo con Naruto, estaba más que seguro que terminaría enloqueciendo.

 

 

 

Ya en el departamento de Naruto todos corrieron a escogerse una habitación ignorando al dueño de la infraestructura de exquisito acabado, Hombre que volvía a maldecir su suerte al ver como todas sus cosas eran profanadas por esos seres que nuevamente comenzaba a odiar, mientras Sasuke simplemente corría al baño para darle el respectivo baño a Sarada y cepillarse los dientes después de meses.

 

Nagato por ser como era (Un niño impresionable) eligió la sala con ese enorme televisor plasma de 110 pulgadas y rápidamente se puso a curiosear todos los canales habidos y por haber. Konan que era más literaria no dudo en elegir el cuarto de estudios de Naruto donde encontró su computador Apple de 32 pulgadas y rápidamente se sumergió en el mundo del internet, en especial en el mundo del Yaoi…. Tenía mucho que descargar. Yahiko que miraba serio a sus dos compañeros fue lo bastante sensato como para elegir la habitación de Naruto y tirarse sobre esa cama recubierta por sabanas de seda y almohadas de plumas… Se sintió en el paraíso, al fin podía bajar la guardia y dormir en paz, después de más de 400 años.

 

 

 

Naruto que no se había movido ni un ápice de la puerta miro incrédulo como sin palabras era despojado de su hogar. Solo se quedó esperando a que Sasuke saliera del baño con su hija para marcharse al departamento de Sasuke (Al menos tendría ese lugar para descansar), cosa que no le molesto, después de todo le gustaba ese lugar y la idea de un momento a solas lo tentaba seguir tolerando a esos tontos adueñándose de su departamento. Pero un momento ¿dónde se había metido Menma? Comenzó a girar su cabeza en busca del enmascarado. Y allí lo pillo ayudando a Sasuke con la faena de bañar a la bebe. Simplemente no supo que pensar.

 

 

 

-¿Te mojaste?-Interrogo Sasuke al ver como Sarada agitaba las manos sobre el agua irritada.

 

 

 

-No-dijo sujetando a Sarada con calma, para quitarle la regadera a Sasuke y tocar el agua con sus manos antes de regular la temperatura y luego con delicadeza bañar a la niña.

 

 

 

-Valla. Eres experto-señalo al ver como la niña se calmaba en sus brazos, quizás al sentir el agua de forma lenta sobre su cuerpo, quizás porque Menma regulo la temperatura… Quien diría que los bebes licántropos les gustase el agua fría. Se sintió algo frustrado. No solo Nagato, Konan y Yahiko, ahora ese extraño con mascara también, todos eran expertos en cuidar niños y él… era un aprendiz que de no ser por ayuda de extraños ya entraría en pánico apenas Sarada llorase al no saber cómo calmarla, quizás ya la hubiera matado por algún descuido. Recordó como sufrió un ataque de pánico la primera vez que se le dio a la bebe para que la sujetara, debía admitir que era por su insistencia y al ver como Nagato se adueñaba de su hija, pero eso no le quito el miedo de romperla.

 

 

 

-Ayudaba a mi esposa con el cuidado de los niños- Señalo y Sasuke recordó que ese era el padre de Kaguya e Indra… Dios que clase de bebes pudieron ser esos dos y como rayos llegaron a odiarse tanto… agacho la cabeza ciertamente una familia era sinónimo de complejidad y desafíos diarios.

 

 

 

Por su parte Naruto solo rasco su cabeza… ¿Que no decía ese hombre que deseaba matar a Sasuke? Suspiro sintiendo el estrés acabar con su espalda y cuello. Entonces fue cuando Sasuke aparecía y lo miraba con cara de pocos amigos listo para volverlo a golpear.

 

 

 

-Hablemos de esto en otra parte-suplico Naruto al ver como Menma y Nagato giraban a verlos atentos a su siguiente movimiento.

 

 

 

Naruto chasqueo la lengua al comprender la regla de oro de Nagato: “con mi hija ni a la esquina…Ella solo se queda con migo y Sasuke” Rodo los ojos, mientras Nagato se levantaba y le sacaba la lengua para luego ponerse al lado de Sasuke extendiendo sus manos para sujetar a Sarada. Iba a maldecirlo, pero Nagato se le adelanto en tomar la palabra.

 

 

 

-Ve-Ordeno el infante vampiro y Sasuke le miro incrédulo- es obvio que él quiere contigo. Les doy permiso para que fabriquen más bebes.

 

 

 

Ambos adultos quedaron petrificados con los colores subiéndoles al rostro.

 

….

 

 

 

-Mira el lado bueno Sasuke-dijo Naruto en el ascensor con Sasuke dirigiéndose a su colección de autos privados, para tomar uno e ir al departamento de Sasuke por sus ropas y otras cosas que necesitaba- al menos ganamos una niñera para Sarada e increíblemente esta niñera viene con sus niñeras incluidas... el pack completo- Soltó divertido

 

 

 

-No me agrada la idea de dejar sola a Sarada.

 

 

 

-Que no está sola. Dudo que esos tres dejen que algo malo le pase, además…- Se acercó a Sasuke para susurrar a su oído- No me parece mala idea hacer otro bebe…- concluyo y Sasuke se paró de inmediato

 

 

 

-Ni en tus mejores sueño baka. Ahora que sé que puede pasar, nunca más...

 

 

 

-¡Eh!…- Se quejó- no es justo… llevo meses de abstinencia forzada- Le recrimino con tono dulce- es deber de la esposa satisfacer al esposo, no queras que te sea infiel. ¿Cierto?

 

 

 

Sasuke arqueo las celas mirándolo con superioridad y desafío.

 

 

 

-No soy tu esposa. Tienes una recuerdas… Ve y pídele a ella que te calme las ganas

 

 

 

-Mierda- se quejó ante el chocante recordatorio de sus pendientes- Dame un maldito respiro quieres- Acuso a Sasuke, porque siempre era sí, siempre negándole todo y saliéndole con lo que menos deseaba oír.

 

 

 

Sasuke rara vez veía esa expresión  derrotista en Naruto, su puso que tendría mucho que explicar a su manada y a su esposa, después de todo no se podía cambiar el pasado no eludir las consecuencias de sus actos.

 

 

 

Deposito una mano sobre su hombro.

 

-Iré contigo

 

-¿Seguro?-Pregunto Naruto sorprendido al sentir la cabeza de Sasuke sobre su hombro-Puede que intenten despellejarte vivo… La manada de mi esposa es muy sobreprotectora.

 

 

 

-es lo mínimo que tengo que hacer. Después de todo soy el amante. ¿Cierto?-dijo Sasuke caminado con Naruto y de repente se detuvo en el cubículo donde reconoció el auto negro del millón, si, ese que abollo.

 

-Aun conservas ese auto. Nunca te volví a ver manejarlo desde que lo recogimos del mecánico- Dijo Sasuke esperando a que Naruto se decidiera que auto usaría

 

 

 

-Es uno de mis tesoros. Nunca me desharía de el- concluyo Naruto mientras Sasuke se acercaba al auto de le daba una patada-¡Que haces!-Grito Naruto aterrado al ver otra nueva abolladura en su auto

 

 

 

-Odio ese maldito auto- concluyo Sasuke, pues el desgraciado coche era el culpable de todas sus actuales desgracias.

 

 

 

Ambos superaron y decidieron guardar silencio, a veces los tesoros de uno son el tormento del otro

 

 

 

-Me debes un celular…- Remato Sasuke mientras Naruto se golpeaba la cabeza con uno de lso pilares del cubículo… Allí iban otra vez. 

 

 

 

 …. 

 

 

 

Como era de esperar la mirada y pensamiento de todos los miembros de su manada lo estrangulaban con acusaciones muy bien fundadas. Sasuke estaba emparejado de él, por tanto emanaba su olor y ni caso de cubrirlo como lo hacía cuando su madre vivía. Solo atino a mirar a un costado con el semblante molesto, si su manada le daba esa bienvenida no quiso ni pensar en Tsunade, ya sentía sus fieros dientes clavados sobre su cuello, en un mero segundo recordó el desierto como si se tratase de un oasis, a Kaguya como un angelito e Indra como un cachorrito, jamás creyó que su manada se convertiría en su infierno personal… Bueno que comience la lluvia de acusaciones y regaños. Se dijo.

 

 

 

Sasuke por su parte miraba con los ojos bien abiertos la cantidad de lobos que al verlos cambiaban de forma a seres humanos. Era como una isla nudista… solo atino a sonrojarse y agachar la mirada, no solo habían hombres sino mujeres y niños, ancianos… que vergüenza, inocentemente cubrió los ojos de su bebe, imitando a Yahiko que hacía lo mismo con Nagato, mientras Konan rascaba su barbilla analizando la musculatura de algunos varones para tomarlos como modelo de sus mangas yaoi.

 

 

 

El cuerpo de Hinata se tensó al sentir el aroma de Naruto y sintió su pecho acelerarse de la emoción y la felicidad, tanto así que sin pensárselo dos veces salto de su nido y corrió a la puerta de su cueva con su hijo en brazos, más la sonrisa que adornaba su cara lentamente se eclipso ante la dura realidad. Sus extraños ojos blancos miraron al hombre que estaba detrás de Naruto, por leves segundos quiso creer que era un amigo y pensar que el motivo de su reciente rencor era la chica de cabellera morada, pero esa bebe que el sujeto traía en brazos y ese maldito olor la golpeaban con la cruel realidad.

 

 

 

Quizás por su sutil personalidad, o por el miedo a Naruto, o la vergüenza de enfrentar las miradas de ambas manadas compadeciéndola se obligó a retroceder y volverse a esconder en la oscuridad de su nido para romper en llanto, pero apenas sintió la primera lagrima resbalar por su suave mejilla, arraso con esta feroz mente con una mano y se levantó.

 

 

 

-No más…-Se dijo mirando a su hijo- a mi cualquier cosa, pero a mi retoño no…- Replico convenciéndose a sí misma, pues comprendía lo que se avecinaba: una lucha por el dominio de ambas manadas entre ambas crías-No renunciare…

 

 

 

Con esas palabras Hinata temblando comenzó a avanzar fuera de su cueva para encarar la realidad: La mujer de la que hablaba Kushina, la que evidentemente no pudo matar, estaba frente suyo y para su desgracia y asesinato de su generosidad y piedad, era un varón. ¿Existía peor humillación? Se preguntó, ser remplazada por un varón, es decir: el mujeriego de Naruto, el hombre que siempre la trato como un cero a la izquierda… el macho alfa… el egocéntrico que se enorgullecía de su odio a los humanos, vampiros y toda especie que no fuera un  licántropo y a los gays estaba con un varón como pareja sentimental. Rio, no solo con un varón… lo acompañaban un vampiro infante, una bruja y otros más... ya no quiso ni intentar reconocer el resto de las especies de los acompañantes. Simplemente se sintió desvanecer en ese preciso momento.

 

 

 

Fue Tsunade la que la sujeto del brazo impidiendo su caída y con el otro brazo sujeto con firmeza a Boruto.  

 

 

 

-No es momento de ser frágil- sentencio mirándola fijamente. Hinata asintió y mordiéndose los labios volvió a pararse firme.

 

 

 

-No te alejes de mi lado-suplico y ambas mujeres comenzaron su recorrido en dirección de los recién llegados.

 

 

 

Naruto frunció el ceño al sentir a su “esposa” acercarse, debía admitirlo no había sido el esposo del año. Pero ella tampoco fue la perfecta mártir, ella también fue cómplice de su madre, pero bueno, eso no justificaba su pésimo trato… Recordó la noche de bodas… suspiros abatidos escaparon llamado la atención Sasuke cuyos ojos abandonaron a Naruto y se posaron sobre la mujer de bella figura, y ojos color nieve que lo miraban asesinamente, para luego fijarlos en ese bebe que tenía en brazos. ¡Era idéntico a Naruto!

 

 

 

-uhhhh-dijo Nagato acercándose a Sasuke para susurrarle al oído- ¿seguro que amas a este tío…? es un infiel de primera… ¿Qué ejemplo le está dando a nuestra hija?- quiso decir más cosas en contra de Naruto pero Yahiko ya lo sostenía del cuello, al sentir iniciales gruñidos de los lobos que lentamente comenzaban a rodearlos.

 

 

 

-No son enemigos-dijo Naruto de mala gana con deseos de entregar a Nagato a las fauces de su manada.

 

 

 

-¿No?-Replico Hinata con tono sarcástico- Pero cariño… eres tú el que siempre dice que esos chupasangre deben ser erradicados, pues son una molestia para la vida misma.

 

 

 

Toda la manada miro a Hinata asombrados, en especial su manada que dibujaba en sus caras sonrisas al ver como su débil alfa comenzaba a florecer como feroz loba que debía ser, pues ahora se jugaban el futuro de Boruto. Sin duda si Hinata decía Maten al infiel se armaría una gran batalla entre manadas y quizás ganaría pues la manada de Naruto aún seguía disgustada ante lo que veían y terminaban de asimilar. 

 

 

 

-Ahora dices que no son enemigos… ¿estas burlándote de mí? ¿Tratas de humillarme?-dijo con tal suavidad y desprecio, Esas eran las palabras que tenía trabadas en su garganta desde que lo conoció y ahora que todo salía a la luz podía soltarlas sin miedo a perder algo… soltó una carcajada dejando mudo a más de uno. ¡Por los cielos! ¿Qué podía perder ahora?... ya había perdido todo como mujer y como alfa por ese hombre. Ahora solo le quedaba asegurar la sucesión de su hijo, pues al mirar a la niña que tenía en manos el varón hibrido tenían la misma edad.

 

 

 

Sasuke solo atino a frotarse la cien, no era necesario ser un ser sobrenatural para saber lo que esa mujer pensaba o cuanto lo odiaba. Dios era el amante… Miro a Naruto asesinamente y al verlo mudo frente de la muchacha cuya edad supuso oscilaba entre los 18 a 25 años.

 

 

 

Si pedir permiso simplemente deposito a su hija en los brazos de Nagato y camino frente de Naruto asombrando a todos y más que nada a Naruto que miro incrédulo como Sasuke se inclinaba.

 

 

 

-Lo siento… De haber sabido que era un hibrido y que las cosas llegarían tan lejos…-fue sincero, de haberlo sabido jamás se hubiera involucrado con Naruto- Jamás fue mi intensión lastimarte…

 

 

 

Todos quedaron mudos ante tal comportamiento. Más que nada Naruto que miraba a Sasuke con admiración. Y luego miraba  Hinata cuya expresión firme se desmoronaba y dejaba expuesta su confusión, para luego dejar escapar las lágrimas que ya tardaban demasiado en salir. Sasuke le había quitado su único consuelo, ser la única víctima de este embrollo, de hecho con su proceder la humillaba. Derrotada solo dio media vuelta para retornar a su cueva.

 

 

 

-esto no se quedara así- amenazo Tsunade.

 

 

 

-Qué vergüenza. Poco hombre- Dijo Nagato a Naruto negando con la cabeza, para luego acercarse a Menma- Este es el padre de Indra-Señalo y grito a los cuatro vientos- ¡ahora cuchicheen de él y no de la madre de mi hija! ¡El solo fue una víctima más de este acosador! Faltaba más…-concluyo furioso.

 

 

 

Todos incluida Hinata fijaron su atención en Menma que imito a Nagato

 

-este niño es el nuevo guardián de los vampiros.

 

 

 

Nuevamente todas las miradas recayeron sobre Naruto que agachando la cabeza camino al centro de la manada y lentamente comenzó a narrar todos los sucesos vividos hasta ese momento.

Notas finales:

espero les agrade. bueno nos leemos pronto.


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