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Especies por pk2solitarios

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Notas del capitulo:

 

Wiii, acabo de enterarme que digimon regresa. Kyaaaa. Tay*Matt. Próximos fic. XD

Como no escribir de estos dos después de todo fueron mi primer anime XD. Aunque les cambiaron el estilo de dibujo TT-TT

Pro tanta felicidad les dejo otro capítulo. Bye 

Cap 3

                                  Celos

 

Si bien pasaron tres semanas desde la ruptura, las cosas no mejoraban. Cada que se veían no se toleraban y si abrían la boca terminaban maldiciendo al existencia del otro. Aunque el rubio debía admitir que era quien solía buscar a Sasuke para tratar de ablandar el asunto y volver a ser amigos, pero: ¿Existe al amistad después de la ruptura?. Era obvio que no, y el Uchiha no dejaba de remarcárselo pues su actitud seria y casi robótica predominaba ante el rubio que terminaba enfadado y no tardaba en estallar en reclamos y protestas contra el Uchiha tratando de buscar hasta la más mínima falla en su trabajo para reprenderle.

Las cosas poco a poco tocaban un fondo jamás imaginado, tanto que si el fin del mundo llegaba era culpa del Uchiha, sí una mosca volaba era culpa de Uchiha, si hacia frio o calor… Era culpa del Uchiha.   En fin… Jesús no murió por nuestros pecados. Murió por culpa del Uchiha XD

-Dímelo de una vez. ¿Qué rayos le hiciste al jefe para que te odie con cada célula de su cuerpo?-Pregunto Sakura representante del trio de locas, curiosas y chismosas.

-La verdad…- Respondió Sasuke que comprendía que no decir nada era dar pasó a más especulaciones-Le dije:Eres un niño de mami, tu trabajo es mediocre…” supongo que hay quienes no admiten la verdad- concluyo Sasuke revisando algunos folios de ventas y contactos de compañías asociadas a la empresa.

-Y no pensaste: ¡Es el jefe, mejor me callo!- Reclamo Sakura en tono de reproche, pues al ser Sasuke la cabeza del departamento de ventas… Bueno, cada uno de los informes del personal caía a las manos de Naruto que tomaba un “aprecio” especial a la hora de revisarlo y venir a buscar pelea con el Uchiha.  Hasta la más insignificante falla ortográfica, el número de letra era motivo de pelea. Parecía el infierno, ya ni música podían ponerse, tampoco ir a comer tranquilos pues el mínimo retraso implicaba la visita de Naruto, el ahora llamado “Toro gruñón”

-Porque debería tapar el sol con un dedo. Tampoco comprendo tu queja. Es a mí a quien reprende por sus fallas reales o imaginarias- Concluyo Sasuke, pues aunque Naruto solía tener razón en las fallas orto gráficas y los formatos de presentación… El 70% de sus reclamos eran imaginarios.

-Sí, pero lo hace frente de todos. Sabes lo estresante que es verle venir todos los malditos días. ¡Ya me salen canas del estrés!

- Ya te lo he dicho antes. Solo es hasta que cumpla el plazo de remplazo. Todo volverá a la normalidad cuando me valla- Soltó con una mueca de molestia. Después de escuchar diariamente a Naruto y discutir, lo que menos deseaba era ponerse a discutir con Sakura. Solo quería largarse. Si en estos momentos se le aparecía un genio su deseo seria largarse de esa oficina.

Sakura que vestía su típico traje de oficina de color azul, miro con cierta lastima al pelinegro. De verdad juraba que tanto el pelinegro y el rubio eran buenos amigos. Supuso que de la amistad al odio también hay un paso. Pero más que analizar ese detalle siempre se le quedaban mirando y es que era bello. El hombre más bello que jamás conoció, pero bueno… era inalcanzable algo en su aura lo gritaba a los mil vientos: No tocar. Ella que era una hibrida podía verlo, ese humano ya pertenecía a alguien, no sabía a quién, pero a alguien extremadamente fuerte, tanto que sellaba su aura. Como si le pusiera un letrero de no tocar.

Sin decir más Sasuke se levantó de su sillón, la hora laboral había terminado, nada de lo que hiciera Naruto podría detenerle un minuto más en esa oficina. Se levantó de su sillón e hizo una pequeña reverencia hacia Sakura para despedirse. Sakura que aún seguía soñando analizando por qué las cosas acabaron así entre el jefe de ventas y el presidente y dueño de la compañía, correspondió a la reverencia para correr por sus cosas, tampoco estaba en los planes de la peli rosa hacer horas extras un día viernes por la noche.

El garaje del edificio era tan sobrio como en la mayoría de los edificios construidos antes de los ochenta, Naruto dio gracias que así fueran, pues aunque la culpa lo carcomía por dentro no podía evitar comportarse de manera tan infantil. Solo podía manifestar su tristeza y arrepentimiento al llegar la hora de salida, cuando desde su coche miraba escondido por la oscuridad al moreno caminar hacia su auto, subirse a este y marcharse. Valla consuelo y pasatiempo enfermo. Naruto Uzumaki  se vio convertido en un acosador en espera de su presa.

Sasuke que bajaba las gradas acompañado por Sakura que no dejaba de quejarse del estrés laboral y daba gracias que llegaba el fin de semana, luchaban con sus compras y su cartera para ubicar las llaves de su auto, rogando no haber sido estúpida como para dejarlas en la oficina.

-¡Rayos!-Maldecía la ojos verdes

-¿Qué pasa?-Sasuke fingió interés, pues lo deseara o no aún eran compañeros de trabajo y más le valía tenerla de su parte para evitar los rumores más rumores. De verdad si se inventase una máquina del tiempo iría al pasado y mataría con sus propias manos a los creadores de las redes sociales.    

-Olvide las llaves del auto- Sasuke la miro y tubo deseos de seguir su camino, pero al ver todas las cosas que llevaba Sakura en mano se vio obligado a seguir el protocolo social, fingiendo una sonrisa se acercó a al joven y extendió sus manos.

-Te sujeto las compras, ve a por tu llaves.

-No, no… No quiero causarte más molestias. Apuesto que tú también deseas huir- comenzaba a soltar Sakura, y Sasuke mentalmente asintió. Obvio que deseaba irse, pero ni modo, no podía pasar esta oportunidad de sumar puntos a su favor y erradicar las habladurías sobre su persona.

-No te preocupes. Ve- la empujo levemente con una mano sujetando las compras de Sakura con la otra. La joven algo avergonzada comenzó la carrera en busca de sus llaves- ¡Te espero en el parqueo!- fueron las últimas palabras que Sakura escucho de parte de Sasuke. Ojala fuera la única persona que oyera esas palabras, pero no. Naruto que aun esperaba como buen acosador a su presa las oyó. No pudo evitar sentir la tensión que le causaba la curiosidad de saber ¿A quién esperaba Sasuke? 

Desde que conoció al moreno supo que era un tipo solitario que acostumbraba no relacionarse en el trabajo y tampoco tenía intenciones de relacionarse con nadie, como solía decir su vida privada era eso: privada y el trabajo era eso: Trabajo.

Se cuestionó como logro hacer caer al moreno. Quizás un golpe de suerte. Quizás un acontecimiento que solo se presenta una vez cada cien años. Como fuese… Logro lo que nadie en esa oficina pudo, tener al moreno en su lecho no una, no dos, sino varias veces, tantas que perdió al cuenta. Quizás esa fue la razón por la que se sentía molesto. La idea de que alguien más rompiera esa barrera que ponía el pelinegro, la idea de ser remplazado tan pronto… En fin… Los típicos Celos. Celos que le hacían olvidar que estaban emparejados.

Como depredador miraba fijamente a su presa y la estudiaba. Sasuke se paraba frente de un auto de color rojo, no era nuevo, así que supuso que el salario del usuario no era la gran cosa. Eso lo preocupo un poco más, Algunas veces creyó que si el moreno acepto estar con él era por el dinero, si era así: ¿Qué significaba esto?

El moreno rompía las reglas:

1= se metía con alguien del trabajo

2= El extraño no tenía mucho dinero

1 + 2 = Debe gustarle mucho esa persona. 

Apretó el volante con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.

-¡Gracias Sasuke-kun!- Hacia aparición Sakura agitada. Entonces Naruto cayó en otro detalle. Eran más de las siete, era viernes y todos ya se fueron de las oficinas. ¿Por qué esos dos recién salían? ¿Qué hacían juntos hasta estas horas en una oficina abandonada?

Estaba decidido mañana despediría a la resbalosa esa. Se dijo, pero se detuvo. Que acaso eso no era ser evidente. Se golpeó la frente con el volante. Un matrimonio por conveniencia le esperaba a la vuelta de la esquina, Terminar con Sasuke lo decidió él… ¿Por qué aun debía perturbarle tanto las acciones del moreno?... Como si no lo supiera. Estaba emparejado con Sasuke y él ni siquiera lo sabía.

“Al diablo”  Se dijo Naruto decidido a acorralarle.

-No fue nada- Dijo Sasuke entregando a Sakura sus compras, para luego despedirse. La joven hizo lo mismo y cada quien subió a su movilidad para marcharse. A lo menos ese era el plan.

Al ser la entrada del parqueo algo estrecha, Sasuke dio prioridad a la salida de Sakura y esta rápidamente salió, una vez libre la salida Sasuke prendió el motor y se dispuso a marcharse cuando las luces de los faroles una movilidad escondida entre las penumbras atrajeron su atención.

Ignorarle y seguir su camino era una alternativa tentadora, pero el demente de su jefe y ex amante comenzaba sonar la bocina, como quien advierte un gran escándalo de no ser atendidas sus demandas. De mala gana apago el motor de su auto y suspiro resignado al ver como Naruto bajaba de su movilidad y se dirigía a su auto.

“!Maldito infeliz!”  Maldecía Sasuke “De no ser por las cámaras te atropello ahora mismo…”  Continuaba imaginando escenas sangrientas de un calculador asesinato. Mientras miraba como la humanidad de Naruto se acercaba con cara de pocos amigos a la suya. Instintivamente y conociendo a su ex, simplemente apretó el botón de seguro de puertas, mientras abría un poco la ventana del copiloto para facilitar la conversación, ni loco lo enfrentaría cara a cara.

-¿Se te ofrece algo?-Pregunto manteniendo la actitud indiferente.

-¿Qué relación tienes con ella?-Naruto fue directo al grano, mientras una de sus manos trataba de abrir la puerta de copiloto sin éxito- ¡Abre!

“Sí, claro…”Abrir no era una opción para Sasuke y el rubio comenzaba a darse cuenta de ello y perder la poca paciencia que tenía, sin poder contenerse dio una patada a la puerta del móvil que Sasuke acababa de comprar a plazos. Obviamente por la intensidad del golpe quedaría una abolladura.

Los ojos de Sasuke se abrían de par en par. Una cosa era soportar al rubio en su tonta terquedad e infantilismo. Otra que destrozara sus pertenecías… Otra vez.  

-¡QUÉ DEMONIOS TE PASA!- Estallo Sasuke saliendo de su movilidad encolerizado, le partiría la cara. Esto era la gota que derramaba el vaso.

-Si no me dejas entrar…- dijo Naruto con una sonrisa maléfica, fue entonces que Sasuke se dio cuenta que había cometido un error catastral al dejarse llevar por la rabia del momento y salir del auto. En cuestión de segundos vio al rubio saltar sobre su auto y llegar a su lado. Quedo perplejo al sentir la mano de Naruto capturando al suya y comenzando a jalarlo hacia su movilidad. Claro que opuso resistencia, claro que golpeo a Naruto, pero por dios, parecía que sus actos no le causarán daño alguno.

-¡NARUTO!- Grito enfurecido aun tratando de oponerse al arrastre inútilmente.

-No hagas un escándalo- Fue la única respuesta del rubio que debía admitir: arrastrar al Uchiha no era nada fácil, el condenado ponía toda su alma en oponerse y lo que menos deseaba era lastimarlo… demasiado- Recuerda que hay cámaras y también puede venir el guardia de seguridad.

Sasuke se mordió los labios. Tenía razón. Quizás esa imitación de policía era un perezoso que movía el trasero cuando la situación era aparentemente grave y después lo comentaba con el resto su heroísmo multiplicado por mil.

-¡Deja!- Dijo fríamente- Tengo pies, puedo caminar- Reparó dando a entender que le soltara. Naruto sonrió satisfecho. Al fin sentía que tenía el control de la situación.

Naruto presiono el botón de su llavero y las puertas de su movilidad se abrían hacia arriba. Como siempre Naruto solo usaba lo mejor de lo mejor y su vehículo no sería la excepción. Era nada más y nada menos que un McLaren P1 modificado para abrir las puertas hacia arriba. Un auto de que valía más de 1000000 $us. “!Maldito bastardo!” Replico mentalmente ya que imagino que ocurriría si dañaba semejante auto. Suspiro. Los recuerdos eran tan abrumadores.

Sí. Sasuke Uchiha era un hombre de carácter, un hombre que arto de las insinuaciones de su jefe termino abollando el frente de su auto negro un Aston Martin One-77. Oh sí. Como le dolió ese incidente, tanto que termino acostándose con su jefe para compensar los daños causados al lujoso auto, pues el seguro no cubría rabietas. “Ni que estuvieran hechos de oro y diamantes” Replico el Uchiha, como odiaba esos autos lujosos y de interiores estrechos.

Plas.

Otro mal recuerdo pasó por su cabeza. La maldita vez que el rubio lo obligo a tener relaciones sexuales en su Aston Martin One-77. Si, el maldito día que lo recogieron del mecánico y Sasuke comprobó que efectivamente reparar ese ridículo auto valía más de lo que ganaría en cinco años. “Eres la prostituta más cara de toda mi vida…” Repuso el rubio apunto de venirse dentro del moreno. Sasuke odio estar embeleso, pues de estar en sus cinco sentidos ya lo hubiera agarrado a golpes, pero el sexo era como una droga una vez que te acostumbrabas al dolor y el placer es difícil de dejarla.

Sasuke sintió como la sangre le subía a la cara. ¡Oh dios! porque su maldito autocontrol no funcionaba con sus hormonas, Supuso que las revistas científicas tenían toda la razón: los humanos son animales y por tanto son esclavos de sus placeres.

Naruto que hasta el momento contemplaba al moreno que permanecía frente al auto pensativo. Quizás analizaba sus intenciones, pudo ver el leve sonrojo en la cara del pelinegro y una sonrisa traviesa se dibujó en el rostro de Naruto y atravesó sus recuerdos: Oh si, si… Selo hizo en su viejo auto. En su viejo y divino auto que le dio las llaves de acceso a Sasuke.

Sasuke como adivino alzo la mirada y la deposito sobre el rubio que se hallaba en el otro extremo del auto, si al inicio estuvo a punto de dejarse engañar por el rubio, su cara de triunfo prendió la mecha de la resistencia.

-¿Qué pretendes Uzumaki?-Interrogo Sasuke al rubio que abandono su sonrisa y comprendió el cambio de ambiente entre ambos, otra vez comenzarían a discutir- Tu terminaste la relación. ¿Qué buscas ahora?

Naruto miro con rabia al moreno. Porque debía usar la razón y salirse con la suya. Que le costaba volver a esa relación de sexo ocasional. Que le costaba admitir que también lo amaba y también cometía locuras por amor.

-Te lo dije- dijo Sasuke como anticipando los pensamientos de Naruto - No soy un prostituto. Acepte lo nuestro por culpa de tus chantajes, pero fui claro, las reglas eran simples: mientras fuera agradable para ambos, mientras no existiera un tercero. Tú lo secundaste, Recuerdas: cuando se haga oficial el compromiso terminamos.  Cumpliste, Mandaste un mail y terminamos. Sin reclamos lo acepte. Compórtate como un hombre y cumple con tu palabra.

-Tú no lo entiendes- Repuso Naruto dando un golpe a su lujoso auto y sacándole una leve abolladura. Sasuke sintió como su alma se le salía por la boca “Eso costara caro” dijo mentalmente- Maldita sea… ¿Por qué tienes que ser tan denso?

-No soy denso. Soy lógico. Acaso esperas que acepte una relación tan absurda como la que propones. Que espere tus llamadas, que me prohíba rehacer mi vida solo para satisfacer tus caprichos. Uzumaki, puedes ser el jefe, puedes ser rico, pero no eres mi dueño. Según el acuerdo no eres nada mío. Y dentro de un par de meses ni siquiera serás mi jefe- Concluyo y dio media vuelta para marcharse a su movilidad.  Cuando sintió que alguien lo sujetaba del brazo y lanzaba dentro del vehículo.

El corazón de Sasuke acelero a mil. ¿Qué demonios fue eso? Se preguntó mientras veía las puertas del lujoso auto cerrarse frente sus ojos y en el asiento del conductor a Naruto. El miedo y la duda atravesaron su cuerpo como si se tratasen de balas.

-¿Tú…?- Quiso preguntar algo, pero supuso que no era conveniente, mientras menos supiera del rubio mejor. Pero aun así llego a la conclusión de que era imposible que un humano se moviera tan rápido.

-No lo comprendes- volvió a decir el rubio comenzando a conducir- No puedo… Quiero pero no puedo maldita sea…

Sasuke le miró fijamente, no diría palabra alguna, no era el momento, no era el lugar, no valía la pena discutir cuando se tomó una decisión.

-Quiero bajar- Restableció Sasuke al ver como se alejaban de los lugares que conocía. Supuso que Naruto era más fuerte que él, lo acaba de demostrar, no solo más fuerte sino más rápido. Pelear a puños y patadas tampoco era a lo que Sasuke apuntaba.

-No lo entiendes. No lo entiendes…- Naruto no dejaba de repetir haciendo caso omiso a la petición del moreno.

Resignado Sasuke solo descanso su codo en el borde de la puerta donde daba inicio el vidrio polarizado, y sobre su palma descanso su mandíbula. Hablar con Naruto era un caso perdido y más si conducía, quien sabe que locuras haría con lo precipitado que era y Sasuke Uchiha aún tenía planeado  vivir hasta los noventa años. 

Miro como las luces de las calles cada vez eran menos. Esto no estaba bien. Disimuladamente saco con su otra mano su celular, debía informar a quien fuera donde rayos estaba y con quien. Quizás Naruto era uno de esos dementes y planeaba matarlo. Pero apenas comenzó a teclear la primera palabra, sintió como su celular le era arrebatado de la mano y en segundos arrojado por la ventana del auto. Trago saliva mirando al rubio perplejo, casi juraba que sus ojos cambiaron de color de los azules cielo a unos de color dorado.

-¿Por qué no lo entiendes?- Clamó cargante el rubio

-¿Tienes idea de lo que acabas de hacer? –Pregunto el Uchiha con varias venitas en su frente. En su celular como muchos no solo guarda números telefónicos, sino que también se hallan datos importantes como ser accesos a sus cuentas bancarias, documentos importantes del trabajo, notas de asuntos pendientes, agenda de contactos y direcciones… Fotos… etc. – ¡Qué te jodan!- finalmente perdió la paciencia y tomo con sus manos el volante. Al diablo si el auto era de un millón de dólares y más. Al diablo su integridad, se bajaría de ese auto ileso, herido o muerto, pero se bajaría.

-¡Qué diantres!- Reprocho Naruto luchando por el control del vehículo con Sasuke, cosa que no duro ni dos segundos, pues de la nada sujetaba al moreno del cuello elevándolo ligeramente del asiento, mostrándole una mirada fiera y nuevamente aquella coloración dorada que borraban todo rastro del azul profundo que acostumbraba ver en sus iris. Sin mencionar que sentía en su cuello el filo de unas garras- Quieto-Ordeno el rubio tratando de controlarse al ver como Sasuke quedaba paralizado por el asombro y el miedo. Era lógico un humano siempre sucumbiría al pánico ante lo desconocido- No intentaras ninguna tontería más ¿Verdad?- Pregunto Naruto dudoso de soltar el cuello fino de Sasuke y al sentir aquellas manos que luchaban por liberar su cuello y en una reciente cicatriz… Era verdad. Recientemente había lastimado la palma de su mano al arrebatarle el anillo. Se sintió culpable, siempre terminaba lastimándolo, pero era tan frágil el condenado.

Por su parte Sasuke aun en estado de Shock pudo comprender que esa no era una pregunta. Sino una amenaza, y que la forma de bajar de ese auto ridículamente caro dependía de las ganas del rubio. De mala gana afirmo débilmente con la cabeza, en la poca brecha que le permitía el agarre de Naruto.

-Ahora que nos entendemos…- Comenzó el rubio a decir con vergüenza y rabia entremezclada en cada palabra, se había prometido jamás mostrar a Sasuke su verdadera naturaleza, pero Sasuke era tan terco y él no se quedaba atrás. Pese a que él pidió la conclusión de su relación comprendió que no podía seguir la vida sin el moreno. Estaba prendido de ese sujeto de carácter frívolo y egoísmo extremo. Odiaba estar emparejado de Sasuke, pero no podía evitarlo.

Sasuke de mala gana volvió a su posición anterior y miro la carretera, casi no era visible ninguna casa. Supuso que llegaron los límites de la ciudad, supuso que esto fuera de ser un secuestro era extorción: Haces lo que digo o te mato. Así lo comprendía el Uchiha. Quizás tratar de razonar con el rubio era una opción a la que debía recurrir, pero razonar ¿qué?

Fue Naruto quien pidió la conclusión de su relación. Viera por donde lo viera esto era ridículamente estúpido. Egoísmo absoluto. Naruto era un dictador caprichoso.

Finalmente Naruto comenzaba a disminuir la velocidad y estacionar el coche frente de una casucha de madera, una de esas que salen en las películas de terror. “¿Y que ahora dirás que eres un vampiro o qué se yo… un hombre lobo?”

-Quizás- Repuso Naruto helando la sangre de Sasuke. Acaso le leyó el pensamiento.

-¿Porque fuiste por ese anillo?- Interrogo Naruto sin mirarle, al fin podía preguntarle lo que carcomía su cabeza y el impedía poner su voluntad para alejarse de Sasuke. Sasuke miro asombrado a Naruto cuya cara estaba apoyada sobre el volante con una expresión oscura.

¿Qué demonios había hecho? Había roto las reglas del juego por un simple humano. Sin siquiera pensarlo extendió su mano hasta la cara de Sasuke que por reflejo Sasuke se alejó del alcance de esos dedos con uñas filosas- Realmente eres… - Callo bajando su mano- Renunciaría a ti. Lo iba a hacer. Arroje el anillo demostrándome a mí mismo que podía hacerlo… ¡¿POR QUÉ FUISTE POR EL ESTÚPIDO ANILLO?!

Ahora Sasuke despertaba del misterio y comenzaba a comprender el comportamiento de Naruto, pero esto no significaba que no se sintiera avergonzado. “Trágame tierra” se dijo sintiendo los colores en el rostro. 

-¿Por qué lo buscaste?- Nuevamente Naruto pregunto. Era el turno de Sasuke para hablar, pero por más que busco las palabras para explicar el por qué fue por el anillo no encontró explicación alguna.

-Iba a renunciar a ti y seguir las leyes, desposaría a una de mi especie, me olvidaría de ti… ¿QUÉ DEMONIOS HACÍAS TRAYENDO ESE ANILLO TODOS LOS MALDITOS DÍAS AL TRABAJO?-Sasuke no tenía palabras para explicar la primera pregunta, menos podía explicar la segunda. Además quien le iba a decir que su ex era quien sabe qué cosa y era capaz de ver el anillo que Sasuke llevaba en el bolsillo de su pantalón- ¿Tratabas de volverme loco? Podía olerlo a kilómetros.

-Si quieres lo tiro ahora mismo- De verdad, Esas fueron las únicas palabras que pudo decir como si aún fuera una opción. La cara sombría de Naruto que reposaba sobre el volante lentamente se elevaba para ver al pelinegro y arquear las cejas y dejarle ver aquellos dientes blancos que por alguna razón mostraban unos caninos muy pronunciados.

¿Qué demonios era ese sujeto?, se preguntó Naruto sin poder contener la manifestación de sus garras y dientes. ¿Qué demonios era Sasuke?, como podía pasar del miedo y el asombro a la estupidez extrema, ¿cómo podía hacerle perder el juicio y llevarlo del cielo, al infierno en cuestión de segundos?. Naruto se cuestionó quien en ese auto de lujo era el verdadero fenómeno de la naturaleza.

Sin poder compréndelo Naruto solo comenzó a reír. Era verdad, si el moreno no fuera como es, un ser tan complejo y difícil de manejar jamás se hubiera fijado en él. Él tenía la culpa de todo este embrollo y ahora que empeoraba las cosas no tenía derecho a pedirle su libertad. 

-Eso no te salvara. Acabas de firmar tu sentencia de muerte- concluyo Naruto dejando a un Sasuke sin habla o demasiado perplejo para protestar.

Notas finales:

wiiii. wiii. wiiii (dando vueltas en la silla giratoria) wiii


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