Cap 5
El clan
Naruto alzo la mirada, podía ver las montañas que anunciaban que estaba cerca de su clan. Esta vez que sería lo que su madre deseaba de él. Seguramente hablar sobre el compromiso… Hizo una cara de molestia. Suspiro.
-Al mal paso darle prisa- se dijo tratando de borrar todo recuerdo de Sasuke para que su madre no notara su emparejamiento. Aunque eso era algo estúpido. Seguro que ya lo sabía. Si su madre tenía un séptimo sentido para esas cosas, pero lo que ella no sabía era que se emparejo de un humano y no de uno cualquiera… de un varón.
Mil gotitas de sudor cubrieron su frente de tan solo imaginar la reacción de su madre al enterarse de que abandonaba los melones por una salchicha… Tembló al imaginar su aura asesina… Quizás no llegaría a ocupar el lugar del alfa después de todo, estaba más que seguro que su madre primero lo mataba antes de dejarle salirse con la suya.
-sí que los eliges bien Naruto- se recrimino frustrado. De emparejarse de us actual prometida todo estaría perfecto y es que ella lo tenía todo. Buen cuerpo, una carita de porcelana, era sumisa… Era nada más y nada menos que la hija del alfa del clan del este… Dios. Que le costaba emparejarse con ella.
-Jodido Uchiha-Lo maldijo. De no habérsele cursado en el camino… de no ser endemoniadamente sexi… de no ser… suspiro…- en Serio que pude ver yo en ti, eres un grano en el culo…- reprocho al ausente. Sin saber que paralelamente el ausente (Sasuke) le dedicaba bellos pensamientos de muerte… -debería ir al psicólogo…- se reprochó, quizás hablando con alguien el mismo podría entender sus sentimientos.
Detuvo todos sus pensamientos y puso su mente en blanco. No era el momento para tontear. Miro fijamente las montañas repletas de cavernas que indicaban que había llegado al su madriguera. Podía qué ser que los licántropos fuesen ricos, poderosos, pero eso no implicaba que abandonaran sus costumbres, después de todo la ciudad era un lugar estresante donde no podían tomar su verdadera forma, no podía cazar, no podían correr. La mayoría de los licántropos se quedaban en la madriguera del norte, desde donde mantenían viva sus herencias.
Sus ojos se fijaron en dos lobos. Uno de pelaje blanco que acompañaba al otro de pelaje café. Reconoció al primero: Era Kakashi, más no al segundo, su olor le eran desconocidos. Dejo el auto en camino y desvistiéndose rápidamente para tomar su forma lobuna y adentrarse a una de las cavernas. Allí cerca de doscientos lobos aullaron para darle la bienvenida.
Como respuesta Naruto se unió a los aullidos. En cuestión de segundos todas las cavernas abandonaban el silencio y los aullidos retumbaban por todo el lugar, por todo el bosque. Daba inicio la reunión.
Según se adentraba a la caverna podía ver la última cámara. Una especie de salón subterráneo cuyas paredes brillaban intensamente por los diamantes que resaltaban en sus paredes y el agua cristalina que salía en medio del salón. Agua que se caracterizaba por ser curativa y darles longevidad.
Allí en ese salón Naruto en su forma Lobuna que no era más que un Lobo de color ámbar con nueve colas. Miraba a su madre, la loba de color rojo escarlata que al igual que el tenía nueve colas. El restante eran lobos de diversos colores pero solo poseían una cola. Esa era la pequeña gran diferencia entre los alfas y el resto. Los alfas eran la sangre más pura existente de la especie, cuyo genes eran dominantes. Eran descendientes de los primeros, pudiendo mantener su pureza hasta por cinco generaciones. Por tanto ahora debía volverse a renovar y para ello se acordó la unificación de dos clanes, para así garantizar la variabilidad genética y la creación de un nuevo alfa puro.
Naruto miro al frente a su madre y busco con la mirada a su “Prometida” y allí estaba detrás de su madre con la cabeza agachada. Pues valla que era bella, incluso en su forma lobuna. Pero… suspiro y se acercó su madre para tomar su lugar al lado de ella y de su prometida Hinata, la loba de color negro azulado, cuyos ojos blancos llamaron su atención sin mencionar que la chica no tenía nueve colas.
-Mamá- Hablo Naruto, mas su madre gruño, indicándole que no era el momento de fijarse en pequeños detalles.
A Naruto no el quedo de otra que quedarse callado, manifestando su molestia, por su parte Hinata se sentía morir, sabía que no tener nueve colas como el resto de los alfas y sus descendiente era malo.
“Gomene Naruto-kun” pensó dentro suyo la pelinegra.
Pero a nadie pareció importarle ni el malhumor de Naruto o la actitud sumisa de Hinata. Todos los adultos y actuales alfas pasaron a sentarse alrededor de la fuente, al lado suyo si los tenían sus descendientes y detrás sus betas.
Por parte de la manada de oeste se hallaba un lobo algo viejo cuyo pelaje le hacía lucir como un San Bernardo. Le dio ganas de reír, pues su pelaje también lo asimilaba a esa especie de canino. Más se contuvo al ver otra anormalidad. Ese también tenía una sola cola. Busco algún descendiente y no lo tenía. Detrás de él descubrió al lobo café que acompañaba a Kakashi, era un lobo de color café con una cicatriz que atravesaba su cara en forma horizontal.
“Es verdad…” se dijo mentalmente recordando como los alfas puros lentamente comenzaban a desaparecer, más aun después de la guerra con los vampiros. Una guerra que concluyo en una masacre para ambos bandos. “chupasangres de mierda” maldijo a los vampiros. Solo recordarlos le hacía hervir la sangre. Aunque el no participo en la guerra tenia razones para odiarlos, pues en ella su padre murió, y su madre le impregno ese odio profundo contra los vampiros, un odio que rozaba el límite de la locura.
La vista de Naruto se centró en el resto de los alfas: el alfa del sur era el último que le faltaba por conocer. Este era algo más bestial que el resto, incluso se rascaba como si tuviera pulgas. Naruto arqueo las cejas. Su madre jamas le dejaba rascarse en las reuniones, no era justo que el Alfa del sur se rascase libremente “que envidia…” se dijo, pero en fracción de segundos observo como el beta del sur le pisaba la cola. “Así que él tampoco al tiene fácil…” rio, pues según su madre él era de su edad, pero ya tenía el puesto oficial de beta desde los cinco años, pues sus padres murieron en la guerra contra los vampiros. Igualmente el beta. Pues valla que la tenían complicado. Tantas responsabilidades… pobrecitos. Empezó a tenerle empatía. Mas al ser descubierto por Kiba le miro asesinamente y no dudo en aullar tan feroz mente que los oídos de Naruto se ensordecieron.
-¡Que me miras cretino!- fue el mensaje en ese aullido. Kushina por su parte soltó un mordisco al aire, indicándole a Naruto que se comportara de una maldita vez. Ya no era un crio para jugueteos.
-Ok. Ok- repuso Naruto con un bostezo. Y fijo su mirada en las colas de esos dos… pues qué diablos pasaba aquí, que solo su madre y el tenían las nueve colas… el resto apenas una sola colita. “que patéticos” sentención Naruto y su madre que le leyó los pensamientos lo miro sombría, como quien manda un ultimato: otra más y nadas con los peces.
Naruto se estremeció y dio gracias al cielo que solo su madre tuviera esa capacidad, pues solo los de igual nivel de poder o superior podían leer los pensamientos de otro lobo, de ser inferiores no podría hacerlo.
-Antes de hablar del compromiso- volvió a decir Danzo, pues nadie le había prestado atención. Y era obvia su molestia. Siendo el mayor de todos era lógico que todos lo respetaran, pero que respeto se puede esperar de cuatro (Kushina, Hinata, Naruto y Kiba) alfas y sucesores de alfas que acaban de salir de sus pañales según Danzo. Giro detrás de él y contemplo a Iruka que se mordía la lengua para no estallar en carcajadas al igual que Kakashi e incluso Tsunade que acababa de llegar y posesionarse como la beta del clan del este, es decir detrás de Hinata- De verdad… -dijo con voz sombría- estamos cerca de una nueva guerra y solo se presentan niños que no toman nada en serio- Les llamo la atención, entonces todos pusieron semblante serio. La guerra no era un juego, y el simple hecho de hablar de ella traía malos recuerdos a sus corazones.
-es verdad- dijo Kakashi, y tanto Kushina y Naruto giraron a verle. Desde cuando su beta les escondía información- EL beta del Sur acaba de darme un informe de la situación que atraviesan- dijo rápidamente Kakashi para no ser reprendido por Kushina.
-Sí. Tal como dije al beta del Norte- interrumpió Shikamaru- los vampiros están retomando fuerzas. Están colectando humanos y convirtiéndolos en sus soldados.
-Y cuál es el punto… Siempre han hecho eso- repuso Kiba menospreciando a Shikamaru, su beta
-tiene mucho que ver, si hubieras leído mis informes- le recrimino- es cierto. Los vampiros siempre han hecho eso, siempre han usado a los humanos para alimentase o convertirlos en parte de su ejército, pero en estos últimos años, o mejor dicho en estas últimas dos décadas por medio de internet han atraído un gran número de humanos a una isla llamada Carmesí, en ella son convertidos sin distinción, los únicos requisitos son ser jóvenes.
Todos los licántropos se miraron mutuamente. Esto era grave. ¿Acaso se preparaban para una guerra?
-Bien…- Interrumpió Kushina- mandare un grupo a investigar
-¿Tu?-cuestiono Danzo dudando que la pelirroja Investigara- no queremos iniciar un conflicto antes de tener toda la información-Concluyo Danzo
-¿Qué quieres decirme?
-Calma Alfa del norte- intervino Iruka conociendo el temperamento de ambos
-Tu cállate chiquillo del demonio- fue la respuesta por parte de Kushina, así que Iruka simplemente guardo silencio el resto de la reunión. Danzo por su parte lo miro decepcionado “Cobarde” oyó Iruka en los pensamientos de Danzo
-¿Entonces que aremos?- inquirió Kushina
-Esperar- sugirió Shikamaru
-Si no queda de otra…- Repuso de mala gana Kiba
-¿Cómo que no nos queda de otra?- repuso Naruto sin comprender por qué la tardanza, ellos eran licántropos por que no simplemente atacar a esos chupasangre y acabar con este asunto.
-Debemos esperar, tenemos cosas más importantes… debemos garantizar un matrimonio- Señalo Kakashi mirando a Hinata y Naruto..
-Es cierto. Yo quiero ver a mis nietos antes de ver un chupasangre- concluyo Kushina
-Yo prefiero la guerra- Dijo Naruto y todos lo miraron de mala gana, pues Hinata ya no aguantaba y estallaba en llanto.
-Entonces al diablo los vampiros y nos centramos en una boda- Reprocho danzo con enfado, que fue por parte de los presentes el único que parecía estar de acurdo con Naruto, no en la guerra, pero sí en que habían coas más importantes que esa boda. Que estos nunca se tomaban nada enserio
-Eso creo- dijo Kakashi
-si va a ser así… podrías aprovechas para buscarte una pareja- Inquirió Danzo recordando que su débil alfa ya tenía edad de casarse.
-Omitamos eso… -suplico Iruka- yo no creo en esas tonterías. Además dudo que mi hijo salga con nueve colas
-De verdad, ¿cuándo planeas tomarte las cosas enserio?… lo único que haces es perder el tiempo con estupideces
-Enseñar no es una estupidez-Repuso molesto Iruka, pues en su tiempo libre era profesor de historia.
-Eres el alfa de la manda del oeste y yo que soy el beta soy mil veces más fuerte que tú. ¿Cómo planeas proteger a tu mandan si sigues siendo un pelmazo bueno para nada?
-Por eso te cedi el puesto de Alfa
-Estúpido eso no se cede- seguían discutiendo. Mientras el resto se concentraba más en los prometidos.
-Sera la próxima luna llena- animo Kushina -Deberían salir para conocerse mejor
Naruto arqueo las cejas. No tenía ganas de conocer a Hinata…
-Eto… ¿Seguro que esta unión garantizara un alfa de nueve colas?- dijo serio y Hinata se escondió detrás de Tsunade con los ojos húmedos, estaba a punto de volver a estallar en llanto.
-Claro que lo ara- le grito Tsunade- aunque no lo creas Hinata dará a luz a un alfa de diez colas. Te lo aseguro…
Naruto la miro despectivamente. Como le fastidiaba todo esto y más cuando avanzo la noche y todos los malditos lobos no paraban de aullar. ¿Cómo estaría Sasuke…? borro esos pensamientos. No debía pensar ni un segundo en el moreno. Era peligroso.
En una esquina Kushina se paraba al lado de Kakashi y miraba a la distancia seria a Naruto
-¿Aún no?-Pregunto a Kakashi
-No. Por más que le he seguido la pista no he dado con ella. Se mueven mucho y acuden a lugares extraños para sus encuentros.
-encuéntrala y mátala. No permitiré que nadie interfiera con esta unión.
-Hi- fue lo único que repuso Kakashi devorando un trozo de carne cruda.
-Kakashi no se te olvide que eres el beta. Y debes velar por el clan aun si va en contra de los deseos del alfa. Debes asegurar el futuro del clan.
Kakashi dejo de comer por leves segundos. Era cierto, debía asegurar el futuro del Clan, y sinceramente que el rubio se halla emparejado con alguien que no pertenecía a su especie iba en contra del bienestar del clan.