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Enamorando a mi sexy jardinero (2Min) por Tatty TT

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-Te dije claramente que debías quitar todos los restos de la tierra de hojas que quedó en el borde de la valla, si no vas a hacer lo mínimo que te estoy pidiendo es mejor que desaparezcas de aquí y me dejes hacer mi trabajo! –gruñó Minho furioso.

-Lo…lo siento, yo entendí que debía poner más tierra en los bordes, no quitarla –susurró el ayudante que habían dispuesto para él en su nuevo proyecto.

-Pues deberías estar más concentrado, si tengo que repetir cada cosa que te pido terminaremos en un puto mes el trabajo de un día –gritó Minho.

-Lo siento, enseguida lo haré –dijo el chico huyendo asustado.

Minho sabía que se estaba comportando como un maldito hijo de puta, llevaba días con un genio del demonio y ni él mismo era capaz de soportarse, y ahora la estaba pagando con el pobre chico que la administración del edificio que lo contrató para un jardín había dispuesto para ayudarle.

Pensó en seguir al chico y disculparse, pero aún estaba tan cabreado que no podía asegurar no volver a gritarle, así que se dirigió hacia la otra esquina del espacio en que trabajaban y comenzó a delinear la tierra para determinar los lugares en que plantaría y en los que irían elementos ornamentales.

Lo peor de todo, es que Minho era muy consciente de que no tenía razones para su mal humor, en el trabajo le estaba yendo estupendamente bien, desde que dejó la casa de Taemin había agendado varios proyectos y tenía ocupados los próximos meses, así que no podía quejarse. Además, dado lo bien que le habían pagado los Lee por el jardín, Minho pudo pagar un par de meses por adelantado en el crédito que había pedido para iniciar su empresa, así que en definitiva, todo en su vida parecía avanzar por el camino correcto, así que no debería estar comportándose como un imbécil gruñón que no tolera a nadie cerca.

Pero, parecía que nada de eso importaba si no tenía a cierto mocoso problemático a su lado, y ya habían pasado dos semanas desde que Taemin partió junto a su hermanita a Canadá y Minho estaba volviéndose loco por la nostalgia. Cuando, hace casi un mes atrás, Taemin le contó sobre el viaje, Minho ni siquiera pensó en lo que aquello significaría, luego, las semanas que le siguieron, se pasaron entre los exámenes del menor para terminar el año escolar, los viajes que el chico hizo hasta el internado de su hermanita para contarle sobre los cambios en las vacaciones, y el poco tiempo que les quedaba lo habían disfrutado juntos lo mejor que podían.

Ahora, tras dos semanas separados, Minho no podía con la frustración, apenas había hablado con Taemin, primero por la diferencia de horarios, y segundo, por lo carísimo que eran las llamadas internacionales, los primeros días Minho llamaba a Taemin y no pensaba mucho en ello, pero cuando consultó su cuenta y vio lo que tendría que pagar a fin de mes, tuvo que abstenerse de las llamadas, y conformarse con las que hacia el menor, pero tampoco le dejaba llamarlo todos los días, el orgullo de Minho no se lo permitía, odiaba no tener más dinero para costear las llamadas internacionales, y no iba a permitir que Taemin costeara únicamente aquello. Así que salvo día por medio, y algunos mensajes que se dejaban en línea, la pareja había hablado muy poco en esas dos semanas.

Tal era el nivel del estrés que ahogaba a Minho, que incluso la madre de Siwon le dio un fuerte tirón de orejas hace dos días, cuando llegó por la mañana a su departamento con comida casera y algo de frutas y verduras para surtir el refrigerador del moreno. Minho le dijo entre gruñidos que no estaba en casa para comer tanto, y ella, habituada a comportarse como su madre, le dio un discurso de media hora sobre lo importante que era alimentarse bien, pero antes le tiró las orejas y Minho no tuvo más remedio que disculparse.

Y eso no era lo único, ah claro que no! Minho estaba seguro que pronto Siwon o Heechul aparecerían también por su puerta, ya que le había colgado una llamada telefónica a la “princesa” de su amigo, pero es que no necesitaba oír cuan jodido estaba, era perfectamente capaz de saberlo él solito, no tenían para qué decírselo.

Minho decidió bloquear su mente a todo pensamiento relacionado con Taemin, y dedicarse únicamente a su trabajo, aún tenía muchas horas por delante y la frustración le estaba cobrando factura. Ya tendría tiempo para seguir autocompadeciéndose, pero no podía permitir que sus asuntos personales interfirieran en su trabajo.

 

KAI

 

-Chicos, el coreógrafo me dio el USB con los videos de cada miembro, pueden copiarlos para que los revisen –dijo Suho mientras todos los chicos ingresaban al departamento que compartían tras un largo día de ensayos.

Jongin vio como Baekhyun fue el primero en tomar el USB, así que decidió descansar un poco y esperar a que los demás copiaran sus videos y luego hacerlo con calma. Al llegar a su habitación, tiró en el suelo el bolso que cargaba y se recostó en la cama sin quitarse la ropa, ni preocuparse por nada más, solo quería descansar, habían pasado todo el día entre ensayos, reuniones con los vestuaristas de la agencia y en definitiva, preparando sin cesar su inminente debut. En pocas semanas se presentarían en el show anual de la agencia, participando junto a otros grupos y artistas de reconocida trayectoria. Si bien no era su debut oficial, ya que cantarían covers de otros artistas, todos los chicos sabían que esta era la gran prueba de fuego, sería la instancia en que se darían a conocer, el grupo estaría en la página de la agencia y se iniciaría la cuenta regresiva.

El moreno estaba quedándose dormido cuando sintió que el colchón se hundía suavemente indicándole que alguien estaba recostándose a su lado. Y a regañadientes se puso de costado para darle espacio al invasor.

-Tengo noticias! –exclamó Sehun acurrucándose en un cojín que le quitó a Kai.

-Más vale que sean buenas, de lo contrario lamentarás haberme despertado –exclamó el moreno fingiendo enojo.

-Esta mañana oí una conversación entre Dodito y Minseok mientras preparaban el desayuno –dijo Sehun sonriendo con una expresión que pretendía ser misteriosa, pero que solo hizo reír a Kai.

-A veces no sé cuál es tu aporte en este plan, si es por ir por ahí escuchando conversaciones ajenas, bien puedo hacerlo solo! –dijo el moreno.

-Tranquilo, todo a su tiempo…

-Ok, y ¿qué escuchaste?

-Bueno, no logré oír toda la conversación, pero llegué cuando Minseok le preguntaba a Dodito si era cierto que le gustas –dijo Sehun con emoción, emoción que Kai no sintió del todo, ya que estaba bastante convencido de saber la respuesta, pero ese no era su problema.

-Y…

-Dijo que sí!!

-Pero Sehun!!! Eso es algo que todos sabemos, así como todos saben que yo beso el suelo por el que Do camina, se supone que lo que tú tienes que hacer es ayudarme a conquistarlo, a declararme, a iniciar algo con él!! –exclamó el moreno.

-Aichh, es que tu Dodito es un caso tan difícil! –se quejó el menor.

-Esta fue tu idea, y ya sabes que yo me he tomado esto seriamente, he avanzado mucho con Xi…con Yixing –dijo Kai, omitiendo el apodo cariñoso que le puso al chino, aunque no muy seguro del por qué.

-Lo sé, y aunque no he avanzado tanto como tú, te prometo que estoy trabajando en ello –dijo Sehun.

Kai tuvo que contentarse con eso, al principio no veía lo malo en el plan de Sehun, pero poco a poco comprendió que en realidad era una soberana estupidez. Taemin tenía tanta razón cuando le dijo que la idea era estúpida, pero recién ahora podía ver lo cierto en aquello.

-Ohh! Sehun, estás aquí! –exclamó de pronto un nuevo invitado en la habitación del moreno.

-Lay, ¿qué haces aquí? -Preguntó Sehun sorprendido de ver al bailarín en aquella habitación.

-Le traje el USB a Jongin, y bueno, ya que estás aquí, ambos pueden grabar sus videos, son los únicos que faltan –dijo el chino con una sonrisa, mientras se recostaba distraídamente en los pies de la cama de Kai.

-¿Y viniste hasta aquí solo para traerle el USB a Kai? –Preguntó Sehun con recelo.

-No te pases… -masculló Kai disimuladamente en el oído de Sehun, preocupándose de que Lay no lo escuche.

-Claro que no Sehunie! Quería pedirle a Jongin que me ayude con una parte de la coreografía –dijo el chino sonriéndoles a los chicos-. Por más que la repito, no puedo ver qué hay de mal en los pasos, quiero que me des tú opinión –exclamó dirigiéndose al moreno, sin dejar de sonreír.

Kai había descubierto que cada vez que veía sonreír a Yixing automáticamente una sonrisa se posaba en su rostro, era casi un reflejo, así que no le extrañó estar sonriendo como idiota al recién llegado. Notó que Sehun no decía nada más, y cuando volteó a ver a su amigo, lo encontró prácticamente babeando sobre su cojín. Al seguir la línea de visión de Sehun, se encontró con que Lay estaba recostado, estirándose perezosamente sobre su colchón, y con el movimiento dejaba ver gran parte de su abdomen. Kai simplemente rodó los ojos ante lo baboso que era Sehun.

-No me puedo creer que aún tengas energías para seguir bailando, yo estoy al borde de un coma ¿y tú quieres trabajar aún más? –dijo Kai finalmente.

-Es que no puedo descansar –dijo Lay riendo-. Mi mente no deja de darle vueltas a la corografía, no voy a poder dormir hasta saber qué estoy haciendo mal!!

-Eres como una pila de energizer cuando quieres ¿lo sabias? –dijo Kai.

-¿Me ayudarás? –insistió Lay con una risita.

-Pero tengo sueño… -exclamó Kai con un puchero.

-Yo puedo ayudarte! –Soltó Sehun de pronto.

-¿Lo harías, Sehunnie?

-Claro… -dijo el menor algo cohibido.

-Vamos!!

Lay se levantó de un salto de la cama y tomó la mano de Sehun haciendo que el chico también se levante enseguida, cuando estaban saliendo de la habitación, Sehun se devolvió y le habló al moreno al oído.

-Graba en tu computador mi video por favor…y… ¿y podrías grabar también el de Lay? –le dijo algo avergonzado.

Kai rio con la petición de Sehun, pero no dijo nada, se contentó con asentir y vio cómo su amigo salía de la habitación siguiendo a Lay. El moreno grabó los videos, y aunque podía decir que Sehun era muy infantil por querer los videos del chico que le gusta, él mismo no era mucho más maduro, ya que sin pensarlo mucho pasó el video de Kyungsoo y así poder verlo cuando él quisiera.

Cuando terminó de pasar los videos, el moreno salió de su habitación buscando a Suho para entregarle el USB, lo encontró en la cocina tomando una taza de té preparada por nada más ni nada menos que Kyungsoo.

-Acabo de preparar té, ¿quieres una taza? –le preguntó Kyungsoo.

-Claro –dijo Kai olvidándose del cansancio, del sueño y de todo, lo único que le importaba era que su Dodito lo invitó a tomar té.

-Gracias por el té, Soo, lo terminaré en mi habitación –dijo Suho levantándose rápidamente de la mesa y dejando a los chicos solos.

-Ten, bébelo mientras aún está caliente –dijo Kyungsoo.

-Gracias, esto me viene muy bien ahora mismo –murmuró Kai intentando sonreír, mientras se quebraba la cabeza deseando pensar qué decir para mantener una conversación con el pequeño.

-Sí, es muy bueno para relajarse… -dijo Soo, quien también parecía no saber qué decir.

-Sí, sí, es buenísimo –exclamó el moreno, y quiso golpearse muy duro por no ser capaz de mantener una conversación decente con el chico de sus sueños.

-¿Qué hacen chicos, tienen una velada romántica? –Preguntó de pronto Jongdae sentándose junto a ellos en la mesa-. Ohhh, Do, preparaste Té! Voy a tomar una taza junto a ustedes, tranquilos, sigan en suyo, díganse cositas de amor, o lo qué sea que hayan estado haciendo –Jongdae tenía una sonrisa pícara mientras se servía la taza de té, Kai quería matar al chico por interrumpirlos, además sabía que estaba totalmente sonrojado debido a lo que el cantante había dicho.

-Hay té!! –Exclamó otra voz, uniéndoseles en la cocina, y Kai solo quería enterrar la cabeza bajo la tierra, era la última persona que quería ver en este momento-. ¿Qué hacen chicos?

-Baek! –Dijo Jongdae, alegre de ver a su nuevo amigo-. Los chicos están en una velada romántica.

-Ohh…¿se van a dar un besito? ¿Puedo ver? –exclamó el recién llegado.

-Será mejor que estén atentos a sus comidas, no puedo asegurar que un poco de veneno no se me caiga en sus platos…malditos imbéciles!! –gritó Kyunsoo, levantándose y tirando su taza al fregadero antes de salir de la cocina.

-Soo, no seas así!! –le gritó Baekhyun, pero sin resultados.

-Muchas gracias –dijo Kai entre dientes, alejándose también de la cocina, oyendo como esos dos se descojonaban de la risa a su costa.

Kai no sabía si algún día lograría tener algo con Kyungsoo, parecía que cada vez que se acercaba al bajito su mente se trababa y no podía decir nada coherente ni aunque su vida dependiera de ello. A ese ritmo Kyungsoo se aburriría de él y se buscaría a alguien más elocuente. El moreno no sabía por qué le costaba tanto acercarse al chico que le gustaba, era obvio que Soo también sentía algo por él, pero ninguno de los dos parecía poder dar el siguiente paso, y a esas alturas, todos en la casa estaban al tanto de su situación, y Kai no quería ser el hazmerreír del grupo.

A los pocos días de ese casi encuentro con Kyunsoo en la cocina, Kai se encontraba “ayudando” a Yixing a acabar la composición de una canción en uno de los estudios de la agencia. Se suponía que debía estar haciéndole camino a Sehun con el chino, pero al final Kai había sucumbió a la confianza que se había desarrollado entre él y Lay y le terminó contando como Chen y Baekhyun habían interrumpido su oportunidad con Kyungsoo.

-¿Estás diciendo que al fin habías decidido ir por él y por culpa de Chen y Baek no pudiste? –preguntó Lay incrédulo.

-Bueno…no, pero podría haber sucedido algo…no sé, tal vez solo hablar, y ya sabes que es más de lo que normalmente hacemos, pero nunca lo sabré ya que esos idiotas no encontraron un mejor momento para reírse de mí!

-Ya te lo he dicho muchas veces, solo debes relajarte cuando estés con él, no esperes un momento mágico, solo hazlo… -dijo Lay lentamente, pronunciando con pausa cada palabra para que el moreno pudiera entenderlo.

-Es que no puedo, no sé qué me pasa, normalmente soy muy directo y nunca me han faltado las oportunidades, ya lo ves, incluso a ti te estoy coqueteando –rio Kai.

-Eso es porque no estás verdaderamente interesado en mí –dijo el chino.

-Supongo que tienes razón, cada día que pasa me convenzo más y más que Soo es el indicado para mí, no sé, creo que perfectamente podría ser el amor de mi vida, sin exagerar, podría ser el único –dijo Kai soñadoramente.

-Eso es muy profundo…y también algo infantil, disculpa que te lo diga…

-Es cierto, olvidaba que no crees en el amor –susurró el moreno con una pequeña sonrisa.

-No es que no crea, solo me parece que el amor es algo mucho más práctico y lógico que aquello con lo que sueñas, a veces las historias de amor más bonitas se mueren porque solo se piensa en que duren para siempre, olvidando otras cosas que a la larga pueden acabar con ese amor.

-Eres todo un filósofo! –Rio Kai-. Ya te veré cuando te enamores.

-Naa…eso no es para mí, por lo menos no ahora, no pienso enamorarme hasta que me haya convertido en un artista integral –dijo Lay muy seguro.

-Ohhh, le romperás el corazón al pobre Sehun! –exclamó Kai con dramatismo.

-Sehunie es totalmente bienvenido a visitarme cuando quiera –dijo Lay sonriendo con coquetería.

-Ay Sr. Zhang! quién habría pensado que eras un devorador de hombres –exclamó Kai golpeando juguetonamente el hombro de Yixing.

-Todos tenemos necesidades, no soy diferente al resto –dijo el chico encogiéndose de hombros.

-Sigo creyendo que cuando conozcas al indicado, cuando te enamores de verdad, te comportarás tan ilógico como yo -insistió el moreno.

-Mmm lo dudo, en primer lugar porque el indicado no puede llegar, yo voy a formar una familia junto a una mujer, y tendré hijos, tengo un apellido que mantener, es mi responsabilidad para con mi familia, así que cuando llegue el momento apropiado buscaré a una chica con la que compartir la vida y listo –dijo el chino.

-¿Y en segundo lugar?

-Espero de verdad, pero de verdad nunca enamorarme o idiotizarme por alguien, tengo demasiadas metas que alcanzar en la vida como para dejarme arrastrar por sentimientos que pueden obstaculizar mi camino…es decir, no me malinterpretes, admiro mucho a las personas que se dejan llevar por el amor, solo espero que a mí no me pase –murmuró Yixing pausadamente.

-Eres toda una caja de sorpresas, Xing.

-No tanto –rio el chino.

-Bien, ¿terminaste? Quiero volver al departamento, estoy exhausto.

-Ohh…es que no voy a regresar de inmediato, verás, Yifan quiere que le ayude con su coreografía, así que nos encontraremos en una de las salas de prácticas –dijo Lay desviando la mirada del moreno.

-Mmm, quieres que te ayude –dijo Kai un poco curioso por la reacción del chino-. Podría ser más útil que ambos ayudemos a Yifan, es obvio que parece haber nacido con dos pies izquierdos.

-No, tranquilo, a Yifan no le gusta que muchos se enteren de sus debilidades, y aunque todos veamos que le cuesta bailar, no es lo mismo a que todos sepan que ha pedido ayuda… -murmuró Lay algo distraído.

-Está bien, entonces te veo en casa –dijo el moreno despidiéndose de su compañero.

Kai caminó distraídamente por los pasillos de la agencia, ya eran casi las 10 de la noche, y aunque era tarde, sabía que varios de sus compañeros aún estaban trabajando allí. Sehun y Chanyeol estaban trabajando en sus raps, Baekhyun estaba en un estudio perfeccionando su técnica vocal, ya que desde que descubrió que Chen tiene una de las voces más potentes del grupo el chico se ha esforzado el doble…y eso que ambos cantantes se hicieron muy amigos después de todas las malas vibras que se habían lanzado al comienzo. Kai simplemente se mantenía al margen de ciertas acciones, y había aprendido que la voz de baekhyun era uno de los temas prohibidos.

Cuando le moreno llegó a la entrada de la agencia, tomó su teléfono para llamar a su manager y ver si le podía enviar un coche para volver al departamento. Pero al ver el aparato en sus manos se encontró con que había tomado el móvil equivocado y en lugar del suyo tenía el de Yixing.

Pensó en llamar al chino desde el teléfono que tenía en sus manos, pero cuando comprobó que estaba protegido por contraseña, soltó varias maldiciones al comprender que tendría que volver a entrar a la agencia para recuperar su móvil. Siempre podía esperar a que Lay volviera al departamento, pero Kai era un chico que no podía vivir mucho tiempo sin estar conectado así que rápidamente volvió sobre sus pasos y fue a por su móvil.

Recorrió casi todas las salas de prácticas y no encontró por ningún sitio a Yifan y Yixing, lo cual era realmente extraño. Volvió a ingresar en una de las salas en las que ellos acostumbraban a practicar por separado y comprobó que no había conectado ningún equipo de audio, así que se dirigió nuevamente a la puerta, pero el sonido de las duchas encendidas en el camerino privado de esa sala llamó su atención.

Sabiendo que habían pasado menos de 10 minutos desde que se separó de Yixing, le extrañó que fuesen los chicos los que ocupaban las duchas, por lo que pensó en salir, pero algo no le cuadraba en todo y la curiosidad fue más fuerte que el sentido común, así que sin pensarlo mucho más caminó sigilosamente hacia el vestidor, no sabiendo exactamente el porqué de su actuar.

-Ohh…mierda…mierda…. –oyó a una conocida voz gemir.

-Más…más –escuchó a otra conocida voz.

Y cuando ingresó al vestidor, la imagen de Yifan empalado hasta las bolas en el culo de Yixing casi le corta el aliento. Nunca esperó encontrarse con una situación como esa en vivo y en directo. Y por más que sabía que tenía que salir de allí, la imagen de un Lay completamente desnudo frente a él con Yifan jodiéndolo desde atrás mientras lo masturbaba afanosamente era sencillamente hipnótica.

Ninguno de ellos parecía notar su presencia, y Kai se maravilló nuevamente al ver como la mano de Yifan se movía segura en el pene de Yixing, mientras este apoyaba la cabeza en el hombro del más alto, dejando escapar una serie de maldiciones que Kai nunca esperó oír salir de la boca de Yixing. Rápidamente la excitación comenzó a recorrer con ansiedad el cuerpo de Jongin, pero a pesar de eso, sus pies no querían moverse de su sitio, estaba como hipnotizado observándolos, y no fue hasta que la mirada de Yixing se encontró de frente con la suya y dejó escapar una maldición, que pudo moverse.

-Mierda…sal de aquí maldito idiota!! –le gritó Yifan furioso.

-Yo…yo…

-Jongin…por favor…sal… -le rogó Yixing, intentando cubrir su entrepierna.

-Yo…yo solo traía tu teléfono, me llevé el tuyo por error, te lo dejó aquí –dijo el moreno rápidamente, dejando el teléfono en el suelo, cerca de la puerta-. Cuando vuelvas a casa me das el mío.

-Sal de una maldita vez! –le gritó nuevamente Yifan.

Kai salió como alma que lleva el diablo del vestuario, y no paró hasta encontrarse nuevamente en la entrada de la agencia. Esta vez no esperó a pedirle un auto a su manager, salió hacia la calle y tomó rápidamente un taxi de los muchos que siempre estaban parados a las afueras del lugar.

Por su mente pasaban una y otra vez las imágenes de Yixing siendo intensamente follado por Yifan, ni en sus más extraños sueños pudo imaginar a esos dos juntos, y lo peor de todo es que la excitación que sentía no disminuía, solo ansiaba estar pronto en su cuarto para poder hacerse cargo de aquello.

 

MINHO

 

-¿Podrías repetirme nuevamente por qué estás blindando tu casa? No es que crea que es una mala idea, siempre hay que estar seguros, pero eso nunca te ha preocupado mucho –dijo Kyuhyun sosteniendo la puerta en la que trabajaba Minho afanosamente.

-La Sra. Jo…

-¿La viejecita de los gatos que vive aquí en frente? –interrumpió Kyuhyun indicando la puerta que estaba junto frente a la de Minho.

-Sí, la misma, ella me dijo que ha visto a un hombre en mi puerta dos veces, ya sabes que la Sra Jo solo hace dos cosas en la vida, cuidar a sus gatos y observar por la mirilla de su puerta o la ventana.

-¿Pero crees que sea algún ladrón o algo así?

-Puede, la Sra. Jo está un poco ciega así que no pudo ver bien de quien se trataba, pero me dijo que su figura no se le hacía familiar, ya sabes, ella sabe siempre quién entra a mi casa, así que es mejor ponerle más seguridad a mi puerta, la vi un poco asustada, dijo que quiso llamar a la policía pero el tipo se fue antes. No sé, he pensado que puede ser alguien que ha visto mis rutinas y sabe los horarios en que estoy fuera de casa…no voy a permitir que nadie se atreva a meterse con mis cosas, si es necesario me pasaré por la reunión de vecinos de fin de mes para exigirle al administrador mayor seguridad –exclamó Minho con ardor.

Y por esa misma razón, esa mañana de sábado el moreno se había levantado y lo primero que hizo fue pasarse por una ferretería para comprar pestillos, bisagras gruesas y dos cerrojos extras para la puerta. Y en eso estaba trabajando, cuando su amigo Kuyhyun llegó a su departamento a buscarlo para ir a un almuerzo a la casa de su tía, quien insistió en que el moreno debía asistir, por lo que Minho no pudo declinar la invitación.

Además, ese día había amanecido mucho más alegre que los anteriores, ya que Taemin lo llamó temprano y se pasaron conversando un buen rato. Minho estaba desesperado porque el tiempo transcurriera rápido, aún faltaban 10 días para que su mocoso volviera a Corea, y francamente, el moreno no sabía cómo iba a soportarlos, ya se había peleado con prácticamente todo el mundo que conocía, y aunque se había disculpado con la mayoría, aún tenía mucho por delante como para saber que no estaría con su mejor ánimo.

-Bien, por lo menos ahora si el ladrón intenta sacar la puerta, tendrá que esforzarse mucho para conseguirlo –exclamó Minho orgulloso, mientras terminaba de ajustar un tornillo en la última bisagra-. Si esos jodidos ladrones piensan que se los pondré fácil, están muy equivocados!

-Si ya terminaste, deberíamos irnos, mi tía debe estar esperándonos, y sabes que no le gusta esperar –dijo Kyu.

-Es una controladora! –rio Minho.

Luego de dejar todo bien cerrado, los amigos se fueron caminando hasta la casa de la madre de Siwon. En ella vivía además Kyuhyun junto a sus tíos y su padre. Siwon y Heechul llevaban un tiempo viviendo por su cuenta en una casa que estaba a una cuadra de su madre. Así que independiente de eso, todos aun vivían en el mismo vecindario.

Minho sabía lo que le esperaba en el mismo instante en que puso los pies en la casa de la madre de Siwon, los interrogatorios no se hicieron esperar, y para su mortificación, antes de que sirvieran el postre, no solo la madre de su amigo, sino que también el papá y el tío sabían de su relación con Taemin. A veces odiaba tener tanta familiaridad con ellos, ya que aunque la mayoría del tiempo eso era una bendición, en situaciones como la suya con Taemin, era justamente lo contrario.

-Entonces mi vida, cuando ese jovencito tan especial vuelva de su viaje lo traerás para que lo conozcamos, si ha conseguido que tus ojitos brillen nuevamente, es porque se trata de alguien valioso y que debes conservar –dijo la madre de Siwon cuando Minho estaba ya de salida.

-Pero…pero…

-Pero nada, ten, acomodé algo de sopa y pescado, guárdalo en el refrigerador apenas llegues a casa –dijo la Sra. Entregándole un paquete al moreno y desapareciendo en la cocina.

-Mi suegrita te tiene cogido por los huevos! –exclamó Heechul acompañándolo a la puerta.

-Es una dictadora! –dijo el moreno lo suficientemente fuerte para que ella escuche-. Bien, me voy, es mejor que ustedes también se vayan para que consigan abrir el bar a tiempo. Nos vemos!

Minho salió rápidamente de la casa del terror, agradecía que los chicos tuvieran que irse temprano para preparar el bar, era sábado y por lo tanto un día muy movido para ellos, así que el almuerzo, favorablemente, no se extendió más que por un par de horas, y Minho pudo verse libre nuevamente.

Eran solo las 5 de la tarde cuando Minho ingresaba a su edificio, y el moreno tenía ya planeada una tarde de descanso y flojera, no tenía ánimos de hacer nada, además, y por muy patético que sonara, la idea de tener tiempo libre y no usarlo con su mocoso…simplemente no le atraía.

Cuando acabó de subir los cuatro pisos de escalones que lo separaban de su departamento, se encontró justo con el tipo que había estado rondando su casa. El sujeto estaba mirando de frente su puerta, por lo que no notó a Minho acercarse sigilosamente. El moreno dejó en el suelo el paquete con comida que llevaba, y caminó paso a paso hasta su merodeador, y a medida que se acercaba, la idea de que ese hombre fuera un ladrón le parecía cada vez más remota, un ladrón no se vestía de manera tan cuidada, ni tenía un cabello rubio tan brillante. Y por lo mismo comenzó a bajar la guardia ante el desconocido, lo cual fue un gran error al ver finalmente el rostro del hombre cuando se giró frente a Minho.

-Hola, Minho.

Minho estaba mudo, sus pies anclados como una barra de hierro en el suelo, el corazón le latía tan rápido que parecía que en cualquier momento se escaparía de su pecho y el aire se le quedó atorado en la garganta, ahogándolo y matándolo poco a poco.

Cinco años habían pasado y la persona que estaba frente a él era un completo extraño, más guapo, más delgado, más reluciente, su mirada era más segura… Minho había pensado muchas veces en este reencuentro, lo había añorado, lo había soñado y con el paso del tiempo, lo había olvidado. Y ahí estaba nuevamente, haciendo que muchas emociones que había enterrado hace años cobraran vida.

-Minho…-susurró el desconocido.

Y Minho hizo lo que su estómago le gritó hacer, le dio un derechazo justó en el rostro,  lanzándolo duramente al piso. Descargando en ese golpe el recuerdo de todo el dolor que pasó durante un buen par de años.

-No tienes ningún maldito derecho a volver aquí, vete Kibum, no me interesa nada de ti –gruñó el moreno, ingresando a su departamento y poniéndole seguro a la puerta.

Minho sentía una rabia abrumadora recorrer por todo su cuerpo, y no contento con el golpe que propinó a Kibum, comenzó a descargar su furia contra el pilar que separaba la cocina de la sala, golpe tras golpe, grito tras grito, poco a poco el moreno fue tranquilizándose y despejando la mente, lo que hizo que al cabo de un rato comprendiera que realmente había golpeado a Kibum… le había puesto la mano encima al hombre que amó durante más de 10 años, y eso sirvió para que la rabia lo cegara nuevamente, pero esta vez la rabia estaba dirigida contra sí mismo, ya que hace tiempo se había jurado nunca, ni por más motivos que tuviera, descargar su furia violentamente contra alguien cercano, y por mucho que odiara admitirlo, Kibum era alguien cercano, era alguien que más que su novio, fue su amigo, su familia.

El moreno comenzó a pasearse furioso por la sala de su departamento, se sentía el ser más despreciable del mundo por el golpe que le dio a Kibum, quería disculparse, necesitaba disculparse, y sabía que dependía solo de las ganas que tuviera Kibum para volver a buscarlo.

Y en esa disyuntiva emocional se encontraba, cuando un papel cerca de la puerta llamó su atención. Debido a toda la agitación del momento no había reparado en él, y cuando lo tomó y lo leyó, se asombró de las maquinaciones del destino.

“Minho, he vuelto a Corea hace más de un mes, desde que pisé nuevamente el país he ansiado verte y hablar contigo. Me he pasado un par de veces por tu casa, pero no te he encontrado y tampoco me había animado a dejarte algún recado. Pero creo que ya ha pasado el tiempo suficiente y es hora de ser valiente y hacerte saber sobre mi regreso. Sé que es probable que no quieras verme, yo mismo no querría si estuviera en tu lugar, pero tú y yo sabemos que no tienes un hueso de rencor en tu cuerpo, y por eso confió que algún día puedas perdonarme. Te dejo aquí mismo anotada mi nueva dirección, también mi teléfono, espero que me llames o me busques…te esperaré.

Siempre tuyo, Kim Kibum”

Nuevamente una ola de furia atacó a Minho, sentía las palabras de Kibum como la más grande hipocresía, pero tampoco iba a perder el tiempo analizando lo que su ex decía. Minho decidió tomar sus llaves y partió rumbo a la dirección que el chico había dejado en su carta, sabía que si lo pensaba un poco más no sería capaz de dar ese paso, y su integridad no le dejaba continuar si no se disculpaba con Kibum.

Minho salió del edificio y se subió enseguida a su camión. Manejó rumbo a la nueva dirección de Kibum, y no se sorprendió al ver que se trataba de un barrio muy exclusivo y aparentemente caro. El edificio era moderno y Minho pensó que al fin Kibum había conseguido lo que tanto deseaba, podía ver que el chico había dejado atrás la pobreza que tanto lo abrumó cuando era más joven, y el moreno tuvo que darle crédito a su ex.

Cuando estaba buscando un lugar para estacionar cerca del edificio, Minho vio a Kibum bajando de un taxi, así que antes de perderlo de vista, le habló para anunciarse. Kibum abrió mucho los ojos cuando lo vio, y se quedó de pie esperando que estacionara. Minho estaba muy nervioso, y cuando finalmente logró bajar de su camión, y caminó hacia Kibum, no estaba tan seguro de qué decir.

-Minho… -susurró el rubio.

-Yo…yo… -Minho estaba realmente incomodo, no encontraba las palabras adecuadas y simplemente estaba frene a Kibum masajeándose la nuca.

-¿Qué haces aquí?

-Discúlpame, nunca debí golpearte –dijo finalmente.

-Es gracioso, pero ¿sabes? Esperaba que vinieras, no has cambiado Minho… -dijo Kibum sonriendo.

-Nada de esto es gracioso –gruñó el moreno.

-Sí, tienes razón, lo siento…¿quieres subir? necesito poner hielo en mi mejilla, hablemos en mi departamento –dijo el rubio comenzando a caminar.

-No, ya me disculpé, eso es todo.

-No seas bobo, si has venido hasta aquí, por lo menos déjame servirte algo de beber…vamos, por favor… -Minho no quería entrar, pero vio como la mejilla de Kibum comenzaba a inflamarse y la culpa lo atacó nuevamente.

-Bien, pero solo un momento –dijo Minho.

-Vamos.

Minho siguió a Kibum al interior del edifico, y no se equivocó con su primera impresión, todo a su alrededor era muy lujoso, incluyendo al conserje que saludó educadamente a Kibum. Caminaron en silencio hacia los ascensores, Minho no sabía que decir, temía abrir la boca y comenzar a insultar al rubio, así que prefirió dejar que fuese este quien llevara la conversación. Pero parecía que Kibum tampoco sabía qué decir, estaba simplemente frente a él, observándolo y moviéndose nerviosamente en su sitio.

-No has cambiado mucho –dijo finalmente Kibum-. Sigues igual de guapo a cómo te recordaba.

-Ya! Gracias, supongo –respondió Minho de mal humor.

-¿Tienes idea de lo mucho que te he extrañado todos estos años? Cada día, cuando despierto, mi primer pensamiento eres tú, y por las noches cuando me duermo, mi último pensamiento y mis sueños también eres tú –soltó sin más el rubio, sorprendiendo a Minho al acercarse directamente a él y pasar los brazos por su cuello, abrazándose sin permiso y con audacia.

-Suéltame…

-¿Tú no me has extrañado? ¿Sinceramente, puedes mirarme a los ojos y decir que no me has extrañado?

-Han pasado cinco años, cinco malditos años Key!!!

-Pero yo te amo igual que antes –dijo el rubio mirando fijamente a Minho.

Minho no respondió nada, por un instante muchas emociones cruzaron por su rostro. Y no podía evitarlo, tenía frente a él a la persona que una vez creyó sería el amor de su vida, y quizás fue por eso, o por la sorpresa, pero cuando Kibum comenzó a acercarse lentamente a sus labios, Minho se vio acortando la distancia y uniendo sus labios a los del otro chico, fundiéndose en un beso que poco a poco fue volviéndose intenso y húmedo.

 

Notas finales:

Como diría mi abuela: Por Dios Minho ¿eres o te haces? jejejje

Ese Minho!!!

 

 

Mi pag. de face

 

Bye Byeeee


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