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Notas del capitulo:

Aquei viene el lemon. dios si que soy mala para esto. bueno me esforce, espero que les guste el Lemon. 

Cap 4


Unificación


Las puertas del lujoso auto negro se abrieron indicando que era momento de bajar. Sasuke trago saliva. Las últimas palabras de Naruto eran en sentido sexual, sentido asesino o qué demonios. Apenas si extendió una pierna para salir del vehículo cuando ya tenía a Naruto frente suyo tomándolo de la mano y dirigiéndole dentro de aquella casona abandonada.


-Es, ¡Espera!- Se quejó reaccionando a la acción de Naruto


-Elige: ¿en la casa, aquí o en el auto?- Repuso Naruto sin mirarle lo único que se animó a hacer fue soltar la mano de Sasuke para darle tiempo de pensar y decidir.


-Terminamos- alegó Sasuke tratando de juntar todo el valor que le quedaba pues no estaba seguro de que diablos era Naruto capaz de hacer, después de todo no era un humano común, por no decir que ni si quiera estaba seguro de que fuera un humano.  


-Sabes, no puedo romper el compromiso- sostuvo Naruto aun sin darle la cara a Sasuke- Pero no fui lo suficientemente claro. No renunciare a ti. Todo es culpa tuya,


-Pues yo no soy el amante de nadie. Y eso es culpa tuya.


Naruto entre cerro los ojos tratando de controlarse.


-No tienes otro camino


-Claro que lo tengo, tengo mil caminos. ¿Acaso si no obedezco me mataras?- Tentó Sasuke rogando que el rubio estuviera tan prendido de él que no pudiera hacerlo. Morir no estaba en sus planes. Naruto por su parte negó con la cabeza.


-No. Dudo poder soportar mi longeva vida sin ti y eso ya de por si me aterra. Eres un simple humano… Envejecerás, morirás… Antes de que pueda siquiera hartarme de ti te veré marchar a un mundo del cual no podre arrebatarte. ¿Tienes idea de cuantas malditas noches he pensado en ese momento? ¿Cuantas veces rompí en furia por verme impotente?  Puedo cumplir cualquier capricho terrenal, pero no puedo contra la naturaleza humana… no contra la muerte- rio sombríamente.


Sasuke Abría y cerraba sus ojos a más no poder. ¿Qué demonios decía el rubio? ¿Estaba loco? Pero lo que había hecho hasta el momento no eran cosas que un humano común pudiera hacer.


-¿Qué demonios eres?


-Tu ¿qué crees?


Sasuke trago nuevamente saliva. Las cosas estaban realmente mal. No es que alguna vez las cosas estuvieran bien con el rubio, pero ese estar mal era diferente a este. Este era de tamaño colosal y el otro apenas llegaba al tamaño de una célula


-¿Ya decidiste donde lo haremos?- cambio el tema al ver como Sasuke se hundía más y más en la negativa de seguir involucrado con el rubio y sus rarezas.


-…- Sasuke no respondió, tan solo miro su alrededor. Supuso que correr no era una buena opción, pero que más le quedaba, solo tratar de huir.


-Déjalo- indicó Naruto y Sasuke volvió a sentirse perturbado por su capacidad de leer sus intenciones, quizás no era solo una sospecha que el rubio pudiese leer sus pensamientos- De verdad déjalo. Si te resiste será doloroso, aunque- rio divertido- Después gemirás de placer como siempre lo haces. Podríamos probar el sadomasoquismo. Aunque a serte sincero soy muy delicado contigo… tuve que desarrollar demasiado auto control antes de animarme a abordarte… si lo hiciera de la forma que deseo… bueno. Eres humano, eres frágil. Aun quiero tratarte como lo más preciado- se acercó a Sasuke y rozo su mejilla con su mano- ¿Puedo?- Suplico mirándole fijamente a los ojos para luego desaparecer de la vista de Sasuke y aparecer en su espalda para depositar su nariz sobre el cuello del moreno y oler su esencia, estremeciendo el cuerpo del Uchiha por el miedo y una extraño placer jamás experimentado antes- ¿Aun puedo tratarte con delicadeza o prefieres que me libere y agote todos tus limites…?- Concluyo empujando al moreno levemente adelante, dando a entender que lo harían en la casa de madera.


-¿Mi palabra vale una mierda?- se quejó Sasuke comenzando a caminar, las cosas quedaban en claro, estaba en manos del rubio.


-No. Que va. Si siempre te escucho y siempre lo hare mientras te quedes a mi lado. ¿No sabes…? Eres lo más preciado que tengo- Concluyo el rubio abriendo la puerta de la casa para luego señalarle al moreno el camino dentro de ella- Ya te lo dije… Fue culpa tuya.


-Vete al infierno- Dijo Sasuke recuperando sus sentidos y empujando al rubio, Si bien estaba a merced del rubio jamás se lo demostraría. Claro tendría que renunciar a su orgullo al aceptar retomar su relación con el rubio como amantes. Pero jamás volvería a oír de sus labios palabra alguna de cariño o amabilidad.  


-Me conformo con eso- Repuso Naruto algo entristecido, pero saber que en el fondo el moreno lo amaba tanto como él lo reconfortaba.


Sasuke miro la casa por dentro. Estaba en ruinas, negó con la cabeza. De un hotel de lujo a un auto, de un auto de lujo pero estrecho a hoteles de mediano prestigio y finalmente a un motel de mala muerte ¿para qué? Para acabar en una casa en ruinas. Que bien avanzaban en su relación. 


Naruto rio, Podía leer cada pensamiento del moreno. Y su modo de analizar las cosas lo dejaba perplejo. Otro humano aún se mantendría en pánico por lo vivido. Aun el miedo recorrería sus venas y la curiosidad invadiría cada pensamiento, pero con Sasuke jamás era así. El moreno solo analizaba y criticaba el lecho mugriento donde se suponía que lo harían. Hasta juraba que ya olvidaba que Naruto no era humano, ya se le había pasado el miedo y la curiosidad. Sasuke vivía el momento a su estilo exigente y egoísta de siempre, con esa aura inquebrantable.


Las manos de Naruto se extendían sin que Sasuke las percibiera. Para Naruto el momento de tenerle entre sus brazos era lento y llegar al moreno le parecía una eternidad, más para Sasuke que se ponía tieso del susto al sentir los brazos de Naruto sobre sus hombros. Él maldito rubio era más rápido que un rayo.


Sasuke abandono el miedo y se llenó de rabia al sentir la lengua del rubio lamer su cuello. No era una maldita paleta.


-No lamas- Ordeno y Naruto rio. Allí estaba de nuevo dándole órdenes. Como siempre Sasuke deseaba tener el control aunque a media sesión Naruto le arrebatara el control y le sometiera  sus caprichos.


-¡Hi!, ¡hi!- Dijo dejando de lamer el cuello del moreno, para dirigir sus manos a los botones de su camisa


-¿Dónde demonios estamos?- Pregunto Sasuke pues no conocía esa parte de la ciudad.


-¿Estamos a punto de tener sexo y preguntas eso…?- comentó entre risas sin dejar su faena de desvestir al moreno que volvía a su lado analítico.


-Cierto…- repuso frunciendo el ceño -¡¿Tienes una puta idea de toda la información que tenía en mi celular y lo caro que me costó?! ¡Era nuevo no tenía ni dos semanas! ¡Abollaste mi auto!- se quejó separándose del rubio.  Para verle frente a frente. Mientras Naruto negaba con la cabeza, allí iban de nuevo… Otra vez el raund de lucha comenzaba. ¿Acaso Sasuke no conocía otra cosas que discutir?- Pongamos las cosas en claro.


Naruto giros sus iris alrededor de sus orbitas oculares. De verdad algunas veces el moreno ahogaba las paciones.


-Pagare el mecánico. Te comprare un celular nuevo


-No hablo solo de eso


-Creí que las cosas quedaban en claro. Volvemos como amantes. Yo me caso y tú te quedas atento a mis llamados, como todo buen amante.


Sasuke le miro con cara de pocos amigos y comenzó a abotonar su camisa, mientras el rubio fruncía el ceño. “¿Otra vez?” se dijo Naruto mirando a Sasuke molesto. Que terquedad.


-Prefiero ser tu prostituto. Esta vez quiero regalías, si tanto me quieres que te cueste, eres rico después de todo.


Naruto negó con la cabeza. El Uchiha siempre buscaba como salirse con la suya.  Se acercó nuevamente a Sasuke y desabotono esos botones que el moreno abotono momentos antes. Miro su torso desnudo y deposito con manos temblorosas sobre el pecho del moreno, bajando  hasta llegar a sus caderas, se arrodillo. Tenía su cabeza frente del ombligo de Sasuke, para luego ágilmente con sus dientes morder aquel botón que sujetaba su pantalón de tela y arrancárselo de un solo jalón.


-Ese pantalón es de marca, ¿Sabes?


-Ya cállate y déjame probar si realmente vales lo que pides.


-Obvio que si- animo Sasuke orgullosos de su constitución y rostro de porcelana, Sasuke no tenía pelos en la lengua para destacar lo mucho que valía. Sintiendo como las manos del rubio se posesionaban de sus caderas  y las rodeaban en busca de su trasero y lo estrujaba con énfasis- No lo hagas así- Nuevamente se quejaba Sasuke, sus pobres nalgas… Si el rubio se obsesionaba con estas, las  pobres acaban con hematomas por la rudeza de sus caricias. Rogo que no se le ocurriera morderlas, si lo hacía seria incomodo sentarse.  


Naruto elevo la mirada hacia arriba pudiendo observar la cara de Sasuke que se debatía entre el enojo y la vergüenza. Rápidamente bajo los pantalones del moreno. Era momento de derrumbar las murallas de su orgullo y someterlo a sus deseos y conocía el camino para lograrlo. Como bestia mordió los calzoncillos de Sasuke  rompiéndolos de un solo jalón, cosa que molesto de sobre manera al moreno que trato de alejarse de Naruto y golpearlo, pero las manos del rubio le impidieron alejarse, de hecho por la acción casi cae al suelo y eso era peor. Pues supuso que tendría al rubio encima suyo en segundos.


-Si te caes pierdes- susurro Naruto sujetando al moreno de las manos para que recuperar el equilibrio. Sasuke tenía razón, de caerse no dudaría en saltarle encimas. Fueron más de dos semanas de abstinencia… Tenía necesidades.


No dudo en meter el miembro de Sasuke en su boca y estimularlo hasta lograr que el moreno le suplicara venirse. Comer a Sasuke de forma lenta al inicio y feroz al final era su pasatiempo favorito.


Lentamente hundía su boca en la virilidad de Sasuke, tan lento y firme que Sasuke sentía la desesperación y debilidad de rogar que acelera la marcha. Se excitaba por el tacto y la presión, pero por dios era demasiado lento y desesperante. Más si decía algo lo lamentaría, el maldito rubio solo estaba probando a ver cuánto aguantaba. Sí, hacerle suplicar era su gozo, pero no caería tan fácilmente, aunque supuso que eso excitaba más a su endemoniado jefe.


Naruto reía sin descuidar su acción con el miembro de Sasuke. Hacerle perder el juicio era tan excitante como el sexo y juntos era el éxtasis más adictivo que haya experimentado en toda su vida.


Cuando conoció a Sasuke supo que no era una persona común y corriente. Cuando entro en esa oficina ocupando el cargo de presidente y dueño de la compañía pudo divisar a cada uno de los empleados y como era de esperar cada uno no separaba su mirada de su imponente presencia, pues con su forma de 25 años era demasiado joven para hacerse cargo de una internacional, algunos lo miraban con celos, lo miraban admirados, en fin. Ninguno apartaba la mirada. Era el jefe. 


Supuso que se aburriría con rapidez de toda esta tontería pero estaba forzado a continuar la  sucesión. Fue entonces que entre el grupo de plebeyos uno despertó su interés. Sasuke Uchiha, el moreno miro al rubio y no le dedico una sonrisa o saludo cordial, dio media vuelta y se encerró en su oficina con un pensamiento tan sencillo y trivial: Para esto me llaman, tengo muchas cosas que hacer como para perder mí tiempo en esto.


Naruto quedó estupefacto, en toda su existencia estuvo más que acostumbrado a ser idolatrado u odiado por los mortales, pero jamás ignorado. Miro detenidamente al moreno y  bueno… no estaba mal… no estaba nada mal, pero a él no le interesaban los humanos, menos los varones. Pero el destino es caprichoso y Naruto a partir de ese día lo descubriría.


Lentamente persiguió al moreno hasta el departamento de ventas y le miro sentarse en su oficina y centrarse en los datos estadísticos de ventas.


-Hola- dijo y Sasuke le dedico una mirada analítica: Otro niño rico con idolatría de grandeza. Shu, shu… Tengo cosas que hacer” concluyo mentalmente Sasuke. Naruto rio. Quizás no moriría de aburrimiento supuso. Si hubiera sabido que ese día marcaria su destino.


Sus dedos se abrieron un camino hacia aquel orificio que tantos ruegos le costó someter. El Uchiha nunca se la ponía fácil.


Sintió las manos de Sasuke enredarse entre sus cabellos por la desesperación y necesidad de que acelerara el paso de su boca sobre su miembro. Ya comenzaba a rendirse.


-Maldita sea, solo muévete- dijo a regaña dientes Sasuke. No admitiría que estaba perdiendo y tampoco le daría el placer a Naruto de verle sufrir por su terquedad.


Su bocas que aún seguía engullendo el pene de Sasuke, simplemente lo saco se su boca y dedico al moreno que sujetaba sus cabellos jalándolos una mirada traviesa.


-Di por favor –Exigió el rubio y Sasuke soltó sus cabellos y dirigió sus manos a su miembro, no rogaría por que el rubio concluyera, prefería atender ese asunto el mismo. Naruto por su parte se acomodó en el suelo mirando con detenimiento a Sasuke que detuvo su proceder y miro al rubio con ganas de asesinarle, más al verlo sacar su celular y usar la aplicación de cámara. Toda su pasión se fue al drenaje.


-¿Qué haces? –cuestiono Sasuke tratando de arrebatarle el celular sin éxito.


-O vamos. Lo puedes hacer mejor…- reprendía el rubio- olvida la cámara cariño, solo concéntrate en eso- Señalo la parte nobles del Uchiha que muy a su pesar aún seguía erecta.


-¡Hijo de puta!- Estallo Sasuke olvidando su excitación por el deseo de coger al maldito rubio y romper ese celular de mierda. Como si no conociera a Naruto, ya se lo imaginaba extorsionándolo con aquellas imágenes si trataba de alejarse de su lado. No, no le daría más control sobre su vida.    


Naruto que no dejaba de esquivar los intentos de Sasuke por arrebatarle el celular, gozaba el momento, no siempre podía tener al Uchiha desnudo saltando hacia su humanidad aunque fuera por un maldito arrebato de cólera.


Ágilmente con una mano tomo al moreno de la cintura y lo empujo contra la pared. Rozando su pierna con la entrepierna del moreno, verificar el estado de aquel miembro aun viril, mientras el otro brazo que sujetaba el celular tranco la mano altanera del moreno que buscaba hacerse con el celular contra la pared.


Ambas miradas quedaron frente a frente.


-Perdiste… -Repuso Naruto acercándose peligrosamente al cuello del moreno para lamerle y después morderle presionando sus dientes sobre su piel hasta oír un gruñido de protesta de parte del moreno. Supuso que no podía ser tan perverso y dejarse llevar por el deseo de devorarlo como la bestia salvaje que podía ser.


-Imbécil…- murmullo Sasuke – No dejes marcas…- ordeno, pero su orden no fue acatada, Naruto bajo un poco más por el cuello de Sasuke y volvió a repetir el acto.  La marca de sus dientes tornaba de color carmesí el cuello pálido del moreno, supuso que dentro de unos días se tornaría de color moráceo. Rio… Sasuke ladraría como perro con rabia hasta que estas marcas desaparecieran, tendría incluso que vestir con cuello de tortuga, cosas que odiaba. De un solo movimiento voltio al Uchiha poniéndolo de espaldas.


-ugh- trago saliva de golpe al sentir esa cosa apuntando en su espalda. ¿Acaso tenía planeado meterle aquella cosa sin previa preparación?- ¡Qué demonios!- Nuevamente trataba de liberarse sin éxito alguno mientras Naruto reía divertido.


-Recuerda, solo dolerá al principio… después… - susurro en su oreja para luego morderla- se sentirá bien… ¿Qué digo…? Tú lo sabes perfectamente… - Capturo su miembro bajo y lo presiono con su mano. Sasuke sintió como sus piernas comenzaba a debilitarse. Resistir era inútil y se odiaba por ello.


La punta comenzaba a abrir ambas nalgas. Sasuke apretó los dientes para evitar que gemido o alarido alguno saliera de su boca, pero Naruto no estaba dispuesto a dejarle salirse con la suya. La mano que sujetaba el celular, lo dejo caer como si las fotografías no significarán nada, pues así era, ahora mismo lo importante era someter al moreno por completo a su deseos. Con la ahora mano libre tomo al moreno del mentón y en un fiero movimiento lo giro por completo abalanzándose sobre él.


Ambos cuerpos cayeron al suelo. Sasuke sintió como su cabeza chocaba contra el suelo de madera y quedaba levemente a aturdido, pero en segundos recuperaba la conciencia y sentía la humanidad de Naruto sobre su cuerpo apoderándose de sus piernas ferozmente para acomodarlas sobre sus hombros, para luego sentir las manos del rubio aprisionar su cadera.


Sin poderlo evitar y comprendiendo que esa posición haría más dolorosa al inserción, rápidamente cubrió su cara con sus brazos y mordió su brazo derecho.


De una sola embestida Naruto invadió el interior de Sasuke y le miro luchando por no emitir sónico alguno. Quizás le había subestimado, pues creyó que de esta manera el moreno terminaría gritando alguno que otro insulto. ¡Pero  no! el orgulloso Uchiha se las ingenió para negarle el gusto de oírlo.


-No muerdas –Ordeno Naruto dando inicio al mete y saca, cuando noto el hilillo de sangre que se marcaba en la comisura de sus labios de Sasuke llegando a su mandíbula y bajando por su cuello. Con una mano quito el brazo de Sasuke de su boca. Sasuke inmediatamente giro su cara a otro lado, como si tratase de ocultar su rostro avergonzado de la fija mirada del rubio. ¿Por qué deseaba verle en ese estado? Era humillante.


-No…-susurro Naruto acercándose a la boca del moreno para lamer aquel rastro de sangre- no vuelvas a lastimar este cuerpo… me pertenece solo yo decidiré sobre el…- Susurro limpiando con su lengua hasta el último rastro de sangre.


-Idiota. Como si eso fuera posible…- Protesto Sin dignarse a ver a Naruto. Aún tenía los ojos cerrados por las sensaciones que comenzaba a sentir en su ser, pero eso no le impedía protestar por las incoherencias que oía.


El cuerpo de Sasuke se tensó y arquero por la última embestida que penetro hasta lo más profundo de sus paredes sensitivas llenándolas del líquido seminal del rubio.  Era un idiota. Una bestia… Y bien que lo sabía.


No era que Sasuke le gustasen los hombres o que practicara sexo ocasional. ¡No que va!. Si Naruto fue su primer hombre y por decirlo así el último. Pero aun con su inexperiencia podía asegurar que el rubio no era para nada normal al momento de tener sexo. Juraba que fabricaba demasiado líquido seminal, que las dimensiones de su miembro no eran muy comunes, que su resistencia era antinatural, aunque ahora que lo vio con esas garras y dientes, sin mencionar su mirada dorada ya no le extrañaba nada. Solo rogaba que se contuviera pues tenía que cumplir otras obligaciones y no podía darse el lujo de quedarse tirado en cama todo el fin de semana y aunque lo hiciera dudo que el fin de semana fuera suficiente para recuperarse.    


Naruto elevo su cuerpo sobre el de Sasuke que respiraba agitado y debilitado por tantas sensaciones. Podía notar el pecho del moreno subir y bajar aceleradamente. Aun no salía de su interior, no deseaba abandonar ese sitio, pero supuso que debía hacerlo, Era demasiado para el moreno después de todo llevaban un buen rato sin hacerlo, así que lentamente saco su miembro del interior de Sasuke y pudo contemplar rastros de sangre, como era de esperar debía volver a amoldar aquel cuerpo a sus ritmo fiero. Suspiro pues se sentía culpable de haberle lastimado, pero debía admitir que esa culpa se esfumaría tan rápido, pues ya sentía la acumulación de sangre en su miembro que solicitaba un segundo raund. Negó mentalmente, aunque lo deseara no lo haría, por lo menos  no esa noche, debía ser suave con Sasuke. Valla que se contenía con el moreno, debían darle premio por su autocontrol.  Se recostó sobre el pecho de Sasuke para escuchar esos latidos de corazón agitados por la  acción vivida.


 -¿Qué haces?-Pregunto Sasuke al cabo de unos minutos, cuando sintió recuperar el control de su respiración.


-Nada-Dijo Naruto libre de culpa


-Pesas


-Aguanta.


“Eres un bastado egoísta” deseaba decir Sasuke pero no lo dijo. No deseaba darle pretextos a su jefe para que iniciara una segunda ronda, le conocía, Naruto no estaría satisfecho con una sección de sexo y él no tenía ganas de someterse a sus caprichos, además dudo que su cuerpo aguantara otra ronda.


-No te alborotes… Sé que estás en tu límite. Seré buen niño y solo dormiré- Calmo el rubio divertido. Sabía lo que pasaba en la cabeza de Sasuke y supo que el moreno volvía a recordar esa habilidad… Ya podía oírlo maldecir mentalmente. Antes siquiera se sentía salvo en sus pensamientos, ahora ni eso podía. Pero no era del todo cierto, solo cuando le tenía cerca podía leerlos, su rango de lectura era de apenas dos metros y solo cuando sus sentimientos estaban entrelazado podía sincronizar sus emociones y saber el estado de Sasuke, el resto era por conocerle, por su aroma… en fin, estaba emparejado con Sasuke y era obvio que prestara atención hasta en el más mínimo detalle.


Las manos de Naruto buscaron las de Sasuke y las atraparon entrelazando sus dedos.


Dios. Como amaba a ese moreno. Pero la cruda realidad era otra. Una realidad que aturdió sus oído antes que el sol alumbrara la casona de madera y lo obligo a abandonar a su persona preciada. No sin antes contemplar aquel cuerpo desnudo tirado sobre el piso empolvado. Ese cuerpo cuyas marcas se manifestaban dentro de unas horas. Aun cuando se contenía no dejaba de lastimarle… Odiaba que Sasuke fuera humano, de ser un licántropo como él todo sería diferente… Podría amarlo sin límites, llegar al éxtasis juntos… compartirían tantas cosas. Bueno, no le quedaba otra que resignarse, era un humano… un frágil y efímero humano.



Los rayos del sol cubrían la ciudad dando los buenos días a todos, menos a Sasuke que sentía su resplandor como cuchillos que perforaban sus parpados y lo obligaban a abrirlo.  


-mmm- Se quejó tratando de buscar con su mano las sabanas de su cama. Pero no encontró nada, solo un punzante dolor en la espalda y la extraña humedad del suelo y entre sus entrepiernas.


-¡Maldito hijo de perra!- Se quejó Sasuke al sentir los recuerdos taladrando su cabeza. Sin mencionar que su cuerpo pesado y pegajoso le anunciaba que sus partes bajas se hallaban entumidas y caminar le sería muy complicado. Cada leve movimiento evocaba una gran cantidad de dolor. Su mirada asesina buscaba por todo el lugar al culpable de sus dolencias, pero el maldito rubio había desaparecido, como todo político cuando le piden rendición de cuentas.


-… ¿Naruto?-Llamo preocupado, pues recordaba que el maldito rubio lo había traído a quien sabe dónde, y dudo que fuera de circulación vehicular fluida. Sin mencionar que le quito su celular y lo arrojo a la carretera. ¿Cómo rayos regresaría a su departamento?


-¿Naruto?  - Volvió a Llamarlo sin obtener respuesta alguna. A duras penas se levantó y dio una mirada por la ventana comprobando su temor. El coche del rubio no estaba. Al girar su cabeza molesto pudo ver sobre la mesa una nota sujeta por una piedra.


“Se presentó un urgente en la oficina. No quise despertarte te dejo dinero para el taxi.”


-¡NARUTO CABRON DE MIERDA!

Notas finales:

Gracias por leer. 

Mil gracias.

Bye!


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