Capitulo 3.
No lo entiendo.
TODO SE TERMINA
Me había dispuesto ir a mi habitación pues mis clases ya habían terminado, tenia que planear la forma de ir a visitar a mi “estimado” vecino, obviamente no podía ir con un pretexto como; “me podría regalar una taza de azúcar” eso es tonto y absurdo.
Llegue a mi recamara, como amaba ese lugar era espacioso, cómodo, acogedor, era mi lugar personal donde nadie interrumpía y podía ser yo mismo, liberarme por unos instantes de la presión de ser Sultán, bendita sea mi cama, que me da el tan anhelado descanso al final del día.
Me recosté en esta y tocaron a mi puerta. Tks. ¿Quién interrumpe justo ahora? Me levante con pesadez, en otro caso hubiese dicho que pasara a la persona que se encontraba tras la puerta, pero hoy no estaba de ánimos y no quería intrusos en mi cuarto. Gire la perilla que serraba la puerta para encontrarme con Rei y Makoto.
-Buenas noche mi Sultán -saludo el chico de ojos verdes y cabellera castaña mostrando una linda sonrisa en sus labios. -Se me ha sido informado que desea saber acerca de las finanzas del palacio y la ciudad, por eso motivo aquí le traigo un recuento de los últimos seis mese acerca de la economía actual. -Me mostró una carpeta con papales donde venían números, gráficas, estadísticas y muchos, muchos números más, la tome con un poco de fastidio las matemáticas nunca han sido lo mío y mucho menos lo eran las cuentas y de las finanzas, ni hablar.
-Buenas noches Makoto, gracias por tomarte el tiempo para hacer esto para mi -me frote el puente entre la frente la nariz con mis dedos indice y pulgar, para tragarme el cansancio y tomar el tiempo necesario al análisis del estudio económico.
Pasaron al rededor de una hora con treinta minutos y acabamos regrese de mi estudio y ahora si que dormiría sin la intromisión de nadie.
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Matsuoka.
Un nombre tan odiado para Nanase.
Y ¿Quién no desprecia a su enemigo? Nadie.
Nanase era un viejo de unos ochenta y tres años de edad, sin duda un vejestorio como el ya no podría seguir al mando de un pueblo, su cabeza ya no se encontraba bien era un decrépito, las pocas neuronas que le funcionaban estaban casi ya nulas en su existencia. En sus tiempos de gloria, no se puede negar que tuvo sus victorias de las cueles gozo plenamente cuando era debido, pero ahora que yacía de poca cordura, no le queda nada mas que disfrutar de lo que tenia por el momento, el no era el único que sabia que sus días serian acortados prontamente, y estaba consiente de eso.
Su vida no fue precisamente mala, pero tampoco se puede decir que fuera exactamente buena. Ascendió al trono de veinte años y al principio busco la paz y el bienestar de la ciudad, sin embargo mientras dominaba, se dio cuenta de las riquezas que podía llegar a poseer y la grandeza que se lograba obtener, y su corazón junto a con su mente se comenzaron a llenar con ese sentir. Enriquecerse.
Tenia a demasiadas personas bajo su mandato lo que le hizo sentirse superior, eso no significaba que no lo fuese, pero es sentimiento se le subió aun más a la cabeza alojando cualquier sentimiento bueno o razonable en lo mas profundo de su materia gris.
Se caso, pero no por amor, sino por la razón que hace todos lo enlaces matrimoniales. Interés. Firmo ese contrato que lo ataría para siempre a una mujer, el no amaba a la princesa y se lo hizo saber de una manera muy clara, fría y dolorosa a la vez, no es como que ella lo amase, pero quería llegar a hacerlo. Pero Nanase se encargo de romper la ultima ilusión y esperanza de la joven. Trataron de tener un hijo pues eso crearía un muro tapado por una tela de seda blanca, la cual disimularía su falso amor, ademas de que al tener desencincha ya tendrían a quien se encargara de gobernar cuando su padre no pudiese hacerlo mas.
Las cosas no salieron como lo tenían planeado, su esposa quedo embarazada efectivamente, pero su cuerpo no estaba listo para eso, y a los tres mese de gestación aborto, fue un aborto espontáneo simplemente sucedió. Lo intentaron una segunda vez y ocurrió exactamente lo mismo que la primera vez. La joven dama quedo desecha, fue educada para tener una familia y ser buena esposa. pero fallo en ambas cosas para lo que se supone fue preparada toda su vida. la culpa no era de ella pero si recaía en sus pensamientos la mayoría de las veces. Si no lograba cumplir el propósito que tenia su vida ¿qué sentido tenia seguir adelante con esta?
La chica callo en una enorme depresión y poco a poco se fue consumiendo su ser, su existencia, su aliento, su vida, su todo.
Ya no salía de su habitación y rara vez comía a sus veinticinco años de edad bien parecía una mujer de cincuenta. La apariencia de su esposa comenzó a pesarle al Sultán y no por el hecho de que sintiera amor o algo similar por ella, la lastima no tenia nada que ver con el amor, al menos en su parecer. Le importaba más el; que dirán.
Un día se llego a la mujer y esta volvió a quedar embarazada. Una mínima esperanza se albergo en el rincón mas profundo de su corazón iluminado por un pequeño ser que hubiese de formar parte de su vida. Lego el tan temido tercer mes y las cosas no sucedieron como se tenían prevista. Su embarazo seguía en píe pero con sus respectivos riesgos.
El día que la mujer esperaba con amor y entusiasmo llego. La espera de nueve meces fue terminada ese mismo día. Nació una hermosa niña de ojos color turquesa, el llanto inundo el salón donde se encontraban pero algo no los lleno de felicidad, sin duda amaba a su hija pues era sangre de su sangre, pero era imposible que ella subiese al trono una pequeño detalle se lo impida, era mujer, y eso era prácticamente imposible.
Nanase le dio tanto como pudo a su “familia”, pero encontró una piedra en el camino que lo hizo tropezar y caer, un lujo que solo el podía poseer, las concubinas, pero una en especial; tenia los ojos de un tono azul que era embriagado y una sonrisa que bien te hipnotizaba al verla, perdió los sentidos, pero toda causa tiene un consecuencia, tuvo un hijo, un varón pero el y su madre fueron hechos, no tenia el valor para asumir su responsabilidad y afrontar lo que hizo así que mando a matar al niño, su corazón nuevamente fue cubierto por los placeres terrenales. Su madre defendió con su propia vida a ese pequeño ser que no tenia la culpa absolutamente de nada. Ella murió pero lo que paso con el niño o que fue de su vida estaba oculto para su padre. El hombre que le dio la vida pero rotundamente lo negó.
Ahora lo busca ¿para qué?¿enmendar su error?¿Realmente era un error para el? O, simplemente quería ganar este juego en el cual el lanzó la primer pieza al igual que el primer ataque.
!NO¡ El único sentir que tenia era el de la hipocresía.
Las flores nacen y se secan, el agua corre pero se detiene, llega el día en que así como el ciclo inicia, termina. Todo se termina y avanza sin que lo puedas detener.