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Especies por pk2solitarios

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Notas del capitulo:

Y aquie esta la ova. por lo menos la primera parte. 

Ova primera parte

Develamiento

Los ojos azules de Naruto se posaron sobre los negros de Sasuke que solo miro a otro lado para evadir esa mirada cargada de reproches. Es decir: ¿Qué tenía de malo revivir a uno que otro caído en la guerra? No iba a morir desangrado. Supuso, más al ver la fila que al inicio era de uno que otra criatura… De la nada se extendió. Suspiro… quizás había metido la pata reviviendo a Hinata, pero no tenía corazón para dejar a Boruto sin madre.

Trago saliva al sentirse mareado, si se quejaba o Naruto se daba cuenta ya se imaginaba la que se armaría. Alguna vez ya había donado sangre, pero esto era diferente. Su puso que no tenia de otra, pues no era justo solo revivir a los conocidos y dejar al resto muerto. Mientras a un costado de la fila Naruto ardía de la rabia. Sasuke rodo los ojos.   

Naruto volteo a buscar a la responsable de esta locura. Allí estaba Hinata con Boruto en brazos. Hinata sintió la mirada de Naruto sobre su ser y rápidamente comprendió la acusación. Volteo la cabeza ignorándolo. Nadie le pidió a Sasuke que la reviviera, fue un acto de libre albedrío del moreno. Ella no tenía la culpa del descuido de Naruto, era su responsabilidad impedir que Sasuke la reviviera delante de todos. De verdad ¿en qué pensaba Sasuke?. Lo miro y suspiro… odiarlo imposible, comprenderlo peor. Le miró fijamente... suspiro y negó con la cabeza abrazando con recelo a Boruto, la idea de Sasuke como la madre adoptiva de Boruto la aterro… quizás porque su pequeño la olvidaría, quizás porque no podría verle crecer y Sasuke sí, quizás porque de esa forma Sasuke terminaría teniendo todo lo que ella alguna vez deseo. Pero bueno, no es como si Sasuke se lo quitase con intención.

-Arigato…-Susurro al viento para darse vuelta. Y marcarse con su hijo. Nadie le quitaría a su pequeño. Ni Naruto, ni Sasuke, ni ese infante vampiro. Era su hijo.

-¿Enfadado?-Repuso Yahiko mirando a Naruto divertido. No tenía nada mejor que hacer. Nagato estaba metido en sus afanes de niñera con Sarada y persiguiendo a Hinata que le rehuía como si se tratase de la peste. Konan… bueno ese era otro asunto. A ser sincero no tenía muchas ganas de estar con ella ahora, pues le debía una respuesta que no se animaba a dar… tenía mucha vergüenza. Así que como naufrago se aferró a Naruto para fastidiarlo y olvidarse de las preocupaciones. Konan desde la distancia miro fijamente a Yahiko, nuevamente se escapaba de ese conversación. Suspiro, siempre era así, primero Kaguya, después Indra, después al guerra y ahora los tratados de paz. Yahiko siempre estaba ocupado con algunas cosas que superaba las necesidades de Konan. La chica se preguntó si algún día tendría su respuesta. Cerró los ojos, al menos estaba vivo y estaría a su lado, tarde temprano debería ser valiente y dar la cara.

-Obviamente.  Se suponía que esto sería un secreto y mira- Señalo la fila. Y su clara frustración. Supuso que Yahiko no comprendería nada de esto pues no estaba emparejado, aunque… Miro a Konan, y luego miro a Yahiko- ¿No le debes una respuesta?-Los colores se e subieron a la cara, no esperaba tal ataque del rubio, siempre lo considero descuidado y olvidadizo, pero mira que bien recordaba la promesa que le debía a Konan. 

-No te incumbe-Repuso serio y Naruto rio perversamente

-No deberías ser tan tímido… incestuoso

-De que demonios hablar. Yo y Konan jamas seriamos pareja. Es mi hermana de crianza- Naruto lo miro y sintió pena por la chica, este tipo era serio y muy reservado y tenía metido en lo más profundo la importancia de los vínculos familiares, tanto así que era capaz de sellar su propio corazón para no destruir la armonía existente entre ellos.

-Sabes. No siempre podrás estar con Nagato, tarde o temprano el deberá comportarse como el guardián de su especie y deberá abandonar tus cuidados.

Yahiko miro asesinamente a Naruto, quizás porque esas palabras eran verídicas. En la reunión  se habló de que Nagato debía de regenerar a la especie vampírica. Se le dio nuevamente potestad en la isla carmesí. Igualmente se estipulo que ningún licántropo podría poner un pie sobre la isla hasta dentro de diez años para evaluar el avance del menor.

-Al menos están vivos…-Concluyo Yahiko y Naruto le miro para suspirar. Sí, al menos estaban vivo. Se calmó, pero su calma se vio cortada al ver a la chica de cabellera rubia con unos trastos que por el olor sabía perfectamente de quien eran: Fugaku- que ni se le ocurra o yo mismo la asesino-Dijo acercándose a la chica, mientras Yahiko arqueaba las cejas. Como él se perdió parte del relato de los padres de Sasuke.

-¿Estás loca?-Grito saltándole y derribándola al suelo para aprisionarla con una pata. Temari solo atino a verlo con indiferencia. Podría librarse de él, pero ya no tenía sentido pelear, no después de pactar los acuerdos de paz.

-Si todos están siendo revividos ¿por qué no intentar revivirlo a él?-Dijo Temari con las prendas que consiguió de Fugaku. Su intención era sincera, como es de un hijo ante la muerte de su padre: deseaba volverlo a ver.

-Él causo todo esto… ¡Por eso!

-No mientas. Todos fuimos responsables. Humanos, licántropos… vampiros… todos…

Todas las miradas voltearon y miraron  a Naruto agrediendo a Temari, pero nadie se metió. Solo Sasuke que se levantó. ¿Ahora que tenía en mente el rubio? se cuestionó acercándose

-¡Naruto!-Le llamo la atención y el rubio a regañadientes quito su pata de la humanidad de Temari y se hizo a un costado, refutando con rabia

-Sasuke, escucha… esa persona no debe revivir-Dijo mirándolo serio, tan serio como pocas veces llego a mostrarse ante Sasuke.

-¿Por qué?-Pregunto y Naruto no pudo responder, entonces Temari se levantó y dio unos cuantos pasos en dirección de Sasuke. Sasuke miro a la chica, era extraña y más su mirada determinada le llamo la atención. Miro sus manos y allí unas prendas repletas de sangre.

-Hace mucho tiempo… Hubo un hombre que encontró a una mujer sin memoria y mal herida…-comenzó Temari arrastrando cada palabra, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas suplicantes- Se enamoró de ella y tuvo un hijo. Él era el líder del grupo de humanos que fue entrenado para erradicar a los seres como licántropos, vampiros… y todo lo que amenazara a los humanos.  Él amaba mucho a esta mujer y a su hijo. Eran su todo, pero también amaba a su especie… tuvo que tomar una decisión… Su familia o su especie.

-Es suficiente-Dijo Naruto avanzando, deshizo su transformación para tomar la mano de Sasuke- ya es suficiente de esto. No vamos a casa ahora. No más revividos, no más de esta mierda-concluyo mirando a todos los presentes que lo miraron enfadados. Revivir a los caídos no era decisión de Naruto, sino de Sasuke. Naruto gruño de la rabia. Podía ponerse a pelear con todos ellos, pero lo que lo irrito era ver que Sasuke no tenía intenciones de moverse. Solo miraba aquellas prendas ensangrentadas con esos ojos curiosos que parecen sospechar algo, sin embargo no concretan nada. 

Jalando del moreno mientras se armaba una conmoción, aún faltaban muchos por ser revividos, si Sasuke se iba aquella espada no serviría de nada. Naruto miro con rabia como todos se ponían frente suyo y miraban a Sasuke. Esto no acabaría nunca. No desde que todos sabían de su habilidad. Se preguntó si alguna vez alcanzaría la felicidad con Sasuke. Si volvería a tenerlo solo para él, pues parecía que el moreno pasaba a ser de dominio público, incluso temió que no lo dejaran marcar del nido.

-¡Ese hombre!- Grito Temari empuñando sus manos- ¡No era malo!... Solo deseaba proteger a los humanos…

-Naruto-Llamo Sasuke intentando soltarse- quiero tratar. Ella parece desesperada por que sea revivido

-Él no-Inquirió Naruto mirándolo enfadado- De todas las persona, él no debe ser revivido. Es un asesino que casi causa una catástrofe mundial…

-Sasuke-Grito Temari- ¡Es tu padre…!-Remato. Y Sasuke quedo paralizado, perplejo sin saber que decir o hacer, solo se quedó quieto cual estatua  mirándola. Para luego mirar a Naruto y liberarse del agarre del rubio. El rubio derrotado solo lo libero. Rogo que sus poderes no fueran tan grandes como para regenerar el cuerpo de ese hombre. Sinceramente le aterraba que alguien como Fugaku se metiera en la vida de Sasuke, no después de escuchar de los humanos sobre los experimentos. No deseaba que Sasuke sufrirá a manos de ese hombre y de su pasado. Pero mirando a los licántropos… Todos miraban a Sasuke como el eslabón perdido. Con codicia de mantenerlo allí. Incluso los humanos… empuño sus manos.

Sasuke se paró frente de Temari y tomo la espada para luego cortarse la palma de la mano.

-Quizás no funcione, pero puedo intentarlo-dijo con sinceridad. Había revivido a las personas muertas, pero reconstruir un cuerpo y revivirlo. Dudo que fuese posible. Mas los ojos suplicantes de Temari le insistieron en tratar sin importar el resultado.

-El… créeme: amo a tu madre y a tu hermano-Los ojos de Sasuke la miraron y vieron caer una lágrimas- pese a todo siempre los amo y vivió atormentado por lo que hizo…

Sasuke quiso preguntar que hizo ese hombre. Pero saber que era el que dirigió el ataque de gas mostaza le dio una clara muestra de lo que podo hacer. Trago saliva, dudo en intentar revivirlo. A ser sincero sintió odio al recordar que su hija y Boruto murieron por el gas y de no ser por su rara habilidad nunca más los volvería a ver. La espada se detuvo antes de rozar aquellas prendas ensangrentadas de Fugaku

-No tienes que hacerlo si no deseas hacerlo-Dijo Temari- pero debes saber que el los amo. De verdad los amo

-¿Amor?-Replico Naruto con rabia- ¡Eso no fue amor!- Toco el hombro de Sasuke- Amor es proteger a la persona amada. Sacrificarse por el bienestar de esa persona. Ese hombre sacrifico a su familia por poder. Eso no fue amor. Fue cobardía. Matar a su esposa y a su propio hijo… Sasuke tuvo suerte de sobrevivir, pero el otro no.

Sasuke mantuvo la cabeza agachada. Desde pequeño siempre quiso saber más de sus padres, saber la razón de su abandono. Se consoló con pensar que habían muerto y en un último intento lo dejaron en el orfanato, pero ahora aun sin oír la verdadera historia supo que sus tontas ilusiones no eran verdaderas. Su madre casi destruye el mundo y su padre bueno… era un asesino. Ambos eran diferente a lo que él pensó alguna vez. Incluso si resultaban ser unos alcohólicos, ladrones… Pero asesinos… Siempre creyó poder perdonarlos y mirarles a los ojos sin rencor. Pero ahora… ahora no comprendía ¿cómo un padre era capaz de matar a su propio hijo?. Él jama podría hacer algo para lastimar a Sarada.

Soltó la espada y cayo de rodillas. Estaba cansado por la pérdida de sangre. Por todo lo vivido. Física y emocionalmente esta exhausto. De la anda su corazón le pesaba, estaba cargado de tantas emociones desconocidas… Pero reconoció una: Decepción.

-Lo lamento-Dijo sintiéndose culpable, por no poder hacerlo- no puedo… No puedo revivir a la persona que mato a mi hija… Concluyo.

Naruto lo miro estático, antes de caer de rodillas y abrazarlo por la espalda para consolar, llevando las palma de sus manos a su cara para cubrirlo si deseaba llorar. Sabía que Sasuke odiaba hacer escenas, pero estaba en su límite. Esta era una reacción que no esperaba, pero suponía al mismo tiempo.

Recordó como alguna vez vio al moreno mirando en el parque a las familias que pasaban su tiempo libre. Su mirada era de desconsuelo y a la vez fría como el hielo. Fue la primera vez que se percató de su esencia y su personalidad. Esa que cubre con frialdad un alma desesperada por abandonar la soledad, por sentir el calor de una familia. Por verse valiente para aferrarse a alguien a quien pudiese amar, sentirlo suyo y no temer el amanecer y verlo partir para siempre.

Temari abrazo las prendas de Fugaku y negó con la cabeza

-El… Lo era todo para mí…-concluyo- Pero respeto tu decisión. Sin embargo debes creerme cuando te digo que el realmente los quiso y si hubiera sabido de ti…-Cayo, al comprender que si fugaku hubiera sabido de Sasuke… Sasuke también estaría muerto- Tienes razón… Toda la razón para odiarlo. No fue tu padre. Fue el mío… Solo yo supe cómo era y solo yo debo llorar por su perdida. Lo siento- se levantó y marcho

Alfa

Sarada miro con detenimiento ese lugar que su padre odiaba visitar, pero por obligación estaba sentenciado a ir una vez por año y llevar consigo a la familia. Eran licántropos después de todo, aunque su madre… Lo miro de reojo y suspiro: era el eslabón perdido parafraseando a Konan. Aunque ella solo miraba en Sasuke, su madre como un simple humano sin talento alguno, a menos que ser bueno en los números sea talento para los licántropos. Supuso que no.

-Porque tenemos que ir-Se quejaba Naruto como niño que no quiere ir al dentista.

-Recuerda que lo prometimos

-¿A quién? Yo no recuerdo firmar ningún documento comprometiéndome a regresar a al nido. ¿Tu firmaste algo?-Sasuke rodo los ojos conteniendo sus deseos de ignorarlo el resto del camino, pero si lo hacía sería peor.

-¡Dios!-Se quejó, para luego por el retrovisor mirar a Sarada cuya mirada estaba puesta sobre ambos, atenta a cualquier alce de voz para interrumpir, pues si algo odiaba Sarada era el verles discutir de verdad, pues ya estaba acostumbrada a sus riñas estúpidas, bajo el tono de su voz- Hablas de ese sitio como si fuera el infierno. Recuerda que es tu hogar. Incluso fuiste su alfa

-¡Al diablo!. Mi hogar está contigo y Sarada… el resto a excepción de Boruto se puede ir a la…-Callo al ver a Sarada mirándolo por el retrovisor. La chica jamas comprendía la negativa de su padre en ir al nido. Según Sasuke era porque fue destituido de su puesto de alfa y aun les guardaba rencor. Pero según su padre, esas personas solo deseaban robar a Sasuke de su lado. ¿Quién diría la verdad? No lo sabría jamas, tampoco le interesaba mucho, estaba feliz de regresar al nido y poder ver a sus tíos, de ver a su medio hermano y jugar en el bosque, no es que odiara la ciudad, pero ser un licántropo en una metrópolis es como ser un león enjaulado… Era estresante.

-Hazlo por Sarada- concluyo Sasuke, y Naruto miro a su hija por el retrovisor. La menor le dedico una sonrisa forzada, odiaba ser metida en las discusiones de sus padres, aunque su madre tenía razón. Ella se moría por ir. El silencio reino el resto del viaje.

En el nido todos se hallaban reunidos, todos los representantes de cada especie existente. Todos para comprobar el desarrollo de la vida de Sasuke, ahora sin los padres de especies el futuro era incierto. Solo había un guardián: Nagato, por más que Sasuke trato de revivir a Indra no lo logro, y este no dejo a nadie como guardián de los licántropos. Los ojos de todos se depositaron en Sarada para que fuera el nuevo guardián, pero por más que analizaron su crecimiento ella no mostraba sobrepasar a Yahiko, ni despertar poderío alguno como el que tenía Indra. ¿Acaso los licántropos se hallaban en el camino de la extinción?

Todos se miraron y miraron al nuevo alfa: Tsunade

Nagato bostezo aburrido. Lo único que deseaba era volver a ver a su niña, giro en busca de Konan y Yahiko y no los encontró. Frunció el ceño… desde que se unificaron como pareja lo dejaban de lado… se sentía solito. Como un estúpido violinista que no pinta nada. Suspiro, más sus suspiros cesaron al sentir el olor de alguien muy familiar. Rápidamente giro para buscar al dueño de ese olor

Boruto camino de cuclillas por el borde de la cueva central, aunque su madre le ordenara estar presente en la reunión, él no lo haría, no se arriesgaría a que ese vampiro lo viera y pusiera las manos encima gritando: Hijo mío cuanto has crecido…

Era tan ignominioso. Adiós orgullo y hola humillación, ya se imaginaba a los cachorros llamándolo: el bebito de mami. Suficiente tenía con su madre biológica que no lo dejaba hacer anda por miedo que se lastimara, como para soportar a Nagato.  

Negó con la cabeza. En primera ni era su hijo, en segundo ni relación sanguínea o de especie tenía con el… y en tercera: le avergonzaba mucho, y todos se reían de él.

-¡Allí estas!-Grito Nagato-¡Hijo mío… hace cuanto que no te veo!-Corría en su dirección. Mientras borito se transformaba y se daba a la fuga como alma que lleva el diablo. Maldijo que Sarada no estuviera allí, por lo general al verla el vampiro se concentra en ella y lo deja en paz.

-¿Otra vez?-Repuso Iruka arqueando las cejas, al ver al menor huir a toda marcha.

-Esos nunca cambian- apoyo Kiba rascándose la cien, y mirando a Shikamaru revisando los acuerdos del tratado, antes de dar su informe anual sobre los avances en la población vampírica y licántropa, Su mirad de preocupación era clara, el vampiro infante no tenía intenciones alguna de convertir a nadie. Alegaba que no le daba su regalada gana, como si esa respuesta fuera la más brillante del mundo. Quizás porque temía cometer los mismos errores que Kaguya, quizás porque sin Yahiko ni Konan no se sentía capaz de controlar a sus creaciones. Simplemente no se tenía ni una minúscula de confianza en sus habilidades. También porque usaba esta actitud como una estrategia para dejar que tanto Yahiko como Konan regresaran a la isla carmesí. Maldijo esa parte del acuerdo donde no se admitían lobos en la isla por diez años. No quería estar solito esperando cada año la reunión para ver a sus seres queridos.

Supuso que hablarían de esto esa noche en su cueva.

-Llegaron- Grito Tsunade enérgica como siempre.

Apenas escucho eso, los oídos puntiagudos de Nagato se pararon y se detuvo para dar media vuelta. Podía querer mucho a Boruto, pero Sarada… era su pequeña niña. Su bebe, a la que vio nacer y cuido por tanto tiempo y también estaba Sasuke… quizás habría más bebes.

Corrió veloz como el viento

Desde las sombras Yahiko miraba tranquilo a Nagato. No era que le gustase esconderse de él, pero Nagato debía aprender a ser independiente y tomarse enserio su cargo de guardián. Para ser sincero él también lo extrañaba y debía conformarse con verlo una vez al año, de no ser por Konan quizás hubiese roto las reglas y acudido a la isla carmesí para verificar que Nagato estuviera bien.

De la nada Konan aparecía detrás suyo y depositaba una mano sobre su hombro.

Sarada en el auto miro a un costado. Ya sentía el olor de su tio Nagato corriendo para recibirlos, pero esta vez estaba preparada para él. Sonrió acariciando la cabeza de su hermanito de dos meses. Esta vez no sufriría los abrazos torturadores de su tio y su constante griterío ya taques de mimos innecesarios.

-Es tu turno de satisfacer a esa bestia-Repuso levantándolo del cuello

-Sarada!-Le regaño Sasuke- tu hermano no es ningún perro para que lo levantes del cuello

-Ma, es un licántropo, no le pasara nada…-Concluyo al ver parado a Nagato a un costado del auto mirando con esos ojos de cachorro moqueado al nuevo integrante de la familia.

-¡Hijo mío!-concluyo tomándolo entre sus manos

-Problema resuelto-dijo Sarada, mirando a sus padres, más que nada a su Padre Naruto que rechinaba los dientes de la rabia. Supuso que aunque su madre Sasuke envejecía físicamente su padre lo hacía en espirito, pues se había convertido en un regañadientes de la familia. Renegaba de todo y de nada.

-¿Cómo se llama?-Interrogo Nagato a Sasuke y Sarada

-Menma-dijo La chica dándole un beso en la mejilla a su tio. Podía ser pesado y muy escandaloso, pero era su querido tio-¿Has visto al cobarde de mi hermano?- pregunto, pues ya lo imaginaba escondido en algún lugar para librarse de su tio Nagato

-Sí, estaba por allí- señalo la punta de la montaña. Suspiro y se encamino hacia esa dirección

-Que mono…-Seguía Nagato con el pequeño, para luego mirar a Sasuke-¿Me lo puedo quedar?

-¡NO!-Grito Naruto antes que Sasuke dijera anda.

Yahiko miraba a Konan, Tenía una expresión de preocupación, mas no se animaba a decir palabra alguna

-¿Di de una vez que ocurre?-Repuso Yahiko aburrido del drama de Konan, de verdad estas últimas semanas la chica había sido un mar de emociones tanto así que temió que se pusiera a llorar.

-¡Estoy embarazada!-Dijo como si fuera una catástrofe

Yahiko suspiro… ya se imaginaba lo que se les avecinaba, pero bueno… Para ser sincero no le molestaba en lo más mínimo. No comprendió porque Konan hacia tanto escándalo, ni que Nagato fuera un devora a su hijo.

-No lo entiendes… -Reprocho Konan- me pondré gorda y fea…

Yahiko sentía estrés. Sinceramente la vida de pareja era pesada, y uno nunca terminaba de conocer a su pareja. Al menos no era un típico drama sobre Nagato y su obsesión con los bebes que de esos reclamos ya tenía de sobra.

-Hola-Dijo Sarada al descubrir a su medio hermano en la copa de un árbol vigilándola, dudando en acercarse por miedo a Nagato. Es que esa bestia no se daba cuanta que sus abrazos eran torturas, que sus griteríos eran un puñado de dagas de vergüenza clavadas en su espalda… en fin lo hacía parecer tan ridículos

-ah, hi-dijo bajando de un salto

-Has crecido-inquirió Sarada mirándolo, eran casi de la misma estatura. Boruto la miro de reojo.

-Otra reunión aburrida…- concluyo Boruto cambiando de tema- ¿y como te va en tu vida citadina?

-Regular…- dijo la morena sentándose en el suelo. Mirando como Boruto también lo hacia

-Sabias que el nuevo alfa fue designado. Dicen que será Kiba. Al fin tantas suplicas dieron resultado. Al fin Tsunade tirara la toalla y le dará el puesto a Kiba

-Que bien

-¡Como que: qué bien! ¡Es débil!-chillo Boruto

-Nadie más quiere ese puesto-Repuso Sarada apoyando su cabeza sobre el hombro de Boruto, lo que provocó que el rubio se sonrojara.

-¿Te molesta?-Pregunto Sarada sin mostrar intención alguna de apartarse

-No seas tonta… Eres mi hermana, claro que me molesta. ¡¿Qué dirán los demás!?

-¡Esos hermanos tan cercanos! Supongo- repuso Sarada

-Papa… ¿Él sigue oponiéndose a que vivan en el nido?

-Sí, ya sabes… es un egoísta que no desea compartir a “Su Sasuke”

-Es un exagerado

-Supongo…

-Sabes nacieron las nuevas camadas de licántropos. Son tan geniales… -Rio recordando a los cachorros

-¿Alguna hembra?-Pregunto Sarada indiferente

-Sip. Hay tre…es-dijo a medias al sentir un pellizco por parte de Sarada y la miro molesto-¿qué te pasa?

-Nada- dijo Sarada separándose de Boruto, para mirar a otro lado

-Sarada-Volvió a llamarla

-Esto es aburrido-concluyo Sarada levantándose y caminado- vamos por el tio Yahiko, para entrenar. Que no decías que serias el más fuerte de la manada y siguiente alfa… Quiero ver si cumples tus palabras. Enclenque-Repuso enfureciendo a Boruto que ya se ponía en marcha en busca de Yahiko

Sarada miro con detenimiento el inicio de la batalla entre Yahiko y Boruto. Como era de esperar ella no participaría, alegaba que no era elegante en una dama verse como bestia, aunque por dentro se moría, pero no. Aceptaría el papel de débil, pues no deseaba interferir con su hermano en su búsqueda por ser el alfa.

“No necesito ser fuerte, solo te necesito a ti…” repuso sonriendo. El futuro aún era basto, aún tenían un amplio camino por recorrer. Las cosas se complicarían en un par de años, pero aun así ella lucharía por conseguir que su despistado hermano comprendiera sus sentimientos y la aceptara como pareja. Aunque el mundo se les pusiera en contra. Supuso que saco lo de cabeza dura de su padre.

Continuara...

Notas finales:

jujujuju. escribi como cinco ovas, y no me decidi por alguna, al final a jugar a dedito cieguito, elige el buenito... XD

Espero que les agrade. 

Bye, 


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