Cap. 7
Isla carmesí
El aroma salado del mar comenzaba manifestarse. Sasuke pudo ver como daba inicio al ocaso, ver el mar por horas podía ser algo aburrido, verlo por un día entero… fastidiaba, Pero algo comenzaba a cambiar. El atardecer y su coloración rojiza teñían el mar de rojo. Quizás fue un presagio o solo coincidencia: el mar parecía sangre. De hecho el sol, las nubes… en fin todo el horizonte visual era de color rojo, incluso ellos se veían cubiertos por un rojo suave que hacía ver todo color sepia.
- Así que esta es la razón del nombre- dedujo Sasuke. Aún tenía mucho que pensar sobre lo que haría de aquí en adelante, pero ese fenómeno natural de por si lo cautivaba. Era verdad, Después de muchos años se tomó un momento para admirar la naturaleza que lo rodeaba. Toda su vida fue hacer esto, hacer aquello para lograr esto, para lograr aquello. Era la primera vez que no tenía nada que hacer. No había reportes, informes… horarios de oficina, las reuniones de oficina. No había nada, ni siquiera su celular para recibir llamada alguna. Estaba aislado de todo lo que fue. Era como cuando salía del orfanato… sin nadie, sin perrito que le ladre. Una especie de libertad y a la vez prisión, pues debía renunciar a su libertad juvenil para sobrevivir. Debía madurar y acoplarse a las demandas sociales. Sin sueños, ni ambiciones que compartir con nadie, solo un tonto instinto de supervivencia y necesidad de acoplamiento social creyendo que de ese modo encontraría la felicidad, sin embargo nunca hallaba el tiempo o el momento. Cuando estuvo en la universidad era demasiado aburrido, demasiado ocupado para compartir con amigos o buscar novia. Cuando entro a trabajar estaba más pendiente en ver que el dinero le alcanzar para cubrir los pagos de su departamento, los muebles, luego el auto… era de nunca acabar el cumplir con las exigencias laborales, políticas de préstamo bancario, impuestos… Etc. nunca tuvo tiempo para sí mismo, ni para desarrollar algún hobby o pasatiempo. Y ahora… ¿Dónde quedaba todo por lo que trabajo tan duro?
Quiso dibujar una sonrisa en sus labios por su nueva vida, pero no veía razón para sonreír. Estaba deprimido y molesto por su situación, así que no pudo sonreír. Miro fijamente al frente de su asiento, allí puestos folletos para los turistas. Tomo uno para saber más de Esa isla, para hallar algún mapa y no solo caminar a la deriva.
Los ojos de Sasuke se abrían de par en par al leer aquel folleto.
“!1000 euros mensuales!” recrimino mentalmente. En esa isla su gobierno ofrecía 1000 euros por que te valla a vivir allí. Te ofrecían ofertas de trabajo increíbles en diversas áreas y no acaba allí la cosa: también te daban una vivienda. Lo único que uno debía hacer era presentarse en las unidades de registro y ya.
“Algo no anda bien…” se dijo, aunque quizás era una de esas nuevas ciudadelas que buscaba hacerse valer como nación y requería una mayor cantidad de población. O quizás uno de esos pueblitos donde solo quedaban viejitos y el gobierno buscaba sangre nueva para que la ciudadela progresara.
“Quizás” dijo cerrando el folleto para ver la tapa en la cual se veía la foto de una ciudad muy tradicionalista. Una de esas que atrae la atención de los turistas por mantener su arquitectura, su cultura casi intacta.
“Ese será tu nuevo hogar…” se dijo regresando el folleto a su lugar, ya había anotado las direcciones de las unidades de registro. De allí para adelante todo dependería del destino.
Miro nuevamente por la ventana. Comenzaba a ver la isla. Dio gracia que ese tren lo llevara directamente. Aunque debió costar una fortuna crear esas rieles que atravesaban el mismo mar, y pese a ser un viaje cansado de tres días valía la pena. Era como si el destino le gritara que era la mejor elección de su vida, y así decidió tomarla.
….
Naruto crujía sus dientes por la desesperación de largarse del nido. Quería regresar ya no soportaba más esa angustia. Algo malo debía estar pasando.
-Si tanto te quieres largar vete- dijo Kushina apareciendo detrás de su hijo para darle un coscorrón en la cabeza- Solo me pones en ridículo- concluyo La pelirroja con expresión molesta.
-¿De verdad?- Cuestiono Naruto a su madre, dedicándole una sonrisa de agradecimiento
-Si. Solo me estas avergonzando- concluyo Kushina mirando como Naruto comenzaba a correr velos mente en dirección de su movilidad.
Los ojos de Kushina miraron a Naruto fijamente y sin hacerse esperar Kakashi aprecia detrás de ella.
-Ya sabes que hacer- Dijo indiferente Kushina y Kakashi asintió. Para luego desaparecer. Por su parte el resto seguía en sus charlas sobre negocios, chismes de la vida diaria, críticas a los humanos y una que otra vez tocaban el tema de la guerra que lentamente se les venía encima.
Iruka giro algo extrañado de la ausencia de Naruto y Kakashi, miro a Kushina y luego a Shikamaru, él también le miro y ambos dedujeron lo que los rumores decían: el Alfa del norte se había emparejado con una humana. Por ende la madre de seguro quería la cabeza de la infeliz.
Iruka elevo su copa en dirección de Shikamaru y este le correspondió. Al diablo los problemas no tenían nada que ver con ellos así que a seguir con la fiesta.
Naruto sobre paso los límites de velocidad. Como era de esperarse un oficial de policía lo detuvo y después de la discusión acalorada y a punto de ser encarcelado, Kakashi hizo su aparición como su salvador. No tardo ni dos minutos para convencer al policía de dejar a Naruto.
-Cuanto le ofreciste
-Cinco grandes
-¡CINCO!- Se quejó Naruto
-Eran los cinco o una semana en la cárcel y dos haciendo trabajos sociales. ¿Cuál elegirías?
-Bien, bien…-Repuso Naruto mirando su movilidad, para percatarse del verdadero motivo de la aparición de Kakashi- ¿Qué haces aquí? ¿Mi madre te mando?
-No es obvio
-Lárgate o te ira muy mal
-calma. Mientras te cases con Hinata me vale mierda con quien te revuelques. Creí que eso ya había quedado claro.
Naruto le miro con desconfianza, pero después recordó que se criaron juntos y eran como hermanos. Los latosos hermanos que ponían a su madre los nervios de punta.
-Cumpliré con mi destino, pero no renunciare a esa persona
-Como digas. Es mejor para mí hacerme la vista gorda, después de todo entre serle leal al viejo alfa o el nuevo alfa, es mejor serle fiel al nuevo. Y a todo esto… ¿Qué le hiciste esta vez?
-como que “qué” le hice?
-Estamos hablando de ti. Algo debiste hacer. De lo contrario no estarías tan desesperado por ir a verla. ¿Fuiste lo bastante estúpido para decirle que era un licántropo y se le salió el chisme? Quizás… le dijiste de tu matrimonio con Hinata… Valla que eres idiota.
-Que va, si yo no hice nada de eso, creo… bueno Arroje su celular por la carretera… y… bueno ya sabes cómo son los humanos- Kakashi negó con la cabeza.
-dime… ¿Qué se siente estar emparejado con un humano?
-es el mismo infierno. Cuando estas emparejado con un licántropo ambos saben que lo están, el sello de ambos brilla al unirse en un solo ser marcándose en el pecho de ambos, cada uno con una mitad. Pero con un humano… es un fastidio. Solo tú tienes el maldito sello en tu pecho y los humanos nada. Ellos pueden romper el vínculo y olvidarte cuando se lo proponen de corazón, pero nosotros… sabes que a menos que se mueran no lograremos emparejarnos de nadie más. Es una tortura.
-Pudiste evitar emparejarte de esa mujer
-No es tan fácil… Simplemente paso, ni yo me di cuenta. Solo una noche de pasión y allí estaba el maldito sello…
-Eres un idiota. Si sabias que te atraía porque diablos dormiste con esa mujer, solo completaste el emparejamiento
-Ya lo sé. Pero… Era endemoniadamente sexy y la oportunidad se dio…
-A menos de que muera… jamas podre amar a nadie más y eso… me tomaría años décadas olvidarle… imaginarle rehacer su vida… eso me hierve la sangre… emparejarse de un humano es una maldita enfermedad… no ganas nada, solo pierdes.
-Es complejo cierto. Hablando de ella. ¿Puedes decirme quién diablos es?. Mira que la intriga me está matando- Nauro le miro serio.
-Primero muerto que decirlo-repuso, obviamente pues los alfas tenían acceso a los recuerdos de los omegas.
-Supuse que dirías eso- dijo Kakashi al ver como Naruto estacionaba el auto cerca de la ciudad- ¿Aquí me quedo?-cuestiono Kakashi malhumorado. Mirando como Naruto asentía con su cara sínica.
….
Apenas llego a al departamento de Sasuke, sintió la tensión. Su aroma era añejo, es decir, claro que su aroma estaba presente, pero no era fresco. Era el aroma de sus ropas, mas no de su sudor. No había rastros de su calor. Entro rápidamente a su piso y sus ojos evidenciaron su temor. La sala limpia, más su habitación… todas sus ropas tiradas por el suelo y muchos de sus cajones vacíos.
Su cara abandono todo rastro de furia y se tornó seria, tan seria que daba miedo. Rápidamente puso una mano sobre la cama de Sasuke
-Cuatro días…- Susurro, ese era el tiempo aproximado de la ausencia del Sasuke en su departamento. Nuevamente inhalo y descubrió algo escondido bajo una de las prendas de Sasuke. El anillo.
Con su pie alejo la prenda y miro receloso la joya antes de tomarla y de la nada clavársela en su estómago, para luego salir de ese lugar
“Si piensas que puedes escaparte de mí estas muy equivocado. Nunca te la dejare fácil Sasuke. Nunca” dijo en tono serio, con unos ojos de color ámbar.
Sería un reto, el mayor reto de su vida, pero lo haría captaría su olor sin importar en que rincón del mundo se escondiera o cuánto tiempo demorara… le daría caza. No le dejaría salirse con la suya.
…..
Las personas eran… eran tan extrañas, el lugar mismo era extraño, desde la catedral se oía una voz delicada que cantaba una canción en un idioma desconocido, las casas bueno todas ellas desprendían una extraña energía. Así lo percibió Sasuke, que fácilmente podía comenzar a categorizar a las personas que habitaban la isla:
Los nuevos, aquellos que vestían ropas casuales y cargaban sus maletas, en este grupo se hallaban él, y al igual que el resto parecían perdidos buscando los puntos de registro.
Los de blanca capucha y uniforme de color negro. Esos eran los guardias de la ciudad. Era imposible verles la cara por las capuchas, pero todos ellos los esperaban y acababan con su incertidumbre de no saber dónde ir, pues rápidamente comenzaban a sepárales en grupos de diez, para así llevarlos personalmente a los puntos de registro. Lo extraño de estos era que no pronunciaban palabra alguna. Como si se tratase de una película de terror.
Lentamente muchos como él comenzaban a cuestionar su decisión de vivir en ese lugar, pero ya era tarde, era imposible marcharse del grupo, no porque ellos se lo impidiera, solo que no podían. Como si sus cuerpos no los obedecieran.
El grupo de capuchas rojas y uniformes negros: al parecer tenían una función diferente a los de capucha blanca, pues permanecían inmóviles custodiando la catedral y cada puto de registro.
El grupo de capuchas negras y uniforme negro: apenas vio a uno de estos entrando dentro del punto de registro, al parecer era quien “tomaba los datos”.
Sasuke respiro hondo, quizás exageraba. Pero sintió al mirada fija del de capucha negra y su cuerpo mismo se estremeció de miedo. Pudo ver unos ojos rojos que emitían un aura asesina, casi similar a los de Naruto cuando su mirada cambiaba a una de color dorado. Entonces cada célula de su cuerpo grito “Debemos huir”
En cuestión de segundos el hombre de capucha negra se paraba frente de Sasuke.
…
Sentado en un escritorio de madera de olivo, hacia una figura recubierta por un manto de color naranja. La figura que hasta el momento parecía muy ocupada en armar un rompecabezas de dos mil piezas, se detuvo al percatarse de la llegada a la catedral de invitados. A su lado se hallaba un hombre de gran tamaño, su nombre era Yahiko, a diferencia del resto que pertenecía a la isla, Yahiko vestía ropa casual como los recién llegados.
-wwwwosh- dijo el de capucha naranja emocionado y Yahiko le miro arqueando la cejas- llego el eslabón perdido- repuso el de capucha naranja y en ese preciso momento de abrían las puertas de esa habitación.
-¡Señor!-Entro exclamando el encapuchado de color negro. Yahiko que hasta ese momento miraba al encapuchado de color naranja giro su mirada al de color negro y al humano que este traía consigo.
Para Yahiko no le fue difícil percatarse del problema: ese humano apestaba a Licántropo y no solo eso. Suspiro pesadamente al ver la sonrisa de oreja a oreja del encapuchado de color naranja.
…
-¡Muérdelo!- ordeno el de capucha Naranja a uno de capucha blanca en uno de los puntos de registro.
-Imposible- se quejó el de capucha blanca, entonces Sasuke pudo identificar una cosa. Los de capucha blanca eran féminas- Apesta a licántropo y… -guardo silencio esquivando su mirada a un lado- ¿hace esto para su diversión verdad señor?
-No, no, no… Yo jamas haría tal cosa- dijo el encapuchado de color naranja- lo hago por curiosidad- la mujer sintió una ganas tremendas de decapitar al encapuchado de color naranja, más se contuvo. Un hijo jamas podría ponerle un solo dedo a su padre o creador. Si, ponerle un dedo era equivalente a una muerte segura, aunque… miro a Yahiko. Quizás ese hombre podía asesinar a su creador, más negó con la cabeza, eso era imposible. Primero muerto antes de que Yahiko le asesinara. Era eso a lo que los humanos llamaban lealtad o simple dependencia.
-Ya basta-dijo Yahiko dirigiéndose al de capucha naranja, este le miro y suspiro
-si es así… simplemente déjame probar algo mas y luego lo matas- aquellas palabras pusieron la piel de gallina a Sasuke que seguía en su inútil intento de escapar sin éxito. Definitivamente algo le impedía oponer resistencia o mover su cuerpo a voluntad.
De la nada el de color Naranja se acercaba a Sasuke y con una mano inclinaba su cabeza, ante la mirada asombrada de Yahiko y la encapuchada de color blanco.
Lentamente los dientes del de capucha naranja presionaban la piel nívea del cuello de Sasuke, cuando de la nada Yahiko le jalaba del brazo impidiéndoselo.
-¡¿Que diantres haces?!- reclamo molesto, la fuerza con la cual le jalo basto para que la capucha que tenía encima callera al suelo dejando su rostro al descubierto. Grande fue la sorpresa de la fémina al ver la imagen de su creador: era un niño. Es decir un infante vampiro, un tabú entre la especie de inmortales. La mujer estuvo a punto de salir corriendo y gritar a todo pulmón su descubrimiento pero antes de lograrlo las enormes garras de Yahiko convertido en hombre lobo la destrozaron de un solo movimiento.
Por su parte el infante vampiro que por la agitación dejo de levitar y hacía en el suelo buscando su capucha miro con tristeza el proceder de Yahiko, pero luego giro a mirar a Sasuke que aun miraba asombrado lo ocurrido.
-Una gran impresión… Ver como un vampiro es destrozado por un lobo de diez colas cierto…-dijo El infante vampiro- no te preocupes esta domesticado… no morderá la mano que lo alimenta. Dijo poniéndose su capucha de color naranja que ahora arrastraba por los suelos, era muy pequeño para esa cosa.
-No, no la morderé, pero puedo romperte todos los huesos. ¿Qué demonios pretendes tratando de convertir a ese hombre en un vampiro?. Acaso planeas iniciar una guerra. ¿Acaso olvidas lo que ocurrió al última guerra?- Repuso Yahiko abandonando su forma lobuna para luego mirar como el infante vampiro le extendía su capucha naranja.
-Calma perrito, calma-dijo el infante- vístete o pueden acusarte de pervertido… ya sabes cómo es la defensoría de la niñez- se burlaba –además mira el cuello de nuestro invitado y lo comprenderás…- concluyo con una cálida sonrisa.
Yahiko miro al menor de cabellera roja y ojos moráceos con unos círculos negros que rodeaban su pupila.
-Nagato…- susurro calmándose y acercándose a Sasuke- no juegues con fuego o te quemaras- concluyo Yahiko mirando a Sasuke que seguía inmóvil. Dio gracias al cielo de contar con Konan para inmovilizar a todos los humanos.- qué demonios- exclamo Yahiko mirando el cuello de Sasuke. Para luego tomar a Nagato del mentó y mirar sus dientes. Estos estaban comenzando a podrirse.
-Imposible…- susurro Yahiko- tus dientes… ese sujeto
-Na, es muy posible. Es un hibrido después de todo- concluyo Nagato al momento que se arrancaba los caninos de la boca para dar paso al crecimiento de nuevos.
-No, no…- seguía Yahiko torturándose con el descubrimiento
-Exageras chamaco, exageras como siempre…- reclamaba Nagato sonriente mirando fijamente a Sasuke- y tu ni siquiera sabes que diantres pasa ¿cierto?- pregunto Nagato pero no obtuvo respuestas de Sasuke- rayos… se me olvidaba que aun estas bajo el hechizo de Konan- concluyo depositando dos dedos sobre la frente de Sasuke que de la nada comenzaba a moverse libertad dando como primer acto el intento de huida sin éxito pues por la torpeza de sus pies caia al suelo.
-calma… soy tu amigo… quiero ayudarte a ti y al bebe que llevas dentro- concluyo Nagato. Mientras veía como desaparecían de los ojos de Sasuke el miedo y se llenaban de incredibilidad y curiosidad
-Esto… esto es un broma cierto- dijo Sasuke tratando de buscar las cámaras ocultas. Quizás esto era parte de un programa de televisión- ya se. Es una maldita pesadilla. Me quede dormido y cuando despierte…- decía al mismo tiempo que se pellizcaba. Es que era imposible que esto pasara. Es decir esto era la vida real no una tonta película.
-ya veo…- susurro Nagato- quizás todo sea un sueño… - se pellizco la mejilla y no despertó, pellizco la mejilla de Yahiko que le dio un coscorrón de la rabia y tampoco despertaba, entonces se acercó a Sasuke y le dio un pellizco en la mejilla que se transformó en un grito de dolor seguido por otro coscorrón.
Nagato miraba a Sasuke y Yahiko con dos chinchones en la cabeza
-Ustedes no respetan a su Dios- decía Nagato mirándoles con enfado
-Io…- dijo Yahiko acercándose al menor- tú no eres nuestro dios, no nos has creado- concluyo sobándole la cabeza- eres un molesto infante vampiro que su propia especie desea ver muerto y solo crea un ejército para protegerse del resto. Eres solo un niño. No crees eventos que no podrás controlar- concluyo
-Hombres lobos. Vampiros….- se quejaba Sasuke frotándose la cien, pues nada de esto era un sueño
-Exacto, pero tu porque te sorprendes, eres un hibrido y esta emparejado de un licántropo, esto no debería parecerte tan extraño. Incluso esperas un bebe de ese
-Empa… ¿Emparejado? ¿Bebe?- replicaba con cara perpleja
-Creo que no sabe nada. Quizás fue criado como un simple humano
-No me extraña, después de la última guerra la mayoría de los híbridos fueron asesinados…
-Pobre, es un ignorante
-No diga eso Nagato. No es su culpa ser ignorante, es culpa de la sociedad humana.
-pero imagina que hubiera pasado con el embarazo de no habernos conocido… otro hibrido más para el cementerio
-es verdad. Deberían estarnos agradecidos. Tanto el como el padre
-están bromeando cierto- dijo Sasuke
-crees que el padre siquiera sepa del bebe
-Les estoy hablando
-Ni idea, en esas cosas somos algo lentos, dudo que siquiera sepa que es un hibrido
-sí, ni que lo digas, sois unas bestias ignorantes
-estas buscando otro coscorrón
-no, no… claro que no…
Tanto Yahiko como Nagato seguían hablando ignorando a Un Sasuke cuya cabeza parecía a punto de explotar. Como rayos debería tomar todas estas cosas.
…
-A ver, a ver…-decía Nagato en su oficina con Yahiko, Konan que fue llamada después de la iniciación del resto y un Sasuke cuya ceja derecha no dejaba de temblar por todo lo que ocurría.
-Híbridos: son mezcla de dos especies. Tiene la característica de procreación y de longevidad, pero siguen siendo simples humanos- decía Nagato señalando a Sasuke- mientras que Konan aplaudía por la magnífica explicación- Como pueden ver en este espécimen, no solo esta emparejado de un licántropo, eso se nota por el tediosos olor, sino que también espera un hijo suyo. Señalo el cuello de Sasuke que mostraba dos puntos negros, mas no había perforación en la piel.
-Eso es imposible- se quejó Sasuke- los hombres no puedes
-Oi, no escuchaste. No eres humanos, eres un hibrido. Puedes parir
-esto debe ser una broma…- murmuraba Sasuke ignorando aquella afirmación. Eso era imposible. Solo eran palabras absurdas. No había pruebas… en fin era imposible.
-como digas, pero la prueba más evidente es esta- Nagato le mostraba sus dientes podridos en una cajita- Solo los híbridos rechazan la conversión a otra especie, pues su naturaleza al estar en estado impide que sean convertidos aunque… -rio perversamente- si te comes a tu hijo… te convertirás en un inmortal
-Esto debe ser una maldita pesadilla
-que no lo es. Si quieres te vuelvo a pellizcar- Sasuke instintivamente cubrió sus mejillas. El último pellizco aun le dolía.
- Bonito discurso Nagato, pero aun no respondes: ¿Qué planeas hacer con él?-Dijo Yahiko y Konan asintió mirando fijamente al infante vampiro
-Conservarlo-dijo y todos le miraron sorprendidos
- no puedes- gritaron los tres. Yahiko por comprender que la pareja del hibrido no tardaría en llegar a por él. Konan por saber que era tentar al destino. Y Sasuke por que se quería largar de ese lugar de locos.
-Pero que dicen, si ya parecemos una familia, además el me vio- Yahiko se rasco el puente de su nariz. Qué demonios pensaba Nagato, que podía quedarse con cuantas mascotas quisiera. Recordó el final de la guerra. Cuando el menor caminaba sobre los campos ensangrentados y repletos de cadáveres. Allí miro a una mujer licántropo que tenía en sus manos un bebe. De ser un vampiro normal lo hubiera matado, pero no. Nagato lo cogió pues tenía curiosidad de esos seres llamados licántropos, y se lo llevo del lugar. Algo similar paso con Konan, ella que era una hechicera simplemente fue acogida por Nagato después de que su aldea fuera destruida. Ese niño no dejaba de acoger todo lo que atraía su curiosidad.
Huir de él era una idea tentadora y fácil de realizar al alcanzar la madurez, pero con la madures llegaron a comprender una simple realidad: Nagato estaría solo y al parecer tanto licántropos como vampiros deseaban su muerte pues acusaban al menor de ser un error de la naturaleza. Como lo hicieron con los híbridos. Entonces tanto Yahiko como Konan se prometieron protegerle. Ellos mismo se reconocían como el trio carmesí. Y juntos lograron crear toda esa sociedad. Aunque era una sociedad basada en mentiras, pues nadie sabía que Nagato era un infante. Nadie le había visto la rara, solo Yahiko y Konan sabían de su situación y ahora Sasuke se unía a estos.
-No hay otra opción-susurro Konan- él lo ha visto, debemos conservarlo o matarlo
-Eso, eso- decía Nagato.
-No entiendo nada de esto… solo déjenme ir-suplico Sasuke
-Mira hagamos lo siguiente- dijo Nagato acercándose a Sasuke con unas llaves, un plano de la ciudad- ve a tu nueva casa, mira como todos viven aquí y decide, si en una semana aun deseas marcharte puedes hacerlo. Eres libre de hacerlo y te pagare dos mil euros por tu paciencia.
Sasuke le miro desconfiado. Pero esa propuesta parecía lógica. Y supuso que el dinero no le vendría nada mal.
-Ok, pero solo una semana
-bien ya todo está dicho- dijo Nagato feliz
…
Como alma que lleva el diablo, Naruto no se hizo de esperar. Sasuke se había metido en el peor lugar de todos, supuso que creyó que un lugar como ese, un lugar tan lejano y ajeno al tema de tecnología seria el escondite perfecto, un lugar que te prometía le cielo y las estrellas porque vivieras en el sería perfecto. ¿Y después quien era el ingenuo? Reprocho Naruto corriendo a más no poder en su forma lobuna. Esos chupa sangres usaban ese tipo de trucos sucios para traer la máxima cantidad de humanos a su isla para dos finalidades: comerlos o simplemente convertirlos en sus esclavos.
Apenas llego al límite de Tokio pudo sentir el olor de Sasuke, las cosas se le hacían más fáciles, pero cuando llegó a las costas el olor de Sasuke se esfumaba y el velo nocturno cubría la ciudad. Un miedo jamás imaginado recorrió el cuerpo de Naruto. La posibilidad de encontrar muerto al moreno o peor… Convertido en un vampiro.
….
La mirada detallista d Sasuke quedaba asombrado, pese a que al inicio ese lugar parecía una escena de terror, poco a poco se acoplaba a las típicas ciudades repletas de ciudadanos tradicionalistas. Todos caminado de por todas las direcciones con el afán de sus vidas. Parejas de enamorados refugiados en las plazas. Grupo de amigos reunidos en las cavernas. En fin cada quien con so suyo. Incluso los encapuchados desaparecían y se unían a los civiles en los diversos eventos sociales. En fin una ciudadela tranquila, en la cual toda persona añoraría vivir.
Su departamento no se quedaba atrás. Estaba equipado, era amplio con tres habitaciones, garaje y otras dependencias.
-Pues no está nada mal-dijo tentado a quedarse. Es que la imagen que vendían las películas de esta especie era… bueno distinta. Mas la duda resurgió cuando abrió llego a su cocina y vio tres grifos. Uno de agua caliente, otro de agua fría y uno tercero con una manilla de color rojo. La curiosidad le obligo a abrirla y retrocedió aterrado al ver cómo de este salía sangre.
Eran vampiros después de todo y no todos los que llegaban a la isla calificaban como ciudadanos. No claro que no. El grupo rechazado debía convertirse en el alimento de los habitantes de la ciudad.
Sasuke cayó al suelo y comenzó a temblar. Es que una cosa era mirar la superficie del agua, otra hundirse en su profundidad corrientes.
-debo irme- se dijo levantándose decidido a ir a la terminal de trenes para salir de la isla.
…
-se marcha-susurro Konan mirando su bola de cristal. Yahiko que desde su ventana observaba a Nagato concentrado en sus libros, miro a Konan para luego salir de la catedral. Era lógico matar al hibrido si se marchaba. Nadie que conociera la verdadera forma de Nagato podía marcharse.