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Mi corazón es tuyo y el tuyo mi razón de vivir por ANGEL DEL SOL

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Notas del capitulo:

Hola, se que he tardado una eternidad en actualizar jeje pero la verdad no hayaba el como terminarlo. Me quebre mucho la cabeza para traerles esta capitulo, devido a que es la primera vez que termino un histora jejeje

Esta ves creo que quedo mas corto que los demas, pero creanme que lo he hecho con todo el amor del mundo.

Espero les guste  y nos leemos al final.

CAPÍTULO 6

 

2 años después

 

- Ya llegue.- Grite en cuanto cruce la puerta de mi casa, pero nadie respondió. Mire el reloj de mi muñeca y marcaban más de 12:00 de la noche. Tal vez todos ya se encontraban dormidos.

 

Camine por la planta baja hacia la cocina mientras aflojaba mi corbata y desabotonaba mi camisa. Debido a la gran cantidad de trabajo acumulado el día de hoy no tuve tiempo de comer, por lo que ahora mi estómago reclamaba alimento. Cuando abrí la puerta de la cocina me lleve un gran susto que por poco me provoca ir me de espaldas.

 

- Kouki ¿Qué haces aquí?- pregunte sorprendido.

 

El susodicho se encontraba en la cocina completamente a oscuras, sentado en el suelo con la puerta del refrigerador abierta y con lo que pude deducir un bote en sus manos.

 

- Ya llegaste Sei. ¿Cómo te fue en el trabajo?- me pregunto mientras se levantaba del piso con un poco de dificultad.

 

- Bien, mucho trabajo pero alcance a terminarlo para regresar a dormir.- Encendí la luz y camine hacia él para pedir mi beso de bienvenida. Pero conforme avanzaba hacia él, por alguna extraña razón él se alejaba de mí. Le di una mirada de extrañes por su comportamiento, pero él solo me sonrió. Di otro paso decidido a esta vez alcanzarlo, pero nuevamente se alejó de mí.

 

- ¿Por qué huyes?- lo interrogue; él solo me sonrió y dio otros dos pasos llegando a la puerta mientras yo ahora estaba frente al refrigerador. Mire con detalle el contenido de aquel bote entre sus manos y parece que él lo capto enseguida, ya que salió a paso veloz de la cocina.

 

-  Kouki deja ese bote de nieve, te va hacer daño.- Grite mientras corría detrás de él. Cuando ambos nos encontrábamos ya en la sala, él se escondía detrás del sillón para que yo lo no alcanzara. – Kouki dame ese bote, el medico dijo que no debías comer helado a estas horas por que podrías resfriarte de nuevo.- Le hablaba en un tono de voz elevado.

 

- Pero Sei, ellos quiere helado. No puedo hacer nada.- Intentaba defenderse mientras dábamos vueltas alrededor de sillón, como un gato y su ratón.

 

- Kouki deja de moverte tanto que te puede hacer daño, por favor ten cuidado.- Cuando termine de reprenderlo comprendió enseguida, así que se sentó en el sillón molesto y tomo una gran cucharada de helado metiéndosela a la boca antes de que lograra quitárselo.

 

Me acerque y me senté a su lado, tome el bote y lo deje en la mesa de la sala mientras miraba como sufría por pasarse el gran bocado de nieve. Limpie con mi pulgar la comisura de sus labios que se encontraban un poco machados por la nieve, y cuando se lo paso le di un beso.

 

- Ya llegue.- le informe sonriendo.

 

- Bienvenido.- me respondió de mala manera con un puchero en su labios y desviando su mirada. Sonreí ante su ternura y gire su rostro hacia mí para darle otro beso.

 

- ¿Estás enojado conmigo?- Le pregunte con una risa ladina ya sabiendo la respuesta.

 

Él me dio una mirada rápida y giro su rostro de nuevo sin decir nada. Sonreí de nuevo y lo bese en la mejilla. Me dio otra vez una mirada rápida y aun manteniendo su puchero me ignoro. Continúe besando su mejilla y al ver que él no me perdonaba jugué mi mejor carta.

 

-¿Me voy a dormir al cuarto de visitas?- pregunte con una sonrisa y acariciando su mejilla con mi nariz.

 

Kouki me dio una mirada fulminante y yo solo sonreí al obtener el resultado que esperaba. Le respondí la mirada y luego de unos segundos me abrazo.

 

- Eso es injusto. Ya sabes que no puedo contra eso.- hablo al fin entre mis brazos.

 

- ¿Entonces?... ¿me voy al cuarto de visitas?- Lo saque de mis brazos y lo mire directo a los ojos repitiendo la pregunta. El frunció sus labios al igual que su frente y al fin me dio un beso en los labios.

  

-Claro que no. Ya sabes que si tus no estas no me dejan dormir.- yo sonreí triunfante y me acerque para darle un beso un poco más demandante. Al paso de los segundos me separe de él y con nuestras frentes unidas le hable.

 

- Vamos a descansar.- el asintió sonriendo y yo lo tome en brazos para llevarlo a la habitación. Kouki se acomodó en mis brazos y comencé el trayecto.

 

.

- ¿Cómo se han portado el día de hoy?- Hablaba mientras subía las escaleras con mi esposo entre mis brazos.

 

- Bien, aunque se mueven mucho y me hacen comer demasiado. Cada día me siento más gordo.- Me respondió un poco preocupado.

 

A pesar de que ahora ya era un adulto seguía comportándose como un niño mimado, aunque esto era lo que me gustaba de él; ya que solo se comportaba así para mí.

 

- Es normal, ahora tienes que comer por tres. Pero no te preocupes, me encanta como te ves así.- Me agache para besarlo.- Bueno ya es tarde, te llevare a la cama y regresara por algo de comer.-

 

- Otra vez no comiste.- Me hablo con su mirada triste mientras lo depositaba en la cama.- está bien que trabajes, pero recuerda que debes de comer a tus horas. No quiero que vayas a enfermarte.- me sentó a su lado y acaricio mi mejilla con ternura.

 

- No te preocupes, por ahora solo quiero avanzar lo más que pueda para que cuando nuestros hijos nazcan pueda tomarme un mes de vacaciones y disfrutarlos contigo.- acaricie el vientre de mi esposo y le di un beso a mis bebes, Kouki sonrió por mi acción y acaricio mi cabello.- Ahora regreso no me tardo.- le dije besando su frente.

 

Me levante de la cama con la intención de salir de la habitación, pero antes de que pudiera dar un paso, Kouki me tomo del brazo e hizo que volteara a verlo.

 

- Te amo.- me dijo mirándome directamente a los ojos con su mano sobre su estómago.

 

- Te amamos.- reafirmo.

 

Sus palabras me dejaron con la defensa baja. Abrí mis ojos sorprendido y me quede embelesado ante aquella fuerte mirada tras sus palabras. ¿Cómo puede ser que este chiquillo pueda leerme tan fácilmente como para saber cuándo necesito escuchar este tipo de cosas?, no cabía duda de que él era mi persona predestinada.

 

Sonreí, tome su mano, y me senté de nuevo a su lado. Acaricie su mejilla con ternura y él cerro sus ojos ante el contacto. Llevo su mano que se encontraba en su vientre a la mía y me sonrió para después besarla y ponerla de nuevo en su rostro.

 

- Te amo Sei.- pronuncio de nuevo. Abrió sus ojos mirando directamente a los míos y ante aquella hermosa imagen no pude con mi auto control. Me avalase sobre sus labios y lo tome del cuello para levantar su rostro. Kouki se sorprendió un poco por mi rudeza, pero después correspondió el beso pasando sus brazos por mi cuello y yo llevándolos a su espalda.

 

Con el paso de los años Kouki ya se estaba acostumbrado a este tipo de arrebatos de mi parte, aunque en ocasiones como estas aun lo tomaba desprevenido.

 

Comencé a besarlo con desesperación, como si estuviera muerto de sed y él fuera el agua que la calmaría; o como si sus labios me proporcionaran el oxígeno que necesitaba para respirar. En un gemido que lanzo por la intensidad del beso, aproveche para meter mi lengua en su boca e iniciar aquella hermosa danza entre nuestros labios.

 

Necesitaba sentirlo, necesitaba saber que estaba aquí a mi lado. Necesitaba llenar este pequeño hueco de inseguridad por lo que paso hace 2 años, el cual se abría en ciertas ocasiones como hoy. Pero con solo tocarlo y sentirlo de esta manera aquel miedo desaparecía. 

 

Cuando al fin aquella necesidad desapareció fui bajando la intensidad del beso, hasta que solo nos  dábamos pequeños piquitos en los labios. Lance un largo suspiro al ya sentirme seguro y pegue mí frente a la suya.

 

- Yo estoy aquí.- me susurro tomando mis manos.- y nunca te dejare.-

 

Él lo sabía, él sabía cuándo necesitaba escuchas esas palabras, él sabía cuándo me encontraba de esta manera. Por más que he querido ocultárselo nunca he podido, ya que parece que mira atreves de mí. Pero esto al mismo tiempo me hacía sentir bien, ya que me marcaba que me prestaba atención en todo momento y que me amaba al igual que yo a él. Me dio otro pequeño beso y me abrazo.

 

- Yo también te amo.- le hable con mi cabeza sobre su hombro.- te amo y siempre te amare.- reforcé un poco el abrazo. Claro hasta donde podría ya que no quería lastimar a mis pequeños.

 

- Lo sé. Por eso ambos estamos esperando a estos hermosos bebes.- Kouki acaricio mi cabello con ternura y beso mi cabeza.- Bueno ahora que ya estás bien, ve a la cocina que no has comido.- me palmeo un poco la espalda y soltó el agarre.

 

- Ya no tengo hambre.- Hable aun entre los brazos de Kouki. Me separe de él y lleve mi mirada a la suya.- Prefiero estar con ustedes.- Mi esposo sonrió y beso mi nariz. Se hizo a un lado y levanto la manta palmeando el colchón. Sin perder más tiempo me quiete los zapatos y el saco metiéndome a la cama.

 

Me acosté y Kouki se acostó sobre mi pecho. Tome su mano y la acariciaba mientras miraba como el amor de mi vida se iba quedando dormido. Le di un beso en su cabeza y suspire recordando lo infinitamente agradecido que estaba con Kiyoshi, por haberme dado la oportunidad de estar con la persona que amo.

 

.

.

2 Años atrás.    

 

- Seijuro, Seijuro reacciona.- escuche un grito en lo profundo de mi oscuridad, pero comprendí que al no ser la voz de Kouki la que me llamaría de nuevo, no tenía razón por la cual regresar.

 

Después de eso no vino nada. No oía nada más, no miraba nada más. Mi subconsciente se había dormido por completo y deseaba con todo mi ser el desaparecer y poder ir a su lado. Para así ya no tener que separarnos más. Ya que una vez muertos, solo nos quedaba estar juntos en la eternidad. Aunque había una posibilidad de que ni así podría volver a verle, ya que debido a mis acciones tal vez terminaría en el infierno.

 

Sentí mi cuerpo pesado, más y más pesado con el paso de tiempo. Me deje llevar por la corriente y comencé a sentir como si me estuviera hundiendo en el fondo del mar. Podía ver como una luz frente a mí se alejaba, al igual que aquellos sentimientos de culpa y soledad conforme más entraba.

 

Ya no sabía si respiraba o no, pero eso no importaba. Cuando estaba a punto de desconéctame por completo un fuerte golpe me hizo reaccionar. Comencé a enfocar mi vista un poco borrosa, pero no podía identificar a la persona frente a mí.

 

Otro fuerte golpe llego a mi mejilla, el cual me hizo girar el rostro. Cuando pude despabilarme del golpe, enfoque nuevamente la vista y me encontré con la figura de Akira-san frente a mí. Sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas. Su labio se encontraba un poco contraído ya que lo mordía y su mano se encontraba en el aire.

 

Nuevamente el golpe llego a mi rostro. Pero esta vez pude ver que lo ocasiono y sentir el dolor. Los labios de Akira-san se movían con rapidez y podía notar que estaba un poco alterado, aunque no sabía la razón; ya que no podía escuchar sus palabras.

 

Él al notar que no me encontraba completamente consiente, me dio otro golpe en la mejilla. El cual venía acompañado por su voz.

 

- SE LO PROMETISTE. ¿NO LO VAS A CUMPLIR?-

 

Aquellas palabras resonaron en el lugar y desperté por completo fijando mi mirada en su rostro. Akira-san suavizo su expresión al ver que tenía mi atención y hablo más calmado.

 

-  Seijuro-kun se lo prometiste.- Yo lo mire renuente al no entender de que me hablaba.- Le prometiste a Kiyoshi que no abandonarías de nuevo a Kouki. Así que cumple tu promesa.- me miro con desafío.

 

Apreté mis puños al igual que mis dientes por sus palabras. Lo mire con furia y podía sentir como mi cuerpo temblaba por lo enojado que estaba.

 

- COMO QUIERE QUE LO CUMPLA SI YA NO ESTÁ CONMIGO.- grite molesto.- Él fue el que me dejo. Él fue el que me abandono. Por más que le pedí que no me dejara....- mis lágrimas comenzaron a caer sobre mi rostro.- no lo hizo.- agache mi mirada y ahogue mi llanto.- no lo hizo.-

 

- Él va a vivir.- me hablo con un tono de voz dulce.- Él va a regresar a tu lado, ahora solo debes esperarlo.-

 

Levente mi rostro confundido y una gran sonrisa se encontraba en el rostro de Akira-san. Pero a pesar de que su sonrisa era sincera, su mirada era triste.

 

- Hay un donante....- yo solo lo mire incrédulo.- En este mismo instante lo están operando y gracias a que lograron intervenirlo a tiempo antes de que su corazón se detuviera por completo, el médico dijo que hay una gran posibilidad de que todo salga bien.-

 

Me quedé atónito. No podía creer lo que me decía. Mi cerebro parecía haber recibido la información, pero aun no la procesaba. Akira-san al notar que no reaccionaba se acercó a mí y me abrazo.

 

- Todo va estar bien Seijuro, ahora solo hay que rezarle a dios para que no haya ningún contratiempo.- 

 

Una vez que asimile le información correspondí el abrazo, y pude deshacerme del nudo que se encontraba en mi garganta.

 

- ¿Kouki va a vivir?- pregunte como un niño esperanzado. Akira-san acaricio mi espalda con cariño y me respondió.

 

- Si todo sale como su ángel de la guardia lo planeo, si.-

 

Ante aquellas palabras solo pude llorar de felicidad. Apreté el agarre del brazo y le agradecí al cielo, las estrellas y el universo, por haber enviado a aquel donante a tiempo.

 

.

.

Las horas trascurrían de forma eterna. Por ahora solo nos encontrábamos Akira-san y yo en la sala de espera. Kei, Demian y los demás familiares había ido a cambiarse de ropa y comer un poco para después regresar. Pero lo extraño es que no había visto a Kiyoshi en toda la noche.

 

El reloj en la pared marcaba ya las 2:00 de la mañana. Mire el reloj de mi muñeca y tenían las misma hora. Ya llevaban más de 8 horas en el quirófano y aun no nos tenían información de nada. Lance un bostezo de cansancio ya que no me había movido de ahí desde el día de ayer, y mi estómago hizo un pequeño gruñido al no haber recibido alimento.

 

- ¿Quieres ir por algo a la cafetería?- me pregunto Akira-san que se encontraba sentado al lado de mí.

 

-  No, así estoy bien. Gracias.- le respondí lo más cortes que pude, pero al parecer a él no le convenció mi respuesta; puesto que se puso de pie y me dio una mirada para que yo también lo hiciera.

 

- Si para cuando mi hijo despierte tú vas a ser el internado, esto no tendrá sentido.- cuando termino de hablar camino hacia la cafetería y yo lo seguí. Lo que decía tenía razón, no podía dejar que mi cuerpo llegara al extremo en el que no pudiera estar presente cuando Kouki abriera sus ojos.

 

.

Cuando ambos ya nos encontrábamos en la cafetería, yo comía un sándwiches con un poco de café mientras Akira-san solo tomaba café. 

 

- ¿Has hablado con tu padre?- me pregunto después de haber puesto la taza sobre la mesa.

 

- No, no he tenido tiempo.... Además de que aún no sé cómo voy a encararlo.- le di otra mordida a mi pan y el silencio se hizo en el lugar.

 

- Por cierto. ¿Dónde está Teppei?, no lo he visto.- pregunte sin ninguna mala intención. Pero tras mis palabras Akira-san se atraganto con el café, comenzó a toser por la irritación en su garganta y le ofrecí una servilleta para que limpiara su rostro.

 

- Veras,....- desvió un poco la mirada.- Kiyoshi... él....- pero antes de que pudiera terminar de hablar, aquella enfermera malhumorada apareció de repente un poco agitada.

 

- Akira-san... Kouki... Kouki ya salió del quirófano.- hablo entre cortado intentando regularizar su respiración.- El medico me informo que gracias a dios todo salió bien y que en unas horas más lo pasaran a una habitación.-

 

Cuando termino de hablar Akira-san se levantó de golpe y se lanzó a abrazar a la mujer, yo suspire feliz al saber que todo había salido bien y comencé a sentir como el oxígeno entraba nuevamente con facilidad hacia mis pulmones.

 

- ¿Te dijeron si podemos pasar a verlo?- pegunto Akira-san feliz.

 

- Lo siento. Por el momento es imposible ya que su operación fue un poco delicada y ahora se encuentra en observación, pero después de las 8:00 de la mañana ya se encontrara en su cuarto y podrán verlo.- le sonrió la enfermera feliz.

 

- Muchas gracias por todo.- abrazo de nuevo a la mujer.- Seijuro-kun voy a salir un momento para avisarle a la familia. ¿No te molesta si te dejo solo?- me pregunto con un semblante eufórico. Yo solo sonreí al ver en sus ojos el reflejo de lo feliz que se encontraba en este momento y negué con la cabeza.

 

- Esta bien, aquí lo espero. Tómese su tiempo.- tras terminar mis palabras, salió a toda prisa con el celular entre sus manos.

 

La enfermera solo me dio una sonrisa rápida y salió de mi visión enseguida, mientras me queda solo analizando todo lo que había pasado los últimos meses.

 

Si alguien me hubiera dicho que tendría que pasar por tanto dolor para al fin saber lo que es la felicidad, le diría que está loco. Pero ahora comprendía a la perfección el hecho de que solo vemos cuanto queremos y valoramos algo o a alguien, cuando estamos a punto de perderlo por completo. Aunque por desgracia muchas veces ya no tenemos la oportunidad de poder recuperarlo.

 

Por el momento me encontraba completamente agradecido de no haber sido uno de ellos. De ahora en adelante me prometí a mí mismo que esto no volvería a pasar. Amaría y atesoraría a Kouki por sobre todas las cosas y haría a él la prioridad más importante en mi vida. Ya que hace algunas horas, había descubierto que mi vida ya no tenía sentido ni había razón de existir, si él no se encontraba a mi lado.

 

Lance un suspiro acompañado por una sonrisa boba. No cabía duda que estaba enamorado, y el estarlo, ser correspondió, y poder estar con la persona que amas; era la sensación más hermosa del mundo.

 

Al ya sentir una gran sensación de felicidad y alivio, comencé a sentirme cansado. Mis ojos con cada segundo que pasaba me costaba más el tenerlos abiertos. Mi respiración se hacía más pausada y mi cuerpo se sentía pesado. Creo que los últimos dos días entre estrés, lágrimas, trasnoches, enojos y desesperación acompañados por nada de alimento, me estaban cobrando factura en este momento. Por lo que de forma inconsciente me acomode sobre la mesa y me quede dormido sin más. Sin miedo... sin culpa... sin odio.

 

.

.

- Akashi-kun.... Akashi-kun.- el sonido de una leve voz hizo que saliera de mi profundo sueño y alzara la cabeza para ver al proveniente de ella. Kei se encontraba a lado de mí con una mirada más tranquila, aunque sus ojos estaban rojo; me imagino que debido al llanto. Me dio una sonrisa tímida y hablo de nuevo.- te quedaste dormido. Ya van a dejarnos ver a Kouki y el tío Akira quiere que seas tú el que lo vea primero.-

 

Al termino de sus palabras me levante de golpe, mire a mi alrededor y confirme que aún me encontraba en la cafetería, solo que ahora el sol ya iluminaba el lugar. Me acomode un poco el traje y me despabile. Le respondí la sonrisa y acaricie su cabello.

 

- Muchas gracias.- Kei solo se dejó acariciar y me acompaño a la sala de espera donde estaban todos ya presentes a excepción de Kiyoshi, y camine hacia Akira-san una vez que lo visualice.

 

- ¿Kouki ya despertó?- pregunte entusiasmado. A lo que Akira-san asintió feliz.

 

- Si, y me gustaría que fueras tú al primero que lo viera. El doctor hace unos momentos vino a informarnos que todo salió muy bien, que hasta ahora el trasplante se ha adecuado a su cuerpo y parece que lo está aceptando sin problemas... disculpa por no haberte despertado pero parecía que estabas muy cansado, así que te dejamos dormir un poco más.-

 

- No se preocupe, se lo agradezco. En verdad estaba muy cansado.- sonreí por cortesía para mostrarle que no me encontraba molesto. Por el contrario, me sentía muy feliz el que me haya dejado ser el primero en verlo. 

 

- Por cierto... toma.- me extendió un sobre color amarillo, a lo que yo lo vi extrañado.- Podrían leerla tú y Kouki juntos por favor.- me sonrió cerrando sus ojos. Yo la mire y me dio un mal presentimiento, pero no quise preguntar más.

 

- Esta bien.- tome la carta y mire a Akira-san a los ojos. Me dije a mi mismo que no preguntaría, pero al ver la sonrisa y aquellos ojos tristes de la vez pasada, no pude quedarme con la incertidumbre.- ¿está todo bien?- Akira-san solo asintió. Gire mi vista hacia todos las dos y efectivamente aún no había señales de Kiyoshi.- ¿y Teppei?- pregunte curioso. Akira-san desfiguro un poco su sonrisa pero después de unos segundos la mantuvo de nuevo.

 

- Una vez que ambos lean esa carta esa duda se resolverá.- palmeo mi hombro.- anda, Kouki te espera.-

 

Sin más tiempo que perder me gire y camine hacia la habitación, pero antes de tomar el elevador le di una mirada a todos los demás quienes no despegaron la vista de mi hasta que los perdí.

 

.

Una vez que me encontraba detrás de la puerta de su habitación respire hondo, apreté un poco mis puños para darme valor y gire la perilla de la puerta. Al abrirla lo primero que vi casi detiene mi corazón, Kouki se encontraba semi-sentado en la cama mirando hacia la ventana, y al escucharme entrar giro hacia mi sonriéndome.

 

Estaba vivo. Me dije... vivo y respirando... Parecía un sueño, pero esto no era un sueño, sino una hermosa realidad. Camine como si mis piernas parecieran gelatina y tome la mano que estiro para invitarme a estar junto a él.

 

- Sei.- pronuncio mi nombre con voz cansada.

 

Pueden creerlo, dijo mi nombre; unas vez más soy capaz de escuchar su hermosa voz diciendo mi nombre. Festeje en mis adentros y con los latidos de mi corazón al mil me acercó hasta su cama con nuestras manos entre lazadas, al ya estar cercas de él me percato de su pálido rostro y delicado cuerpo. Pero eso no importa, él está vivo y con el paso del tiempo podrá recuperar el tipo de vida que le fue arrebatada por esa horrible enfermedad.

 

Llevo su mano hacia mis labios y la beso con cuidado. Está un poco fría. Me acercó a su rostro y beso ambas mejillas y nariz, Kouki cierra sus ojos al sentir mi calor en su rostro y una vez que me detengo los abre. Cuando lo hace tengo mi rostro frente al suyo y nuestras miradas se conectan. Intento decirle a través de mis ojos cuanto lo amo y lo atesoro, y parece que lo logro al notar como me regala una hermosa sonrisa de vergüenza.

 

Me inclino muy lentamente para llegar a sus labios, y Kouki intenta levantarse llevando sus manos a mi cuello para apoyarse. Cuando nuestros labios al fin se conectan, toda la inseguridad que pudo haberse albergado en mí, fue borrado al instante. Ahora ya lo tenía de nuevo a mi lado, podía sentir su calor, su amor atreves de este beso y ahora sí; pelearía sobre cielo, mar y tierra... hasta con los mismo demonio si llegaba a suceder, pero esta vez ya no lo alejarían de mí.

 

Sin ser consiente lagrimas salieron de mis ojos cayendo por mis mejillas, pero esta vez eran de felicidad. Al separarme de Kouki, me percaté de que el también lloraba, por lo que lo tome entre mis brazos proporcionándole todo mi calor.

 

- Te amo Kouki.- le dije sin ningún titubeo en mi voz.- te amo y esta vez no dejara que te vayas de mi lado.- las lágrimas de Kouki salieron con mayor velocidad correspondiendo el abrazo.

 

- Nunca lo hare Sei, jamás te dejara, jamás me iré de tu lado. Te amo.-

 

Tras aquella confesión de ambos nos quedamos abrazados por unos minutos. No había necesidad de decirlos nada por el momento, solo queríamos quedarnos así hasta que ambas partes estuvieran 100% seguras de que esto era real.

 

.

- ¿Qué es eso?- me pregunto Kouki al sentir algo en mi saco. Ya que me encontraba acostado a un lado de él.

 

Gire la vista hacia mi bolsa y mire aquel sobre amarillo que Akira-san me había dado hace unos minutos. Lo tome entre mis manos y me levante un poco quedando sentado en la cama.

 

- Esto me lo ha dado tu padre, me pidió que lo leyéramos juntos. Creo que es de Teppei.-

 

Me baje de la cama y con cuidado levante el respaldo para que Kouki quedara semi-sentado de nuevo. Le di la carta y  me senté a su lado dejando que utilizara mi brazo como re-cargadera. Cuando ambos nos encontrábamos listos, Kouki abrió el sobre y saco la carta leyéndola en voz alta para que yo también pudiera saber su contenido.

 

- Hola amo Kouki.- Leyó las primeras letras; sonreí al imaginarme el tono de la voz de Kiyoshi.- si está leyendo esta carta a lado del joven Seijuro-kun quiere decir que mi plan salió a la perfección... Primero que nada me gustaría discúlpame por no encontrarme a su lado en el momento en el que despierto como lo he estado haciendo hace años, pero creo que mi trabajo ahora es uno más eficiente e importante. Ya que la promesa que le hice después de su accidente está siendo cumplida.- tras terminar aquel párrafo Kouki apretó el papel entre sus manos y sus ojos se abrieron complemente sorprendidos.

 

- Sé que en aquel entonces cuando se lo dije era solo un adolescente y que tal vez pensó que fue solo una broma, pero no es así. Desde aquel día, aquellas palabras se marcaron en mi mente y se fueron haciendo más y más fuertes con el pasar de los años. Puede que debido a que usted era muy pequeño nos las recuerde, por eso ahora se las repetiré. ''Amo Kouki le prometo que desde hoy, mi corazón es suyo y el suyo mi razón de vivir''.-  al termino de aquellas palabras las lágrimas en el rostro de Kouki se desbordaron.

 

- Ya no quiero leer esto.- hablo en voz alta y arrugando la carta.- no quiero leerlo Sei.- giro a verme a los ojos y me tomo del saco dejando la arrugada hoja a un lado.- háblale a mi padre.- me pidió, yo me quede en shock por su comportamiento por lo que no reaccione a sus palabras.

 

- SEIJURO QUE LE HABLES A MI PADRE.- me grito al ver que no me movía.

 

- No entiendo Kouki, ¿Qué pasa?- hable reaccionando y tomando de los hombros para calmarlo.

 

- Ese estúpido... ese estúpido no tenía que hacerlo... no tenía.- me hablaba entre llanto y agachando su cabeza, provocando que sus lágrimas cayeran en la sabana.- yo no quería esto, yo quería que el fuera feliz.- apretó más mi camisa.- ES UN ESTÚPIDO... LO ODIO.- grito tumbándose sobre la cama.

 

Yo tome la carta al no comprender de qué hablaba y continúe leyéndola en voz alta para que Kouki escuchara.

 

- Sé que en este momento tras el recuerdo de aquella promesa debe estar llorando y odiándome por haberlo hecho. Pero por favor no lo haga, no se culpe por la decisión que he tomado, ya que lo único que he deseado y por lo que me he mantenido a su lado, es para procurar su felicidad, y ahora que el joven Seijuro me ha prometido que lo hará feliz y estará siempre a su lado, me hace poder irme con tranquilidad.-

 

Baje la mirada para ver a Kouki y aun se encontraba con la cabeza sobre las mantas llorando con desesperación. Al no comprender por completo que sucedía decidí continuar leyendo.

 

- Ahora estaré con usted las 24 horas del día, los 7 días de la semana; así ya no estaré preocupado por que pueda colapsar en cualquier lugar, ya que sé que mi corazón es fuerte y lo llevara a cualquier lugar al que usted desee sin restringirle nada.-

 

Tras terminar aquel párrafo, comprendí que es lo que estaba pasando. Kiyoshi le había dado su corazón, ¿pero por qué?, ¿Cuándo fue que lo hizo?

 

- Kouki... Kouki.- toque su espalda llamando su atención para que levantara su mirada, pero él no tenía intenciones de abandonar su escondite.- Kouki por favor déjame compartir tu dolor, ¿quieres?- apretó más las mantas que se mantenían en sus manos y de golpe se aventó hacia mi pecho escondiendo su rostro.

 

- No tenía que hacerlo.- hablo ya entre mis brazos.- recuerdo cuando me lo dijo, me asuste de sus palabras pero creí que con el tiempo lo había olvidado Sei. Yo lo quería a mi lado pero no de esta manera.- al término de sus palabras me dejo ver su rostro completamente empapado por el llanto.- ¿ahora qué hago Sei?, como revierto esto.- toco su pecho donde se encontraba su corazón y continuaba llorando.

 

-  Tal vez suene cruel de mi parte pero si supiera la respuesta, jamás te lo diría.-  al termino de mis palabras su llanto se detuvo y sus ojos se fijaron en los míos.- sé que le quieres y que te sientes culpable por lo que ha hecho, pero si no lo hubiera hecho no te tendría a mi lado otra vez. Así que en lo que a mi respecta, lo único que yo puedo hacer es agradecerle desde el fondo de mi corazón el dejarme tenerte aquí de nuevo.- acaricie su mejilla y limpie un poco sus lágrimas.- ¿o es que acaso tu no quieres estar conmigo?-

 

Los ojos de Kouki se abrieron sorprendió, me miro sin decir nada y después de unos segundos bajo la mirada y tomo aquella carta arrugada entre sus mano.

 

- Claro que quiero estar contigo y soy inmensamente feliz de poder estarlo.- pasó su brazo por su cara y limpio su rostro.- pero no quería que él se sacrificara por mí.-

 

- Porque no terminas de leer la carta para saber por completo sus razones. Una vez que sepamos por completo sus sentimientos sabremos cómo actuar respecto a esto.- me acerque y bese su frente. Kouki dio un enorme suspiro y regreso su vista hacia aquel papel.

 

- Por favor amo Kouki le pido que sea feliz, porque yo lo soy. Soy inmensa mente feliz al saber que su cuerpo ha aceptado mi corazón y que ahora vamos a estar juntos por siempre. En cuento a mí, no se preocupe que Junpei me está esperando en el cielo, ya que ambos acordamos que una vez que lo haya dejado en buenas manos, me iría a su lado para que así ambos podamos cuidarlo y protegerlo desde el cielo.- Las lágrimas de Kouki nuevamente se hicieron presentes.

 

- Así que no se culpe, ya que ahora estoy en el lugar donde siempre había deseado estar, junto a la persona a la que amo. Al igual que usted.- Suspiro un poco para acomodar su voz y seguir leyendo.-Lo quiero amo Kouki, lo quiero y aprecio mucho. Así que le pido que por mí y Junpei que sea feliz y tenga muchos, muchos hijos.... A solo una cosa más, recuérdele por favor al joven Seijuro que si se olvida de nuestra promesa, Junpei y yo iremos a asustarlo todas las noches.- tras aquella frase, al fin una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Kouki.

 

- Por favor amo Kouki, nunca lo olvide. Viva, viva y sea feliz.-

 

Cuando termino le leer la carta nuevamente comenzó a llorar, me acerque para abrazarlo y él correspondió el abrazo. En este momento no podía entender cómo se sentía, por lo que lo único que podía hacer es estar con él y prestarle mi hombro para dejarlo desahogarse.

 

Cuando Kouki me pregunto que podía hacer para revertir todo y yo le di aquella respuesta, lo que dije fue cierto. Tal vez sonó cruel y narcisista, pero era lo que sentía. No quiero pasar de nuevo por aquel sentimiento de desesperación y soledad al saber que ya no estaríamos juntos.

 

Al igual que no podría haberlo detenido si me hubiera enterado de esto, y ahora que lo analizo tal vez no le hubiera dado el mío tampoco. No porque no lo amara, sino porque tendría que vivir sin mí y tal vez por mí egoísmo, lo habría mantenido con vida en contra de su propia voluntad haciéndolo sufrir el resto de su vida. Ya que él es igual que yo; no podemos vivir si no estamos juntos. Juntos vivos, juntos muertos.

 

Ahora lo único que podía hacer por aquella persona que cuido y protegió a Kouki todo este tiempo, es el estarle agradecido eternamente. Y en caso de que nos topemos en el más allá, agradecerle en persona. Aunque sé que esto no sería suficiente.

 

-  Viviere.- hablo al fin Kouki después de desahogar toda su tristeza, levanto su vista hacia mí y me miro sonriendo.- Viviré... por Kiyoshi y Junpei.- sollozo.- por mi padre y mis primos.- sollozo de nuevo.- Por ti y por nuestro amor.- Mas lagrimas salieron de sus ojos, pero esta vez su sonrisa no desaparecía.

 

- Viviré y haré todo lo que he deseado hacer, para que cuando nos encontramos con ellos pueda contarles lo feliz que viví a tu lado gracias a su apoyo y amor. Lo haré Sei, lo haré y seré feliz, muy feliz de saber que tengo a Kiyoshi siempre conmigo.- Toco su pecho.- de que él será el que me lleve a todos lados, el que comparta conmigo tristezas, felicidad, risas, lágrimas y todo de mí. Porque desde hoy ambos somos un ser... ¿me aceptas así Seijuro?- acaricie sus mejillas y sostuve su rostro entre mis manos.

 

- Claro que si Kouki, te amo y te amare por el resto de tu vida. Vivos juntos, muertos juntos.- le di un tierno beso en sus labios y él cerro sus ojos dejándose guiar.  Marcando aquella promesa atreves de ese beso.

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En la actualidad. 

 

- Sei... Sei, despierta.- La voz de mi esposo resonó en mis oídos. Abrí mis ojos con pesadez y lo enfoque. Su rostro se mostraba preocupado y parecía tener algunas lágrimas en sus ojos. Rápidamente ante aquella imagen me incorpore y me acerque para ver que sucedía.

 

- ¿Qué tienes?, ¿pasa algo malo?- le pregunte preocupado. Él hizo una mueca de dolor y se encorvo un poco. A lo que yo me asuste.

 

- Creo... creo que ya vienen.- me hablo entre cortado. Mire su abultado estómago y baje la vista hacia sus piernas, las cuales estaban húmedas y tenían un pequeño rastro de sangre. Kouki sintió otro dolor y tomo mi mano apretándola con fuerza.

 

- Tranquilo, déjame preparar todo para llevarte al hospital.- me baje de la cama a gran velocidad y debido a que no me había cambiado de ropa, solo me puse los zapatos.- espérame iré al cuarto de los gemelos por sus cosas.- Kouki solo asintió y me dio una tenue sonrisa para que me tranquilizara.-

 

- Esta bien, aquí te esperamos.-

 

Fui a la puerta que se unía a la nuestra; ya que por petición de Kouki se hicieron cuartos unidos para estar al pendiente de los pequeños en todo momento. Entre a su closet y tome ambas mochilas, las cuales ya habíamos preparado con anterioridad.

 

Regrese a la habitación y Kouki ya se encontraba sentado en el borde de la cama colocándose sus pantuflas. Me acerque a su lado y tome la bata que estaba al lado de la cama y la coloque sobre sus hombros.

 

- Deberías ir a despertar a Kei para que te ayude con las cosas. Además dijo que si no lo incluíamos en esto jamás nos perdonaría.- deje ambas pañaleras en la cama y bese su frente.

 

- Tienes razón, deja ir a avisarle y a preparar el auto, ¿Tu estas bien?- le pregunte un poco asustado, y que padre no lo estaría al ser primerizo.

 

- Duele, pero puedo controlarlo. Anda ve rápido porque creo que esto aumentara y te necesitare a mi lado.-

 

Al término de sus palabras, salí de nuestra habitación y camine hacia la de Kei. Hace más de un año él y Demian cambiaron su lugar de residencia a Japón, debido a que ambos no querían alejarse mucho de Kouki. Demian ahora se hacía cargo del hospital y Kei entro a la preparatoria. Aun que hace 2 meses Kei se había mudado a nuestra casa, con la excusa de que quería estar presente en todo el proceso del parto de los gemelos.

 

Entre a su cuarto y le avise lo que sucedía, rápidamente se cambió y le pedí que fuera a acompañar a Kouki en lo que yo preparaba el auto. Cuando subí las escaleras, ambos ya venían por el pasillo.

 

- Qué bueno que estas aquí, para que bajes a Kouki.- Hablo Kei con ambas pañaleras en sus hombros. Rápidamente tome a mi esposo en brazos y lo lleve hasta el auto. Lo senté en la parte de atrás, Kei se sentó a su costado y yo del otro lado. Tome su mano para brindarle seguridad y le informe al chofer que avanzara.

 

En cuanto llegamos al hospital Demian ya nos estaba esperando a fuera, debido a que Kei ya le había informado de la situación. Colocaron a Kouki en una camilla y entramos al hospital

 

-  ¿Hace cuánto comenzaron las contracciones?- pregunto Demian mientras caminábamos hacia la sala de partos.

 

- Hace unas 6 horas.- respondió Kouki sorprendiéndome.- Es que no quería despertarte hasta no cerciorarme que venían, por si era una farsa alarma.- me dijo mirándome a la cara al ya comprender mi semblante.

 

- ¿Y la fuente?-

 

- Hace como dos horas.-

 

- Bueno debido al estado de Kouki y que son gemelos necesitaremos hacer una cesaría. Por favor llévenlo al quirófano y preparen todo, Seijuro necesito que me acompañes para prepararte.-

 

-Nos vemos adentro amor.- bese su frente y Kouki apretó un poco mi mano.

 

- Esta bien.- me respondió para después desaparecer atreves de esa enorme puerta.

 

-No te preocupes, gracias a ese fuerte corazón que ahora tiene todo saldrá bien.- me palmeo Kei el hombro al termino de sus palabras. Demian giro dándome una sonrisa de seguridad y me dio una seña para que lo siguiera.

 

- Vamos Seijuro-kun, Kouki te necesita.- Kei se quedó en la sala de espera, mientras que Demian y yo nos encaminamos a la sala de esterilización.

 

Nos cambiamos con aquellos trajes verdes y una vez listos entramos al quirófano. Había una enorme manta que separa a Kouki de su vientre. Demian se acercó al área a trabajar y yo fui a tomar su mano.

 

- Sei, que bueno que llegaste. Estoy un poco asustado.- Me hablo apretando mi mano.

 

- No tienes nada de qué preocuparte, Demian dice que toda saldrá bien y Kei también, ya que tienes un fuerte corazón.- Kouki sonrió por mis palabras y puso un rostro determinado.

 

- Muy bien Demian puedes empezar, que ya quiero ver a mis hijos.- Demian hizo una sonrisa y le dio una mirada a todos su personal. Todos asintieron y la cesaría comenzó.

 

Solo el sonido de los utensilios y la voz de Demian se oían en la sala. Mientras que Kouki no dejaba de sostener mi mano.

 

- Ya tenemos al primero.- Nos informó Demian.

 

- Sei, míralo por favor.- me pidió Kouki. Me acerque a ver y Demian tenía un sus manos al primer bebe. El pequeño de cabello rojizo como el mío comenzó a llorar a los segundos en el exterior.

 

- Es un varón.- grito Demian.- tiene una llanto fuerte, eso marca que tiene una buena salud.- Kouki apretó mi mano y yo gire a verlo.

 

- Ve con él por favor, revísalo que este bien.-

 

- Estas seguro, aún falta otro.- le pregunte debido a que tenía que soltar su mano. Él lo pensó durante unos segundos e hizo une pequeña mueca de inconformidad.

 

- No, mejor quédate aquí,- apretó el agarre.- además Demian dijo que nació bien.- sonreí un poco al ver su rostro asustado y apreté un poco más el agarre.

 

- Ahí viene el otro Kouki, ya casi terminamos.- Hablo de nuevo Demian.

 

Nuevamente me acerque y esta vez salió un pequeño de cabello castaño como Kouki, aunque un poco más pequeño que el otro. Él bebe lloro cuando le estaban limpiando su boca y Demian hizo una mueca en su cara. Yo un poco asustado por su acción levente mí vista hacia él esperando algo malo.

 

- Este bebe sí que marca su sexualidad. Tiene un llanto más chillón.- Sonrió un poco.- Es un doncel.- me dijo mirándome a los ojos.- La vas a tener difícil Seijuro.- Le entrego él bebe a la enfermera para que lo limpiara y yo solo reí por su comentario. En eso tenía razón, no iba a entregar a mi hermoso doncel a nadie.

 

- Bueno eso es todo Kouki.- hablo una vez que termino.- hiciste un buen trabajo. Ahora solo hay que conocer a los pequeños y ponerles nombres.- Las enfermeras se acercaron con Kouki y le coloraron un bebe a cada lado.

 

- El pelirrojo es el varón y el castaño es el doncel.- nos informó la enfermera.- ya sabe que nombre les pondrá.- Kouki tomo la pequeña manita del pelirrojo y beso su cachete.

 

- Mira Sei, el saco tu cabello.- El pequeño abrió sus ojos al escuchar la voz de su madre y pudimos apreciar que también heredo mi color de ojos.- Es igualito a ti.- hablo entusiasmado.

 

- Claro que no, a pesar de que tiene mi color de cabellos y ojos se parece a ti.- me acerque a mi hermosa familia y bese la frente de mi esposo.- ¿y qué nombre piensas ponerle?.-

 

- Él será Tesshin, por Kiyoshi.- Sonrió feliz. Giro su vista hacia el otro pequeño, e hizo lo mismo que con el pelirrojo.- y tu mi precioso doncel te llamaras Sora, por Junpei.- los pequeños tras recibir sus nombres se acomodaron en el pecho de su madre, y como si fuera un milagro, ambos se tomaron de la mano. Como si entendieran la razón tras aquellos nombres. Kouki comenzó a llorar de felicidad y me miro con una enorme sonrisa en su rostro.

 

- Gracias Sei, gracias por darme estos dos hermosos hijos.-

 

- Al contrario Kouki, gracias a ti por hacerme el ser más feliz sobre la tierra.- Bese sus labios para después darle un beso a cada uno de mis hijos. Los ojos de Kouki comenzaron a cerrarse debido al cansancio, así que las enfermeras tomaron a nuestros hijos para llevarlos a los cuneros.

 

- Hizo mucho esfuerzo Akashi-san. Debe descansar, en cuanto lo trasladen a su habitación llevaremos a sus hijos para que los tenga a su lado.- Kouki solo asintió y sus ojos se fueron cerrando hasta quedar completamente dormido.

 

- Descansa amor y gracias por la hermosa familia que me has dado.- bese la frente de mi esposo y salí para darle a la familia la información de nuestros nuevos integrantes.

 

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Los meses pasaron rápido y los años aún más. Cuidar de dos pequeños tesoros nos hacía tan felices, que el tiempo de su crecimiento parecía volar. Ahora ambos ya tenían 5 años y nos encontrábamos con la espera de un tercero.

 

- Mamá un no está lista- me informo Tesshin entrando al jardín. A pesar de su joven edad, mi pequeño varón ya era más alto que Sora. Sus facciones a pesar de ser las mismas que Kouki y Sora, eran un poco más masculinas y su voz menos chillona.

 

- Ya veo, ¿y por qué se retrasa tanto?- pregunte extendiéndole la mano para que se acercara a mí y poder abrazarlo. 

 

- Es que Sora no quiera salir de la tina.- tome a mi pequeño en bazos y camine con él en busca de mis dos hermosos donceles.

 

- En ese caso vamos ayudarle a mamá para salir más rápido.- Le di un beso en su frente y Tensshin respondió dándome uno en la mejilla.

 

-  O, ahí viene mami y Sora.- apunto Tensshin hacia las escales en cuanto entremos a la casa.

 

- Lamento la demora, es solo que Sora no quería salir del agua.- Kouki, con Sora en sus brazos, venia bajando las escaleras.

 

- Kouki no debes hacer eso, puede que sea peligroso para el nuevo bebe.- Me acerque para tomar a Sora en mi brazo desocupado.

 

- No es para tanto Sei, aun no tengo ni tres meses. Además mi hermoso Sora no pesa nada.- Sora a diferencia de Tesshin era de complexión muy delgada y un rostro más fino. En realidad era la imagen infantil de mi hermoso Kouki.

 

El pequeño paso sus bracitos por el cuello de Kouki y beso su mejilla, para después extenderme los brazos para que lo abrazara.

 

- Un así mami, es mejor cuidarte ¿verdad Shin?- Pregunto Sora mirando a su gemelo.

 

- Si, ya quiero conocer a mi nuevo hermanito, el cual cuidare y querré igual que Sora.- ambos se sonrieron y me dieron un beso al mismo tiempo. Sonreí ante su acción y les regrese el beso.

 

A pesar de que uno era varón y el otro un doncel, se llevaban de maravilla. Puesto que habían heredado el carácter tranquilo y juguetón de su madre, pero la gran inteligencia de su padre. Tesshin comprendió rápidamente que su gemelo Sora era un doncel, por lo que siempre lo cuidada y protegía. Mientras que Sora confiaba y se apoyaba plenamente en Tesshin.

 

- Bueno es hora de irnos, que el tío Kiyoshi y tío Junpei nos esperan.- Hablo Tesshin. Kouki se acercó hacia nuestro pelirrojo y beso su mejilla.

 

- Tienes razón, al igual que tu tío Kei y Demian.- Sin esperar más, toda la familia subió al auto y nos encaminamos al cementerio.

 

Desde que la muerte de Teppei, Kouki cada año iba a visitarlo. Se quedaba un rato platicándoles todas las cosas maravillosas que había hecho y lo feliz que era. Esta tradición continúo hasta la actualidad, a la cual Kei y Demian se unieron después. Y al nacer nuestros pequeños gemelos, también formaron parte de ella puesto que Kouki cada vez que tenía oportunidad, les contaba las grandes historias que vivió con ellos al igual que el acontecimiento donde le dio su corazón; provocando que nuestros pequeños a pesar de no conocerlos, los quisieran.

 

Así que hoy era aquel día. El día en que todos los presentes en aquella tumba, le agradecíamos sin cesar el habernos dado la oportunidad de poder seguir estando con Kouki. Yo más que todos, puesto que si él no hubiera hecho aquella hermosa acción, ahora no podría tener a la persona que más amo a mi lado.

 

Una vez en el auto, gire mí vista hacia un costado y ahí tenia a Kouki. Levante la vista hacia el retrovisor y vi a mis hermosos gemelos, Tesshin y Sora. Lleve mi mano hacia el vientre un plano de mi esposo, y acaricie al nuevo integrante que estaba por llegar.

 

Era feliz. No... Era inmensamente feliz, y toda esta felicidad me la regalo aquella persona.... Gracias Kiyoshi Teppei, gracias por darme la oportunidad de tener una hermosa familia. Y no te preocupes, que jamás romperé aquella promesa. Jamás.

 

 

FIN 

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Notas finales:

Bueno, he aquí el final de esta historia. Waaaa es la primera vez que escribo algo y lo termino jajajaja soy muy feliz. 

Antes que nada quiero agradecerle a todos aquellos que me han seguido en el trayecto de esta historia y aun mas estoy agradecida a lo que se tomaron la molestia de dejarme algún comentario, ya que gracias a ellos es que he podido terminarla. Ya que con su apoyo y ánimos me incitaban a seguir escribiendo. 

En verdad espero que les haya gustado y mas el final, ya que como les comente es la primera vez que termino una historia jejeje espero haya podido llegar a su corazón atraves de las palabras y si no es mucha molestia me gustaría pudieran dejarme algún comentario de que les pareció.

O una nota, los nombres de los peque;os los tome de la siguiente manera. El nombre de Tesshin - significa corazon de Hierro, por Teppei y el Nombre de Sora- significa cielo, por Junpei.

Por cierto, estuve pensando en hacer un epilogo o mas bien un especial jejejej  pero esta vez un poco mas comico, de como fue la primera vez entre Seijuro y Kouki jejeje, ustedes que opinan?.

Bueno les mando un supe abrazo a todos y espero seguir leyéndonos mas adelante con otra historia.


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