Había pasado 40 minutos desde que Hal se marchó tras haber recibido esa extraña llamada.
Nunca pensé que existiese una persona que desease de verdad, estar solo; pero justo en este momento era lo que yo más deseaba. Pero espera ¿acaso no estoy solo? Estar con o sin Hal es lo mismo.
-HAHAHAH sí, es lo mismo para el todo, incluyendo las personas son reemplazables; lo único que me queda es esperar a que se harte de mi - pero cuando llegue ese momento ¿qué hará conmigo?.
-me botara o tal vez me ¿mataría?- un temor recorrió mi subconsciente. -¡No, no, no! No quiero morir y mucho menos a manos de ese tipo-. Pero que podría hacer yo para que eso no sucediese. Desde que lo conocí mi vida ha sido completamente eclipsada por este hombre.
-detesto tanto aquel momento en que conocí a ese bastardo, me arrepiento haberme acercado a él, si hubiese sabido que mi vida se tornaría tan miserable, hubiese evitado conocerlo.-
Mi madre siempre me decía una y otra vez durante el tiempo en el cual estuve con ella.
“una persona, sea hombre o mujer; nunca debe arrepentirse de las cosas que haga, porque en algún momento era lo que deseaba”.
Sé que ella tenía mucha razón ya que lo decía por experiencia propia, pero me es imposible seguir aquel acertado consejo.
“MEMORIAS”
De joven mi madre se había enamorado de mi padre obviamente, pero su romance de juventud fue cambiando a lo largo de los años; se casarón muy jóvenes y la vida los trato duramente, mi padre se volvió un hombre frio y muy débil, era un artista frustrado lo poco que ganaba no era suficiente lo cual empeoro con mi nacimiento, empujando a mi padre a caer en las drogas y mi madre a trabajar forzosamente, lo cual cuidar de mi fue muy difícil, por un tiempo tuve que vivir con mis abuelos los padres de mi madre hasta los 6 años cuando papá murió por una exceso de drogas lo cual dejo a mi madre devastada.
Aun después de todo, nunca se rindió y se esforzó por cuidar de mí. Pero a mi edad no comprendía lo mal que estaba mi madre, era enfermera sus turnos eran rotativos y las horas extras fueron agotándola; los gastos de la casa, mi educación, alimentos entre otras cosas fue demasiado para ella llevándola a un trastorno de estrés postraumático lo que le provocó un ataque cardiaco llevándola a la muerte; a mis 14 años tuve que regresar a casa de mis abuelos hasta cumplir mis 18 donde pude ser totalmente independiente. Jamás oí a mi madre arrepentirse de casarse con mi padre, por haberme tenido y elegir la vida que obtuvo por sus decisiones de joven.
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_y luego estoy yo quejándome y arrepintiéndome de lo que eh hecho-. Pues no me niego el consuelo que obtengo al arrepentirme de lo cosa que hago mal ¿verdad?.
Con todo lo que había pasado, estaba ignorando mi dolor en el costado y ahora me sentía fatal, estaba cansado y unas nauseas me golpeaban sin compasión. eran las 6:01 de la mañana. - será mejor hacer una cita médica por teléfono hoy mismo, no vaya hacer que sea grave y no lo sepa-.
Cogí el teléfono que se encontraba aun lado de la cama sobre una mesita de noche. Para realizar la llamada. <tuuup, tuuuup, tuuuup> -aló, buenos días; clínica Harada en que puedo servirle-. Respondía una mujer que lo más probable era una enfermera.
– aló. Buenos días, llamaba para reservar una cita para hoy mismo si es posible- fue un largo tiempo en la que la joven recepcionista tomaba mis datos.
-bueno Sr. Takaba, su cita será para hoy a las 1:00 de la tarde con el doctor Shou Harada, lo estaremos esperando-.
-se lo agradezco, estaré a la hora acordada, gracias-.* Suspiro* me siento tan cansado, mejor descanso un rato a ver si se pasa un poco el dolor. Pero en mi mente el recuerdo del día en que conocí a Hal comienza a invadirme haciendo imposible mi descanso.
************6 MESES ANTES************
Todo comenzó con la llamada de mi amigo Kou. * Rin, rin, rin* sonaba insistentemente mi teléfono celular. – ola Kou, ¿qué sucede?-. Este chico solo llama cuando algo quiere, que me pedirá esta vez.-¿dónde es la fiesta hoy querido amigo?. –le dije, siempre llama para cosas como estas.
-eh, fiesta dónde?-. Me dijo algo perdido.– nada de eso; no hay fiesta hoy, aki-chan amigo mío necesito un gran favor tuyo-. Favor mío que será.
-dime, que sucede kou-. Me dejo algo sorprendido ¡como que no hay fiesta! justamente en mi día libre. –¿ de qué favor hablas?-.
-bueno, mi novia está enferma en casa y no quiero dejarla sola, me entiendes, amigo mío podrías cubrirme por hoy en mi trabajo. Solo será hoy; prometo pagarte-.
- ¡Que! se supone que es mi día libre, es que nadie me tiene consideración. Definitivamente no Kou, no lo hare-.
Horas después
-En un momento traerán su orden, con su permiso me retiro-. Adiós a mi día de descanso, pero ya verás kou me las pagaras ¡hmmm!, ser camarero no es divertido.
Miro el reloj ya pronto serán las 12:00 de la media noche y podre irme de aquí.
En la entrada 4 hombres bien vestidos entraban y se dirigían a tomar asiento en una mesa reservada. Bueno no es nada extraño que gente como esa venga ya que este es un restaurante y hotel 5 estrellas. –Mejor voy y tomo sus órdenes-.
-Buenas noches Señores, desean ordenar alguna bebida, mientras deciden su orden-.
Entre esas personas habían una que capto mi atención. Era un hombre alto, cuerpo atlético, tez clara, ojos color ámbar, labios finos y cabello oscuro que le llegaba a la nuca. Debe estar en los 30 y es muy guapo dije para mí, él era la razón por la cual decidí atenderlos ya que había pensado en no hacer nada hasta la hora de retirarme; que más daba total faltaba poco para que eso sucediese.
- por ahora pediremos un malbec y una botella de champagne, eso será todo hasta el momento; llamaremos si necesitásemos algo -.me pidió un nada agraciado anciano que no paraba de echarme el ojo desde que me acerque a pedir su orden. Lo único bueno era que no solo aquel viejo me miraba sino aquella belleza de ojos ámbar que no apartaba su mirada de mí, la cual fingí no notar.
Bueno no puedo negar que es mi tipo; me gusta los hombres, pero no todos o cualquier hombre y este no es cualquiera, supe sobre mi inclinación sexual desde muy joven; esta era la razón por la cual decidí independizarme apenas cumplí mis 18.
Reía para mí la cual no pude guardar dejando escapar una leve sonrisa en mi rostro que fue notada por aquel tipo que me tenía encantado, el cual fui correspondido con un gesto igual. ¡Ups! Tendré que retirarme enseguida no vaya ser que unos de mis descuidos arruinen mi trabajo y sea Kou quien pague de mis errores.
-en seguida traerán su orden, con su permiso me retiro-¡aaah! Demonio, que decepción ya no veré a este hombre. Bueno que se le puede hacer. Estaba por irme cuando fui detenido por las palabras de aquel pelinegro.
- ¡ehh! Es que acaso tu no traerás nuestros pedidos- me dijo haciendo un lindo puchero.
- no señor, ya mi turno termino; serán atendidos adecuadamente por un compañero.- dije un poco nervioso.
-Oww, que lastima. No puedo dejar que las cosas acaben así; permíteme proponerte algo, ya que si no lo hago es posible que no vuelva a verte “gwiyeoun camareo”(lindo camarero)-.
Estaba algo confundido, de qué propuesta estará hablando y que es eso de gwiye-algo. Mi corazón no deja de latir bruscamente y mi interés por este hombre se incrementa. ¿Que debería hacer?.
-no te vayas aun, los asuntos que tengo con estos señores no me tomaran mucho tiempo, puedo invitarte a comer o tomar algo, ¡espera! mejor aún. ambas cosas. ¿Qué dices, aceptas?. Estaba desconcertado, No podía creer lo que hacía, imagino que aquellos señores tenían asuntos importantes que tratar y yo aquí de inoportuno, debo darle una respuesta lo antes posible, así no interrumpiré demasiado.
- claro, no hay ningún problema- no podía hacerle un desaire hay enfrente de todos y vaya que es descuidado, pedirme salir con él en medio de su reunión. – Ahora me retiro- veo su linda sonrisa y aquella mirada penetrante lo cual me dejó inquieto, hago una inclinación y me marcho lo antes posible. Le doy a mi compañero el cual le correspondía cubrirme, una nota para aquel pelinegro indicándole donde lo esperaría. Lo cual acepto sin ninguna queja.
Eran las 1:30 de la madrugada y estaba impaciente esperando a mi cita en un parque cerca del restaurante en la cual estaba trabajando hasta hace poco, estaba por irme cuando sentí unas manos posar en mis hombros lo cual me asusto y voltee a mirar ¡era él!, se encontraba sonriendo y yo aquí muriendo de frio. – llegas tardes, me has hecho esperar mucho, ¿sabes?-. Ahora era yo el que hacia pucheros, que forma tan infantil de iniciar una conversación.
-discúlpame, no quería hacerte esperar mucho pero los ancianos se pusieron pesados; ya te lo recompensare de acuerdo-.bueno no voy a desperdiciar esta oportunidad de salir con él por tonterías. – Y donde me llevaras a esta hora de la mañana digo madrugada-. Espera, espera, estoy olvidando algo importante; ¿cuál es su nombre?.
- por cierto me llamo Hal Sa Ewan . Ahora ¿cuáles el nombre de mi hermoso acompañante?-
No puedo evitar sonrojarme, acaso este tipo lee mi mente; bueno no importa.
– me llamo Akihito, Akihito Takaba, es un placer el conocerte Hal-kun.- Lo veo sonreír es realmente encantador.
– Espera cariño, no tan aprisa, porque seré yo el que me encargue de demostrarte un verdadero placer-. Su mirada se tornó escalofriante cargada de lujuria, un misterio que embriagaba mi curiosidad en saber a qué se refería con placer pues no perderé nada con intentarlo. ¿verdad?
Noches de sexo, fiestas y demás solo fue el comienzo de una vida hostigan té y tortuosa que fue iniciada por una simple curiosidad.
“Si no me amas déjame ir”.