2.5
Lo que no debió ver
-¡No puede ser…!- grito Shinobu al ver al interior de la habitación…
En la habitación había dos personas teniendo un encuentro sexual y esas personas eran nada más y nada menos que Shinoda, el prometido de su hermano Hiroki y Aikawa su futura madrastra, la futura esposa de su padre…
Shinoda y Aikawa miraron a Shinobu con sorpresa, no esperaban ser descubiertos
-¡Hey mocoso!- Shinoda sabía que si Shinobu decía algo tanto Aikawa como el estaban perdidos. Aikawa quería la fortuna de Isaka y el solamente a Hiroki, y ahora Shinobu se interponía en los planes de cada uno
Shinobu cerró la puerta para después empezar a correr por los pasillos de la mansión, tenía que regresar al salón para decirle a su padre o alguno de sus hermanos lo que había visto, con eso todos sus problemas se solucionarían
Pero antes de llegar al salón… Shinoda lo atrapo
-¡Suéltame!- empezó a gritar pidiendo ayuda pero por desgracia sus gritos se ahogaban en el barullo de la fiesta
-No puedo permitir que lo arruines todo- Shinoda tapo la boca y nariz de Shinobu impidiendo que gritara y que respirara, la falta de oxígeno provoco que Shinobu perdiera la conciencia
-¿Qué haces?- cuestiono Aikawa algo preocupada, no por Shinobu si no por lo que planeaba Shinoda
-Él se ha vuelto un peligro… me desharé de el- sin dificultad alguna cargo al muchacho y aprovechando la obscuridad de los pasillos se escabullo hasta la puerta principal
-¡Estás loco!- exclamo Aikawa cuando estuvieron lejos de cualquier persona- Shinobu es la adoración de ese viejo idiota, si desaparece no dudes que moverá cielo y tierra para encontrar a su pequeño
-Entonces ¿Qué propones tú?- pregunto algo estresado
-Podemos golpear su cabeza hasta provocarle amnesia- esa mujer podía ser hermosa y maquiavélica pero no era precisamente la persona más brillante
-¡Brillante plan!- exclamo Shinoda con sarcasmo- Pero aun así…- se quedó pensativo ¿Qué haría con Shinobu? De pronto una idea vino a su cabeza- Aikawa saca mi teléfono celular de mi pantalón- la mujer obedeció de mala gana- Busca entre mis contactos el nombre Miyagi Yoh
-Supongo que debo llamarlo- pregunto Aikawa con ironía llamando a la persona que Shinoda le había dicho que buscara, le acerco el teléfono hasta su oído para que hablara con la persona que solucionaría todos sus problemas
-Miyagi-san cuanto tiempo sabe ya sé cómo podrá pagarle todo el dinero que le debe al señor Usami…- Shinoda sonrió de manera maquiavélica
Una sonrisa que no auguraba nada bueno para Shinobu…
-Muy bien te espero en este lugar a esta hora… trata de no llegar tarde- Shinoda sonrió sonriendo satisfecho
-¿Y?- pregunto Aikawa mirando aquella sonrisa
-Todos nuestros problemas están solucionados- aseguro mirando con maldad al joven inconsciente que sostenía entre sus brazos- Ahora solo tenemos que ocultarlo…
Tenían suerte que la mansión de Isaka estuviera casi en medio de la nada…
A la media noche todos los invitados se retiraron, Isaka y Aikawa los despedían en la puerta principal
-Fue una velada muy amena- Shinoda miraba con complicidad a Aikawa que sutilmente le devolvía la mirada- Me tendrá pronto por aquí para hablar sobre los preparativos de la boda…
-¿Le molestaría si su boda espera?- pregunto Isaka- Mi boda con Aikawa se acerca y quiero que mis tres hijos estén en ella
-Para nada- Shinoda sonrió de manera forzada, no quería esperar pero le reconfortaba la idea de que Hiroki ahora era suyo y nadie se lo podría arrebatar
-Shinoda- llamo el señor Usami desde su elegante camioneta negra, Shinoda se despidió de Isaka y Aikawa para hablar con su jefe que pronto se retiraría- Organizaras la boda de mi hijo Akihiko
-Sera un placer- problema tras problema, pensaba Shinoda forzando de nuevo una sonrisa
-Mañana temprano en mi oficina- Se despidió con una formal reverencia cuando se encontró solo suspiro, esa sería una noche larga…
En su automóvil se dirigió al lugar en donde había ocultado a Shinobu, para su sorpresa en ese lugar se encontraba otro automóvil que reconoció de inmediato. Se estaciono para ir con la persona que esperaba impaciente al lado de la carretera
-Miyagi san- llamo al hombre de 35 años, pelinegro de ojos negros que fumaba para calmar su ansiedad
-Shinoda- saludo Miyagi mirando indiferente al hombre rubio- ¿Y bien? ¿Cuál es la solución a mis problemas?- trato de no parecer tan ansioso, Shinoda con un gesto le pidió que lo siguiera, Miyagi lo obedeció
Shinoda lo llevo al lugar en donde había dejado a Shinobu
-Si te deshaces de él, yo personalmente pagare tu deuda, TODA tu deuda- Miyagi está en shock, la propuesta era muy tentadora pero…
-¿Lo quieres muerto?- pregunto mirando con cierta pena al jovencito que estaba en el frio suelo inconsciente
-Por supuesto- respondió Shinoda, Miyagi suspiro
-No lo sé, prefiero pagar por mis propios medios mi deuda- Miyagi estaba decidido a no realizar tan ruin acto pero
-¿Esta seguro Miyagi san? Pagar su deuda seria el pase a su libertad, solo tiene que deshacerse del muchacho- No podía, se creía incapaz de matar a tan lindo jovencito- solo tiene que deshacerse de él, no me importa como solo tiene que dejar de existir- A Miyagi no le agradaba en lo absoluto Shinoda, un hombre manipulador que sabía usar todo para su beneficio, era la clase de personas que Miyagi más odiaba…
Aunque en ese momento le ofrecía la llave de su libertada…
Hace algunos años había cometido el terrible error de pedirle dinero prestado a Usami Fuyuhiko, pensó que pronto pagaría toda su deuda pero no fue así, sus problemas económicos crecieron y para poder pagar lo que le debía al señor Usami tuvo realizar cualquier trabajo que el señor Usami le pidiera…
Y ya estaba cansado de aquello
-Bien- tomo al inconsciente jovencito en brazos, se deshacerla de el para que todos sus problemas también desaparecieran
-Desde mañana usted Miyagi san es un hombre libre- metió delicadamente a Shinobu a su automóvil- Pero quiero una prueba, una prueba de que el mocoso no regresara jamás- Miyagi asintió
-Mañana mismo le daré la puebla- y se alejó de Shinoda, de aquel hombre que tanto odiaba pero le había brindado su libertad…
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Su cabeza le dolía al igual que su cuerpo, Shinobu no reconocía el lugar en donde estaba, cuando trato de levantarse del lugar en donde estaba acostado se dio cuenta que estaba atado de manos, empezó a entrar en pánico cuando recordó que había pasado. Había descubierto a Shinoda, el futuro esposo de su querido hermano Hiroki, con su futura madrastra Aikawa
-Se deshará de mi- pensó totalmente aterrado sabiendo muy bien que no debió haber visto a eso- Necesito ir con mi padre y advertirle sobre Aikawa, esa mujer…- sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una puerta abriéndose- ¡Es Shinoda!- pensó Shinobu empezando a temblar del miedo-¿Qué me hará?- se preguntó mirando atentamente la puerta de la habitación en donde estaba, con cierto miedo vio como esta se empezó a abrir dejando ver a un hombre pelinegro de ojos negros
-Despertaste- dijo Miyagi mirando con desinterés al jovencito, sus ojos grises de inmediato captaron su atención, esos ojos grises eran los mismos de…
Shinobu empezó a removerse bruscamente, tratando de librarse de sus ataduras y recién se daba cuenta que tenía su boca tapada con cinta adhesiva
-Calma, calma- dijo Miyagi acercándose a Shinobu- te quitare la cinta si prometes no gritar- Shinobu asintió algo ansioso, Miyagi lentamente le quito la cinta
-Agua…-pidió en un susurro Shinobu, aún tenía miedo pero ese hombre al parecer no quería hacerle daño
-Aquí tienes- le ayudo a beber
-¿Qué hago aquí? ¿Quién es usted? Por favor déjeme ir- Miyagi miro con cierta pena al desorientado jovencito
-Te desatare solo si prometes que no intentaras escapar- las ataduras dolían así que Shinobu acepto de inmediato lo dicho por Miyagi- Buen niño- le dijo burlonamente quitándole las ataduras
-Por favor déjeme ir…- suplico Shinobu, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas- quiero ir a casa, por favor…- Miyagi era algo débil a las lagrimas
-¿Conoces a Shinoda?- Shinobu trato de controlar sus lagrimas
-Si- respondió de manera ahogada, sollozando de vez en cuando
-Él te quiere muerto- ¡Lo sabía! ¡Por haber visto algo que no debía ver moriría! Empezó a sollozar, ese hombre lo mataría
-Lo siento, solo quiero que sepas que realmente no tengo opción…- Miyagi suspiro cubriendo la boca y nariz de Shinobu con un pañuelo que de seguro tenia cloroformo- De verdad lo siento…
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Shinoda esperaba inquieto la visita de Miyagi, esperaba que el hombre hubiera sido capaz de deshacerse del mocoso. Sintió una gran satisfacción cuando lo vio
-¿Y bien?- pregunto, Miyagi saco su teléfono celular mostrándole una foto que lo hizo sonreír de manera maquiavélica
-Está hecho…